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  • Ecuatran conduce energía por América

    Modesto Moreta

    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    Los transformadores que fabrica Ecuatran Compañía Limitada conducen energía por el continente. La firma ambateña tiene presencia con sus productos en Ecuador, Centroamérica y Estados Unidos.

    El uso de las mejores materias primas, la capacitación de los técnicos y de la mano de obra, la innovación tecnológica, las certificaciones nacionales e internacionales y adaptarse a las necesidades del cliente son la clave para el crecimiento de esta empresa.

    El año pasado Ecuatran facturó USD 21 849 503 y dio empleo a 200 personas. En la actualidad produce 1 200 transformadores mensuales y cuenta con una capacidad instalada para 2 500. Sus productos cumplen con normas nacionales e internacionales como ANSI/IEEE, UL, IEC, ISO 9001, INEN, UKAS, Icontec y otros.

    Sus principales clientes son la industria alimenticia, el sector hospitalario, camaroneras, empresas eléctricas, petroleras… que utilizan transformadores monofásicos tipo
    poste, monofásicos de pedestal de potencia monofásica y trifásica. También trifásicos de subestación o pedestal, transformadores secos y para la industria petrolera, multifrecuenciales. Además, transformadores de potencia de hasta 49 MVA.

    Diego Lara, gerente de Ecuatran, dice que la clave de este negocio es estar a la vanguardia de la tecnología y a los constantes cambios en el mercado eléctrico. A través de su departamento de investigación y desarrollo la compañía impulsa la fabricación de nuevos productos. Eso le permitió mantenerse como líder en la fabricación de transformadores de energía eléctrica, servicios integrados de reparación y mantenimiento.

    La firma exporta a El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Puerto Rico, Guatemala, República Dominicana, Honduras, Bolivia, Venezuela, Colombia y desde hace un mes a EE.UU. Unos 4 000 transformadores van a esos mercados al año.

    La historia de Ecuatran se inició en 1979, cuando Ecuador comenzaba con el ‘boom’ energético a través de la construcción de hidroeléctricas y de la exploración petrolera.

    El Cendes (empresa estatal que patrocinaba proyectos de inversión industrial en Ecuador), se contactó con compañías Belgas ASEC-Ateller de las Construcciones Eléctricas de Charleroi y SBI-Sosiete Belge D’Investisement International S.A., y decidieron instalar en Ecuador una fábrica de transformadores trifásicos

    y monofásicos para distribución de energía eléctrica en el país. De esa fusión se constituyó Ecuatran en 1984, con una inversión de 500 000 sucres.

    Pero para la construcción de la planta industrial, la compra de maquinaria de última tecnología y de los materiales se gastaron 150 millones de sucres más y abrió con 64 colaboradores.
    Los técnicos de la empresa belga ASEC-Ateller transfirieron su tecnología en conjunto con Westinghouse, especializada en la fabricación de los transformadores. En 1988 esta firma vendió sus acciones y hace cinco años hizo lo mismo ABB.

    Lara cuenta que la empresa está en constante crecimiento y uno de los problemas ha sido la inestabilidad económica que afronta el país, puesto que dependen de los presupuestos del Gobierno para la comercialización de sus productos en los proyectos de electrificación. Como alternativa comenzaron a buscar mercados en el exterior para estabilizar a la empresa. Las ventas al exterior representan hoy el 30% de los ingresos.

    Hace un mes, las exportaciones se abrieron hacia Estados Unidos. “Entramos a este mercado importante por la calidad, la tecnología de nuestro producto. Asimismo, la capacidad de producción”, menciona Lara.

    Una nueva inversión se efectuó entre el 2016 y 2017, de USD 2,5 millones con lo que se montó una nueva planta y la compra de nueva maquinaria para disminuir costo de producción. Sus principales mercados están en Quito, Guayaquil, la Amazonía…

    La empresa guayaquileña Ankascorp S.A, dedicada a la instalación eléctrica, trabaja 20 años en sus proyectos con Ecuatran. Carlos del Pozo, representante de la firma, cuenta que prefieren el producto nacional por la calidad. “Usamos transformadores en todos los proyectos desarrollados como hospitales, centros comerciales, proyectos residenciales y más”. Del Pozo comenta que otro valor agregado es la posventa, es decir, en la asesoría para las instalaciones, operaciones y mantenimiento de los equipos.

    Los transformadores que  fabrica Ecuatran, en Ambato, pasan una serie de pruebas antes de ser exportados y enviados al mercado nacional
    Los transformadores que fabrica Ecuatran, en Ambato, pasan una serie de pruebas antes de ser exportados y enviados al mercado nacional. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Tres ideas de mujeres fueron premiadas

    Redacción Quito

    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    El emprendimiento femenino de impacto fue premiado la semana pasada. Poliestudios, Lab XXI y Superfoods fueron los ganadores de la tercera edición del Women’s Pitch Night, iniciativa de Buen Trip Hub, que tuvo el auspicio de la Embajada de EE.UU.

    El certamen es un concurso nacional de emprendimientos liderados por mujeres. Este año contó con 120 participantes, una semifinal para elegir a cinco finalistas y la elección de las ideas ganadoras, el pasado 24 de octubre.

    El emprendimiento ganador es Poliestudios, una plataforma que propone la integración de la tecnología y la educación para ayudar a resolver los problemas cotidianos que se presentan al momento de estudiar. El objetivo es permitir que las personas alejadas de las grandes ciudades accedan a educación de calidad.

    Esta plataforma tiene alrededor de 3 000 usuarios y más de 1 750 personas ‘graduadas’.
    El segundo lugar fue para Lab XXI, un laboratorio de innovación educativa que busca generar agentes de cambio para transformar la educación del Ecuador. Ofrece servicios de capacitación y apoyo a docentes, estudiantes, empresas y emprendedores.

    Y el tercer lugar se lo llevó Superfoods. Se trata de un espacio de venta de alimentos que busca apoyar a los ecuatorianos en el camino hacia una alimentación holística y saludable, dándoles a conocer los beneficios de incorporar superalimentos.

    Los emprendimientos seleccionados como ganadores recibirán un paquete de aceleración que incluye asesoría, capacitación en el extranjero y seguimiento de parte del equipo de Buen Trip Hub.

    Este año, Women’s Pitch Night tuvo un proceso que arrancó en abril. “El emprendimiento liderado por mujeres crece cada año, al tiempo que profundiza su enfoque para resolver problemas globales desde el Ecuador”, señala un comunicado de Buen Trip Hub
    Según los organizadores, el número de iniciativas que postularon se triplicó, en relación a años anteriores, con propuestas que priorizaron temas como la educación y la sostenibilidad.

    Durante la ceremonia, que se cumplió en el UdlaPark, en Quito, intervinieron empresarios como Isabel Noboa, del Grupo Nobis. Ella habló sobre los desafíos que enfrentó en sus inicios como empresaria. Para superar los retos, dijo, se apoyó en su equipo. “Los empresarios deben buscar un equipo que sea un complemento y en el que se pueda confiar”.

    Noboa también dijo que la innovación empresarial se da día a día y que a veces se cometen errores. “Solo los que perseveran logran el éxito”, dijo la empresaria.

    En el evento también participaron en un pequeño foro Roque Sevilla, del Grupo Futuro, Carla Avellán, del Liceo campoverde, y Herman Marín, de Laboratoria. Ellos abordaron los retos del emprendimiento y la educación.

    Sevilla dijo que para ser emprendedor hay que tener un gusto por el riesgo. Avellán habló de los retos que tiene el sistema educativo para fomentar el emprendimiento en el país. “Hay que aprender del error y en el sistema educativo hay que olvidarse del castigo para quien se equivoca”.

    Las finalistas del Women’s Pitch Night  junto a Roque Sevilla, de Grupo Futuro, en la premiación
    Las finalistas del Women’s Pitch Night junto a Roque Sevilla, de Grupo Futuro, en la premiación. Foto: Cortesía Buen Trip Hub
  • Las casas de salud son su mercado

    Redacción Quito

    (I)

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    Robert Escobar es de aquellas personas que siempre saben cómo reinventarse. Esa característica tan suya la aplicó en el mundo de los negocios.

    En 2010 transformó un negocio común de confección y venta de cortinas de baño para el sector hotelero en una boyante industria que produce y distribuye cortinas y otros insumos para ambientes hospitalarios del país.

    Los orígenes de Construplast se remontan a 1995. “En ese tiempo empezamos con otro nombre: Homeplast. A lo largo del tiempo innovamos en los productos, según la necesidad de los hoteles. Durante 15 años nos dedicamos a esta actividad”.

    Las cosas marchaban bien hasta que en el 2008 la firma comenzó a enfrentar pérdidas. El exceso de oferta similar a la suya, el conformarse con los productos y materiales que tenía, entre otros factores, la impactaron .

    En medio de una inminente quiebra el dueño supo que urgía una transformación. Investigó, asistió a ferias, se capacitó a escala internacional y comenzó con el negocio de cortinas hospitalarias, elaboradas con materiales que permiten total asepsia, con el nombre comercial de Construplast.

    En 2012, una vez desarrollados los prototipos y hechas las pruebas, se inició la venta. Se trata de productos mitad de PVC y mitad de material textil. Al inicio se importaron, pero luego Escobar optó por producir localmente para generar empleo.

    Actualmente, la firma tiene su propio taller, ubicado en el valle de Los Chillos. También maquila productos en cuatro fábricas en Quito, Santo Domingo y Ambato; gracias a ello se genera empleo indirecto a 10 personas.

    “Están en constante capacitación. Nosotros les damos la materia prima y ellos confeccionan. Hemos ido mejorando cada año. Hoy estamos en un momento exitoso de la empresa”, dice Escobar. Construplast ha entregado material a casas de salud públicas y privadas en todas las provincias del país, incluido el territorio insular.

    El portafolio de productos incluye también parachoques de camillas (láminas que evitan que los golpes de las camillas contra las paredes las dañen), cortinas de baño hospitalarias, rieles, portasueros, esquineros de PVC, pasamanos, señalética, etc.

    Estos materiales se venden e instalan de manera directa, aunque Construplast también los comercializa a intermediarios como cortineros, contratistas, constructores, etc.

    Renato Ramos, proveedor del Estado en construcción de centros de salud, es uno de los consumidores. Desde hace dos años y medio adquiere los productos de la firma quiteña y destaca que son certificados por el Ministerio de Salud. “Cumplen con las normativas de calidad. Compramos todo lo que son cortinas cubiculares y de baño”.

    Los centros hospitalarios aprovechan que los productos de PVC de Construplast vienen con un tratamiento antibacterial. Escobar asegura que se innova permanentemente y que gran parte del desarrollo de esta empresa familiar se debe a la visión corporativa que ha implementado.

    Desde el 2012 trabajan en la compañía los tres hijos de Escobar. Se trata de Thalía, quien se encarga del servicio al cliente; Robert Andrés, gerente administrativo; y Daniela, quien, actualmente, es la gerenta General.

    Esta última comenta que también comercializan sus productos en oficinas, colegios, entidades públicas y compañías de diferentes sectores.

    La meta de la empresa es llegar al mercado regional. Por ahora ha enviado muestras a Colombia y, como parte del proceso de internacionalización, participa en diferentes ferias de proveedores médicos tanto a escala nacional como internacional.

    Construplast sigue desarrollando nuevos productos. Uno de ellos son las manillas para el ingreso de visitas en hospitales públicos del país.

    Personaliza los productos para las diferentes instituciones. En su ‘show room’, en el norte de Quito, se puede apreciar cortinas hospitalarias para las casas de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

    En otros centros como Corporsano, que se dedica a la rehabilitación, se destaca la rapidez de la empresa en la entrega de los productos. “Son proveedores nuestros hace unos cinco años. Dan un servicio excelente a costos justos. Compramos cortinas hospitalarias, señalética, etc., para varias sucursales. Nunca hemos tenido inconvenientes con ellos”, comenta María del Pilar De Jerónimo, administradora del sitio.

    La planta de producción de la empresa se encuentra en el valle de Los Chillos, al oriente de Quito.  Allí trabajan seis personas de forma directa.
    La planta de producción de la empresa se encuentra en el valle de Los Chillos, al oriente de Quito. Allí trabajan seis personas de forma directa. Foto: Líderes
  • Este equipo se especializa en el trámite aduanero

    Redacción Quito

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    (I)

    El movimiento aduanero es la especialidad de una empresa familiar que trabaja con firmas de los sectores petrolero y minero. Las tareas implican desde el conocimiento de la normativa aduanera, hasta el tipo de insumos que usan en campos petroleros o en la industria minera, pasando por cursos y actualizaciones.

    Servicios Aduaneros Corporativos tiene cerca de 25 años en el mercado. En un principio, la firma fundada por Guillermo Campuzano Merino se especializó en el trabajo aduanero para empresas del sector petrolero.

    El conocimiento adquirido fue clave para expandir los servicios. Pamela Campuzano, hija del fundador, cuenta que la hidrocarburífera es una industria bastante dinámica donde se importa de todo, desde equipos y maquinarias, hasta enseres de personal expatriado que viene temporalmente al Ecuador.

    Con el tiempo, Servicios Aduaneros Corporativos (SAC) diversificó sus actividades, siempre con el foco en el trabajo de agente afianzado de aduanas, explica Pamela Campuzano, actual gerente de la compañía. Ella cuenta que el trabajo es muy competitivo: “nos estudian afuera, las compañías multinacionales hacen una calificación de las empresas que estamos en este negocio a través de una licitación y eligen a quien tiene más experiencia”.

    Hoy en día SAC cuenta con cerca de 45 clientes directos. Allí están petroleras, mineras, etc.
    Aurelian Ecuador, filial de la minera canadiense Lundin Gold, confía en el trabajo de esta compañía ecuatoriana. Andrés Estupiñán, coordinador de aduanas y transportes de Lundin, cuenta que SAC ha sido de ayuda en procesos complicados como lo es la exoneración de maquinaria. “Hemos traído equipos de todos los tamaños y colores, desde lavadoras de ropa para los campamentos hasta equipos complejos que tienen que desaduanizarse. En todos los procesos hemos contado con la experiencia del equipo de SAC”.

    Estupiñán añade que conoce a la familia Campuzano hace más de 20 años. “Sé que son expertos en todo trámite aduanero. Son eficientes, conocen el mercado”.

    Otro cliente que da buenas referencias es Repsol. Daniel Toscano, jefe de logística de la firma, cuenta que trabajan con SAC desde hace unos siete años. “Nos ayudan en todo trámite con el servicio de agente afianzado de aduana. Estamos bastante conformes con el trabajo”.

    Según Toscano, el personal de la empresa ecuatoriana sabe muy bien del negocio de las compañías petroleras y dominan los términos y conocen bien los insumos que utiliza este sector. “Hace pocas semanas tuvimos un caso particular con un artículo que nunca se había importado. Pamela nos ayudó y sacamos el equipo de la aduana sin problemas”.

    Campuzano cuenta que el trabajo es arduo y exigente. La vocera de la empresa reconoce que los cambios en las normativas, los ajustes en las restricciones aduaneras y la eliminación de salvaguardias han favorecido al negocio. Además, la minería está creciendo en el país y eso es una nueva oportunidad para la compañía que ya asesora a algunos proyectos mineros en el país.

    Lo más importante, dice Campuzano, es la experiencia, el trabajar apegados a la ley y ser un operador económico autorizado por la Aduana del Ecuador.

    Pamela Campuzano y parte del equipo de Servicios Aduaneros Corporativos, en sus oficinas de Quito.
    Pamela Campuzano y parte del equipo de Servicios Aduaneros Corporativos, en sus oficinas de Quito. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Esta empresa viste a niños hace 20 años

    Mayra Pacheco

    redaccion@revistalideres.ec 

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    La experiencia adquirida durante décadas como vendedora y el apoyo de su familia y amigos permitió que Elena Izurieta, gerenta comercial de La Esperanza, creara su empresa hace 20 años.

    Este negocio, que se dedica a confeccionar prendas de vestir para niños de hasta 12 años, empezó atendiendo en una casa, en La Kennedy, en Quito. La inversión inicial fue de USD 250.

    Entonces, no tenía máquinas, pero enviaban los cortes de tela para que quienes prestan el servicio de maquila cosan, borden y estampen, recuerda Izurieta, de 75 años. Ella, desde su oficina, observa cómo sus colaboradores confeccionan vestidos, blusas, pantalones y más prendas.

    Inicialmente eran cuatro personas. Hoy tiene una nómina de 150 personas. También cuenta con 40 talleres que prestan el servicio de maquila. Algunos son emprendedores que han salido de esta fábrica.

    La empresa tiene 2 500 metros cuadrados. “Mi sueño era tener una fábrica de ropa de niños”, expresa Izurieta.

    La Esperanza, ubicada hace siete años Collaloma, en el norte de Quito, tiene presencia en cadenas de venta de ropa del país. Sus prendas se encuentran en Corporación Favorita, Etafashion, De Prati, Corporación El Rosado, Almacenes Tía, Súper Éxito y almacenes en provincias. Tiene alrededor de 200 clientes. Pero ofrece productos diferenciados.

    Para cada tienda se elaboran cada mes colecciones de 12 prendas de vestir exclusivas. Aunque la versatilidad de estas piezas permite formar hasta 20 conjuntos. Etafashion refiere que tiene entre sus perchas prendas de La Esperanza, porque son de buena calidad y los detalles hacen que la ropa sea única.

    En los diseños se destacan unicornios, flores, bordados, super­héroes y más personajes. La Esperanza tiene la marca Bambino. Hace 6 meses logró la certificación Fama, que le permite producir prendas de marca Disney. Cuenta también con la licencia Disney World que además le permite comercializar las prendas.

    Para la confección de esta ropa infantil se emplea materia prima nacional e importada. Al mes se usan en promedio 5 000 kg de tela. Entre los proveedores están Pat Primo Ecuador, J. Jersey y otros.

    Carlos Portilla, gerente comercial de Pat Primo, comenta que trabaja con La Esperanza desde 1999. “Esta empresa familiar es uno de nuestros clientes VIP. Los pedidos al año suman más de USD 500 000 y son cumplidos”.

    La inspiración para confeccionar estas prendas viene de la creatividad y capacitación. El personal visita tres veces al año ferias de moda en Lima, Medellín y Nueva York. La capacidad de producción mensual es 40 000 prendas, aunque la meta para el 2019 es llegar a 50 000. Para lograr esto se adquirió nueva infraestructura.

    La Esperanza factura al año USD 3,5 millones. La demanda es alta, porque se trabaja de acuerdo con las tendencias de moda y materiales de calidad. Esto ha hecho que reciba reconocimientos de sus proveedores. Incluso la Corporación Mucho Mejor Ecuador entregó en este año una calificación doble AA por cumplir con parámetros de calidad. Estas placas están en la oficina de Izurieta. El mercado es nacional, aunque La Esperanza exportó ya hace ocho meses a Bolivia.

    Esta empresa contaba en un inicio solo con cuatro colaboradores. Actualmente emplea a 150 personas
    Esta empresa contaba en un inicio solo con cuatro colaboradores. Actualmente emplea a 150 personas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • El futuro de esta firma, en manos mexicanas

    Redacción Quito  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Una nueva inversión mexicana en Ecuador está en camino. La semana pasada se confirmó un rumor empresarial que se escuchaba desde hace meses y se supo que Corporación GPF pasará a ser parte de un grupo mexicano.

    La empresa ecuatoriana, con ventas anuales por USD 527 millones en el 2017 y con una nómina de 4 412 empleados, llegó a un acuerdo de venta con Femsa Comercio, con sede en México.

    La adquisición, que está en proceso de aprobación por parte de las autoridades de control de Ecuador y México, está prevista que finalice en el primer trimestre del próximo año.

    Corporación GPF, propietaria de las marcas Fybeca, Sana Sana, Oki Doki, Provefarma y Abefarm, ha solicitado las autorizaciones legales necesarias para incorporarse a Socofar, grupo chileno líder en retail farmacéutico, que forma parte de la división salud del grupo mexicano Femsa, según se detalla en un comunicado firmado por Luis Enrique Coloma, presidente ejecutivo de GPF.

    El mismo documento añade que “esta transacción es posible por el prestigio, posicionamiento y desarrollo alcanzado por Corporación GPF a lo largo de más de 88 años de trayectoria responsable en el Ecuador y por el entorno empresarial positivo que presenta el país”. El comunicado añade que esta etapa de evolución de Corporación GPF busca apalancar el desarrollo y crecimiento de sus marcas, fortaleciendo el servicio y las soluciones para los clientes. “El compromiso con los clientes, colaboradores, proveedores y el país se mantendrá más fuerte que nunca”, añade el comunicado firmado por Coloma.

    Por su parte, Femsa no ha señalado el monto de la adquisición. La firma mexicana participa en el negocio de refrescos, a través de la embotelladora Coca-Cola Femsa, así como en la industria cervecera como accionista de la holandesa Heineken.

    Fomento Económico Mexicano S.A.B. de C.V., conocida comúnmente como Femsa, es una empresa multinacional mexicana que participa en la industria de las bebidas, y en el sector comercial y de restaurantes. Tiene su sede en Monterrey, Nuevo León, México y opera en 10 países de Latinoamérica y en Filipinas

    Corporación GPF, según su memoria de sostenibilidad del 2017, tiene 628 puntos de venta a escala nacional. Además el 68% de sus colaboradores son mujeres y el 42% de los empleados son menores de 30 años.

    La empresa se ha caracterizado por sus innovaciones en el servicio a los clientes. Una de las ‘joyas’ de la firma ecuatoriana es su centro de logística avanzada (CAL) , ubicado en la zona de Amaguaña, al oriente de Quito.

    El CAL se levantó para solucionar problemas de almacenamiento que tenía la corporación. El trabajo arrancó en el 2014 y se requirió una inversión de USD 53 millones. Hasta el año pasado, en este centro automatizado trabajaban cerca de 300 personas, en dos turnos de ocho horas, seis días a la semana.

    En el lugar la innovación está presente desde el material utilizado para los pisos, hasta en los ‘racks’ o estanterías metálicas, pasando por los montacargas que tienen ‘uñas’ laterales y los dispositivos que utilizan determinados trabajadores. Un equipo de radiofrecuencia y un anillo escáner son algunas de las herramientas empleadas. El centro de logística avanzada ocupa 12 700 metros cuadrados.

    El Centro de logística avanzada (CAL) , ubicado en la zona de Amaguaña, ocupa 12 700 metros cuadrados. Foto: Archivo / LÍDERES
    El Centro de logística avanzada (CAL) , ubicado en la zona de Amaguaña, ocupa 12 700 metros cuadrados. Foto: Archivo / LÍDERES
  • La empresa de gestión familiar es más rentable

    Agencia EFE

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    Las empresas de gestión familiar presentan un crecimiento y rentabilidad superiores a las empresas de gestión no familiar. Así lo asegura el informe ‘Familia 1 000 en 2018’ difundido la semana pasada por el Instituto de Investigación Credit Suisse.

    En general, el informe señala que las empresas de gestión familiar “siguen superando a sus pares en todas las regiones y sectores”, y solo en 2017 generaron un 34% más de retorno de flujo de caja sobre la inversión (CFROI) que sus equivalentes de propiedad no familiar.

    Las empresas familiares tienen un enfoque “conservador y largoplacista” y “los períodos de rendimientos inferiores no están relacionados con las condiciones macroeconómicas”, dice el estudio, que apunta además que la retribución a los accionistas “no está relacionada con la estructura de sus votos”.

    Por otra parte, el riesgo en cuanto a la sucesión de estas firmas “puede estar sobrevalorado”, señalan los autores, que añaden que todo ello confirma “la sólida apreciación relativa del valor de las acciones observada desde el 2006”.

    El CSRI analizó su base de datos de más de 1 000 empresas familiares cotizadas y de diferentes tamaños, sectores y regiones y comparó su rendimiento a 10 años con el rendimiento financiero y la evolución del valor de la acción de un grupo comparativo de más de 7 000 empresas no familiares de todo el mundo.

    Como novedad este año, los analistas también examinaron los puntos en común de las compañías familiares, o las que están en manos de su fundador, de cada región con mejor rendimiento a tres, cinco y diez años.

    En un comunicado, Eugene Klerk, analista jefe de Inversiones Temáticas de Credit Suisse, afirma que los superiores resultados de la empresa familiar pueden deberse a sus perspectivas “a más largo plazo”, que “recurren menos a la financiación externa e invierten más en investigación y desarrollo”.

    “Nuestro estudio a escala mundial también indica que las empresas familiares con estructuras especiales de derechos de voto se desempeñan de manera relativamente similar a las que tienen acciones ordinarias, lo que contradice los temores expresados por muchos inversores”, manifiesta.

    Michael O’Sullivan, director regional de Inversiones de EMEA (Europa, Oriente Medio y África) en Credit Suisse, dijo a su vez que el banco planea continuar sus análisis de la empresa familiar, pues, pese a representar “una proporción significativa en muchos lugares del mundo”, constituye un área “relativamente inexplorada”.

    “Nuestros resultados muestran que generan un mejor crecimiento de ingresos y márgenes y que sus balances son menos arriesgados, lo que las convierte en objeto ideal para los inversores”, declara.

    En el tejido empresarial ecuatoriano, las compañías de origen familiar son mayoría, según un estudio elaborado por la Universidad de Especialidades Espíritu Santo presentado en Guayaquil, en noviembre del año pasado.

    El ‘Primer Informe sobre el estudio de la Empresa Familiar en Ecuador’ señala que el 90,5% (45 250) de las empresas registradas en la base de datos de la Superintendencia de Compañías se clasifican como familiar. Mientras que el 7,9% son de propiedad dispersa no familiar y el 1,7% de propiedad desconocida. El estudio se hizo con base en las 50 000 empresas (grandes, medianas, pequeñas y microempresas) constituidas en la Superintendencia.

    Otro tema que inquieta a las empresas familiares es el de la sucesión. Según Johhannes Ritz, director de Courage Group para América Latina, solo el 2% de las empresas familiares en Ecuador tienen un plan de sucesión. Es un número muy bajo y se confirma la tendencia de otros países, en donde apenas un 11% de empresas familiares llega a una tercera generación, señaló a LÍDERES en una entrevista concedida en mayo de este año.

    “Es un dato grave, en especial si queremos que las empresas subsistan en el tiempo. Para lograr eso hay que planificar la sucesión. Lo grave es que no hay conciencia del tema, no se trata de manera profesional, como cualquier tema empresarial. Por eso hay que hablar del asunto”.

    Este especialista en la materia cree que muchas veces las generaciones sénior no siempre están abiertas a topar ese tema. “Puede ser difícil, emocionalmente, enfrentar el retiro. Es una manera de anticiparse y admitir que se dejará la presidencia o la gerencia de la empresa familiar…”.

    Estas firmas generaron 34% más de retorno de flujo de caja sobre la inversión que sus equivalentes de propiedad no familiar, según un estudio. Foto: Ingimage
    Estas firmas generaron 34% más de retorno de flujo de caja sobre la inversión que sus equivalentes de propiedad no familiar, según un estudio. Foto: Ingimage
  • La capacitación es la clave en esta empresa de calzado

    Modesto Moreta

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    Bull es una marca de calzado que abastece a las grandes cadenas en el país. La firma ambateña está un paso adelante en el negocio presentando nuevas colecciones de zapatos urbanos para hombres y mujeres, con una variada mezcla de colores.

    La suavidad, la durabilidad, el confort y lo llamativo de sus diseños son el gancho de la marca para ganar mercado.

    Se suma la calidad de los materiales importados como el cuero, las fibras o telas y el terminado. En la actualidad la firma confecciona entre 200 y 250 pares de zapatos diarios. Esto permitió que el año pasado facturara USD 450 000.

    La marca se comercializa en cadenas de Cuenca, Guayaquil, Quito, Manabí y otras ciudades.

    La historia de Bull se inició en el 2007 cuando sus propietarios Sandra Toro y Daniel Jiménez retornaron de Estados Unidos con la idea de montar su propia empresa. La primera inversión fue USD 30 000 de sus ahorros.

    Con el dinero adquirieron cueros, suelas y otros materiales y arrancaron con la confección de zapatos formales para hombre. La empresa Torino les facilitó la maquinaria para producir su marca durante cuatro años.

    Belisario Toro, el suegro de Jiménez, le transmitió todos los conocimientos del mundo del calzado. En el 2011, los emprendedores decidieron comprar sus propios equipos y se separaron. Con USD 15 000 de inversión adquirieron las máquinas de aparar y la enfriadora. Comenzaron con ocho colaboradores y actualmente tienen 18 empleados directos y nueve indirectos; los últimos trabajan bajo la modalidad de maquila.

    Daniel Jiménez, gerente de la empresa, recuerda que el mercado de los zapatos formales decayó y sus clientes buscaban nuevos diseños y colores. Por eso decidió dar un giro presentando nuevas tendencias de la moda.

    La capacitación fue clave. Participó en varios cursos para especializarse en diseño, con el Ciatec de México. En la actualidad produce sus propios diseños de temporada. “La idea es entregar un producto de calidad y que llena las expectativas de nuestros clientes que son exigentes”, dice Jiménez.

    Bull (toro en inglés) surgió por el apellido de su esposa. La pareja trabaja para que su producto sea sinónimo de calidad y que se compare con un zapato importado. “Nuestros clientes son las cadenas comerciales. De la mano de ellos estamos logrando los estándares de calidad e innovación permanente”.

    Jiménez dice que acorde a lo que requiere el cliente de los almacenes, ellos se ajustan en la moda, tendencias y colores. Para cumplir estos estándares decidieron importar la materia prima como las suelas de caucho. “Nos caracterizamos por armar un zapato con los mejores materiales que compita no en el mercado local, sino internacional. La proyección con es exportar con ayuda del Ministerio de la Producción”.

    En enero de este año, los emprendedores efectuaron una nueva inyección de recursos. Con USD 50 000 compraron las armadoras de puntas, conformadora de talones y prensas de última tecnología. Uno de los puntos clave del emprendimiento es la re inversión de utilidades. Además participan en las ferias de Brasil, Colombia, Italia, España y México para adelantarse a las nuevas tendencias, diseños y colores.

    La primera colección de calzado urbano que presentó en enero del 2012, estuvo de moda los colores primarios rojo, azul y amarillo con sintéticos y cueros… Logró una buena demanda de su producto que duró hasta diciembre. La última colección presentada en julio se basó en la línea ‘Vístele al blanco’. “Nuestras colecciones las sacamos están dirigidas para el hombre y la mujer que ahora buscan estar a la moda. La nueva colección saldrá en septiembre”.

    Desde hace tres años uno de sus clientes es María Dolores Cruz propietaria de una cadena de calzado que funciona en todo el país. Cuenta que la calidad del producto evolucionó. “Así ofrecemos un buen producto a los clientes de nuestro locales y está a la altura de un calzado importado”.

    Según Cruz, es uno de los proveedores que constantemente presenta al mercado nuevas tendencias, colores y diseños que tienen gran aceptación en los jóvenes y adultos.

    La producción de calzado urbano Bull, en Ambato, cumple los estándares que ayuda a comercializar en las grandes cadenas comerciales del país. Fotos Raúl Díaz para LÍDERES
    La producción de calzado urbano Bull, en Ambato, cumple los estándares que ayuda a comercializar en las grandes cadenas comerciales del país. Fotos Raúl Díaz para LÍDERES
  • Este laboratorio mide la calidad del hormigón

    Redacción Cuenca

    Hace tres meses se inauguró SV Concrete Lab, un laboratorio para medir la resistencia del hormigón, que se emplea para edificios, vialidad, puentes, prefabricados, viviendas particu­lares y otros proyectos.

    Es una idea del ingeniero civil Santiago Vélez, quien estudió una maestría en Estructuras de Concreto, en el Imperial College London, entre el 2015 y el 2016.

    El servicio consiste en recopilar muestras de hormigón, ya sea en las mismas construcciones o las reciben en el local de SV Concrete Lab, en Cuenca. Luego las colocan en forma de cilindros en una piscina. Allí pasan entre 3 y 54 días y se retiran paulatinamente para efectuar las diferentes pruebas de resistencia, en función del tiempo. Por lo general, se toman 12 cilindros por cada obra.

    Una vez que un cilindro sale de la piscina es pesado y medido. Luego es colocado en unas bases para ser ubicado en la prensa y, finalmente, se emite el informe.

    La prueba cuesta USD 5,65 por cada cilindro si el interesado trae las muestras; pero si los técnicos de SV Concrete Lab van a la obra sube a cerca de USD 8, incluido el impuesto al valor agregado (IVA), explica Vélez.

    Sus primeros clientes fueron constructores privados, pero ya han presentado su propuesta en gobiernos seccionales, hormigoneras y cementeras. En SV Concrete Lab trabajan dos ingenieros civiles y dos arquitectos. Además, cuenta con el asesoramiento de expertos que residen en Londres, Singapur o Malasia.

    Otros servicios son consultorías y capacitaciones en diseños estructurales y manejo de normativas. Además, manejo y uso tanto en cemento como de hormigón.

    Desde hace seis años, Vélez trabaja en la concienciación sobre la correcta realización de estructuras de hormigón, “porque existe un gran déficit en la construcción. Las personas piensan que solo se debe mezclar una palada de cemento con dos de arena y tres de ripio y no consideran que existen otras variables, como la calidad de esos materiales”.

    Según él, cuando existe un concurso o licitación siempre se debe verificar que se cumpla con la resistencia especificada para toda obra de hormigón, como obras de pavimento rígido, postes, bloques, edificios, entre otras.

    Si bien el cemento es de calidad, Vélez dice que la gente desconoce cómo preparar buenos hormigones y medir la resistencia en la obra. Pone como ejemplo, que la arena casi siempre tiene diferentes características, más aún si procede de otras zonas. Además, en el país hay obras que no son fiscalizadas, como una casa particular, y allí se presentan los problemas.
    Con este emprendimiento, Vélez quiere que no solo en las obras grandes se controle la resistencia del hormigón, sino también en las pequeñas y medianas.

    Hasta hace cuatro meses fue Jefe de Producción de la cementera Atenas, del grupo Graiman. Allí ratificó que había potencial para un laboratorio tecnológico, porque el hormigón es uno de los materiales más consumidos en el mundo. “El 60% de la construcción es hormigón”, confirma la arquitecta Marcela Aragón, quien trabaja en SV Concrete Lab.

    Vélez abrió el laboratorio para certificar, de acuerdo con normativas internacionales y nacionales. Su intención es que se mejoren las construcciones “porque no queremos que se repitan sucesos como los ocurridos en el terremoto que se registró en Manabí y Esmeraldas, en abril del 2016”.

    Antes de abrir el laboratorio, sus técnicos perfeccionaron los procesos internos y procedimientos, para ello se apoyaron en el Inen y en el Ministerio de Industrias y Productividad. “Seguimos las normas de calidad para laboratorios industriales”, señala Aragón.

    Santiago Vélez, junto a la prensa que comprime los cilindros de hormigón para comprobar su resistencia y verificar si cumplen con la norma. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Santiago Vélez, junto a la prensa que comprime los cilindros de hormigón para comprobar su resistencia y verificar si cumplen con la norma. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Una firma que da valor agregado a la tuna

    José Luis Rosales (F)  
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    La tuna que florece en los valles áridos de Imbabura inspiró un proyecto de Hugo Gómez. Hace dos años, este arquitecto lojano creó la firma Don Cactus-Doña Tuna, especializada en el procesamiento de la fruta, que se convierte en pulpa, arrope, helado de paila y bebida.

    La factoría está ubicada en la parroquia Tumbabiro, cantón Urcuquí. El clima cálido seco de la localidad es ideal para el cultivo de este alimento funcional, rico en minerales, calcio, potasio, sodio, entre otros.

    Todo nació como un hobby, comenta Gómez, que vio en esta zona, vecina a balnearios de aguas termales, un potencial para instalar el spa Camila Victoria, que es manejado por Nelya Zvezdina, su esposa, de nacionalidad rusa.

    Para la pareja, las dos líneas productivas se complementan. Pues el centro de belleza utiliza productos elaborados a partir de la tuna y el cactus como el gel para limpiar la piel.

    El emprendedor conoció Tumbabiro cuando fue contratado para construir 50 viviendas nuevas y mejorar 25. Le llamó la atención los lunares verdes de la tuna, que resaltaba en las hondonadas, como un cultivo alterno a la mala calidad de los suelos y a la escasez de agua para riego.

    Con el pago que recibió de la obra arquitectónica adquirió un terreno de tres hectáreas en Tumbabiro. En la mitad de la propiedad sembró 5 000 plantas de las especies amarilla, blanca y roja.

    Los dos primeros tipos de semilla las compró en la comunidad afrochoteña de Tumbatú, cantón Bolívar (Carchi). Mientras que, la roja, a la que denominan sangre de toro, en Tumbabiro. En el resto de terreno se esparció unas matas de algodón, que antes era el cultivo predominante en la zona.

    Los primeros frutos en la finca Hugo, Luz, María, como fue bautizada la propiedad, salieron a los 30 meses, a diferencia de otros lugares en donde brotan a los 36.

    Según Gómez, eso se debe a que colocó nutrientes y a una constante limpieza de la maleza para que se pueda desarrollar bien las matas. Además se instaló un sistema de riego por goteo.

    Para armar la factoría, que se instaló a pocos metros del cultivo, pidió asesoramiento a colegas que ya habían incursionado en este cultivo. La idea fue establecer el tipo de maquinaria indispensable para su línea de producción.

    Adquirió una marmita, de 500 litros de capacidad, en la que se pasteuriza el néctar. También una dosificadora y una selladora. Previamente, la fruta es retirada la piel y semillas y extraída la pulpa.

    La planta tiene una capacidad instalada para procesar 35 000 envases, de 200 gramos, a la semana. En Don Cactus-Doña Tuna consideran que esa es la medida ideal para comercializar la pulpa, el arrope y la bebida de mucílago de la penca de tuna. De ésta última se extrae el líquido.

    Igualmente incursionaron en la elaboración de helados de paila de tuna. Hoy procesan 125 litros a la semana. El mantecado, que viene en envases blancos de 120 gramos, se comercializa en tres puntos de venta en Urcuquí y uno en Ibarra.

    Como una de las estrategias de comercialización, la firma entrega un congelador con el producto. También elaboran helados de guanábana y arazá, los dos frutos provienen de la vecina parroquia de Lita, en Ibarra.

    En abril finalizó el ciclo productivo, que dura cuatro meses. Este año, la excesiva cantidad de lluvias complicó la cosecha. Sin embargo, hubo suficiente cantidad para sacar el producto al mercado. Uno de los valores agregados es que la producción está libre de agroquímicos, asegura Nelya Zvezdina.

    En la adquisición del terreno se invirtieron USD 25 000 y 50 000 más para instalar la planta de procesamiento y el spa.

    En éste último también impulsa la venta, al por mayor y menor, del denominado Yerbatero. Zvezdina explica, que la mezcla de hierbas aromáticas con sabiduría milenaria, pueden ser empleadas para baños, vaporización, cocción… Ofrecen 32 variedades de plantas, con propiedades frías o calientes.

    Los datos

    Los pedidos de los productos pasteurizados se puede hacer a los teléfonos 098 8490 339 ó 099 7238 904.

    Los visitantes de los balnearios de aguas termales, ubicados en Chachimbiro, están entre sus principales clientes.

    La firma cuenta con un local que está ubicado frente al parque principal de la parroquia de Tumbabiro (Urcuquí).

    A la tuna se le atribuye que tiene algunas propiedades para prevenir enfermedades.

    El próximo plan es ofrecer servicio de alojamiento y alimentación. Es un lugar ideal para el descanso y meditación.

    Hugo Gómez y  Nelya Zvezdina impulsan la microempresa de procesamiento de tuna y un spa, en Imbabura.  Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES
    Hugo Gómez y Nelya Zvezdina impulsan la microempresa de procesamiento de tuna y un spa, en Imbabura. Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES