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  • La economía circular, el eje de un encuentro

    Redacción Guayaquil

    (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    La elaboración de alimentos saludables y de productos respetuosos con el medioambiente está en auge. La segunda edición de la Semana de la Innovación (i3Week) Escuela Politécnica del Litoral (Espol), la semana pasada, trató esta temática bajo la tendencia de la economía circular.

    Guido Caicedo, director del Centro de Desarrollo de Emprendedores, destacó que los estudiantes actualmente reconocen la importancia de promover y desarrollar la cultura emprendedora, respetando los objetivos de desarrollo sostenible establecidos por la ONU. “Las competencias y el talento para crear valor a través de la innovación es lo que se incuba desde las aulas”.

    De hecho, el objetivo de más de cinco proyectos universitarios expuestos en este evento demostró que sabor, salud y sostenibilidad pueden ir de la mano.

    El club alimentario (IFT, por sus siglas en inglés) demostró que es posible crear alimentos funcionales a partir de residuos alimentarios.

    Gabriel Paz es un estudiante de octavo semestre de la carrera de Ingeniería en Alimentos. El joven ideó la elaboración de unas rosquitas integrales que incluyen suero de leche, harina de garbanzo y harina de trigo.

    Paz cuenta que para crear el bocadillo tomó en cuenta el alto contenido proteico del suero de leche que, actualmente, es dese­chado. “Queremos apostar por la utilización de desechos de la industria y promover la soberanía alimentaria con la elaboración de productos con ingredientes autóctonos”, dijo Iana Cruz, quien presentó su proyecto de reutilización de la cebada para la elaboración de harina.

    La estudiante y miembro del IFT señaló que esta es una manera de aprovechar todos los recursos y fomentar la sostenibilidad.

    Durante los seis días del i3Week se desarrollaron charlas magistrales sobre sostenibilidad y economía circular con expertos internacionales además de talleres.

    Una de las ponencias fue la del italiano Nicola Cerantola. El ingeniero industrial, fundador y responsable de Ecologing y creador del Ecocanvas (2012), dijo que se tienen que introducir parámetros que permitan diseñar productos, servicios y negocios desde una perspectiva regenerativa.

    Es decir, “soluciones basadas en la idea de ver lo que nos rodea y aprovechar todos los componentes de un producto”.

    Así mismo, Linda Breukers, consultora especialista en el sector de residuos sólidos, destacó la importancia del rol del Gobierno. “No solamente haciendo normas, es pensar mucho más en instrumentos económicos, en incentivos para lograr la ‘circularidad’”.

    En las jornadas de debate y en medio de los desafíos que el mundo plantea a las universidades, existen retos comunes que deben nacer desde las aulas.

    Cecilia Paredes, rectora de la Espol, señaló que en el campus se trabaja para reforzar los conocimientos sobre sostenibilidad.

    Semana de la innovación

    Proyectos. Los clubes PhyCom, Argumentum, Taws, Anifonix; y los capítulos estudiantiles AICHE, ASME, IEEE e IFT de la ESPOL, de varias carreras, presentaron productos innovadores el 2 de diciembre.

    Asesoría. Los emprendedores tuvieron la oportunidad de tener asesoría de expertos en temas de Marketing, Comercio Exterior, Imagen, entre otros. La cita fue el 3 de diciembre.

    Lanzamiento. El grupo Mantra y la Espol lanzaron un reto en el que los estudiantes desarrollaron productos a partir de licencias autorizadas, como Disney y Marvel. El evento se realizó el 4 de diciembre.

    Iana Cruz y Gabriel Paz expusieron sus proyectos alimenticios en la Semana de la Innovación de la Espol. Foto: Mario Faustos / LIDERES
    Iana Cruz y Gabriel Paz expusieron sus proyectos alimenticios en la Semana de la Innovación de la Espol. Foto: Mario Faustos / LIDERES
  • Nuevas carreras universitarias para responder a la demanda

    Redacción Quito (I)  redaccion@revistalideres.ec

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    La realidad laboral está cambiando. Los avances en robótica, tecnología de la información e inteligencia artificial obligan a las universidades , y a quienes buscan profesionalizarse, a adaptarse a esas transformaciones. A esto se suma el crecimiento de la fuerza laboral que, según la consultora Hays, aumentará en 1 000 millones en los próximos 20 años.

    Según el folleto Oferta académica de instituciones de educación superior del segundo semestre del 2019, elaborado por la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt), en Ecuador se ofertan 2 159 carreras.

    Sin embargo, son pocas las que acaparan la mayoría de postulaciones. Las que más se demandan son administración de empresas y medicina, que suman más de 25 000 postulantes, dejando a polímeros, geociencias o ecosistemas con apenas 28 aplicantes. Esto genera un déficit que las universidades buscan cubrir.

    En la Universidad Indoamérica, por ejemplo, se han creado dos nuevas carreras: ingeniería en seguridad industrial y marketing digital. Victoria Baquero, encargada del área de Admisiones y Marketing de esta universidad, señala que la nueva oferta responde a estudios de mercado, realizados por la institución, sobre la demanda de los estudiantes. “La universidad vio un potencial en estas nuevas carreras, por esta razón las agregamos a la oferta”.

    Los estudiantes buscan carreras novedosas y que les brinden un buen desarrollo profesional, señala Pablo Suasnavas, decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad Internacional SEK (UISEK). “Los jóvenes cada vez están buscando nuevas carreras, se han dado cuenta que en las profesiones tradicionales ya no hay espacio laboral y por eso se interesan por otras opciones”.

    Para atender a las necesidades de los estudiantes, en la UISEK se abrieron las carreras de ingeniería en seguridad industrial e ingeniería en mecatrónica. La razón para su creación es que las empresas, actualmente, necesitan este perfil profesional. “Buscan desarrollar procesos de control de riesgos laborales y de riesgos operacionales”, comenta Suasnavas.

    Por otro lado, la carrera de mecatrónica responde al desafío de las nuevas tecnologías. “Se dirige a formar profesionales aptos para trabajar con la industria 4.0”.

    El futuro laboral es lo que más preocupa a los nuevos aspirantes. Así lo piensa Nicolás Grijalva, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana (FEUPS). “Los nuevos estudiantes buscan estudiar una carrera que les asegure obtener un trabajo estable y crecer profesionalmente. Por ello, se alejan de los estudios tradicionales, como medicina o derecho, por profesiones en el sector de la innovación”.

    La UPS lanzó, recientemente, la carrera de biomedicina. Según Grijalva, la acogida ha sido buena. “Es una carrera novedosa, que atrae al estudiante”.

    La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) ofrece a los estudiantes dos modalidades de estudio, presencial y a distancia.

    En la primera modalidad se han creado las carreras de logística y transporte, psicorehabilitación y psicopedagogía. La primera también será ofertada a distancia.

    El rector subrogante de la UTPL, Santiago Acosta, comenta las razones para la apertura de estas nuevas carreras. “Detectamos nuevas necesidades en el mercado profesional, el que está cambiando mucho y, en este contexto, surge una necesidad constante”.

    La carrera de logística y transporte responde al gran crecimiento del parque automotor y es necesario que esto se gestione de manera adecuada, señala Acosta.

    Con la expansión de la oferta de carreras universitarias, se abren nuevas opciones para los jóvenes recién graduados.

    Lizbeth Gálvez tiene 18 años y acaba de graduarse del colegio; planea estudiar derecho. Se ha informado sobre los cupos ofertados y sabe que el puntaje para obtener uno es alto, pero tiene la esperanza de conseguirlo. Aplica a esta carrera porque es un requisito para poder estudiar criminalística, su verdadero sueño.

    En el caso de esta joven, le interesa estudiar esta carrera por vocación. Según ella, esta profesión no tiene un buen futuro en el país, pero espera que esto cambie con el paso de los años.

    Al igual que ella, muchos recién graduados buscan acceder a la educación superior. En el segundo semestre de 2019, más de 200 000 estudiantes rindieron la prueba Ser Bachiller, según la plataforma del Senescyt.

    La práctica es fundamental dentro de las carreras nuevas. En el campus de las UI SEK los estudiantes cuentan con equipos para complementar su aprendizaje teórico. Foto: Cortesía Universidad Internacional SEK
    La práctica es fundamental dentro de las carreras nuevas. En el campus de las UI SEK los estudiantes cuentan con equipos para complementar su aprendizaje teórico. Foto: Cortesía Universidad Internacional SEK
  • Estudiantes de USFQ ganaron concurso en EE.UU.

    Carolina Enriquez

    Annel Saavedra y Dominique Armendáriz, graduados de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), ganaron el concurso técnico de estudiantes de pregrado (Undergraduate Student Technical Paper Competition). Ellos concursaron por un proyecto de producción de harina de guanábana.

    Según la institución de educación superior, esta es la primera vez que un centro de estudios de Centro y Sudamérica queda en primer lugar.

    El evento lo organizó el Instituto de Ingenieros Industriales (Institute of Industrial and Systems Engineers, IISE, con sede en el estado de Georgia). La entidad aglutina a las escuelas de ingeniería industrial de las principales universidades del mundo; la competencia se desarrolló del 18 al 21 de mayo en Orlando (Florida).

    El equipo presentó el ensayo titulado: Aplicación de ingeniería industrial en alimentos: El uso del Mixolab para la evaluación de la calidad de la harina de trigo parcialmente sustituida por harina de residuos de guanábana para la producción de pan a través de un diseño mezclas-proceso es el nombre del ensayo de investigación ganó el certamen académico.

    Saavedra y Armendáriz son recién graduados de la carrera de Ingeniería Industrial de la USFQ. “La investigación nació como parte de su trabajo de titulación en enero de 2018 y ha continuado desarrollándose hasta el día de hoy. El proyecto es una aplicación de la ingeniería industrial a la de alimentos a través del diseño experimental”. El objetivo principal de este trabajo fue la utilización de residuos de una fruta -en este caso, la guanábana- para la creación de una nueva formulación de pan, explica la Universidad.

    Los profesores Gabriela Vernaza y Danny Navarrete junto a los ganadores Annel Saavedra y Dominique Armendáriz  Crédito: Cortesía USFQ
    Los profesores Gabriela Vernaza y Danny Navarrete junto a los ganadores Annel Saavedra y Dominique Armendáriz

    Crédito: Cortesía USFQ

  • Universidad impulsa plantas medicinales

    Redacción Esmeraldas (F – Contenido Intercultural)

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    A través de una feria de ciencia y tecnología, los estudiantes de Química y Biología de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas mostraron cómo trabajan en el cuidado de plantas medicinales, usadas por los ancestros. El proyecto Rescatando las plantas medicinales en Esmeraldas busca incentivar el cultivo de estas especies entre quienes habitan cerca de la ciudadela Nuevos Horizontes, donde está la Universidad.

    Los estudiantes de estas especialidades se encargan de la producción de plantas como el boldo, utilizada para calmar el dolor y bajar los niveles de colesterol. También siembran chiyangua, una especie que generalmente es usada para condimentar los alimentos, aunque también muchos comuneros afros dicen que es útil para cicatrizar heridas. En la exposición, que se realizó el pasado lunes, se habló de las bondades de muchas especies que son parte de este proyecto como la altamisa, que se usa para aliviar los cólicos menstruales.

    Algunos vecinos de la Luis Vargas Torres ya son parte de esta iniciativa con pequeños cultivos de citronela o limoncillo, cuya raíz es utilizada para bajar los problemas de presión arterial o también para aliviar el estrés o la ansiedad. Orfelina Mercado siembra plantas medicinales desde hace 20 años y ha aportado con sus conocimientos ancestrales en el cuidado de especies como el llantén, conocido por sus ‘bondades’ desinflamatorias.

    Mercado también produce la planta doncella en la parte más húmeda de su patio. Según la creencia popular, a esta planta la buscan más las parteras para calmar las dolencias de las madres, luego de dar a luz.

    Los habitantes de Las Orquídeas también siembran escancel, del cual se extrae el zumo y se toma como purgante durante nueve noches. Esta especie de ritual era muy común entre los primeros pobladores afros.

    El rector de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, Girard Vernaza, explicó que esta institución está interesada en rescatar las tradiciones del pueblo afroesmeraldeño, como las creencias relacionadas con la medicina tradicional.

    A través del programa de Vinculación con la Comunidad se trabaja en una propuesta más amplia para que se aproveche los terrenos fértiles de la zona y se siembren plantas medicinales como ya ocurre en la zona norte de la provincia.

    El rector de la U. Luis Vargas Torres, Girard Vernaza (verde), participó en la feria.
    El rector de la U. Luis Vargas Torres, Girard Vernaza (verde), participó en la feria. Foto: Marcel Bonilla / Líderes
  • Estudiantes capacitan y asesoran a emprendedores

    Redacción Santo Domingo (I)

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    Desde hace dos años, 80 estudiantes de tres universidades con sede en Santo Domingo de los Tsáchilas brindan asesoramiento a emprendedores.

    Ellos son parte del proyecto Incubadora de Mipymes, que ejecuta el Municipio de Santo Domingo. Con este proyecto se busca capacitar a cerca de 100 emprendedores de la provincia e impulsar sus negocios.

    Los estudiantes ayudan a través de capacitaciones sobre tributación, registro sanitario, mercadeo. También realizan un plan de negocios para los emprendedores. A través de la elaboración de este plan, los emprendedores analizan las fortalezas y debilidades que tiene su microempresa.

    Según el Municipio, el proyecto se inició en el 2017 con los estudiantes de las carrera de Administración de Empresas y Contabilidad de la Universidad Autónoma de los Andes (Uniandes).

    En la primera fase se entregaron 80 planes de negocios para los microempresarios de la provincia, vinculados a la repostería, calzado, artesanías, lácteos, cárnicos, eventos sociales y otros.

    Freddy Cañizares, director de la Uniandes, asegura que el trabajo que se realiza en la incubadora es capacitar a los micro, pequeños y medianos empresarios.

    La capacitación permite que los emprendedores asistan a ferias  con mejor preparación.
    La capacitación permite que los emprendedores asistan a ferias con mejor preparación. Foto: Cortesía

    Los temas que han aprendido los emprendedores están relacionados con la atención al cliente, regulación de productos, buenas prácticas de manufactura, plan estratégico, análisis FODA, nuevas técnicas de mercadeo, administración para no contadores, gestión financiera, plan de negocios…

    “En menos de seis meses el emprendedor aprende lo que a nuestros estudiantes les lleva hasta seis semestres de estudios”.

    Santiago Navarrete, propietario del negocio Los Brownies de Ela, señala que el proceso de la Incubadora de Mipymes le sirvió para potenciar su negocio y sacar el registro sanitario. También trabajó en el plan de negocios con dos estudiantes de la Uniandes, con quienes trabajó en un plan de distribución del producto.

    Desde el 2018, a este proyecto se unieron la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Santo Domingo y la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE). Además, también se vincularon el Instituto Superior Tecnológico Tsáchila y el Instituto Calazacón.

    Alexandra Coronel, del Departamento de Desarrollo Económico del Municipio, señala que hasta diciembre del 2018 se capacitaron a 250 personas del cantón.

    Esos talleres son parte de la primera fase del proyecto, en el que el emprendedor debe mejorar la fórmula del producto o el logotipo y marca, hacer los trámites para el registro sanitario, aprender sobre tributación y leyes.

    “Para eso se contó con aliados estratégicos como el Servicio de Rentas Internas, el IESS, ProEcuador, Arcsa, Secap, el Ministerio de Industrias, el IEPS, Banecuador y el Ministerio de Agricultura.

    En la segunda fase, en cambio, deberán participar en ferias para aprender a vender su producto.

    Eso los deja listos para la última fase, que es la rueda de negocios, en la que participan marcas de supermercados y empresarios a escala nacional.

    Coronel afirma que en el 2018 se realizó la cuarta rueda de negocios. Para esa actividad, se empezaron a capacitar con tres meses de anticipación y al menos 40 emprendedores concretaron negocios con supermercados locales como Supersav, La Feria y nacionales como Tía.

    Otros 40 recibieron recomendaciones y se acordaron nuevas citas con los empresarios.
    Coronel señala que el éxito de las últimas dos ruedas de negocios se deben a que los emprendedores se empezaron a preparar con permisos, marcas mejor elaboradas, registros sanitarios y además se hicieron simulaciones de la rueda de negocio.

    Para María Vera, estudiante de la carrera de Contabilidad y Auditoría de la PUCE Santo Domingo, las capacitaciones que realizó fueron un aporte en su formación profesional.

    “En la actividad no solo colaboramos nosotros con el microem­prendedor, también tuvimos la oportunidad de recibir la asesoría de una persona capacitada en grandes emprendimientos. Esto me ha permitido analizar el campo empresarial en el que me gustaría emprender”.

    Uno de los emprendedores que se beneficiaron del el proyecto Mi encubadora mipymes.
    Uno de los emprendedores que se beneficiaron del el proyecto Mi encubadora mipymes. Foto: Cortesía
  • Estudiantes apoyan un plan en favor del manglar

    Marcel Bonilla

    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    Cuarenta estudiantes de la carrera de Gestión ambiental de la Universidad Católica de Esmeraldas (Pucese) trabajan en el proyecto sustentable del manglar. Ellos cuentan con el apoyo de alrededor de 200 personas de cinco organizaciones del cantón Muisne.

    Asopesmar, Asopesanjocha, Asopesbunche, Asociación de producción pesquera Río Sálima y Asosertuvista (Asociación de Servicios Turísticos Bellavista), son parte del proceso desde hace dos años, a raíz del terremoto de abril del 2016 que afectó principalmente a Esmeraldas y Manabí.

    El proyecto tiene dos componentes: uno relacionado con el cuidado del manglar, y el segundo implica la ejecución de un estudio sobre variables pesquera en el cantón Muisne.

    El objetivo del trabajo es fortalecer las capacidades de las comunidades dedicadas a la extracción de la concha y pesca artesanal. Los estudiantes y sus colaboradores han aprendido a llenar los informes semestrales del trabajo que realizan sobre el cuidado del manglar.

    Los alumnos del séptimo ciclo de Gestión ambiental, con la ayuda de sus profesores, apoyan con asistencia técnica en comunidades que tienen áreas de manglar bajo su cuidado.
    El trabajo lo realizan los fines de semana dependiendo del cronograma de actividades que tenga cada una de las asociaciones de concheras, cuyos integrantes recibieron capacitación sobre la adecuada comercialización del producto.

    Los estudiantes también han participado del procesamiento de muestras, como parte de un estudio sobre recursos pesqueros, que se realiza con dos asociaciones de pescadores de la parroquia San José de Chamanga y Pedro Carbo.

    Sergio Ferney, uno de los alumnos que ha colaborado en este proceso de obtención de muestras de peces y conchas, dice que el aporte de sus compañeros de aula ha servido para identificar los problemas en las citadas comunidades y proponer alternativas.

    Este proyecto se articula con representantes de la cooperación alemana GIZ, que financia su ejecución con USD 43 000. El organismo también facilita a tres de sus técnicos para que trabajen con los 40 estudiantes y cinco docentes de la Pucese.

    Verónica Vernaza, catedrática de la universidad, explica que las concheras han realizado cursos de manejo de sistemas GPS, redacción de informes con una guía redactada por la Universidad, para que puedan denunciar en caso de tala de manglar.

    Las mujeres no solo extraen la concha, sino que la preparan y han sido ganadoras en tres ocasiones en concursos gastronómicos fuera de la provincia de Esmeraldas.
    Con ellas se hicieron croquetas y hamburguesas de pescado. En Asopesmar, de Pedro Carbo, cuentan con productos del mar empacados al vacío con su marca Red-Mangle-Muisne, y han empezado a comercializar a través de su centro de acopio.

    Sus 38 integrantes aprendieron a vender sus productos del mar y manglar, con la ayuda de la Universidad Católica de Esmeraldas, explica, Ramón Zambrano, represente legal de Asopesmar.

    Eduardo Rebolledo, catedrático de la Pucese se encargó del componente pesca con dos asociaciones de pescadores de Chamanga y Pedro Carbo, con los que se estimó las estadísticas y la oferta natural de recursos que tiene el sur de Muisne.

    Mientras un equipo de la universidad trabajaba en la obtención de las estadísticas, otro equipo de la GIZ buscaba en Quito el mercado para colocar la producción y evitar a los comerciantes intermediarios, que se llevan en ganancia el 75% del producto.

    Por eso se hizo un diagnóstico de registro pesquero que duró tres meses el año anterior, con el apoyo de los pescadores que debían llenar fichas sobre especies y tamaño del producto.

    El resultado determinó que en el sur se pescan 92 recursos distintos dentro del estuario Cojimíes. El recurso objetivo es el camarón y se pescaba más camarón hacia Chamanga que a Pedro Carbo, con el uso de mallas electrónicas Estas mallas fueron sometidas a un estudio con la finalidad de establecer cuál era la más adecuada para la captura de peces y camarón, con un menor impacto ambiental para las especies marinas.

    Estudiantes de la universidad y miembros de asociaciones trabajan en la zona del manglar levantando información
    Estudiantes de la universidad y miembros de asociaciones trabajan en la zona del manglar levantando información. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Cuatro estudiantes lojanos triunfan con tecnología eléctrica

    Redacción Quito

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    Una idea tecnológica para ayudar a 10 millones de personas en un periodo de cinco años es la que desarrollaron Daniel Granda, Israel Ortega, David Rodríguez y Bryan González. Son estudiantes de Electrónica y Telecomunicaciones de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y su iniciativa ganó el Hult Prize capítulo Ecuador.

    Esta es una de las competencias estudiantiles de generación de emprendimientos sociales más grande del mundo. Los ecuatorianos desarrollaron una rueda que se pone en la parte delantera de una bicicleta – en vez de la que tiene – y convierte a este medio de transporte de regular a eléctrico. 

    Por esta innovación los estudiantes fueron seleccionados de un total de 60 participantes.
    Israel Ortega explicó que gracias al triunfo alcanzaron el siguiente paso de la competencia, que fueron las regionales en la ciudad de San Francisco (EE.UU.).

    Actualmente, el invento está en fase de prototipado. Los jóvenes lojanos están construyendo los modelos para llevar al nuevo segmento de la competición, que se llevará a cabo en el castillo de Ashridge (Reino Unido).

    Allí, junto con 40 de los mejores equipos del mundo, lucharán por uno de los seis cupos para participar en la final, que se llevará a cabo en Nueva York. El premio es de USD 1 millón de capital semilla para desarrollar el negocio.

    Bryan González explicó que, hasta el momento, han invertido USD 3000 en el desarrollo. Los jóvenes indicaron que el invento se puede cargar en casa o pedaleando entre 20 a 25 minutos, lo que le dará autonomía por dos horas, aproximadamente.

    A futuro los emprendedores se centrarán en el desarrollo de diferentes productos para la movilidad eléctrica.

    Daniel Granda, Israel Ortega, David Rodríguez y Bryan González en las regionales del Hult Prize, que se desarrollaron en San Francisco (EE.UU.).  Cortesía: Ganadores de Hult Prize Ecuador
    Daniel Granda, Israel Ortega, David Rodríguez y Bryan González en las regionales del Hult Prize, que se desarrollaron en San Francisco (EE.UU.).
    Cortesía: Ganadores de Hult Prize Ecuador
  • Cuatro proyectos se desarrollan en Cuenca

    Giovany Astudillo

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    Los proyectos Oppia, Safer, Avatar y Dentalav están en la fase de desarrollo en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Son iniciativas impulsadas por los grupos de investigación en Telecomunicaciones y Telemática y Cloud Computing, Smart Cities & High Performance Computing.

    Son programas de larga duración y están en la fase de implementación. Empezaron hace un año y medio y se tiene previsto que duren dos años y medio más. Según el asistente de investigación, Paúl Vintimilla, durante este tiempo ya se han realizado pruebas, publicaciones y desarrollo.

    Oppia consiste en una plataforma de aprendizaje. Su objetivo es crear redes esporádicas para alcanzar conocimientos. Vintimilla explica que no existe la necesidad de que un usuario conozca a otro para que pueda vincularse, lo importante es que tengan gustos y necesidades en común como falencias en matemáticas, por citar un ejemplo.

    En ese caso se les recomienda que formen una red para que puedan trabajar y brindarse soporte. Esta plataforma exige que los usuarios llenen diferentes campos para obtener perfiles. Vintimilla dice que son redes esporádicas porque nacen y mueren en función de una necesidad de aprendizaje puntual. “Cuando salen, esta comunidad se destruye y no queda rastro de los contactos”.

    El segundo proyecto es Dentalav y es ejecutado en conjunto con la carrera de Odontología de la Universidad de Cuenca. Está enfocado en el área de postgrados de esa especialización médica.

    Vintimilla dice que surgió por la falencia que, a veces, tienen estudiantes o profesionales para el trabajo en equipo multidisciplinario. “Es una plataforma que crea vínculos que imitan el comportamiento de cuando alguien visita a un médico general y este luego le deriva a un especialista”.

    Los docentes asignan mediante Dentalav casos clínicos a los alumnos de postgrado que tienen una especialidad en ortodoncia, endodoncia, periodoncia o rehabilitación oral y ellos deben resolverlos en función de toda la información. Y la solución se logra con el apoyo del trabajo en equipo. Está desarrollado en una página web y, posteriormente, estará en un aplicativo, que será la fase final.

    La tercera iniciativa es Safer, que es una plataforma para el cuidado de las personas de la tercera edad y se ejecuta con la colaboración de American College, que tiene una especialización en gerontología.

    Según Vintimilla, la intención es que este segmento de la población no vaya quedando asilado. “Pasan sus días encerrados y no tienen la misma actividad como antes”.

    Con esta iniciativa se busca crear redes de usuarios de la tercera edad puedan conectarse y a través de esta opción puedan acceder a información como actividades turísticas y artísticas, recorrido en museos. Las recomendaciones se proporcionan en función de los gustos y preferencias de estas personas y la idea es que asistan en grupo.

    Paúl Vintimilla, Dennis Landy y Carlos Landy forman parte de los equipos de investigación de la universidad. Foto: Xavier Caivinagua / LIDERES
    Paúl Vintimilla, Dennis Landy y Carlos Landy forman parte de los equipos de investigación de la universidad. Foto: Xavier Caivinagua / LIDERES
  • Tres estudiantes de la UTPL ganaron Hult Prize Ecuador 2018

    Carolina Enriquez

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    Daniel Granda, Israel Ortega y David Rodríguez, estudiantes de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), representarán al Ecuador en la competencia internacional de Hult Prize.

    Esto último luego que el 30 de mayo del 2018 los estudiantes ganaron la versión del premio en Ecuador.

    “Hult Prize es la competencia estudiantil de emprendimiento social más grande del mundo. Cada año ubica una gran lupa sobre temas sociales que contribuyen al progreso del planeta, inspirando así a millones de jóvenes a crear nuevas empresas que transformen el mundo”, indicó la Universidad.

    Los ganadores son estudiantes de la carrera de Electrónica y Telecomunicaciones. Ellos fueron seleccionados de un total de 60 participantes nacionales y recibirán capital semilla para su proyecto Pascal Tech.

    Este es un emprendimiento “que pretende crear un dispositivo para transformar cualquier bicicleta en un medio de transporte que genere su propia energía, a través de una serie de características que van de la mano con las tecnologías en auge del siglo XXI”, señaló la UTPL.

    El aparato usará baterías de grafeno, que son 100 veces más eficientes que las de iones de litio y que generan energía con el movimiento de la llanta y del frenado.

    La idea de los jóvenes es crear estaciones de renta de bicicletas, a precios accesibles, en lugares donde no existen medios de transporte dignos para las personas.

    Los ganadores se unirán al programa de incubadoras de Hult Prize en Ashridge Castel, en Reino Unido, en donde se darán cita todos los equipos que resultaron ganadores de esta competencia en distintos países del mundo.

    “Un ecosistema global de líderes empresariales, mentores, inversores y socios corporativos, ayudarán a los estudiantes a convertirse en empresarios y a apoyar su formación para lanzar una empresa social, global y sostenible. Esta red abre las puertas a la inversión, tutoría, marketing, desarrollo empresarial, adquisición de clientes y contratación de talento”, cita la descripción del premio mundial.

    En caso que los ecuatorianos ganen la competencia global tendrán la posibilidad de recibir un monto en dinero para impulsar su idea de negocio y hacer posible la transformación de la vida de diez millones de personas para 2025, aprovechando el poder de la energía.

    Foto: Cortesía Hult Prize Ecuador
    Foto: Cortesía Hult Prize Ecuador
  • Este equipo apuesta por los juguetes electrónicos

    Pedro Maldonado

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    El desarrollo de juguetes electrónicos en el país es el principal fin que tienen tres estudiantes de Ingeniería en Sistemas, con el apoyo de un catedrático de la Universidad Católica del Ecuador.

    Como parte de su proyecto de fin de curso, durante el semestre pasado, armaron en un mes un prototipo de vehículo robótico que se mueve gracias a los comandos que le llegan a través del manejo de una aplicación.

    Francisco Rodríguez, catedrático de la escuela de Ingeniería en Sistemas, comenta que en la programación y el desarrollo del vehículo se observa el interés de sus estudiantes de innovar en materia de tecnología.

    La primera idea que tuvieron fue la creación de un automotor, con cámara, que pudiera ingresar a lugares de difícil acceso como tuberías, construcciones, zonas de desastre, etc. Pero también vieron la posibilidad de usar la unidad como un juguete.

    Andrés Vásquez, Cristofer López y David Estrella son los jóvenes responsables del proyecto. “En el país no hay fabricación de este tipo de productos. Queríamos hacer algo nuestro, algo que hubiéramos querido tener en nuestra infancia”, dicen.

    Lo que primero armaron fue el vehículo; para su funcionamiento aplicaron hardware y software libre. A través de la aplicación Inventor, desarrollada por el Massachusetts Technology Institute (MIT) mueven el auto, prenden las luces o pitan.

    Para evitar el uso de cables utilizan tecnología bluetooth. Los usuarios pueden mover el vehículo, usando la ‘app’, desde cualquier dispositivo electrónico.

    Si se instala una cámara, sea del celular o independiente, se puede ver de manera remota por dónde se moviliza la unidad en la superficie en la que se encuentre. Esto lo convierte en una buena alternativa si desea controlar su casa o a los niños. Se lo puede hacer desde cualquier dispositivo.

    A los estudiantes les costó, aproximadamente, USD 80 todo el proyecto. Pero ahora ellos se encuentran buscando alternativas para reducir el monto hasta lograr un gasto de USD 30.
    El prototipo participará en la próxima convocatoria del Banco de Ideas. Además, a través del departamento de patentes de la Universidad se busca registrarlo y evitar que plagien la idea.

    Rodríguez indica que cada semestre participan unos 40 estudiantes en el desarrollo de equipos. Anteriormente se han generado innovaciones como sensores de gas para cocinas, domótica para casas inteligentes, alcoholímetros, entre otros.

    “Nos interesa desarrollar otros juguetes como drones y potenciar la tecnología”, explica Cristofer López. Entre los planes que tienen a futuro está desarrollar un emprendimiento y poder comercializar sus innovaciones.

    La universidad, añade el profesor, impulsa a los estudiantes a que generen empresas y creen oportunidades de trabajo.

    Datos

    Meta. El objetivo que tiene el catedrático es crear nuevos proyectos que aporten para el desarrollo de la sociedad ecuatoriana. Entre los proyectos que han desarrollado está el de implementación de soluciones domóticas o de tecnología inteligente, para mejorar la calidad de vida de las personas.

    Procesos. Todas las innovaciones se realizan con mano de obra ecuatoriana y con la intención de conseguir la propagación de estos proyectos a bajo costo. Los alumnos realizan en sus investigaciones un estudio para analizar si productos similares en el país. Si constatan las necesidades existentes proceden al desarrollo de la tecnología.

    Andrés Vásquez, Cristofer López y David Estrella junto al catedrático Francisco Rodríguez, en la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Andrés Vásquez, Cristofer López y David Estrella junto al catedrático Francisco Rodríguez, en la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÍDERES