Una clase de economía pasa de un ambiente teórico a un juego de mesa, para que universitarios pongan en práctica sus conocimientos. Así se puede describir a la iniciativa de Francis Salazar Pico. Este catedrático diseñó el juego para conectar con sus alumnos.
Salazar es docente del Departamento de Ciencias Económicas, Administrativas y de Comercio, CEAC, de laUniversidad de las Fuerzas Armadas, Espe. Él comenta que es importante convertir los conceptos de clase en formas dinámica de aprendizaje.
“La idea es no hacer aburrido los temas de estrategia” asegura Salazar. Esto lo motivó en el 2007a crear el primer juego llamado Strategy. Consiste en una simulación del proceso de creación de un emprendimiento.
El jugador tiene que utilizar varios recursos para ‘crear’ una empresa. El reto implica solicitar un préstamo, adquirir un local, definir el mercado, etc. El juego comenzó pensado en tres profesionales: ingeniero comercial, ingeniero de marketing y auditor.
Para Salazar lo importante es que el estudiante tenga una idea de la vida empresarial. Al final del juego se hacen las cuentas para determinar un ganador analizando activos y pasivos. Nahat Ruiz estudió planificación estratégica con Salazar y recuerda con gusto que en lugar de memorizar pudo aprender la materia con esta dinámica.
El segundo juego fue Futgoal, desarrollado entre 2010 y 2012. Es un tablero magnetizado que se asimila a una cancha de fútbol. El juego lo desarrolló junto a sus alumnos en una clase de organización y sistemas.
En el tablero el jugador se desplaza según el número de un dado: en pares se mueve en horizontal y vertical mientras que en impares se mueve en equis.El docente afirma que el juego desarrolla los aspectos de táctica y estrategia del estudiante.
A finales del semestre pasado el profesor finalizó su tercer juego de mesa, llamado Knowledge. A Salazar le tomó un poco más de 10 años perfeccionar la idea. El juego tiene como eje la estrategia de negocios y se basa en preguntas de administración, economía y emprendimiento.
Con Knowledge se realiza un recorrido de casillas en forma de ocho con preguntas que suben de dificultad a medida que se avanza. Existen preguntas de opción múltiple como ¿Quién es el promotor de la división del trabajo?.
Juan Armas estudió con Salazar la materia de administración en primer semestre de la carrera de mercadotecnia. Jugó Knowledge y comenta que con las preguntas se dio cuenta en qué partes de la teoría estaba fallando. Armas afirma que este juego le sirvió para reforzar sus conocimientos.
Los tres prototipos de juegos se encuentran finalizados. Salazar explica que tiene el objetivo de que se masifiquen estos productos didácticos en otras universidades del país.
Knowledge puede adaptar el banco de preguntas según la carrera, materia y semestre. Incluso, Salazar afirma que podría ser adaptado para otros niveles educativos como secundaria. El servicio incluye un asesoramiento para que el profesor pueda adaptar el juego a su materia.
Francis Salazar muestra su juego Knowledge acompañado de estudiantes de diversos semestres de la Espe. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
Las habilidades culinarias de jóvenes estudiantes se perfeccionan en la cocina de Sensibus. Luciano Gobbi es el chef ejecutivo de este restaurante que funciona en el interior de la Universidad De Las Américas, en el campus de Ekopark,en el norte de Quito.
Dentro de este establecimiento funciona un taller gastronómico para los estudiantes de séptimo y octavo semestre de la carrera de gastronomía. Gobbi explica que la idea es se realice una práctica con clientes reales en la parte de servicio y cocina. Los estudiantes rotan en las áreas de entradas frías, cocina caliente y pastelería.
Este semestre los alumnos son los creadores del menú del restaurante. El chef explica que en las tres primeras semanas se enseña al estudiante el funcionamiento del restaurante, los productos con los que cuenta y los proveedores.
Luego, los estudiantes divididos en grupos proponen un menú que consiste en entrada, plato fuerte y postre. Para la elaboración del menú cada grupo cuenta con un presupuesto asignado, realizan pedidos de los productos, cocinan y montan los platos.
Cada plato debe pasar por la aprobación del chef, que se basa en criterios de precios y cocina. José Ron, estudiante de octavo semestre de la carrera de gastronomía de la UDLA, comenta que con este taller pudo mejorar su técnica de cocción y aprendió a tener una visualización en el proceso del montaje del plato.
Este establecimiento que abre de 12:30 a 15:00 de lunes a viernes tiene como principales consumidores a empleados de Ekopark. Allí están empresas como Nestlé, y Produbanco, u organismos como Naciones Unidas. Gobbi comenta que a los clientes se les indica que el menú fue elaborado por estudiantes de la UDLA.
Una vez terminado el semestre académico los estudiantes de gastronomía de cualquier semestre pueden participar del taller para adentrarse en la cocina.
“Mediante esta práctica el estudiante comprende como es el mundo real de la cocina” afirma Gobbi. Este chef busca que el alumno pueda aplicar distintas técnicas de cocina en los platos. Santiago Quirola, estudiante de octavo semestre, se encargó junto con su grupo de la elaboración del menú de la semana pasada. Esto incluyó una entrada con un carpaccio de pulpo, plato fuerte con la pesca del día con puré de brócoli y vegetales salteados, y un mousse de postre.
Quirola afirma que en estas prácticas puede vivir de cerca la vida de un restaurante. Además, comenta que perfeccionó su técnica en freír y laminar carne. El chef ejecutivo del local comenta que con su guía culinaria incentiva a sus estudiantes a que innoven en la cocina.
Ronny Cifuentes, director de servicios administrativos de la UDLA, es cliente ocasional de este restaurante. Para Cifuentes el principal atractivo es comprobar que la comida realizada por los estudiantes llega a estándares de calidad dentro de la gastronomía de vanguardia.
Gobbi comenta que la próxima meta es que el restaurante tenga una mayor apertura al público en general. El chef recalca que tiene una buena respuesta del centro corporativo Ecopark pero quisiera que el establecimiento se de a conocer en conjunto con las prácticas de sus estudiantes.
Datos En el taller practica un aproximado de 40 estudiantes que se dividen en grupos. Cada grupo está conformado entre seis y ocho alumnos.
El menú es responsabilidad del grupo durante dos semanas.
El precio del menú completo es de USD 23 y tiene entrada, plato fuerte y postre.
En vacaciones los estudiantes de otros semestres pueden practicar en el taller.
José Rón, Luciano Gobbi y Santiago Quirola preparan el menú en el restaurante Sensibus, que pertenece a la UDLA. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Tres estudiantes de igual número de carreras de la Universidad Católica de Esmeraldas se juntaron para proponer un proyecto innovador denominado Sistema de biodigestión anaeróbica.
Esta idea de innovación consiste en procesar 10 metros cúbicos de desechos orgánicos por día. El procesamiento produce energía para siete horas de cocción de alimentos de forma ininterrumpida y produce biofertilizante.
La propuesta de los estudiantes Andrés Cuero y Janier Rojas (Diseño Gráfico), Jorge Luis Guerra (Gestión Ambiental) y Erick Paul Sosa (Lingüística), fue la ganadora en el encuentro internacional denominado Hult Prize at Pucese, realizado en Esmeraldas.
Hult Prize es una plataforma global de innovación y emprendimiento estudiantil. Cada año más de 1 000 universidades, de unos 100 países, cuentan con alrededor de 50 000 aplicantes anuales, que proponen ideas de impacto global. Entre ellos se cuentan universitarios ecuatorianos.
Este año, 14 de los seleccionados fueron personas que fundaron sus compañías como parte de la Incubadora Global de Hult Prize.Los estudiantes de la Universidad Católica, sede Esmeraldas, como parte del premio al primer lugar obtenido en Esmeraldas, recibieron una mención para participar en la regional de San Francisco en Estados Unidos, en marzo de este año, con otras universidades el mundo.
Andrés Cuero, estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad Católica, cuenta que la exposición delproyectoduró 10 minutos y se hizo en inglés, con oportunidades para la retroalimentación.
“Hemos visualizado este proyecto como una forma de emprender con innovación desde las aulas universitarias y de generar nuevos empleos para la provincia y el país”, señala Cuero. Roxana Benítez, de la Unidad de Emprendimiento de la Universidad Católica de Esmeraldas, explica que el programa Hult Prize premió solo a dos universidades del país: la Espoch y Pucese, por ser las dos mejores propuestas.
Estas intervenciones permite que los participantes aprendan técnicas de innovación, creatividad, trabajo en equipo, presentaciones de negocios, hablar en público, liderazgo, empatía y comunicación intercultural.
“Hemos realizado ejercicios para resolución de conflictos, desarrollo e innovación de modelos de negocio, entre otras habilidades blandas para empleadores que buscan talento milenial de alto nivel”, señala la vocera de la Universidad Católica de Esmeraldas, Aitor Urbina.
Hult Prize fue fundada en el año 2009 por el emprendedor social Ahmad Ashkar. Ha sido nombrada por el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, como “una de las 5 ideas top” para cambiar el mundo.
La organización se apalanca de los aprendizajes y experiencias construidas por Hult Prize, en los últimos ocho años, para replicar el modelo en Ecuador, usando estudiantes locales a través de 40 campus de 36 universidades.
Entre esas universidades se encuentra la Pucese. El reto a resolver este año fue el “Aprovechamiento del poder de la energía para cambiar la vida de 10 millones de personas”.
Los estudiantes que idearon el sistema de biodigestión anaeróbica
posan en la ceremonia de premiación que organizó HultPrize. Foto: Cortesía Pucese
Giovanni Astudillo María Angelina Castillo y Redacción Quito
La globalización, facilidad de acceso al conocimiento, velocidad de cambios e innovación constante, entre otros factores, han renovado el rol de los catedráticos universitarios. A más de contar con la preparación científica y académica, el profesor debe ser un emprendedor.
El decano de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Cuenca, Rodrigo Mendieta, explica este concepto. Según él, un catedrático debe aportar con planes de innovación para las universidades como proyectos de investigación, incubación y la vinculación con la sociedad. Además de buscar fondos internacionales y nacionales.
Es decir, dejar un rol pasivo y que su trabajo trascienda de las aulas, explica Mendieta, quien también coordina el Grupo de Investigación de Economía Regional de esta universidad. “Hay mucho que hacer… Faltan docentes con espíritu emprendedor”.
Mendieta insiste en que la preparación es importante, al igual que las maestrías y doctorados para impartir una buena cátedra o generar publicaciones interesantes, pero las universidades en términos generales necesitan personas proactivas y propositivas.
Con ello, se busca lograr una interrelación más fuerte con los estudiantes y sociedad. “Un docente que, a más de tener la preparación, plantee propuestas e intervenga desde la academia para la solución problemas o demandas de la sociedad como el desempleo, contaminación, nutrición, salud alimentaria, minería… eso generará una relación más profunda con sus alumnos”, dice Mendieta
Un proyecto de la Universidad de Cuenca busca cumplir ese objetivo. Entre otras iniciativas está la propuesta multidisciplinaria que se denomina Modelo de gestión para la optimización de procesos y costos en la industria de ensamblaje, que se ejecuta en tres empresas de la capital azuaya.
En este trabajo participan 20 catedráticos, profesionales y estudiantes de Ciencias Químicas y Económicas y Sistemas. El objetivo es lograr una interrelación con investigadores de varias disciplinas y que los alumnos aprendan o generen proyectos de tesis.
Además, forma parte de una relación con el sector privado, que empezó el 2004 con estudios financiados con fondos externos y/o donaciones del Impuesto a la Renta de las empresas. Mendieta dice que, en la actualidad, es necesario generar procesos de innovación y aprovechar la inversión que realizó el Estado con las becas para estudiar en el extranjero. “Ahora, que están regresando, necesitamos que ese grupo aúne esfuerzos”.
El investigador universitario Villie Morocho comparte este criterio y añade que el docente que a la vez es investigador tiene la gran ventaja de poner en práctica con sus estudiantes lo que desarrolla a nivel teórico.
“Hay que lograr que la teoría termine en algo práctico que, además, aporte con un alto grado de investigación para que la ciudadanía aproveche este conocimiento. Ese es el nuevo rol”. Según Morocho, el acceso globalizado a la información que se tiene en la actualidad brinda dos ventajas, pero es necesario saber cómo manejarlas. El primer beneficio es que el profesor esté más actualizado en su enseñanza y mantener un contenido, que esté relacionado con los proyectos que se están desarrollando.
El segundo es similar, pero desde el punto de vista del estudiante. Para él, los proyectos de investigación, en la actualidad, permiten el enrolamiento de alumnos para que aporten con tareas específicas. Eso genera una motivación y ellos saben en qué parte de la vida requieren aplicar los conocimientos que se reciben en las clases.
El vicerrector General Académico de la Politécnica Salesiana, Luis Tobar, dice que el profesor debe motivar para que los estudiantes se autoeduquen y lleguen preparados con más información a las clases. Es decir, que no solo reciban los conocimientos, sino que también discutan con argumentos. “Hay que dejar el pensamiento que el profesor era el único que enseñaba”.
Tobar aconseja que este cambio de mentalidad empiece en la escuela y en el colegio, “para que los estudiantes no lleguen a la universidad esperando que el profesor dé toda la información y ellos no estar dispuestos a realizar ningún esfuerzo fuera de clases”.
Otros detalles Un aporte. De acuerdo con las nuevas necesidades de la sociedad, los catedráticos contemporáneos tienen otro reto. Este consiste es convertirse en una suerte de lector del entorno y de las peculiaridades de los estudiantes.
Un ejemplo. El profesor también debe considerar las sensaciones que experimentan sus alumnos en sus clases. La escuela de negocios española IE Business School, por ejemplo, cuenta con el WOW Room. En este espacio se dictan clases virtuales a 60 personas de todo el mundo. El software permite acceder a datos del estado anímico del estudiante como felicidad, tristeza, sorpresa, enfado o miedo. De esa forma, el profesor identifica si su metodología es efectiva.
Un valor. Dentro del nuevo rol se deben conservar valores que trascienden en el tiempo. Los profesores éticos deben aportar a la formación de ciudadanos honestos, críticos, tolerantes y compromiso social. Que sean un aporte para la sociedad.
Los posgrados y los MBA ahora cuentan con un enfoque integral
La docencia, los proyectos sociales y la investigación son elementos que involucran a las universidades en la actualidad. Por eso un enfoque integral e interdisciplinario, orientado a la innovación, son elementos que ofrecen las casas de estudio del país, así lo aseguran coordinadores de posgrados y maestrías en Administración de Negocios (MBA). De acuerdo con el Sistema Nacional de Información de Educación Superior del Ecuador (Sniese), a junio de 2016 existían alrededor de 275 posgrados en el país, entre particulares y públicos.
La Espae, que forma parte de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, ofrece cinco maestrías, tres orientadas a gestión de proyectos, agronegocios y el sector hospitalario; las otras dos son MBA, uno regular y otro ejecutivo, con mención en innovación.
Del MBA regular existen ya 34 promociones y en mayo próximo se sumará otra. Cuenta con dos certificaciones internacionales, la Aacsb, que recibió en 2014, y la del Amba, otorgada en enero.
En las maestrías de negocios de la Espae participan 49 profesores, entre los que se cuentan ocho extranjeros provenientes de universidades de Canadá, Colombia, Perú y Estados Unidos. El director académico del MBA, Jorge Vera, señala que la cifra de egresados de las maestrías alcanzó hasta el año pasado 2 800 personas. Asegura que el elemento determinante en la Espae es la innovación, con énfasis en el emprendimiento, ética y sostenibilidad, y perspectiva global.
Otros MBA se pueden cursar en la Universidad Internacional de Ecuador, Escuela Politécnica Nacional y la Universidad Técnica de Ambato, la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil.
Los ámbitos de educación y comunicación también encuentran espacio en la oferta académica. La Universidad Casa Grande ofrece cuatro maestrías en Educación; el objetivo es el desarrollo de los alumnos en áreas como inglés, innovación educativa, desarrollo temprano y educación inclusiva.
Lucila Pérez, directora de posgrado de esta casa de estudios, señala que la demanda es importante: cada año hay 120 aspirantes para las maestrías.
Casa Grande tiene también otros tres posgrados: comunicación, periodismo y negocios internacionales. Erika Taranto está a cargo de esta área. Ella señala que existen modalidades semipresenciales, adaptadas a las necesidades de los alumnos.
Además, comenta que la metodología transversal en los posgrados es un aprendizaje basado en las experiencias para que se mezclen el conocimiento y la técnica.
Héctor Bujanda, coordinador de la maestría de Periodismo, afirma que la idea es hacer de esta profesión un producto diferente y diferenciado. Entre las herramientas que ofrecen están un eje periodístico sobre cibergéneros, periodismo de datos y hacer las preguntas correctas.
Otros posgrados que ofrecen las universidades abarcan áreas financieras y de administración, científicas, de salud, ingeniería, derecho y gestión ambiental.
Datos
275 posgrados en el país registró en el año 2016 el Sistema Nacional de Información de Educación Superior del Ecuador.
49 profesores posee la planta de la ESPAE. De este grupo, ocho son extranjeros provenientes de cinco países.
7 es el número de posgrados que ofrece la Universidad Casa Grande, ubicada en el norte de Guayaquil. De estos, tres se orientan al área de educación y los otros dos a la comunicación y los negocios.
31 universidades del país ofrecen posgrados.
Cuatro áreas ofrecen un mejor futuro laboral
¿Cuáles son las carreras de futuro que ofrecen mayores oportunidades? La pregunta se repiten padres de familia y estudiantes que están por elegir una profesión.
La respuesta es complicada. Aun así, entidades como el Foro Económico Mundial hablan de cuatro campos: las carreras pertenecientes a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas son las que menos tasa de desempleo han registrado estos últimos años. A este grupo se lo conoce como carreras STEM.
El Foro Económico cita un estudio elaborado por el centro de estudios del mercado laboral Randstad Research y añade que las empresas buscarán a personas formadas en carreras pertenecientes a las ramas de la tecnología y las ciencias de la salud. “En concreto, los perfiles de ingeniero y profesional del Big Data serán los más demandados”.
Este informe también recoge los datos de matriculación en estas carreras y no son positivos, ya que cada vez son menos los interesados, lo que supone que cierto sector de demanda no verá cubierta sus necesidades.
Dentro de las STEM también hay preferencias. Ingeniería Electrónica e Industrial y Medicina son las que menos datos de paro recogen, 0% y 0,6% respectivamente. Le siguen Ingeniería Aeronáutica (2,8%), Ingeniería Informática (3,8%) e Ingeniería de Telecomunicaciones (5%). El estudio también menciona a carreras vinculadas con el mundo económico, por la variedad de opciones laborales.
Allí se encuentran Administración de Empresas y Finanzas o Administración de Empresas y Derecho. Según el Foro Económico Mundial quienes estudien esas carreras tienen mayores posibilidades profesionales en el sector jurídico y económico, la banca nacional o la asesoría económica, fiscal y comercial.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) también intenta responder la pregunta inicial. El MIT Technology Review, una de las publicaciones estrellas del centro de estudios estadounidense, asegura que las nuevas tecnologías piden analistas de datos, de programación e ingenieros de software en prácticamente todos los sectores.
La publicación menciona que las carreras STEM son las que mayor crecimiento tendrán hasta el 2022. “Los consejeros genéticos, analistas de investigación de mercado y de seguridad informática crecerán al mismo ritmo que los analistas de sistemas”. dice la publicación del MIT. El científico de datos, el desarrollador de Internet de las Cosas, los arquitectos en ciberseguridad y los nanotecnólogos son profesiones que también tienen buen futuro, según el portal mexicano de noticias Expansión.
El científico de datos, considerada la profesión más sexy del siglo XXI por The New York Times, tendrá bastante tarea, teniendo en cuenta que vehículos, lavadoras, sensores de luz, termostatos y decenas de objetos más se conectarán a Internet en la próxima década. “La información que recolecten deberá ser interpretada por especialistas en el análisis, estudio, interpretación y manipulación de cúmulos de dato”, dice un artículo de Expansión.
Tecnología y ambiente, las carreras del futuro
Así como la revolución industrial durante la segunda mitad del siglo XVIII trajo consigo una ola de nuevos requerimientos para el mundo laboral de la época, con la revolución de las tecnologías de la información la historia se repite.
En este contexto, las universidades de Ecuador y del mundo tienen el reto de seguir el ritmo de esta revolución, con una oferta académica acorde a las nuevas necesidades tecnológicas.
En la Universidad de las Américas (UDLA), por ejemplo, de las seis nuevas carreras que se han abierto en los últimos años, tres están relacionadas a la tecnología. Estas son Ingeniería de Software, Ingeniería en Telecomunicaciones e Ingeniería en Tecnologías de la Información.
“La innovación tiene que ser permanente para que la educación mantenga su relevancia y capacidad de dar respuesta a la sociedad. En algunas áreas, esta necesidad es más notable, como las ingenierías y la medicina, donde los avances son muy rápidos y pueden responder a desafíos que enfrentamos”, dijo Gwen Bloomsburg, directora de Efectividad Institucional de la UDLA.
En la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Samborondón, esta también es un área en la que están enfocando su plan de renovación de oferta académica.
Desde el año pasado, la UEES ofrece la carrera de Ingeniería en Ciencias de la Computación. Esta, a diferencia de la carrera tradicional de Ingeniería en Sistemas, integra al pénsum conocimientos en materia de electrónica y telecomunicaciones.
Marlena León, vicerrectora académica de la UEES, explica que aunque todavía hay alumnos cursando la carrera tradicional de Ingeniería en Sistemas, ya no están inscribiendo nuevos alumnos en esta, pues la Ingeniería en Ciencias de la Computación, “que es más integradora”, la reemplazará.
Añade que la universidad, además, espera ofrecer una carrera enfocada en nanotecnolgía. “Tenemos proyectos de investigación en este tema y como carrera estamos estudiando la mejor forma de implementar el proyecto”, indicó.
La nanotecnología se dedica al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas, con fines industriales o médicos, entre otros objetivos.
La Universidad Yachay Tech, creada en el 2014, ya ofrece una Ingeniería en Nanotecnología que dura un total de cinco años.
Otro factor que guía a la academia en el diseño de nuevas carreras tiene que ver con las motivaciones que guían a los jóvenes del mundo de esta generación.
Una encuesta realizada en el 2016 por la Fundación Telefónica en América Latina reveló que un 72% de los jóvenes de la generación milenial (de entre 20 y 30 años) se cree capaz de lograr una transformación local. Según el informe, ellos se sienten “agentes de cambio” en su comunidad.
De ahí que entre sus intereses de estudio también apuntan a lo relacionado con justicia social, protección del medioambiente y naturaleza, así como alimentación y vida más saludables. En este campo, la UEES creó una Ingeniería en Biodiversidad y Desarrollo Sostenible. “Se encarga de dar herramientas al estudiante para diseñar programas para que los países se desarrollen sin afectar a la biodiversidad de los territorios”, explica León.
Mientras, la Universidad Indoamérica ofrece una carrera en Biodiversidad y Recursos Genéticos, con una duración de un total de cinco años.
A pesar de estos cambios, según la Senescyt, la mayoría de las carreras en el país está enfocada todavía áreas tradicionales, como la administración y las ciencias sociales. En estas dos áreas se concentran 773 de las 1 427 carreras que se ofertan en el país.
Una opción para integrar a todos en la universidad
En Ecuador la educación superior a distancia es una opción para todo aquel que, por diversas cuestiones, no tiene alternativas para acudir a las aulas.
De acuerdo con la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), hasta el pasado 3 de marzo pasado había 137 programas o carreras en pregrado a distancia en universidades, 25 en línea, entre pregrado y posgrado y 190 semipresenciales entre pregrado y posgrado.
La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) es un referente en este modelo desde 1976. Surgió con el objetivo de permitir el acceso a la educación superior a personas que quedaban excluidas de estudiar por trabajo, cuidado de niños o porque vivían en zonas donde no existen centros de enseñanza superior.
Actualmente, su oferta académica incluye cuatro áreas de estudio, cada una con diferentes carreras como ciencias de la educación, comunicación social, derecho, administración, sicología, ingeniería en tecnologías de la información, administración de empresas turísticas, entre otras.
En el país tiene 82 centros de apoyo para atender las necesidades de los estudiantes. Además, cuenta con un área similar en Nueva York desde 1998 y dos más en Madrid y Roma, desde el 2000, para atender a los migrantes.
La modalidad se abre todos los semestres. La UTPL indica que hasta la fecha ha podido acompañar “a más de 33 000 personas en las carreras de grado y más de 22 000 en las de posgrado”.
Otras instituciones también cuentan con esta modalidad como la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Esta se aplicó desde la década de los ochenta.
La carrera de antropología aplicada se abrió en dicho segmento en 1987, cuando funcionaba el Instituto Superior Salesiano, antes de crearse la UPS. Las otras carreras que se abrieron fueron educación intercultural bilingüe (1994); gestión para el desarrollo local sostenible (1997) y teología (1999).
Bajo esta modalidad hace 10 años la UPS tenía 200 estudiantes; ahora son unos 1 200. A partir de septiembre de 2018, la UPS dará un giro y abrirá cuatro carreras en modalidad virtual.
El centro cree que “los nuevos modelos educativos, los horarios de su público y el hecho de favorecer a una mayor inclusión laboral son factores por los cuales se ofertarán carreras on line para el período de septiembre 2018 – febrero 2019”. Las carreras serán las mismas que ahora hay a distancia.
Esta modalidad se abrirá semestralmente. La idea es “adaptarnos a la demanda de personas vinculadas a escenarios laborales y territoriales donde el tiempo para su formación académica no responde a horarios convencionales. Además, se incorporaron las potencialidades que brindan las tecnologías de información y comunicación adaptadas a la educación”, indica la institución.
Este tipo de vía de estudio incluirá un campus virtual, así como profesores capacitados para trabajar en estos procesos de enseñanza – aprendizaje en línea.
Otras casas de estudio como la Universidad de las Américas (UDLA) ofrecen la modalidad semipresencial desde el 2010.
En pregrado se puede acceder solo a la carrera de administración de empresas, mientras que en posgrado está la maestría en dirección de comunicación empresarial e institucional. Esta es semipresencial, con apoyo virtual.
La UDLA explica que la modalidad se abre todos los semestres. Arrancó con 18 estudiantes y hasta el período anterior contaban con 240 estudiantes.
El docente que a la vez es investigador tiene la gran ventaja de poner en práctica con sus estudiantes lo que desarrolla a nivel teórico. La ética es otro de los valores fundamentales. Ilustración: Ingimage
La Universidad Earth celebró en diciembre del 2017 su vigésima quinta graduación, contando así con 99 nuevos ingenieros que han estudiadoagronomía para convertirse en agentes de cambio en sus países.
La nueva promoción de graduados proviene de 27 países de todo el mundo. 28 de los graduados son provenientes de Ecuador, según se detalla en un comunicado.
La institución brinda un grado de Licenciatura en Ciencias Agrícolas después de cuatro años de estudios. El plan de estudios de la carrera contempla conocimientos técnicos y científicos, destrezas empresariales, valores éticos, conciencia social y compromiso ambiental. Las habilidades empresariales y de liderazgo constituyen parte esencial de las competencias de los graduados.
Arturo Condo, rector de Earth, señaló el papel de la Universidad: “veo a muchos de nuestros graduados, participando en las mesas donde se definen políticas de sostenibilidad y recursos naturales, energías renovables, agricultura sostenible y seguridad alimentaria, empleando su conocimiento para el beneficio de pequeños productores y de las comunidades más necesitadas”.
Albina Ruiz, ambientalista, emprendedora y fundadora de Ciudad Saludable, estuvo a cargo la cátedra de graduación. Ella motivó a los estudiantes a promover la convivencia en armonía, la justicia e igualdad de oportunidades, así como el compromiso y respeto por el ambiente. Además, invitó a los jóvenes a trazar un propósito en su vida.
“Les convoco a hacer cosas diferentes, no es fácil. Atrévanse a creer en ustedes. No tengan miedo de tener dosis de locura. No dejen de soñar y definir las estrategias de esos sueños con propósito. Solo si tenemos sociedades más justas podremos mejorar el mundo”, indicó Ruiz.
Earth fue fundada en 1986 por ley del Gobierno de la República de Costa Ricacomo una institución internacional privada, sin fines de lucro y fue creada gracias al apoyo del Gobierno de Costa Rica, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación W.K. Kellogg. Tiene cerca de 430 estudiantes de 41 países, según informa su página web.
www.earth.ac.cr.
El plan de estudios contempla conocimientos técnicos y científicos, destrezas empresariales, valores éticos, así como conciencia social.
Otavalo, en Imbabura, no deja de ser una inmensa factoría de textiles artesanales. Pero, ahora las micros y pequeñas empresas que operan en torno a la tradicional Plaza de Ponchos buscan tecnificarse para ganar nuevos clientes.
Una de las propuestas que nació en las aulas de la Universidad de Otavalo (UO) es generar un modelo de producción y comercialización para el fortalecimiento de la competitividad. Para ello las micros y pequeñas empresas buscan crear una marca que les abra las puertas del mercado internacional.
El proyecto arrancó este año y tiene como techo el 2019. Se trata de una alianza estratégica entre las carreras de Administración de Empresas y de Comercio Exterior y Finanzas de la UO y los productores textiles de la ciudad.
Tras un primer diagnóstico se determinó que es necesario el fortalecimiento en la gestión administrativa y comercial de estos emprendimientos, señala Óscar Andrade, director de la Escuela de Administración de Empresas.
Del estudio se desprende que en esta urbe imbabureña funcionan 74 firmas de esta índole. Solo 13 tienen más de ocho años en el mercado. La mayoría de las empresas textiles son nuevas.
Una de ellas es Neos Internacional, que nació hace cuatro años. La firma se especializa en la producción de pijamas, salidas de cama, pantuflas, entre otros.
Según Wilson Otavalo, gerente de esta pequeña empresa, al momento fabrican entre 5 000 y 7 000 prendas a la semana. La producción se envía a Cuenca, Loja, Guayaquil, Quito, en Ecuador. También se han realizado despachos a Colombia, Estados Unidos y Canadá. “Ha sido un camino duro, especialmente por la competencia desleal a causa del contrabando”. Así explica Otavalo, que está al frente de ocho obreros.
Mientras tanto, Diana Paillacho, estudiante de la UO, identificó que este emprendimiento carece de herramientas administrativas que permita mejorar su capacidad productiva.
Esta universitaria busca una solución a ese inconveniente. Ese material le servirá de tesis de grado. Como este hay cuatro empresas más que se beneficiarán con el asesoramiento de estudiantes que buscan la profesionalización. La tarea será supervisada por catedráticos de este plante de educación superior.
Esta iniciativa, que tiende puentes entre la academia y el sector productivo, también beneficiará a Tejidos Ramos, Macro Textil, Disverpan y Aly Textiles.
Se trata de un proceso que avanzará en tres etapas, explica Óscar Albán, director de la carrera de Comercio Internacional del centro de estudios.
“La primera es la gestión administrativa y comercial, la segunda de producción, para consolidar oferta exportable. Luego viene las certificaciones de calidad, de estos productos que deben diferenciarse del resto”.
La idea es que no sea un proyecto aislado, sino que ofrezca un mejoramiento continuo de las empresas. La propuesta inició con modelos que se pueden aplicar a todo el sector. Después vienen estrategias y sistema de gestión que tienen como meta apoyar a los empresarios del sector textil de Otavalo.
El equipo de estudiantes y docentes que inició el proyecto de diagnóstico de los negocios. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
Los dirigentes de las juntas administradoras de agua potable de las comunidades Ambatillo Alto, Ambatillo Centro y Allí Kawsay suscribieron un convenio con las autoridades de la Facultad de Contabilidad y Auditoría de la Universidad Técnica de Ambato.
El propósito es que los alumnos del octavo semestre de la carrera de Ingeniería Financiera elaboren un informe sobre el cálculo tarifario en las juntas del noroccidente de Ambato. El proyecto de vinculación se inició en septiembre, y los resultados de las tarifas se entregarán en enero del 2018.
El catedrático Jesús Ortiz y los nueve alumnos encargados de desarrollar el proyecto se encuentran en la etapa de ejecución. Los estudiantes recolectan la información sobre el funcionamiento de las juntas, socios, servicios que prestan, equipo e infraestructura que poseen; además de cuántos trabajadores, técnicos y personal administrativo laboran en la planta y en las oficinas de la junta. Para eso, se movilizaron a las comunidades ubicadas a 20 y a 50 minutos del centro de Ambato.
Los chicos recorrieron los barrios de Ambatillo Alto el pasado miércoles. Sandro López, presidente de la Junta Administradora de Agua Potable de Ambatillo Alto, se encargó de explicarles el funcionamiento de la planta potabilizadora, ubicada en el barrio denominado El Mirador.
Esta infraestructura, que recibe el agua del canal de riego Chacón Váscones, se construyó con el apoyo de la Prefectura de Tungurahua y de la junta, en el 2015. Unos 732 usuarios se benefician con el líquido vital.
“Necesitamos confirmar si la tarifa que cobramos es la correcta. Los usuarios que se benefician con el agua aprobaron el asesoramiento que los estudiantes universitarios y los docentes nos brindarán en los seis meses que dure su trabajo”, aseguró López.
Según Ortiz, el resultado final del proyecto con el nuevo flujo tarifario se pondrá en consideración de los usuarios en una asamblea comunal. El docente, de 30 años, informó que en un primer diagnóstico se conocerá cuál es el estado de la infraestructura, equipos y personal que trabaja.
Los resultados determinarán si la tarifa que están cobrando es la correcta y, si no es así, se debe hacer un cálculo que se pueda cobrar. Ortiz indicó que el nuevo rubro deberá cubrir las necesidades que requiera la infraestructura, cuando se deban cambiar las tuberías, dar mantenimiento a la obra o daños que se puedan producir.
“Queremos evitar que se haga una colecta sin planificación y que este cobro pueda afectar a los usuarios. Para eso podemos aumentar unos centavos en el flujo tarifario del mes y poder garantizar que la organización sea sustentable en el espacio y el tiempo”, aseguró Ortiz.
Otra de las juntas visitadas es Allí Kawsay, ubicada a 30 minutos del centro parroquial de Quisapincha. Las pequeñas casas se encuentran rodeadas de chacras de maíz, papas, habas y otros productos andinos.
La estudiante Mishel Criollo cuenta que las captaciones de agua para ser consumidas por los 108 usuarios provienen del cerro Casahuala. “Esta comunidad es beneficiada por el líquido vital”, manifestó Criollo.
Los dirigentes, estudiantes y docente de la UTA observan la planta de tratamiento de Ambatillo Alto. Foto: Fabián Maisanche / LÍDERES
Los alumnos de la carrera de Veterinaria de la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC) deben viajar 30 minutos para llegar a la Fundación Latacunga Animalista, ubicada en la parroquia Joseguango Alto. En este espacio se hallan 74 perros de diferentes razas y tamaños, que fueron rescatados de las calles de la capital de Cotopaxi.
Los 60 estudiantes del octavo ciclo académico de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales son los encargados de realizar una ficha médica a los canes. También les pusieron un nombre, desparasitaron y rehabilitaron. Otra de las actividades de vinculación de los jóvenes fue trabajar en la parte emocional de los animales y que aprendan a ser guiados con una cuerda.
Según Adriana Páez, directora de Latacunga Animalista, los futuros veterinarios conocen la realidad de los centros de rescate y ponen en práctica lo aprendido en las aulas. La activista explica que al final del ciclo académico de las prácticas, las mascotas son adiestradas y pueden entrar en adopción. “Algunos chicos se llevaron a sus casas a los animalitos que cuidaban. Fue tal el cariño y la vinculación que hubo entre docentes, estudiantes y directivos del centro que se hizo una clausura del trabajo realizado. A pesar de haber finalizado su tarea, los jóvenes aún vienen los domingos”.
El convenio de cooperación interinstitucional entre la UTC y el centro es por dos años. El objetivo es brindar atención primaria y rehabilitación a los animales abandonados en Latacunga y en otros centros urbanos.
Mercedes Toro, docente responsable de vinculación de la carrera de Veterinaria de la UTC, explica que el programa con los estudiantes es parte de la formación profesional. Entre las obligaciones constan la ayuda médica a los canes, el adiestramiento y el cuidado al centro.
Toro indica que el balance de ayuda en los canes fue positivo en el primer año de ejecución. La idea -señala- es que se vaya mejorando y concienciando a los futuros médicos.
“Estamos formando estudiantes integrales y con conciencia humana, a través de los conocimientos prácticos”, asegura Toro.
Hasta el momento, la carrera de Veterinaria trabaja con este centro donde están involucrados autoridades, docentes y estudiantes. Angélica Soria, estudiante de octavo ciclo de Veterinaria de la UTC, cuenta que al inicio solo arribaron para brindar los conocimientos prácticos, como desparasitar a los perros y conocer las instalaciones.
La estudiante cuenta que en el momento de realizar sus actividades, se encontraron con que los perros “fueron abandonados y no tenían un hogar”. Soria explica que la idea fue creciendo y ahora están siendo atendidos los canes permanentemente.
“Son seres que necesitan cariño. Les hemos dado confianza y los hemos recuperado para que sean adoptados. Hacemos un llamado a los dueños de perritos, para que no los abandonen”, asegura Soria.
Los estudiantes de la UTC se encargan de pasear a los perros por los caminos de la parroquia Joseguango Alto. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
Las universidades de EE.UU. y el Reino Unido, entre ellas Stanford y Oxford, son las mejores del mundo en las categorías de Ciencias Sociales, Derecho, Educación y Economía, según un ranking publicado la semana pasada por el diario The Times.
El índice, conocido como “Times Higher Education” (THE), detalla las 100 mejores instituciones académicas en Ciencias Sociales, Derecho, Educación y Economía y Negocios, entre las que figuran algunas de España y América Latina.
Esta es la primera vez que se tienen en cuenta carreras de Derecho y Educación en este ranking, mientras que el índice sobre Ciencias Sociales y Economía y Negocios se ha ampliado.
En Ciencias Sociales, la Universidad de Oxford ocupa el primer lugar, seguida por las estadounidenses de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, mientras que Stanford está en el cuarto puesto, antes de la también estadounidense de Princeton.
En sexto puesto está la inglesa de Cambridge, seguida de las universidades estadounidenses de Chicago, Yale y Michigan. En este apartado, la Universidad Autónoma de Barcelona ocupa el puesto 126, seguida de Pompeu Fabra (151), la Autónoma de Madrid (201), y la Politécnica de Valencia (251). Entre las latinoamericanas, para Ciencias Sociales, están la brasileñas de San Pablo (201) y de Campinas (201), la Federal de Pernambuco (301) y la Católica Pontificia de Chile (301).
El director editorial del THE, Phil Baty, dijo que es la primera vez en los ocho años de este ranking que una institución del Reino Unido -Oxford- figura como primera en Ciencias Sociales, dejando en segundo lugar a la Universidad de Stanford. En cuanto a Derecho, la Universidad estadounidense Duke es la primera, seguida de Stanford, Yale y Chicago, en tanto que la inglesa de Cambridge aparece en quinto lugar, seguida de Oxford.
En cuanto a carreras de Educación, los dos primeros puestos los ocupan las universidades de Stanford y Harvard, mientras que la inglesa de Oxford está en tercer lugar, seguida de la de Hong Kong. En el quinto esta la Universidad de California Berkley, seguida de Wisconsin-Madison (EE.UU.), la de California (Los Ángeles) y la de Michigan (EE.UU.), mientras que no figuran universidades españolas o latinoamericanas.
En las carreras relativas a Economía y Negocios, la Universidad de Stanford ocupa el primer puesto, seguida del Instituto de Tecnología de Massachusetts y la inglesa de Oxford. En cuarto lugar se sitúa la London Business School y en quinto puesto la de Cambridge, mientras que Harvard ocupa el sexto lugar seguida de la de Chicago y la de Northwestern (EE.UU.).
De España, la Universidad Pompeu Fabra se coloca en el puesto 40; la Autónoma de Barcelona en el 92; y la de Navarra se sitúa en el 101; de las latinoamericanas figura el Instituto de Tecnología de Monterrey, en el puesto 176.
La Escuela de Negocios de Harvard está entre las mejores de su categoría, según la medición. Foto: Archivo
Robota, el club de robótica de la Escuela Politécnica del Litoral, se posiciona y gana participantes. Esta iniciativa académica surgió hace una década y cada año suma nuevos participantes dentro de esa casa de estudios.
El club se creó con un objetivo claro: que los estudiantes de la Politécnica del Litoral (Espol) incursionasen en el mundo de la robótica, una disciplina que cada a vez es más usada en la industria. Así lo explica Efrén Herrera, catedrático del centro de estudios y mentor de los estudiantes que se integran al club Robota.
Herrera cuenta que los participantes no necesariamente estudian electrónica o mecánica. “Participan estudiantes de distintas disciplinas. Todos los alumnos de la Espol pueden participar”.
Uno de los participantes de este club es Kevin Cornejo, estudiante de Ingeniería Química. Él cuenta que decidió integrarse a Robota, porque le llamó la atención la posibilidad de construir prototipos con sus propias manos.
“Yo, concretamente, trabajo en robots de batalla, que son robots construidos para enfrentar a otros prototipos. Pero también trabajamos en otros proyectos”. Entre otros, Cornejo menciona robots seguidores de línea, robots laberintos y también proyectos de impacto tecnológico, “que son iniciativas que buscan solucionar problemas de índole social o industrial, usando la robótica”.
El club recibe cada año a cerca de 25 estudiantes. Todos participan activamente, según Herrera.
El catedrático destaca las ganas de aprender que tienen los alumnos de la Espol. “Casi siempre se involucran hasta el final de sus carreras. Por lo general, permanecen en Robota entre dos o tres años, aunque hay otros que pasan en el club hasta cuatro años”.
En esta década de trabajo, ya existen resultados tangibles. Entre otros, Herrera menciona el desarrollo de manos robóticas y equipos que pueden servir para transportar a personas con discapacidades. “Se buscan soluciones a muchos problemas y lo mejor es que todas son ideas de los estudiantes”, destaca el profesor.
La clave es que estos proyectos se apliquen en las carreras de los estudiantes. En el caso de Cornejo, él considera que los conocimientos de robótica en la automatización de procesos químicos y en el análisis de muestras.
En Robota se organizan además concursos y encuentros entre universidades del país que también promueven esta disciplina. Allí se prueba el ingenio de los estudiantes, con concursos como batallas de robots, juegos de laberintos, robot bailarín, entre otros.
Al hablar del potencial de esta materia, Herrera asegura que en el campo industrial la robótica es la norma y muchas universidades caminan hacia eso. Por eso la Espol trabaja para apuntalar esta materia. “En el país, el interés de las universidades en este campo empezó hace cuatro o cinco años. Ahora, cada vez se habla más del tema y eso es bueno para la universidad y para los sectores productivos”.
Entre los planes de corto plazo de la Espol -para dar mayor impulso a la investigación y al aprendizaje de robótica- está organizar un encuentro universitarios con estudiantes del país y otros países.
Efrén Herrera (centro) con parte de los estudiantes que integran el club Robota, en la Espol, en Guayaquil. Foto: Joffre Flores / LÍDERES