En honor a los 46 años de vida institucional de la Universidad Tecnológica Equinoccial se realizó, la semana pasada se cumplió la Cuadragésima sexta sesión Solemne. La ceremonia es una tradición de la UTE y sirvió como un espacio para celebrar el aniversario, homenajear a docentes y administrativos por sus años de servicio y a los mejores estudiantes graduados del 2016.
Los decanos de las seis Facultades de la UTE condecoraron a los 37 mejores graduados de las diferentes carreras; también a los 60 docentes y personal administrativo que cumplieron desde 10 años de servicio hasta 35. Además se homenajeó públicamente a Ernst Hennche, como benefactor de la UTE, tras donar los nuevos jardines para el campus Occidental.
Ricardo Hidalgo Ottolenghi, rector del centro superior, recalcó el esfuerzo y cariño de toda la comunidad que han trabajado durante tantos años para formar la institución. “En solo 46 años hemos pasado de ser un instituto tecnológico a una universidad reconocida como campus de referencia”.
En la actualidad, la UTE tiene 13 000 estudiantes y más de 1 400 trabajadores, entre docentes y personal administrativo, quienes están trabajando para forjar la “nueva identidad”. “Estamos apostando a la investigación científico-tecnológica, la transferencia de conocimiento, la visualización internacional y la capacidad de realizar alianzas públicas y privadas”, afirmó Hidalgo.
Entre estos avances se destacan los dos Centros de Investigación Médica con profesionales reconocidos internacionalmente, las inversiones realizadas tanto en investigación como docencia, y las mejoras a la infraestructura.
Estudiantes, profesores y personal administrativo fueron reconocidos la semana pasada, en la sede de la universidad, en Quito. Foto: cortesía UTE
Al terminar la universidad, el guayaquileño MarcosFioravanti se dio cuenta de que la manera en que los sistemas productivos funcionan debe ser replanteada para producir un correcto desarrollo sostenible y las futuras generaciones no sean afectadas.
Entonces, este joven ecuatoriano se propuso trabajar, reunir conocimientos y convertirse en emprendedor social para llevar a cabo ideas que generen conciencia sobre la sostenibilidad. Con ese concepto en mente Fioravanti ha logrado emprender varios proyectos en temas de ecoeficiencia, manejo de desechos, conservación ambiental, normativas ambientales, agua y saneamiento y desarrollo comunitario.
Marcos entendió que las diferentes problemáticas socioambientales pueden convertirse en una oportunidad para encontrar soluciones a problemas ambientales cotidianos. Así nació Ambiente Creativo, con la filosofía de no perseguir el valor económico de manera exclusiva, sino de contribuir al desarrollo sostenible desde el sector privado, a partir del desarrollo de productos y servicios innovadores. Esta joven empresa trabaja procesos humanos a través de un enfoque técnico, usando y promoviendo la creatividad en diseño y comunicación para lograr sus objetivos.
Es además la primera empresa en Guayaquil Sistema B certificado. El modelo de empresas B es una tendencia global y cuenta hoy en día con casi 2 000 empresas en 50 países y 130 sectores con un fin: que un día todas las compañías compitan por ser las mejores para el mundo, y como resultado, la sociedad camine hacia estadios de bienestar compartido y durable.
“El principal producto que Ambiente Creativo ofrece es el ejercicio de sostenibilidad corporativa, que permite saber a las empresas en qué y cuánto invertir en temas ambientales, cumplir con temas de responsabilidad social y reducir riesgos para sus negocios”, cuenta Fioravanti.
Entre los logros de la empresa está haber establecido la comunidad más grande del país de reciclaje con clasificación en la fuente y con centro de aprovechamiento de residuos; cofundaron la Red Daule, desde que se creó el primer Fondo de Aguas para la conservación de la cuenca del río Daule (uno de los de mayor importancia socioeconómico para el país); también, desarrolló el programa de Ecoeficiencia educativo que ganó el premio Latinoamérica Verde 2013, y codesarrollaron un sanitario financiado y premiado por la fundación Bill & Melinda Gates.
Ambiente Creativo planea continuar creciendo en el futuro cercano como una organización de impacto, que logre mayor réplica en cada proyecto, que sus ideas sigan siendo cada vez más grandes y traspasen fronteras como lo han logrado en varios países de Asia, África y América.
Como una reflexión a futuros emprendedores sociales, Marcos Fioravanti insiste en que lo principal es tener paciencia, ser persistente en el trabajo y cuando exista la oportunidad, trabajar en equipo junto a otras organizaciones porque de esta manera es como el trabajo florece.
Marcos Fioravanti y el equipo de trabajo de Ambiente Creativo. La empresa, con base en Guayaquil, cuenta con la certificación Sistema B. Foto: cortesía Impaqto
En el paraninfo de la Universidad Andina Simón Bolívar se hizo el acto de graduación de la segunda generación de becarios de la Escuela de Liderazgo, perteneciente al Centro de Formación para el Futuro (CFF). 45 alumnos recibieron el título académico que otorga esta institución el pasado 2 de octubre del 2016, a partir de las 10:00.
En este encuentro estuvieron personalidades del ámbito académico, político, miembros de cuerpos diplomáticos y reconocidos empresarios. El primero en dar una charla magistral a los graduados fue el deportista Jefferson Pérez. Él reconoció la importancia de este tipo de proyectos y aconsejó a los jóvenes sobre su futuro profesional y personal.
“Levanten la frente y digan son humildes, pero reconozcan que las personas humildes nunca se callan. Más importante que vencer es convencer. En la vida hay momentos extraordinarios y otros que no los son, lo importante es llegar al final y hacer lo mejor. Este tipo de proyectos académicos contribuyen al desarrollo de la sociedad”, dijo el exmedallista olímpico.
Patricio Jijón Larco, presidente ejecutivo de Fidal, recalcó la importancia de tener espacios académicos. “Nuestro país tiene la imperiosa necesidad de que la juventud se incorpore en una vida activa que procure construir una patria nueva, siempre buscando su desarrollo integral. Para ello se hace fundamental estimular y convocar a los jóvenes ecuatorianos para que desarrollen sus destrezas y conocimientos mediante proyectos como este”, mencionó Jijón.
El directivo también dijo que es trascendente el trabajo de estos jóvenes para la construcción de una sociedad justa. “El cambio es una responsabilidad de las nuevas generaciones, cuyo aporte patriótico permitirá tener un horizonte de progreso y evolución en nuestra sociedad”, concluyó.
La Escuela de Liderazgo tiene como objetivo impulsar los procesos formativos de estudiantes en temas como la democracia, derechos, emprendimiento social y comunicación. Los becarios, que participaron en este programa de estudios, recibieron clases magistrales de forma semipresencial durante seis meses. Este programa se lleva a cabo desde el 2015.
En el paraninfo de la Universidad Andina Simón Bolívar se hizo el acto de graduación de la segunda generación de becarios de la Escuela de Liderazgo, perteneciente al Centro de Formación para el Futuro (CFF). Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Tres poblaciones de las nacionalidades Chachi y Épera fueron parte de un estudio exploratorio con estudiantes de esas etnias, que se educan en la Universidad Católica sede Esmeraldas (Pucese).
El estudio de vida cotidiana con énfasis en educación y alimentación en las poblaciones indígenas se hizo en el río Cayapas, cantón Eloy Alfaro, norte de la provincia. Uno de los problemas detectados es la pérdida del idioma en la comunidad Chachi de Zapallo Grande, por la migración de su gente a la ciudad.
Ahí los habitantes dicen que los niños cada vez hablan más el idioma Castellano que el Chapalachi, lengua de esa nacionalidad. “Esta es una preocupación de hace mucho tiempo”, señala Adolfo Chapiro, profesor de lingüística de la Universidad Católica, que enseña chapalachi a estudiante de todas las carreras universitaria.
En cambio en Pichiyachu, otra de las poblaciones Chachi, no tienen esos problemas, porque las madres se encargan de que los niños aprendan a hablar en su idioma.
El método es siempre dar órdenes y hablar todo el tiempo con ellos en Chapalachi; el resto se lo complementa en las unidades educativas bilingües que existen en la comunidad. Luis Añapa es profesor chachi y pese a que estudió en Esmeraldas, conserva su lengua materna, la que habla todo el tiempo en su casa con sus seis hijos.
Una de las quejas de los habitantes de las poblaciones Chachi es el material didáctico que no está adaptado a su realidad. Una parte está en castellano y otra en su idioma. “Se necesita mejorar los textos porque necesitamos mantener nuestra lengua ancestral”, dijo Leonardo Tapuyo, un padre de familia de Zapallo Grande.
En la parte de alimentación se detectaron problemas de malnutrición infantil. Los niños Chachi se alimentan de arroz, plátano y en ocasiones le añaden un presa de pollo o pescado. El consumo de frutas y agua es mínimo. El agua del río está contaminada por la actividad minera que se realiza en la zona, que deposita materiales pesados al afluente, según el estudio.
Eduardo Rebolledo y Pedro Jiménez, catedráticos de la Escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica, realizaron análisis que determina que el agua del río Cayapas afecta a la piel de indígenas y afros.
Sobre la alimentación de las nacionalidades Chachi y Épera, basada en la pesca, caza, recolección de producto y horticultura, se señala que ha disminuido significativamente porque ahora se compra en tiendas.
En las comunidades chachis ha aumentado el consumo de alimentos procesados como galletas, dulces, gaseosas y demás bebidas azucaradas.
De acuerdo con representantes del Subcentro de Salud en Zapallo Grande, se registran problemas de sobrepeso en población Chachi infantil, nada usual entre los miembros de esta nacionalidad.
Del estudio participaron los antropólogos Roxana Posligua y David Domínguez, Richard Añapa (Chachi), estudiante de la escuela de Contabilidad.
Además Yaneth Tapuyo (Épera), estudiante de enfermería, y Gloria Chiripua (Épera), estudiante de maestría en educación. Los Éperas de Santa Rosa conservan su alimentación de pescado y plátano.
La iniciativa de trabajar en las poblaciones de Santa Rosa (Épera), Pichiyacu (Chachi) y Zapallo Grande (Chachi), partió de Unicef, que buscó apoyo en la Universidad para el estudio exploratorio. Unicef ayudó al financiamiento de los USD 40 000 que costó el trabajo que duró cuatro meses, y que está listo para su presentación con los resultados.
Ángel Luis Hernández, catedrático de la Universidad Católica, quien participó del estudio, dice que con los datos recopilados se hará una ampliación del estudio por tres años, en donde se incluirá a los awá y afros del norte.
Con esto se quiere proponer un trabajo en el que estudiantes aporten en temas de emprendimiento, alimentación y producción.
El estudio de la Universidad Católica sede Esmeraldas se enfocó en las nacionalidades Chachi y Érera que habitan el norte de Esmeraldas. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES
La empresa cuencana Juan Álvarez, que fabrica duchas, termotanques, paneles solares, entre otros productos, apostó por el equipamiento de un moderno laboratorio para mejorar sus controles de calidad y para que estudiantes hagan sus prácticas.
La idea surgió por necesidad cuando se inició la producción de los paneles solares hace cinco años. Según el gerente, Juan Álvarez, resultaba demorado probar el rendimiento de los paneles “porque no teníamos medidores de radiación solar y eran pruebas muy empíricas. Aunque dieron resultados, requeríamos datos precisos”.
Él recuerda que este requerimiento tomó impulso hace cuatro años cuando empezó a dar charlas sobre energía solar y paneles a los estudiantes de Arquitectura de las universidades del Azuay y Católica de Cuenca. “Se necesitaban datos técnicos para sustentar las explicaciones… Ellos tienen proyectos de casas ecológicas y son afines a usar esta tecnología”.
La construcción del laboratorio se inició hace dos años y han invertido USD 30 000 en infraestructura y equipamiento. En una semana culminará la instalación del software, que demandó otro desembolso de USD 4 500.
Con ese programa todos los datos migrarán al mismo tiempo y se dejará de hacer gráficos de forma individual como hasta ahora, dice el empresario. En la actualidad, el laboratorio tiene equipos de controles de temperatura, medidores de radiación solar, presión electrónica y caudal y climatizador para simular temperaturas de la Sierra, Costa y Amazonía.
Allí, se pueden realizar pruebas como medir la eficiencia o rendimiento de un panel solar por metro cuadrado, de acuerdo con la radiación solar del momento. También, comprobar los tipos de aislamientos térmicos, eficiencia de los termotanques, consumo de los productos eléctricos como duchas y termotanques, calentadores de paso, entre otros.
Álvarez dice que con este laboratorio, por ejemplo, pueden recomendar a los constructores, qué características de tubería debería poner para un proyecto. A más del mejoramiento de la calidad de sus productos, este espacio tiene otro objetivo: el uso de los estudiantes.
Cuando Álvarez inició hace 30 años la producción de sus duchas de la marca Termoplastic no tuvo quien le respalde o apadrine para canalizar sus ideas innovadoras y sobre la marcha fue aprendiendo. Él no quiere que les ocurra lo mismo a los jóvenes de colegios y universidades.
Hace dos semanas firmó un convenio con los representantes de la Universidad Católica de Cuenca. La intención es que los alumnos de ingeniería renovable puedan hacer sus prácticas en la empresa y compartir conocimientos. Con ellos, se cruzará la información que tiene la academia con la práctica de los productores.
Ese criterio es compartido por Oly Álvarez, directora de la Unidad de Postgrados de la Universidad Católica; ella explica que el espacio será usado por quienes participen en la maestría de energía renovable, que está en la fase de diseño y se prevé que se iniciará el 2017. “Al ser una empresa reconocida, buscamos tener este espacio para las prácticas y que los maestrantes se nutran de la experiencia de la empresa y que esta recibe el conocimiento de los docentes y maestrantes”.
Álvarez quiere ampliar su laboratorio y lo hará por etapas para hacer otras pruebas como la medición de la conducción térmica de materiales, eficiencia de receptores de calor y medir variables. “Cada vez queremos implementar más equipos”.
En la actualidad, esta empresa fabrica duchas eléctricas, paneles solares y termotanques. También, incursionó en la línea publicitaria y souvenirs para aprovechar las máquinas donde procesa el plástico. Allí, elabora reglas, llaveros, adornos de oficina… Según Juan Álvarez, brindan el servicio a las agencias publicitarias. Otra línea es la metalmecánica con trabajos para construcciones.
El 80% de su producción se concentra en los ítems de calentadores de agua. El 10% en plásticos y souvenirs y la diferencia en metalmecánica.
Álvarez, asegura que su empresa es líder en la línea de calentamiento para hogares, hoteles y piscinas, en el mercado de la Sierra. El 70% de su producción se comercializa en la Sierra norte y centro.
Juan Álvarez inició hace dos años la construcción de un laboratorio para pruebas de productos. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
El Ministerio de Turismo de Uruguay celebró el 27 de junio en Montevideo los primeros diez años de su sistema de Turismo Social, una serie de políticas públicas que proporcionan viajes y estadías en destinos internos para poblaciones de bajos recursos, algo que el Gobierno define como un «principio ético».
Así lo dijo en un acto la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, quien destacó el hecho que a través de los programas de su cartera destinados a jubilados, pensionistas, estudiantes, trabajadores rurales y quinceañeras, unas 90 000 personas en la última década se han beneficiado de las acciones para garantizar el turismo como un «derecho humano».
«(El turismo social en Uruguay) es una oferta de la misma calidad de servicios que tiene cualquier turista que llega al país. No es una oferta para pobres, no es una oferta devaluada. Tiene la misma calidad porque es un principio ético que nosotros queremos mantener a rajatabla», aseguró la ministra.
La alta funcionaria destacó la inclusión del turismo social en el programa de Gobierno en 2006 como «un factor de producción y de crecimiento y generador de empleo».
Además de un «derecho humano», una concepción que si bien había sido reconocida por la Organización Mundial del Turismo (OMT) en 1980, no había sido reconocida hasta entonces en el país.
A partir de entonces, el Ministerio generó una articulación entre el sector público, los operadores privados del ámbito gastronómico, hotelero y del transporte, así como las comunidades locales, hasta consolidar «un verdadero sistema de turismo social».
«Eso nos ha permitido desestacionalizar y dinamizar en épocas de baja ocupación, además de colaborar con el desarrollo de pequeñas localidades», expresó Kechichian.
Agregó que el programa alcanza «a sectores de la población que nunca habían salido de sus pequeños poblados y hoy tienen acceso al turismo» y que hoy disponen de una oferta de 74 destinos en 18 departamentos de Uruguay, con diferentes programas y subsidios con respecto a su nivel de ingresos.
En ese sentido, puso como ejemplo los viajes de adultos mayores, que generan un impacto económico en las localidades visitadas de unos 8 000 dólares en gastos en paseos, comidas, artesanías y otros servicios.
«Aunque no sean grandes cifras, hacen a la calidad de vida de la gente de esos lugares», aseguró la titular de la cartera.
Además de los adultos mayores, de los que participan 2 500 por año en las distintas excursiones, Kechichian destacó las 500 jóvenes de bajos recursos que festejan sus 15 años en viajes financiados en conjunto con el Banco de Previsión Social, la entidad a cargo del pago de los subsidios familiares y las pensiones.
Otros beneficiarios a lo largo de esta década han sido los peones rurales, las trabajadoras domésticas, las jefas de familia con hijos a cargo, los discapacitados, los policías y los estudiantes de secundarias públicas.
En esta última población, a la que se la apoya con los viajes de fin de curso, la ministra incidió en la motivación que significan los viajes escolares para evitar la deserción en la población estudiantil.
Por su parte, María González, una jefa de familia de un pueblo de Florida (sur), describió a Efe que las experiencias que ha vivido gracias al programa Turismo Social «son un montón de emociones juntas que no se pueden describir con palabras porque son sentimientos que se llevan».
«Son pocas las posibilidades que tenés de hacer turismo a ese nivel. Es el turismo que hacen nuestros patrones, entonces cuando uno va a un lugar, ni se imagina un hotel tan grande, ni ver tantas luces ni ver tantas cosas. Son un montón de emociones», confió la beneficiaria
La ministra de Educación y Cultura de Uruguay, María Julia Muñoz; la ministra de Turismo de Uruguay, Liliam Kechichián; y el presidente del Banco de Prevención Social, Heber Galli, participan en el acto de celebración de los diez años del Sistema Nacional de Turismo Social. Foto: EFE
La Universidad Central del Ecuador (UCE) junto al Servicio de Rentas Internas (SRI) inauguró la semana pasada el Núcleo de Apoyo Contable y Fiscal (NAF) en la sede de la universidad en Quito.
Este centro brindará asesoría gratuita a la ciudadanía en materia contable y tributaria por medio de la vinculación de estudiantes y docentes de las carreras de Contabilidad y Auditoría, Administración de Empresas y Administración Pública de la Facultad de Ciencias Administrativas del centro de educación superior.
“Esta es una estrategia gubernamental para ayudar a que los contribuyentes puedan cumplir con sus obligaciones de manera oportuna, creando así una cultura tributaria en el país”, explica Guillermo Belmonte, director nacional de recaudación y asistencia al ciudadano del SRI. El funcionario añade que el proyecto cuenta con el apoyo de la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt) para impulsar mayor cooperación entre la academia y el sector público.
Como parte de sus pasantías preprofesionales, los 48 alumnos seleccionados, con base en sus calificaciones, fueron capacitados por el SRI para brindar asesoría e información en temas relacionados con declaración de impuestos, aperturas de RUC o RISE, ayuda a comerciantes y facturación. Los estudiantes serán acompañados por uno de los 15 profesores que también fueron capacitados en dos cursos: uno presencial y otro en línea para brindar este servicio.
“El proyecto es muy gratificante ya que ayudará a que los estudiantes puedan aplicar sus conocimientos en la práctica real ayudando a la ciudadanía y los sectores comerciales, industriales y de servicios”, comenta María Angélica García, directora de la carrera de Contabilidad y Auditoría de la UCE.
Los centros serán administrados por la universidad y el SRI realizará visitas de control periódicas para avalar la calidad de los servicios realizados. Los requisitos que las instituciones deben cumplir son: tener una Facultad de Administración con una carrera de Contabilidad; brindar un espacio físico con requerimientos técnicos básicos; y crear una carga horaria para profesores y estudiantes.
Para la estudiante Maritza Estupiñán, está será una oportunidad para aportar a la ciudadanía y actualizarse en temas tributarios.
Aunque el proyecto sigue en una fase temprana ya ha sido implementado en Loja y Cuenca. En Quito, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, la ESPE y la UCE cuentan con el servicio. Una vez aprobadas, las universidades participantes deben firmar un convenio de cooperación y vinculación para contar con estos centros en sus sedes. Dentro del acuerdo de vinculación con la UCE se incluyeron prácticas y pasantías preprofesionales, acceso a estudios sobre información tributaria y el manejo de los NAF, según explica García.
Los Núcleos de Apoyo Contable y Fiscal forman parte de un proyecto apoyado por EuroSocial, un programa de la Comisión Europea para la cooperación entre Europa y América Latina, cuyo objetivo es contribuir a cambios en las políticas públicas. Este modelo que simula las “clínicas legales universitarias”, como lo explica Belmonte, ha sido adaptado para el Ecuador y está presente en Perú, Chile, y Bolivia.
“Hemos identificado que a través de las universidades podemos lograr mayor educación tributaria. Por lo que este proyecto no solo beneficia a que los estudiantes lleven la teoría a la práctica, sino que ayuda a los ciudadanos y al Fisco para recaudar correctamente”, afirma Belmonte.
El NAF de la UCE abrirá sus puertas al público el 4 de enero del 2016 con horarios de atención de lunes a viernes de 13:00 a 17:00. Está ubicado en la Facultad de Ciencias Administrativas, en la planta baja del edificio de Investigación y Posgrado en la av. América, en el centro-norte de Quito.
Todos los servicios son gratuitos para el público general. Se estima que serán 200 los beneficiarios directos del sector y que se atenderán entre 15 y 20 solicitudes tributarias diarias.
El equipo de profesores que apoyan a los estudiantes está liderado por María Angélica García, directora de la carrera. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES.
La Universidad Politécnica Salesiana (UPS) impulsa la creación de un ecosistema de innovación y emprendimiento en sus sedes de Cuenca, Quito y Guayaquil. El objetivo es desarrollar ambientes para formar nuevas personas y profesionales en un entorno de investigación.
De esa forma, surge el ‘coworking’, que es un espacio para intercambiar experiencias, conocimientos de diferentes disciplinas y la generación de contactos y redes para mejorar los proyectos.
Esta iniciativa es parte de la inquietud del cuerpo docente de la Politécnica Salesiana de repensar qué hacen, cómo pueden mejorarlo, qué innovaciones hay en la docencia. También, surge de los encuentros del mundo salesiano donde se trató el modelo educativo, señala el rector de la Universidad,
Javier Herrán. “Descubrimos que nuestra identidad nos habla de priorizar el estudiante, educación horizontal, que el estudiante se sienta amado…”.
Según Herrán, el ‘coworking’ es el resultado de un proceso en el que la investigación y docencia se juntaron y responde a una globalidad y problemas de la sociedad y no a una carrera.
La iniciativa se concreta desde hace cuatro meses y participan 60 catedráticos y la convocatoria está abierta a los estudiantes de las 22 profesiones que se cursan en las sedes ubicadas en Quito, Guayaquil y Cuenca.
Las instalaciones del ‘coworking’ están listas en la capital azuaya y solo falta el equipamiento. Se tiene previsto que en un mes estará en funcionamiento.
En Guayaquil y Quito, en cambio, estarán listas en febrero próximo. Hasta tanto, los estudiantes y catedráticos se reúnen en cualquier espacio de esta universidad ya sea en el bar, laboratorios… “El ‘coworking’ no es un espacio físico sino una forma de pensar”, señala el vicerrector de Investigación de la Universidad, Juan Pablo Salgado.
Para él, con la intención de formar personas que tengan la capacidad de emprender un proyecto de vida socialmente responsable apostaron por sistemas que puedan estimular su creatividad y el ‘coworking’ busca generar un ecosistema de innovación, dentro de esta universidad salesiana.
Salgado dice que en las tres sedes surgieron 40 proyectos, de los cuales 15 tienen un mayor potencial de lograr el éxito. Estas iniciativas están involucradas con el turismo, ambiente, medicina, desarrollo de materiales, electrónica… Allí, se involucran alumnos de comunicación, administración de empresas, ingenierías, entre otras profesiones. La idea es generar sinergias e impulsar los emprendimientos.
Los alumnos tienen un acompañamiento continuo y otro puntual. Según Salgado, quisieron tentar a los alumnos para que sean creativos a través del emprendimiento y se hizo una planificación para las capacitaciones, hasta tener un campamento de emprendimiento previsto para febrero próximo. La meta es que allí surjan proyectos que puedan convertirse en empresas.
Además de lograr que se reúnan estudiantes de diferentes disciplinas, Herrán y Salgado destacan que se juntaron alumnos de una misma carrera, pero que están en los últimos y los primeros ciclos.
Belén Soriano, Juan Pablo Salgado, Paula Martínez y Javier Herrán impulsan la iniciativa en la Politécnica. Foto: Xavier Caivinagua/ LÍDERES.
Un grupo de 200 estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, sede Esmeraldas (Pucese), presentó sus 21 iniciativas de negocios como parte del proceso de integración con la comunidad en la provincia.
A través de la Unidad de Emprendimientos se exhibieron proyectos en la III Feria de ideas de negocios, que se organiza desde hace tres años, con la participación de los universitarios.
Los estudiantes de la Escuela de Ingeniería en Sistemas mostraron un innovador método denominada Water Life, diseñado para controlar el abastecimiento de agua potable, aun cuando las personas no estén sus domicilios.
Piero Palacios, de la carrera de Ingeniería en Sistemas, quien es uno de los integrantes del proyecto, explica que el dispositivo se encarga de mostrar en la red de agua potable, cuando hay el servicio, y llena automáticamente los recipientes sin que se riegue.
Esta propuesta innovadora controla la cantidad de líquido, si se almacena en los aljibes (cisternas), y a través de una pequeña pantalla muestra los porcentajes de agua consumida. La instalación del sistema tiene un costo promedio de USD 100.
Por medio de las propuestas, los estudiantes deben determinar que el producto y/o servicio será competitivo para alcanzar una posición importante en su mercado. Además, deben explicar su motivación para impulsar el desarrollo de su idea y las tendencias positivas de crecimiento.
La institución de educación superior fomenta los emprendimientos en todas las carreras a través de una determinada materia, con el apoyo docente.
Desde esa óptica se trabajan las iniciativas y luego se seleccionan las mejores para ponerlas en los proyectos. Quienes ganen reciben apoyo técnico de la Universidad para fortalecerlos y participar en el banco de ideas.
Una de esas propuestas de negocios es Soproted, conformada por estudiantes, y que se dedica a la comercialización de servicios informáticos. También, una iniciativa para la elaboración de material didáctico para las escuelas se hace desde la Universidad con el apoyo de los profesores. “Las ideas surgieron tras darles la visión a los estudiantes”, expresa Roxana Benítez, de la Unidad de Emprendimiento de la Pucese.
Una de las propuestas que llamó la atención en la última feria realizada en la primera quincena de agosto fue el ‘Cuir de Poisson’, que implica la utilización de la piel de pescado para elaborar carteras, prendas de vestir y billeteras, luego de un proceso químico.
Morelia Prado, alumna de la carrera de Comercio Exterior, explica que con los huesos de pescado se elabora collares y aretes con las escamas. Su grupo ha recibido el apoyo de la Unidad de Emprendimiento sobre cómo elaborar un plan de negocios, cómo presentar el emprendimiento y exponerlo.
Por ahora, la producción de bolsos es mínima, porque se está vendiendo la idea entre personas interesadas para expandirse en el mercado en la ciudad y luego en el país. “La consistencia de los bolsos y demás accesorios de la piel de pescado es suave y no tiene ningún olor a marisco”, explica Gabriela Mera, proponente.
En este caso, los costos de producción son reducidos, porque la materia prima obtienen sin costo en el Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas (Papes). Esta es una forma de utilizar una parte del pescado que no se desecha.
Esmey Hinojosa, que es parte del equipo, explica que para empezar el negocio se necesita un capital de USD 5 000, que puede ser obtenido a través de un crédito con la banca estatal, o ejecutarse con el apoyo directo de organizaciones no gubernamentales. El asesoramiento técnico lo entrega la Universidad.
Los estudiantes de la Escuela de Administración de Empresas que aprovecharon la cosecha de muyuyos (producto pegajoso) en la ciudad, propusieron la creación del Muyugel, que permite un mejor peinado. Sofía Ayoví fue una de las personas que probó la iniciativa de los estudiantes, utilizando el gel en su peinado.
“Estas ideas deben ser potenciadas con la entrega de capitales que fomente la creación de pequeñas microempresas, para empezar a conquistar los mercados”, señala. Para la estudiante María Dorado, estos emprendimientos son viables y con un poco de apoyo estarán en mercado local y nacional.
Los estudiantes desarrollan sus emprendimientos, tras la realización de encuestas en determinados sectores de la ciudad de Esmeraldas. Allí identifican las necesidades, luego se proponen alternativas que se plasma en proyectos y luego se ejecutan.
El proceso
El diagnóstico. Los catedráticos analizan con los estudiantes las problemáticas de la ciudad para plantear soluciones. Por ejemplo, la inseguridad en las viviendas, en donde se trabaja en sistemas de alarmas controladas desde un ‘smartphone’.
La selección. En cada idea se califica el factor innovador, factibilidad de ejecución y potencial del mercado.
La feria de emprendimientos de la Universidad Católica de Esmeraldas es parte del proceso de vinculación con la comunidad. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) determinó a través de un estudio que existen 116 746 estudiantes de educación superior, sin ingresos propios, que tienen cuenta corriente y 104 488 jóvenes tienen línea de crédito cuya deuda promedio asciende a $83.508. Por otra parte, hay un total de 100 798 estudiantes con tarjetas de crédito de la banca cuya deuda en promedio es de $207 913.
De las 21 de instituciones bancarias contempladas en el documento, existen 13, es decir, un 62%, que ofrecen algún producto financiero a los estudiantes de educación superior.
De ellas el 100% está dirigido a los universitarios, mientras que un 77% va destinado a los jóvenes de institutos profesionales y el 62% lo hace respecto de estudiantes de centros de formación técnica.
De estos 13 bancos que ofrecen productos financieros a los estudiantes, hay 11 de ellos que entregan planes de cuenta corriente a estudiantes universitarios, 5 a los provenientes de institutos profesionales y uno a centros de formación técnica.
En el caso de las cuentas vistas, 11 bancos entregan este producto a los universitarios, mientras que 8 lo hacen para institutos profesionales y centros de formación técnica.
En el caso del retail, solo una entidad ofrece tarjetas de crédito a los estudiantes de universidades, sin restricción de establecimiento. Pero los requisitos son cursar desde el tercer año de una carrera y que esta tenga una duración mínima de 4 años.
Otro dato relevante en el estudio es que el 54% de los bancos, que tienen productos financiero para este segmento, ofrece planes de cuenta corriente a los estudiantes de universidades de todas las carreras o parte de ellas, mientras que el 31% de los bancos ofrece este tipo de productos a todas o gran parte de las carreras impartidas por institutos profesionales y solo un 8% lo hace a todas las carreras de los centros de formación técnica.
El director del Sernac, Ernesto Muñoz, manifestó que los resultados refuerzan la importancia de la información respecto de los productos financieros y la necesidad de avanzar adecuadamente en educación financiera creando competencias sobre estos productos
En esa línea, señaló que “no es menor que un estudiante que no genera ingresos propios se encuentre endeudado con montos promedios entre $83 000 y $200 000, según el producto financiero con el que cuente. Es por ello, que el Sernac ha estado implementando este año un Programa de Educación Financiera para los jóvenes entre 18 y 29 años, que pertenecen a los Centro de Formación Técnica e Institutos Profesionales”.
En Chile, 13 bancos ofrecen productos financieros para cubrir los gastos de los estudios de educación superior a los jóvenes. Foto: Pixabay.com