Apagar las llamas de los mecheros en los que se quema el gas asociado, que se extrae junto con el crudo en los campos petroleros, es una de las metas de la empresa pública Petroamazonas.
En lugar de quemar este producto, la petrolera estatal promueve el uso del gas asociado. Este recurso se destina, actualmente, para la generación de energía eléctrica. Más adelante, está planificado emplear como derivado para la flota de transporte pesado de esta empresa y de otros automotores; y construir un gasoducto virtual.
Con estas iniciativas se reducirá, a la vez, el consumo del diésel, que es importado. Este derivado se emplea tradicionalmente en este sector para dotar de electricidad a diferentes áreas y para el transporte, principalmente.
El año anterior, por ejemplo, el sector petrolero consumió 2,7 millones de barriles de diésel en sus procesos, según el Informe Estadístico enero-diciembre 2018 de la empresa pública Petroecuador.
Para cambiar este escenario, el propósito en este año es reducir en un 90% el consumo de diésel en las operaciones que tiene Petroamazonas, detalla su gerente general, ÁlexGalárraga. “En el 2020 queremos que el consumo de este derivado llegue a cero”.
Petroamazonas aporta con el 78% del crudo a la producción nacional. Bombea 419 707 barriles diarios, según el último reporte, del 31 de enero de 2018.
Para reducir el consumo de diésel este año se impulsarán nuevas licitaciones para construir más instalaciones de generación de energía. Los resultados del primero de estos procesos se conocerán en mayo de este año.
Esto permitirá aprovechar 80 millones de pies cúbicos adicionales de gas asociado y de crudo. Con esto, la petrolera estatal dispondrá de una capacidad de hasta 26 megavatios (MW) extras.
Más adelante, en coordinación con la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), se movilizarán dos turbinas de generación desde Machala, provincia de El Oro, al campo Shushufindi, ubicado en la provincia en Sucumbíos.
Estos equipos funcionarán también con gas asociado. Ambos aportarán con 14 MW. Está planificado que estos dos procesos concluyan en este 2019.
Hasta diciembre de 2018, la firma tenía una potencia nominal instalada de 231,8 MW, usando como fuentes gas asociado y crudo.
Esto representa 29 mil millones de pies cúbicos estándar de gas asociado aprovechados para la generación de energía eléctrica en los campos que opera la empresa Petroamazonas.
Este sistema se ha implementado ya en el bloque Sacha, ubicado en la provincia Francisco de Orellana. En esta área, a partir de diciembre pasado, se empezaron a apagar las estructuras metálicas que se utilizaban para quemar el gas asociado.
Ahora en lugar producir una llama con el gas, este derivado se canaliza a través de tuberías. Esto alimenta unos generadores, que están dentro de unos contenedores verdes, y así se obtiene energía para desarrollar las diferentes actividades que exige esta industria.
Aparte de Sacha, Cuyabeno opera también ya con este sistema. En Shushufindi se espera bajar el consumo de diésel en la generación de este año. Luego seguirán con otros campos: Oso Yuralpa, Auca y más.
En Sacha está planificado construir una nueva instalación de generación con gas asociado de 8 MW para abastecer a otras áreas.
Otro proyecto en el que se quiere enfocar la firma es en el uso de gas asociado como combustible para la flota vehicular de Petroamazonas y más adelante para otros automotores pesados, que transitan en las vías del Oriente.
Para lograr esto, el derivado deberá ser sometido a un proceso especial, que permita entregar el producto a las estaciones de servicio, que se instalarán en la troncalamazónica. Ahí se abastecerán a los camiones y camionetas de la firma estatal, inicialmente.
Esto, según Galárraga, permitirá ahorrar alrededor de USD 5 millones al año, porque ya no se consumirá diésel o extra.
“Aparte de reducir el consumo de diésel, nuestra proyección es no emplear diésel nuevamente para la industria petrolera”, explica el funcionario.
La implementación de este proyecto se encuentra en análisis.
El proyecto denominado gasoducto virtual cuenta, en cambio, con la cooperación técnica y económica del Banco Mundial. Con este organismo, Petroamazonas busca aprovechar el gas asociado que se produce en bajos volúmenes para trasladarlos a una estación y generar energía.
Estos proyectos contribuyen también a reducir las emisiones de gases al ambiente.
Además, están en línea con la iniciativa Cero quema regular de gas para el 2030, planteada por la Organización de las Naciones Unidas y BM. Ecuador se sumó a la iniciativa el 23 de enero pasado.
El campo Sacha cuenta, actualmente, con tres generadores de energía eléctrica que funcionan con gas asociado. Estos equipos se encuentran dentro de unos contenedores verdes. Foto: Patricio Terán / Líderes
La elaboración de artículos de seguridad industrial es la especialidad de HalleyCorporación. Esta empresa ambateña elabora más de 600 productos en sus cuatro líneas de producción de accesorios para carpintería de aluminio, para el hogar, ferretería y la industria publicitaria.
Además en su línea de seguridad industrial fabrica cascos para la minería, la industria y el área forestal con la certificación INEN y bajo la Norma Internacionales ANSI.ISEA Z89.1.
La calidad y tecnología que se emplea en cada uno de los procesos permiten competir en el mercado con productos importados de similares características; eso ayudó al crecimiento de la empresa. Actualmente Halley Corporación tiene presencia en grandes cadenas ferreteras y distribuidoras de equipos de seguridad industrial, minera y forestal de todo el país. La clave son las alianzas estratégicas. Por eso el año pasado facturó USD 2 millones. Además sumó 69 empleados directos y 30 indirectos.
La nueva línea de cascos ingresó al mercado en el 2015. En la actualidad se desarrolla la Familia Halley, compuesta por cascos 3H y 5H con resistencia hasta de 1 200 voltios. El 6H dieléctrico hasta 2 200 voltios, el 7H foto lumínico para la minería. El Safari 8H que cubre los oídos y la parte posterior del cuello está dirigido para el sector agrícola de hasta 2 200 voltios y el 9H con resistencia hasta 30 000 voltios.
También se incorporaron a la oferta protectores auditivos con un aislamientoacústico de 23 y 25 decibeles en presentaciones adaptables a cualquier casco.
Estos protectores cuentan con propiedadesergonómicas de material blando, lo que permite que se adapte a la cabeza por medio de un arco flexible, mediante una serie de normativas y reglamentos.
La capacitación de la mano de obra permite a esta empresa ambateña contar con productos de calidad y certificados. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
La empresa también oferta los protectores de cara en policarbonato y en PVC para la industriametalmecánica, así como para actividades de jardinería y forestal. “Nuestros productos cuentan con una calidad similar o superior a los cascos importados con marcas de renombre que han sido tradicionales en nuestro país. Además nuestros precios son más bajos hasta en un 60%. Eso nos permitió ingresar en el mercado nacional con una gran demanda”, asegura Claudia Palacios, gerente General de Halley Corporación.
En la actualidad la empresa cuenta con 24 inyectoras que fortalecen su producción en las diferentes líneas. En los próximos días llegarán nuevas máquinas y moldes con una inversión de USD 1 millón financiados por laCorporación Financiera Nacional.
Además la compañía ambateña trabaja en la implantación de un laboratorio con tecnología de punta que contará con estándares automatizados. Consiste en una Cabina de Ionización y una máquina para aislamiento eléctrico. La inversión prevista es de unos USD 220 000.
La historia de Halley Corporación arrancó en el 2006 con la producción de accesorios para carpintería de aluminio como nudo esquinero, nudo escuadra, seguros de ventana y otros, para el ensamblaje de vitrinas puertas y ventanas en aluminio. La empresa arrancó con un capital de USD 400.
Palacios cuenta que su padre Jaime fundó la empresa Halley Corporación. Él decidió emprender un taller para fabricación de ruedas para ventanas de aluminio, bomboneras de vidrio para tiendas de barrio. Y en la medida que vendía sus productos por petición de sus clientes fue incrementando su negocio. Se mantuvo con estos productos, hasta el 2006.
Luego fundó la empresa como persona natural, arrancando con accesorios de carpintería de aluminio. Posteriormente apuntó a nuevas líneas exclusivas como hogar con la elaboración de jarros, vasos, platos y un staf de 40 ítems con diseños propios que tienen acogida en el mercado.
La empresa de Seguridad Industrial Disproseg, en Quito, trabaja hace dos años con Halley Corporación especialmente con los cascos de seguridad. La calidad ayudó a que se incrementara las ventas en un 18% en el 2017 y del 22% en el 2018.
Javier Salgado, representante de la firma, explica que los productos de Halley constantemente están en innovación y calidad por la tecnología de punta con que cuenta. “Iniciamos una campaña para que la gente consuma producto de la industria nacional, porque es similar y de mejores características que el importado”.
En la empresa Halley Corporación trabajan 69 personas. Esta produce cascos para la minería, forestal y la industria metalmecánica. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Sobre una de las tres mesas de trabajo que hay en la oficina de Caterina Costa se encuentran las tres ruedas enlazadas que simbolizan la industria, el sector en el que lleva involucrada como empresaria y, desde hace dos años, como presidenta de la Cámara de Industria de Guayaquil.
Su elección al frente del gremio marcó un hito: fue la primera mujer en llegar a ese cargo. Costa dio sus primeros pasos como empresaria a los 28 años, cuando empezó a representar a la empresa familiar Poligrup SA. Por eso sabe que las mujeres ganan más espacio en el mundo de los negocios. Hoy, a sus 51 años desea seguir aportando.
El valor de ser diferente “Las mujeres muchas veces nos enfrentamos al techo de cristal y a veces sentimos que es un límite, pero no lo es. En mi caso, afortunadamente, tengo el apoyo de mi esposo. Él siempre me ha apoyado para sacar en mí a la mujer emprendedora, la mujerprofesional, la mujer empresaria.
Muchas veces nos toca ayudarnos entre mujeres para incursionar en ciertos espacios profesionales, porque a veces sentimos que hay ese límite.
En mi caso, muchas veces fueron los hombres los que me ayudaron: mi padre, mi marido, mis pares en los gremios que me dijeron: “¡Tú sí puedes!”. Yo muchas veces les dije: “Es que yo soy diferente, no soy como ustedes”. Me contestaron que “no, eso es lo que queremos, alguien diferente”.
Las mujeres pueden crecer en todos los campos. En la Cámara tenemos socios que están incorporando mujeres en espacios que antes jamás soñamos. En la industria cementera está la primera mujer en una mezcladora, por ejemplo”.
El rol en la Cámara “Tradicionalmente en la Cámara los presidentes han sido personas con una personalidad muy fuerte, duros. Personas a quienes los problemas no sobrepasaban. En cambio, a las mujeres los problemas nos llegan al corazón.
En la Cámara de Industrias yo encontré caballeros que me ayudaron, me apoyaron y me dieron la mano; algo que no sucede en todos los espacios.
Aquí existe un sinnúmero de servicios y lo que buscamos ahora es que los productos en el país tengan mayor valor agregado. Es decir, que no exportemos solo cacao, sino que podamos exportar con un proceso adicional que te permita llegar a un semielaborado o a un chocolate”.
Cinco facetas por balancear “El tema gremial llegó a mí por una casualidad no grata. Cuando mi hermano mayor falleció, yo trabajaba en la empresafamiliar y mi papá me dijo: Tú ahora vas a representar a la familia en los gremios. Entonces yo le pregunté cómo lo haría. Allí surgió entonces el asunto del techo de cristal y mi papá me repitió: Dale, tú sí puedes, tú vas a ir.
Somos cuatro hermanos. Mi hermana vive afuera del país y mi hermano nunca tuvo mucho interés. Podría decir que sin querer se fue armando mi proyecto de vida y ahora lo veo de una forma más teórica porque aprendí que uno tiene cinco facetas: lo personal, lo familiar, lo profesional, lo social y lo trascendente. Entonces uno tiene que hacer un balance e irlo delineando.
En mi caso tengo un pie en lo profesional y un pie en lo trascendente porque aquí en los gremios buscamos dejar una huella para un país mejor. En cambio a mis amigas les digo que tengo poco tiempo para reunirme. Ellas lo saben y me esperan.
La parte social no la tengo muy balanceada porque cuando tengo tiempo lo enfoco hacia mi familia, que es lo que más me llena”.
Buscar mentores y modelos “Yo creo que las mujeres a veces no nos damos cuenta de lo que tenemos alrededor. Por eso recomiendo buscar a otras mujeres que puedan ser ejemplo. Uno puede utilizar ese modelo para cumplir su sueño.
Yo tengo varios ejemplos, como mi abuela materna. Ella enviudó y se quedó a cargo de cuatro hijos. Fue a trabajar al mercado vendiendo baúles. Allí conoció a mi abuelo y se volvió a casar y tuvo cuatro hijos más. Mi abuela trabajó hasta los 102 años.
Buscar mentores también es aconsejable. Yo considero mentores a Antonio Baduy y Francisco Alarcón. Este último me dijo: “Ven y sé mi vicepresidenta (en la Asociación Ecuatoriana de Plásticos), después me dijo: “Tú también puedes ser presidenta”. Yo pensé que no lo podría lograr por mis hijos y mis estudios de maestría.
Tener mentores que te guíen ayuda mucho porque te dan ideas, consejos, incluso cuando uno no está dispuesto a escucharlos”.
Caterina Costa, empresaria, esposa y madre habla sobre el apoyo que recibió de sus colegas hombres y mujeres para crecer como profesional. Foto: Joffre Flores / Líderes
El sector automotor ecuatoriano vive dos facetas hoy en día. Por un lado está el incremento de la venta de unidades y por otro el decrecimiento de la industria nacional, que engloba a ensambladoras y autopartistas.
Hasta septiembre pasado se vendieron en el país 102 000 vehículos nuevos y para fin de año se calcula que la cifra crecerá hasta 139 000, lo que significa un crecimiento de un 33% en comparación con el 2017, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).
El gremio calcula que las ventas de este año serán similares a las del 2011, cuando se comercializaron 139 808 unidades. La Aeade asegura que el sector entró en un proceso de recuperación a partir de enero del 2017, tras la expansión del crédito y la eliminación de los cupos para importar.
Este crecimiento se sostiene con otros datos. Por ejemplo, según la Aeade, desde el 2015 hasta diciembre del 2017 se afiliaron al IESSalrededor de 3 300 nuevos trabajadores en las empresas de producción, comercialización y mantenimiento de vehículos.
Hoy se cuentan 30 000 trabajadores afiliados a la seguridad social en la industria automotriz ecuatoriana.
El panorama cambia cuando se lo mira desde la óptica de la industria. David Molina, director de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae), asegura que el sector ensamblador atraviesa una caída que genera preocupación.
En septiembre del 2016 los vehículos ensamblados en el país tenían cerca del 50% del mercado. Un año después la cifra bajó a 32% y en septiembre de este año cayó a 24,7%. Esto muestra que hace dos años uno de cada dos vehículos vendidos era ensamblado en el país. En la actualidad uno de cada cuatro es ensamblado en Ecuador. “La industria automotriz no se ha visto beneficiado del crecimiento del mercado. Los ganadores son los vehículos importados”, asegura Molina.
Según el vocero de Cinae, el problema se da porque la industria nacional de alguna manera tiene problemas de política pública y política industrial que no han sido resueltos por las autoridades. “Esto nos pone en desventaja frente al vehículo importado”. Como ejemplo dice que un vehículo ensamblado en el país paga 15% de aranceles en los CKD. Mientras que un automotor ensamblado en Colombia puede pagar cero aranceles al entrar al país.
El tema se puede agudizar, según Molina, con posibles nuevos acuerdos, que está buscando el Gobierno, como parte de su política comercial.
El dirigente dice que la industria está a la espera de respuestas favorables de parte de las autoridades. “Lo que queremos es competir en igualdad de condiciones con los modelosimportados”.
La feria Automundo se realizó la semana pasada en Quito. Fue una vitrina del sector automotor para exhibir nuevos modelos de vehículos. Foto: Víctor Muñoz / Líderes
El marketing como herramienta estratégica para las empresas es el eje central de la segunda edición del encuentro Exma Ecuador 2018.
Exma es la plataforma especializada en actualización de alto nivel para la industria del marketing en Latinoamérica. Actualmente, con presencia en siete países, lidera congresos y seminarios sobre las últimas tendencias y herramientas de mayor interés para el mercado e intercambio de experiencias por medio de expositores con más de 15 000 asistentes anuales.
El encuentro arrancó el 27 de septiembre del 2018 en el paseo San Francisco y se extendió hasta este 28 de septiembre del 2018. La cita tiene como objetivo tratar el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas creativas se transformen en bienes y servicios; 16 conferencistas vinculados a la economía de las ideas participan en el encuentro con temas como el de la economía naranja.
El primer día de la segunda edición de EXMA Ecuador se inauguró con la participación de más de 1 000 asistentes entre expertos en marketing, empresarios, emprendedores y CEO´s de distintas compañías del país.
El primer circuito de conferencias se basó en cómo imaginar e innovar de manera disruptiva para llegar de una manera diferente a la mente del consumidor.
Para WelbyAltidor, la mejor forma de lograrlo es “romper las reglas, pero no tus principios”. Posteriormente, el padre de la economía creativa, John Howkins, basó su intervención en cómo lograr que las ideas se moneticen. Además, mencionó a los participantes que los “fiascos pueden mostrarte, en un instante, dónde está el límite”.
La tercera expositora, Elia Guardiola, resaltó que la parte más importante del marketing emocional y exponencial es motivar, para conectar con la audiencia.
La tarde finalizó con la exposición de Juan Pablo Neira, quien es reconocido por sus presentaciones corporativas y alta interacción con el público. Para culminar el evento la audiencia tuvo la oportunidad de aprender junto al gran Dhiraj Mukherjee, confundador de la empresa Shazam, sobre cómo crear un negocio digital.
Para este 28 de septiembre se tenían previstas ocho ponencias internacionales.
En el Paseo San Francisco se llevan a cabo las ponencias de Exma Ecuador 2018. Foto: LÍDERES
La industria de plástico en Ecuador innova, investiga, genera empleo y exporta en medio de desafíos. De acuerdo con estadísticas de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), el sector está compuesto por unas 600 empresas, de las cuales 120 pertenecen a la Asociación. La empresas productoras se ubican en su mayoría en Guayaquil.
Según Aseplas, esta industria representa el 1,2% del PIB nacional, es decir cerca de USD 1 200 millones. Actualmente genera más de 19 000 empleos directos y 120 000 indirectos, según Alfredo Hoyos, presidente del gremio. Además produce unas 500 000 toneladas anuales.
“Nuestro sector cree en el Ecuador, por lo que no solo hemos invertido recursos económicos, también hemos sido protagonistas en procesos de innovación y tecnología”, añade el vocero.
El plástico ecuatoriano tiene una serie de bondades, destacadas por empresarios. Caterina Costa, presidenta de la Federación de Cámaras Industriales de Ecuador, expresa que el sector está en constante innovación y crecimiento. La dirigente asegura que el material encuentra cada vez nuevas aplicaciones en ámbitos como medicina, ciencia, cultivo de alimentos, transporte, comunicación y energías renovables. Se trata, según Costa, de un producto liviano, inocuo, inodoro, que produce barreras para el oxígeno y permite el reciclaje.
“Los industriales de plástico están siempre buscando reducir la cantidad de material que se consume. Por eso, en productos como las botellas de agua se usa menos material y cada vez se las encuentra más livianas”, dice Costa.
En la actualidad, la industria plástica provee a sectores como el automotriz , el comercio, el sector agrícola y bananero, alimentos pañales, entre otros. También se exporta a Colombia, Perú, Bolivia, Centro América y EE.UU., en los productos que acompañan racimos de banano, film de leche, film de detergente, fundas tipo camiseta y empaques de alimentos.
El sector también importa. Hoyos detalla que en 2014 la industria del plástico trajo 381 815 toneladas. Esta cifra bajó en el 2017, cuando se importaron 373 776 toneladas, lo que representó una disminución de un 2,12%. La mayor cantidad de plástico que ingresa importada se utiliza para alimentos, higiene y cuidado personal.
Para Hoyos, la industria local de plástico de Ecuador está trabajando para incorporar materiales reciclados en sus procesos de producción, principalmente en aquellos relacionados con el transporte de mercadería, como las fundas, y en la elaboración de empaques primarios para la preservación de alimentos.
Sin embargo, la industria atraviesa dificultades, relacionadas en especial con una falta de políticas ambientales y económicas. En el primer caso, Hoyos explica que la ausencia de claridad en los estatutos normativos relacionados con el medioambiente “permite que los municipios emprendan iniciativas de ordenanzas sin un sustento técnico”.
Un ejemplo reciente es el del Municipio de Guayaquil, que tramita una ordenanza que pretende prohibir la fabricación y venta de productos de un solo uso.
A juicio de Hoyos, esto pudiese perjudicar a la industria en sus procesos de producción.
Otra debilidad se deriva de una ausencia de política que incentive la economía circular. Hoyos explica que el sistema de la economía del país (extracción, fabricación, utilización y eliminación) ha alcanzado sus límites.
“Se empieza a vislumbrar el agotamiento de una serie de recursos naturales y de los combustibles fósiles. La economía circular propone un nuevo modelo de sociedad que utiliza y optimiza los ‘stocks’ y los flujos de materiales, energía y residuos. La meta es la eficiencia del uso de los recursos”.
Manuel Nieto, gerente de Química Comercial, en Quito, reconoce que hoy en día existe una animadversión o antipatía contra la industria de plástico y defiende a esta industria. Según Nieto, el plástico ha demostrado ventajas sobre otros materiales. “Es más económico, resistente, fácil de utilizar. Es resultado de un desarrollo tecnológico y no podemos retroceder”. Por eso plantea acciones como las 3 R: reducir el consumo, reutilizar y reciclar, con el apoyo de autoridades y ciudadanía.
La inversión marca el camino del sector
La inversión en tecnología e innovaciones es una constante en las empresas del sector plásticos, en especial en las grandes empresas que cuentan con mayor músculo financiero.
La firma cuencana Consuplast forma parte del Grupo Ortiz. Su producción está orientada a la fabricación de juguetes, artículos para la cocina y el resto del hogar, artículos para seguridad en la construcción y la industria.
Según el director de Desarrollo del Grupo Ortiz, Andrés Tapia, durante el primer semestre de este año las ventas en la línea de juguetes aumentaron un 20% con relación al año pasado.
Ese crecimiento, dice, se sustenta en el mejoramiento de la calidad, estrategias de comercialización y adquisición de nuevos modelos para competir con el producto importado. Agrega que en esta línea siempre hay que innovar porque los juguetes están vinculados con la moda.
El año pasado, el Grupo Ortiz invirtió USD 3,5 millones para comprar moldes e inyectores para su fábrica Consuplast. Desde Asia y Europa importaron 80 moldes para elaborar carros de Bomberos, Policía…, muñecas, correpasillos, tractores, entre otros. Para este año estiman invertir USD 1,5 millones para las líneas de elaborados en plástico.
Tapia indica las ventas de artículos para el hogar, la construcción y seguridad industrial también crecieron, pero en un porcentaje menor, es decir entre 10% y 15%. Entre otros productos, elaboran cajas de herramientas, cascos, jaboneras, extractores de jugo, reposteros, coladores, armadores, mangueras, muebles y macetas.
En el norte de Quito opera Flexiplast, una firma del sector que funciona desde 1994. En su planta la tecnología es una de las características. Arturo Sánchez, vicepresidente de la firma, explica que la inversión es crucial.
Para elaborar envases, por ejemplo, se necesita toda una infraestructura para procesar la materia prima. “Hay que adquirir extrusoras que transforman la resina plástica en una película plástica”. Una de estas máquinas cuesta entre USD 600 000 y 4 millones, según el empaque que se elabore. Sánchez añade que para trabajar con resinas biodegradables se requieren ajustes y otro tipo de máquina.
Flexiplast invierte cada año un promedio de USD 3 millones en maquinaria y tecnología. Este año construyó una nueva planta en Machachi, al sur de Quito, en la que se invirtió USD 8 millones, dice Sánchez.
El vocero de esta empresa explica que trabajan con industrias de alimentos, higiene y aseo personal, empaques generales para comercios y supermercados, entre otras. Para continuar con las inversiones y la expansión, añade Sánchez, es necesario mayor seguridad y estabilidad.
Uno de los temas que preocupa a la industria es la tendencia global contra el consumo de ciertos plásticos (ver nota inferior).
Un negocio con más de 60 años de crecimiento El sector del plástico es estratégico en la estructura industrial del mundo. Así lo asegura la revista Forbes, en su edición de México, en un artículo de octubre del 2017.
La publicación detalla que desde 1950 hasta el 2015, la industria del plástico ha registrado crecimiento constante. Asia domina hoy la producción de plástico (49%), seguida de Europa (19%) y Norteamérica (18%).
Los números de esta industria son gigantes. En el 2020 se espera que mueva a escala global USD 654 380 millones, según la consultora Grand View Research. Esta empresa asegura que el impulso al plástico se da en los mercados emergentes, así como por la construcción, el sector del automóvil y, sobre todo, del universo del envasado. Solo esta última rama alcanzará USD 269 000 millones en 2025, según un artículo de diario El País, de España, publicado el 7 de julio pasado.
La misma publicación añade que todo alrededor del plástico “es un negocio brillante”. El mercado de los bioplásticos, dice, ya camina hacia los USD
21 126 millones y sumará 68 500 millones durante 2024. Por su parte, el universo del reciclado manejará USD 50 360 millones.
También se analiza el lado negativo de esta industria. El diario español afirma que cada año se filtran en los océanos ocho millones de toneladas de plástico, el equivalente a verter un camión de basura cada minuto. “Si no hacemos nada, este ritmo aumentará a dos por minuto en 2030 y a cuatro durante 2050. Los mares ya acumulan unos 150 millones de toneladas de este desecho y en 2025 albergarán una tonelada por cada tres de pescado”.
Los expertos consideran que la solución a este problema pasa por el compromiso de quienes contribuyeron a crear el mismo. Allí se encuentran empresas que producen botellas de plástico, tapas desechables y otros productos. Arturo Sánchez, vicepresidente de Flexiplast, dice que el problema es la forma de disponer el plástico utilizado. “Eso causa la contaminación”.
Para Sánchez, es necesario trabajar en la sociedad en términos de consumo responsable de plásticos. “No se trata de buscar culpables. Todos tenemos un grado de responsabilidad y la industria busca trabajar de la mano con política publica para manejar estos desechos”.
Según Aseplas, el consumo de plástico en Ecuador es menor en comparación con otros países. En Europa se consumen 140 kilos per cápita al año, en América Latina la cifra oscila entre 40 y 50 kilos y en Ecuador son 20 kilos per cápita al año.
La consultora Euromonitor Internacional calcula que cada minuto se compran un millón de botellas de plástico a escala mundial, lo que equivale a unas 20 000 por segundo. La firma añade, según El País, que no existe un sistema de reciclaje que soporte semejante tensión.
Flexiplast es una de las empresas de la industria plástica. La innovación y las inversiones marcan los procesos de producción de esta firma, que tiene sus instalaciones en el norte de Quito. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Basta revisar las tiendas de aplicaciones móviles en el ‘smartphone’ para encontrar una oferta extensa. Tan extensa que no tiene la demanda esperada.
De hecho existen informes que hablan de un estancamiento de esta industria que despegó de la mano de los teléfonos inteligentes, en especial a partir del 2008 cuando Apple presentó su primera tienda de aplicaciones.
Un estudio de Flurry Analytics trae noticias al respecto y señala que el año pasado la industria de las ‘apps’ móviles tuvo un decrecimiento. En el 2017 el negocio creció 6%, cinco puntos menos que lo registrado en el 2016, cuando creció 11%. “Los usuarios ahora pasan más de cinco horas al día en sus teléfonos inteligentes, y utilizan ese tiempo entre experiencias de aplicaciones nuevas y viejas”.
El mismo informe, que se encuentra en línea, asegura que mientras el crecimiento de las aplicaciones se ha estancado, las personas diversifican su comportamiento cuando utilizan ‘apps’ en su teléfono móvil.
El principal uso es compras en línea. Esta categoría creció un 54% ya que los consumidores continúan visitando portales de comercio electrónico en las pantallas de sus equipos. “Los usuarios cada vez se sienten más cómodos comprando en el teléfono”, dice Flurry Analytics.
A las compras le sigue la categoría de Música, medios y entretenimiento, que creció 43% el año pasado, lo que reafirma el cambio de los usuarios a dispositivos móviles para consumir medios.
Para obtener estos y otros resultados sobre la industria de las ‘apps’, el estudio mencionado rastreó el año pasado un millón de aplicaciones en 2 600 millones de dispositivos a escala global.
En Ecuador, la industria de las aplicaciones está en desarrollo y ya se encuentra software local en sectores como comercio electrónico, transporte, banca y finanzas, mensajería, entre otros. Si bien no existen datos oficiales de cuántas ‘apps’ se han desarrollado en el país y cuántas personas las utilizan, sí se encuentran datos sobre las aplicaciones más descargadas.
Los servicios de mensajería y comunicación ocupan los primeros puestos, tanto para teléfonos con sistema Android, como iOS. WhatsApp, Messenger y Facebook lideraron el año pasado las descargas en los dos sistemas operativos, según un artículo publicado en el blog Formación Gerencial. Luego aparecen Instagram, Spotify, Snapchat, OLX, Youtube y otras, en distinto orden según la plataforma utilizada. En esta suerte de ‘top ten’ no aparecen aplicaciones desarrolladas en Ecuador.
Allí se evidencia lo competitivo que puede llegar a ser esta industria tecnológica, en la que no hay fronteras, según fuentes consultadas por LÍDERES.
Para Carmen de la Cerda, de la incubadora y coworking Buen Trip Hub, la descarga de aplicaciones es un tema que cada día se lo piensa más. Para explicarlo usa una metáfora que aprendió en una maestría en medios digitales: “La pantalla de un teléfono móvil es como un terreno y cada aplicación que se descarga es un nuevo lote. Hay que preguntarse cuánto terreno (memoria, uso y costos) se puede ceder. Es como un tema de bienes raíces”.
Para De la Cerda, cada ‘app’ es un centímetro cuadrado que se pone en uso en un dispositivo móvil y, tal como en un terreno real, el reto está en aprovecharlo de la mejor manera.
Otro aporte lo realiza Lauren Kressler, gerente de Focus, una empresa de investigación de mercado. Para esta investigadora es necesario tener claro que si bien en Ecuador crece el uso de teléfonos inteligentes (hasta el 2016 el 53% de teléfonos activados en el país eran ‘smartphones’), no necesariamente estos equipos son de alta gama y de gran capacidad de memoria.
“Eso supone que hay que priorizar las fotos del hijo, archivos del trabajo o la aplicación que se usa cada mes o dos meses. Cuando la memoria disminuye, por lo general la persona decide borrar una aplicación de su teléfono”.
Según Kressler, puede haber ‘apps’ con muchas descargas, pero de bajo uso. Allí se evidencia el hábito que tiene o no una persona para utilizar una aplicación. El reto, insiste, está en aprovechar los equipos y las aplicaciones.
Hoy en día casi todo servicio se apoya en un software. Desde la comida a domicilio, que se solicita por una aplicación móvil, la reserva de un pasaje en avión hecha en una página web, hasta la compra de unos zapatos en una tienda en línea, una transacción bancaria, sin contar con los diferentes servicios que ofrecen las entidades públicas.
El software es, en definitiva, parte del día a día de los consumidores. En Ecuador la industria del software tuvo uno de sus picos en los años 80 cuando el país fue protagonista a escala regional, en especial en programas informáticos para el sector financiero.
Hoy en día este sector productivo trabaja para mantenerse competitivo. Los datos indican que el número de empresas del sector se mantuvo constante entre 2014 y 2016. En este último año se registraron 1 411 empresas.
Los actores del sector están repartidos en distintas actividades. Pero se concentran, según datos de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft) en: diseño de sistemas operativos, aplicaciones informáticas, bases de datos, elaboración de páginas web y tecnologías de comunicaciones.
Para Berioska Torres, directora ejecutiva de Aesoft, el corazón del software ecuatoriano tiene un ADN bancario. Ella recuerda que hace 20 o 30 años el país fue un exportador de software para el sector financiero. “Los bancos invirtieron, en su momento, en tecnología que necesitaban”.
La vocera del gremio piensa que hoy en día Ecuador es un laboratorio para desarrollar cualquier otra vertical productiva, tal como ya pasó con la banca. Pero según ella hace falta dos cosas: inversión y educar a quienes demandan los servicios de software. “De lo contrario todo se frena y se complica”.
Torres indica que las empresas nacionales que desarrollan software están conectadas con lo que pasa a escala global y por eso ya se trabaja en el país en temas como Big data, Blockchain, Internet de las cosas, Machine learning y otras tendencias. “Vamos en camino hacia la transformación digital y eso nos obliga a elevar la madurez informática”.
En el camino de esta industria las prioridades hoy en día son dos: internacionalizar sus servicios para llegar a nuevos mercados y contar con una ley que permita trabajar con estabilidad, seguridad y proyección al futuro.
.Para el primer objetivo Aesoft trabaja con organizaciones como la Corpei, con la que desarrolla un programa de cooperación pensando en llegar a la Unión Europea. Hoy en día 10 empresas están participando en un programa piloto para exportar al bloque europea, dice Torres. En ese proceso la oferta ecuatoriana incluye software turístico, reconocimiento facial, seguridad de la información.
El foco también está en América Latina, en temas como facturación electrónica, Big data y servicios financieros.
Una de las empresa con mayor trayectoria del sector es Bayteq, que lleva 15 años en el mercado y que lleva sus desarrollos a ocho países. Su fundador, Mauricio Bayas, destaca que el sector está en permanente crecimiento. Una de las fortalezas que tiene el sector es la ubicación geográfica.
Para Bayas estar en el mismo huso horario de mercados como México o Estados Unidos, es una ventaja a la hora de hacer negocios. “Además el país tiene una proximidad geográfica que también resulta favorable”.
El segundo punto en la agenda es una ley para el sector. Así lo dice Torres y lo confirmó -en junio pasado- la Ministra de Industrias, Eva García. La directora de Aesoft cuenta que a inicios de este año se presentó un proyecto a las autoridades de la Asamblea, así como al Ministerio de Industrias en donde hubo interés.
Según Torres el objetivo de la ley es promocionar la industria y generar incentivos para las empresas de software en general. Por su parte, la ministra García informó a LÍDERES que ya trabajan con el gremio de software en el desarrollo de una normativa. “Queremos enmarcar al software dentro de los pilares de la política industrial. Con tecnología se mejoran distintas áreas y podemos ser más productivos”. (ver nota de la página 13).
Mientras tanto el sector tecnológico enfrenta desafíos en el corto plazo. Las ventas vienen bajando, dice la vocera de Aesoft y añade que entre el 2014 y 2015 la industria se redujo un 30% por la crisis que afectó a la economía ecuatoriana en ese período y después “Al ser un sector de intangibles la crisis nos pegó fuerte”.
La meta es tener una norma este año Las autoridades de gobierno y los actores del sector de software coinciden en la necesidad de contar con una ley.
Para la Ministra de Industrias, Eva García, se necesita tener la normativa, porque así se puede conseguir cooperación internacional. Además, con una ley vigente, las empresas van a querer invertir. En una entrevista con LÍDERES, publicada en junio pasado, la funcionaria admitió que para tener una ley de software se necesitarán algunas modificaciones al Código Ingenios y que el tema se estaba analizando en conjunto con la Senescyt.
La meta es tener la normativa antes de que termine este año, dijo García, quien cree que todos estos cambios permitirán que el país se conecte de lleno con la industria 4.0, también llamada la cuarta revolución industrial. “Hay que resolver temas de conectividad, desarrollo informático, temas normativos. Todo esto contribuye a una industria 4.0”.
En la Asociación Ecuatoriana de Software, que en la actualidad agrupa a 135 empresas y 140 socios, hay optimismo. Su directora, Berioska Torres, explica que el proyecto que se presentó a la Asamblea Nacional, meses atrás se enfoca en generar incentivos para las empresas del sector. “Somos una industria de intangibles y no somos sujetos de crédito de trabajo, de la manera tradicional”.
Torres indica que el proyecto presentado tiene 10 artículos y se elaboró en base a una ley argentina que ha resultado bastante bien en ese país. Uno de los puntos que propone la ley es el de las garantías que se piden en el sector financiero cuando se solicitan créditos. “Si una empresa necesita innovar necesita capital de trabajo pero en las empresas de software no hay activos para garantizar un crédito. Entonces la ley busca una salida a ese tema”.
También se propone la creación de un fondo en beneficio los actores de la industria. Fortalezas y debilidades
La industria ecuatoriana de software tiene puntos a favor, así como temas por mejorar. Para Andrés Burbano, presidente de la Aesoft y vocero de la empresa Noux, el país tiene talento humano de primer nivel, capaz de competir con el resto del mundo, con una ética de trabajo impecable. La consecuencia, añade, es que existen importantes historias de éxito como Cobiscorp, Kruger, Bayteq, Noux, Latamautos, Shippify, Jobsity, entre otras.
Ernesto Kruger, fundador de Kruger Corp y Kruger Labs, también menciona algunas fortalezas como un mercado para probar conceptos para mercados más grandes, reconocimiento y experiencia internacional, capacidad de adaptación, una moneda estable y universal como el dólar que evita el diferencial cambiario y una infraestructura pública con mejores estándares que muchos países de la región.
Para la Ministra García, Ecuador cuenta con un desarrollo muy interesante y suma una larga lista de empresas que llegan a varios países con sus desarrollos.
Pero el sector también tiene debilidades que pueden corregirse, según los consultados. Para Mauricio Bayas, fundador de Bayteq, hacen falta más profesionales. Él piensa que existe una demanda grande por personal calificado y por eso es necesario que chicos de colegios se interesen en la tecnología. Otro reto es profesionalizar a las empresas y adoptar nuevas formas de trabajo, así como metodologías ágiles y mayor entendimiento con los clientes.
Por su parte, Burbano considera que el nivel de inglés ha bajado mucho, lo cual dificulta la investigación y el acceso a mercados. El vocero de Noux añade que no existe un marco legal que incentive las inversiones y el financiamiento. Esto nos deja en desventaja comparativa con Argentina, Uruguay, Colombia o Costa Rica, países que también tienen una importante industria de software.
Kruger coincide con Burbano en la necesidad de un marco regulatorio alineado con las necesidades del sector. También menciona que falta cooperación entre las empresas del sector. Se suma una deficiencia en la conexión entre universidades y empresa privada, ausencia de promoción internacional y la falta de certificaciones de calidad mundial.
Bayteq es una de las empresas que son parte de la industria del software. La compañía tiene 15 años en el mercado y tiene en la actualidad clientes en ocho países. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
El Municipio de Quito, se prepara para lanzar una estrategia de atracción de inversiones, con un portafolio de proyectos en diversos sectores, con especial énfasis en movilidad, infraestructura, sostenibilidad y turismo.
Así lo aseguró el secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad del Ayuntamiento, Álvaro Maldonado, al comentar que la idea del alcalde Mauricio Rodas es «llegar a la comunidad económica nacional e internacional y presentar un portafolio de proyectos quizá mayor al que ya hemos presentado de USD 3 000 millones».
Maldonado apuntó que a la economía «la mantiene el sector privado», pues es el principal generador de empleo, y subrayó que el público tiene que ser «un facilitador» para el desarrollo.
«Lo que más queremos es mejorar el clima de negocios en la ciudad», apuntó al enumerar proyectos relacionados con la limpieza de ríos, reciclaje, manejo de residuos, o de energía renovables.
En la lista también está la construcción de una vía perimetral por unos USD 1 200 millones, así como planes de búsqueda de una alianza público-privada para aparcamientos.
El portafolio incluye, además, la administración de un moderno centro de convenciones -aún no inaugurado en el norte de Quito- y que prevén sea el polo de concentración de congresos locales e internacionales y usarlo como ancla para desarrollar un turismo de congresos, convenciones y eventos.
Maldonado agregó que en carpeta también está la Zona Especial de Desarrollo Económico (Zede), que se convertiría en la quinta del país, con 208 hectáreas cerca del aeropuerto, «un espacio de desarrollo industrial, tecnológico y logístico».
Quito, de 2,8 millones de habitantes, es una urbe en transformación con adelantos en infraestructura que han generado miles de empleos directos e indirectos, y que aspira a desarrollar todo su potencial con, entre otros, la inauguración, en 2019, de la primera línea del metro, aún en construcción por la española Acciona.
Para el alto funcionario municipal, el ambiente político desde el Ejecutivo de Lenín Moreno -en el poder desde mayo de 2017- allana el camino para la llegada de inversionistas a la capital de Ecuador, un país dolarizado desde hace casi 20 años.
Una circunstancia que ofrece estabilidad financiera al país y erradica los temores de los inversionistas en cuanto a tipos de cambio.
En esta coyuntura, el secretario municipal de Desarrollo considera que Quito es una «ciudad industrial» con empresas de software, y productos de exportación como rosas, confites y otros de «alto valor agregado».
Añadió que a la agenda de competitividad de la ciudad se sumarán sectores como el farmacéutico, que se basan en encadenamientos productivos, calidad de empleo y potencial de internacionalización.
En sus planes para atraer inversores -que se difundirán también a través de las legaciones diplomáticas de Ecuador en el mundo-, la Alcaldía prevé impulsar la agencia público-privada «Quitoinvest», que se encargará de acompañar las fases previas y posteriores a los distintos proyectos.Una agencia en cuya creación están involucradas la Asociación de Bancos, la Cámara de Comercio y la Bolsa de Valores, entre otras instituciones.
Maldonado consideró que Quito cuenta ya con «un desarrollo importante y un potencial aún mayor», ahora «acompañados por un Gobierno (nacional) que tiene una visión de apertura» y esta empeñado en darle «más espacio al sector privado».
La reactivación económica en Ecuador y en su capital se produce después de tres años de desaceleración y crisis a raíz de una serie de regulaciones del anterior gobierno de Rafael Correa, que dependió en gran medida de los ingresos del petróleo para lanzar proyectos nacionales.
De vuelta en la senda del crecimiento, según el PIB de 2017, tanto Ecuador como su capital buscan ahora capitales privados, nacionales y extranjeros, con los que financiar infraestructuras y alentar nuevos motores de desarrollo, entre ellos el turismo.
Alvaro Maldonado, secretario de Productividad del Municipio de Quito Foto: Archivo / LÍDERES
Facilitar el trabajo en la industria panadera es el objetivo de la empresa holandesa Bakels, que en mayo abrió una planta de producción en Pifo, al oriente de Quito. La firma, que tiene fábricas en más de 40 países, produce premezclas para panificación y pastelería a escala industrial. En el país está presente hace 10 años.
Cristina Caicedo, gerenta general de Bakels Ecuador, explica que en esos diez años se tuvo un ‘joint venture’ o alianza estratégica con Moderna Alimentos, que producía para la firma holandesa.
Pero la empresa europea decidió producir por su cuenta. “El año anterior se vio la oportunidad de independizarse, de contar con una propia planta de producción (…) En Latinoamérica tenemos plantas en Perú, Brasil, Chile y ahora en Ecuador. Y una comercializadora en Argentina”,.
Entre las razones que le llevaron a Bakels a montar su planta en Ecuador está el crecimiento en ventas. Entre mayo del 2017 y mayo de este año fue de 18%. El terremoto de abril del 2016 también incidió. La planta de Moderna, que se encontraba en Manta, tuvo que parar. “Hubo desabastecimiento de producto por algunas semanas. Los consumidores probaron la competencia y sintieron la ausencia de productos Bakels. Dentro de todo lo negativo y triste del terremoto, fue una oportunidad para ver lo bien que estaba posicionada la marca”.
La compañía comercializaba cerca de USD 7 millones al año y era una cifra que dejó claro que se podía hacer una inversión fuerte. Además, la producción alcanzaba unas 1 600 toneladas por año.
En septiembre pasado se decidió la independencia de Moderna Alimentos y arrancó el proceso para montar la nueva planta. Se invirtieron unos USD 3 millones. Se prevé que la producción arranque en julio próximo, porque la planta este momento todavía se encuentran en adecuaciones. Se calcula producir de 2 500 a 3 000 toneladas anuales.
En la nueva planta se harán premezclas para pan y pastelería. Entre los artículos que se ofrece a la industria se encuentran premezclas para bizcochuelos, pancakes y tortas como las de naranja, chocolate, vainilla, entre otras.
La principal ventaja de usar estos productos para la industria panadera es que se estandarizan los procesos y la cantidad de ingredientes. A una premezcla de pan, por ejemplo, se añaden apenas dos productos adicionales como agua y mantequilla. Dependiendo del gusto u objetivo de los fabricantes se puede colocar cereales, frutas, entre otros.
Pedro Miranda, representante del sector panificador del Ecuador, indicó que se trata de productos novedosos. Sin embargo, señaló que en Ecuador un numeroso grupo de maestros todavía se dedican a la fabricación de pan y pasteles de manera tradicional.
El sector utiliza insumos locales e importados para la producción de panes y pasteles. Bakels, de hecho, también importa y distribuye artículos como cremas marca Richs de EE.UU., esencias de Colombia y levadura de Europa. Cuenta también con chocolate, manjar y mermeladas con su marca, que maquilan firmas locales.
La firma tiene una cartera de 80 productos, de los cuales 30 son nacionales. Los insumos que se usan para la fabricación de estos últimos también son nacionales; harina (de Moderna Alimentos), cereales para hacer una premezcla de pan y azúcar.
Bakels apunta a un país con una alta demanda de pan. Hasta el 2012 era el producto alimenticio que más se consumía a escala nacional, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2011- 2012, del Instituto Nacional de Estadística y Censos .
Miranda explica que no existe un dato exacto de la producción de pan a escala nacional ya que todo depende de los negocios. Agregó que el sector es un importante generador de empleo. Bakels cuenta con 40 trabajadores, de los cuales seis se encuentran en la parte productiva. La planta es altamente tecnificada por lo que los requerimientos de personal operativo son mínimos.
Entre los empleados están aquellos que son parte del equipo de investigación, que se encarga de elaborar nuevos desarrollos y determinar la calidad de estos. Asimismo, la empresa tiene seis personas que dan asesoría a panaderos sobre el uso de los productos en polvo para la fabricación.
La oferta de Bakels no se comercializa en autoservicios. La firma tiene puntos de venta en locales dedicados a la comercialización de artículos de panadería y pastelería, en los que las personas fuera la industria pueden adquirir las pre mezclas de la multinacional. La compañía tiene 15 distribuidores a escala país. Los productos se ofrecen puerta a puerta en las diferentes panaderías, que tienen diferentes tamaños.
A futuro la marca tiene como objetivo seguir creciendo y generar nuevos desarrollos. Para la fabricación, en la nueva planta ubicada en Pifo, reciben materias primas importadas y nacionales.
Bakels cuenta con un amplia bodega dentro de su planta en Pifo. Además, tienen su propio laboratorio. Foto: Galo Paguay / LÍDERES