Etiqueta: mujer

  • Lorena Espinoza:‘Creer en uno mismo, la clave para concretar los sueños”

    Cristina Marquez

    La fusión de la neurociencia y la gastronomía apasiona a Lorena Espinoza, la propietaria de una del instituto de cocina Canadian School, de Riobamba, en Chimborazo. A sus 41 años, ella se ha destacado como promotora de organizaciones de ayuda humanitaria y gestora de empresas en España y Ecuador.

    El esfuerzo, la disciplina y la confianza en uno mismo son su lema personal y asegura que son las premisas del éxito que alcanzó en sus proyectos personales. En España ella gerenció cinco empresas inmobiliarias con las que a la vez buscaba ayudar a los migrantes de todo el mundo en ese país que no tenían casa.

    A su retorno a Riobamba abrió una academia de cocina avalada por el Estado con el objetivo de impulsar la capacitación en el sector turístico de personas de todas las edades que no pudieron titularse en una universidad.

    Su formación

    “Empecé a soñar muy joven. A los 17 años obtuve una beca académica que ofrecía la Embajada de Cuba en Ecuador y viajé a ese país para estudiar en el Instituto de Economía Playa Girón, allí estudié durante cuatro años.

    Adaptarme no fue sencillo, por primera vez estaba sola y muy lejos de mi casa. Esa experiencia marcó mi vida, me ayudó a madurar, me volví independiente y decidí el curso que quería tomar para mi vida.

    En 1999 decidí continuar mis estudios en España, aspiraba titularme en dirección comercial, pero en cuanto descubrí la gestión empresarial y el trabajo en las organizaciones no gubernamentales cambié de idea. Mientras cursaba mis estudios en Alicante, me relacioné con chefs y propietarios de los mejores restaurantes españoles, y el añorar la comida ecuatoriana me hizo enamorarme de esa carrera”.

    La familia

    “Vengo de una familia donde predominó el matriarcado. Mi abuela, Julia Calderón, preparaba dulces tradicionales lojanos y hacía que todos los miembros de la familia participemos en su negocio. Cada uno tenía un rol en el pequeño negocio familiar, y así aprendí el valor del trabajo y la importancia de la organización.

    Tengo dos hijos, Boris e Isabella. Los crié sola y los saqué adelante acosta de sacrificios y mucho esfuerzo. Ellos son mi legado y mi aspiración es heredarles los mismos valores que aprendí en mi casa y que sean muy felices.

    Educarlos sola fue un desafío que enfrenté y me volvió más humana y más empática con otras mujeres que atraviesan por la misma situación”.

    El trabajo

    “Retorné a Ecuador en el 2004 para que mis hijos crecieran en un entorno familiar seguro. Decidí radicarme en Riobamba porque me pareció el lugar más tranquilo para educarlos y para iniciar un negocio. Aquí abrimos un restaurante, pero al estudiar el mercado y las necesidades de la ciudad descubrí que había una carencia de profesionales para el sector turístico y que había graves problemas de calidad.

    En Canadian School se han educado hasta la fecha alrededor de 3 000 estudiantes en diferentes especialidades gastronómicas. Muchos de ellos al graduarse emprendieron negocios propios y son generadores de fuentes de trabajo en Riobamba y otras ciudades; otro grupo logró ubicarse en importantes negocios vinculados con la gastronomía.

    El equipo de la empresa está integrado en un 95% por mujeres. Lo hicimos así para darles a las mujeres la oportunidad de adquirir más competencias y para que puedan crecer laboralmente en un ambiente que hasta hace poco era dominado por hombres”.

    Mujeres y hombres

    “Alcanzar el éxito en el mundo de la gastronomía implica un esfuerzo doble para las mujeres por el rol de madres que cumplimos en el hogar. Con frecuencia tenemos que sacrificar nuestro crecimiento personal y las oportunidades laborales porque nuestro rol de madres exige nuestra presencia y concentración de tiempo completo, pero sí es posible.

    A pesar de que la gastronomía estuvo dominada por hombres, las mujeres han demostrado sus habilidades y el potencial que nuestras cualidades femeninas tienen en la cocina. La sensibilidad, la capacidad de trabajar en tareas múltiples y el sello individual de cada una nos ha hecho prosperar en ese campo.

    Pero independientemente del género, estoy segura de que la confianza en uno mismo, la disciplina y el esfuerzo nos hacen brillar en distintas áreas y profesiones”.

    Estudió  en el Instituto de Economía Playa Girón, en Cuba. En España se capacitó en Odis, una organización que vela por el desarrollo integral de los inmigrantes. En Fundense, Sector 3 y CDT se especializó en coaching, gestión de ONG’s. Tiene estudios de
    Estudió en el Instituto de Economía Playa Girón, en Cuba. En España se capacitó en Odis, una organización que vela por el desarrollo integral de los inmigrantes. En Fundense, Sector 3 y CDT se especializó en coaching, gestión de ONG’s. Tiene estudios de Bartender y Cocina. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Andrea Landázuri: ‘Los retos y los desafíos te ayudan a salir adelante’

    Mayra pacheco  (I) 
    redacccion@revistalideres.ec

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    Andrea Landázuri es PhD en Ingeniería Química. Tiene una subespecialización en Ingeniería Ambiental. Es docente de la U. San Francisco de Quito.

    Los desafíos que se han presentado en el camino de Andrea Landázuri, de 35 años, no han detenido su paso para alcanzar sus metas en el ámbito profesional y familiar. Esta mujer dedicada a la docencia, investigación y a la crianza de sus tres hijos: José David, Julián Andrés y Arianna organiza su día para cumplir y disfrutar de cada una de sus facetas.

    Aunque inicialmente su sueño fue dedicarse al arte, Landázuri escuchó a sus padres y sacó ventaja de su fortaleza en la química para especializarse en este campo. Esto y otras experiencias le han dejado como lección que se deben aceptar los retos y desafíos que se presentan para salir adelante.

    Decisiones

    “En el colegio estudié Físico Matemático, pero yo tenía interés por Diseño Multimedia, Arquitectura, Música, me gustaba la parte artística. Pero mis padres me aconsejaron que buscara otras opciones. Me decidí por química, porque era buena en esa materia.

    Al ingresar a la Universidad San Francisco de Quito recuerdo que me fue bien en el primer examen de química, aunque yo me había registrado en Ingeniería Industrial. Mi profesor me orientó para fortalecer mis conocimientos en química y me motivó a estudiar Ingeniería Química. La verdad no era mi pasión, pero me iba bastante bien en esa materia.

    En mi carrera hubo altos y bajos, pero estaba becada por mi promedio. Sentía que debía obtener buenos resultados.

    A veces pensé en cambiarme a Ingeniería en Alimentos, pero no lo hice. Fui persistente. Llegué a ser asistente de laboratorio, di clases a los primeros años, empecé a analizar los datos de los resultados. A la final me gradué a los 23 años, con un buen promedio”.

    Carrera y maternidad

    “Una vez que concluí mis estudios de tercer nivel apliqué para acceder a una asistencia de investigación en la Universidad de Arizona, en Tucson, en los EE.UU. Ellos me pagaban un sueldo.

    Estudié Ingeniería Química y opté por una subespecialización en Ingeniería Ambiental, porque el proyecto en el que iba a trabajar era sobre la contaminación del aire en la actividad minera.

    Mientras cursaba estos estudios llegaron mis hijos: José David y luego Julián Andrés. Para asistir a clases nos organizábamos con el padre de mis hijos, quien también estudiaba. Era una rutina difícil. Además, un año antes de terminar mi PhD, mi hijo mayor requirió de unas terapias. Por esto, decidimos regresar a Ecuador.

    Me dediqué a mis hijos por completo y luego empecé a trabajar en la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps)”.

    Trayectoria

    “En la Epmaps trabajé en el programa para la descontaminación de los ríos de Quito. Aprendí mucho, era una investigación valiosa. Me encantó un montón este proyecto. Para entonces ya tenía tres hijos. Arianna nació en el 2013.

    En el 2014, me propusieron volver a la USFQ como docente y me apoyaron para terminar mi PhD. Obtuve mi título en el 2016.

    La experiencia en la Epmaps me motivó a trabajar en la descontaminación del agua. En el proceso hallé artículos sobre los resultados obtenidos con moringa en la remoción de metales en el agua, en otros países. Busqué este producto en Ecuador y empecé a trabajar junto con un tesista en esta investigación, usando las semillas de esta planta. Nos fue súper bien.

    En agosto del 2018 hicimos un estudio con muestras de tres ríos contaminados en Quito y descubrimos que la moringa permite reducir la contaminación a niveles menores a los que establece la normativa. Es decir, el agua queda apta para riego e incluso para ser sometida a la potabilización. Ahora necesitamos financiamiento para aplicar a una escala mayor”.

    Apoyo de la familia

    “Estoy divorciada hace dos años. Pero tengo el apoyo de mis padres. Mi jefa tiene también una gran calidad humana. Mi horario de trabajo es flexible. De lunes a miércoles comparto más tiempo con mis hijos, comemos juntos, los llevo a sus clases extracurriculares. Incluso hacemos actividades artísticas en común.

    Practicamos canto y teatro musical y preparamos obras en conjunto. Es una experiencia muy linda. Cuando ellos se duermen yo sigo trabajando en la casa.

    Los jueves y viernes mis hijos pasan con el papá y yo me dedico a trabajar más tiempo. Los fines de semana nos turnamos.

    Me siento bien, porque veo que mis hijos están felices, son colaboradores y tienen horarios establecidos para sus actividades. Ellos son mi prioridad”.

    Estudios

    Obtuvo
    un PhD en Ingeniería Química con subespecialización en Ingeniería Ambiental en la Universidad de Arizona, en Tucson, en los Estados Unidos.

    Sus estudios de tercer nivel, en Ingeniería Química, los realizó en la Universidad San Francisco de Quito. Su promedio fue 3.56/4. Fue becada.

    Fue estudiante de intercambio en el cuarto año de su carrera en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (UIUC), en los Estados Unidos.

    Andrea Landázuri, docente e investigadora de la USFQ, asume su rol profesional y familiar. Ella considera que la organización es la clave para disfrutar de todas sus facetas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Andrea Landázuri, docente e investigadora de la USFQ, asume su rol profesional y familiar. Ella considera que la organización es la clave para disfrutar de todas sus facetas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Michelle Arévalo: ‘La mujer exitosa tiene un efecto multiplicador en la sociedad’

    Diana Serrano

    Como una mujer arriesgada y que le gustan los retos. Así se define Michelle Arévalo-Carpenter. Su determinación y constancia la llevaron a consolidar uno de sus grandes proyectos: Impaqto, un laboratorio de emprendimiento y espacio de coworking.

    Esta mujer tuvo la oportunidad de cursar estudios en el exterior y ser parte de organismos internacionales como Global shaper, del Foro Económico Mundial.

    En el 2007, fundó Asylum Access, una iniciativa de derechos para los refugiados en los países en desarrollo, que ahora llega a más de 9 000 refugiados en Asia, África y América Latina.

    Como consultora, se ha enfocado en ampliar el impacto de las organizaciones de base, incluida una asociación de familias de niños desaparecidos en El Salvador y las comunidades en riesgo de desplazamiento inducido por el desarrollo en Tailandia, Camboya y la India. Este año, Arévalo-Carpenter asumirá el cargo de líder regional de Nexus, un organismo que reúne a comunidades de emprendimiento social.

    Alicientes

    “Hay dos factores que han influido para que esté en el lugar donde estoy ahora. Primero tuve la suerte de haber nacido en una familia que valora mucho la educación y que siempre tuvo altas expectativas, sin importar si éramos mujeres u hombres. Ahora también tengo un esposo que me apoya y cree en la equidad. Que cree que mis logros son los suyos.

    En segundo lugar, nunca tuve miedo de hacer cosas. A los 17 años, sin miedo, postulé a una beca a Canadá y les dije a mis papás cuando ya me la concedieron. Creo que esto me permitió luego tomar otras decisiones importantes en mi vida”.

    Emprendimiento social

    “Este tipo de emprendimiento está cobrando fuerza. Hay experiencias de éxito que han logrado el triple impacto: ser rentable, aportar para la sociedad y cuidar al medio ambiente.

    El ADN emprendedor tiene varias características. Entre ellas está la capacidad de poder hacer cualquier cosa por uno mismo. Otra es la capacidad de poder hacer varias tareas al mismo tiempo y finalmente la resiliencia.

    En mi empresa, hemos observado que las mujeres emprendedoras, sean jóvenes, mayores, madres, tienen estas tres características muy arraigadas. Sin saber nada de negocios, logran hacer cosas muy valiosas .

    También considero que es clave que su familia y su pareja apoyen a las mujeres. Las emprendedoras más exitosas tienen un círculo cercano que cree en ellas.

    Recuerdo que había un anuncio comercial en el que un hombre iniciaba un emprendimiento y la madre decía: mi hijo es empresario. Si era mujer, decía mi hija tiene un ‘proyectito’. Entonces cuando hay esa desvalorización no te sientes apoyado.

    Ahora existe un gran movimiento internacional de apoyo a las mujeres emprendedoras.
    El estudio ‘Why Women-Owned Startups Are a Better Bet’ de The Boston Consulting Group y MassChallenge, señala que las empresas creadas por mujeres generan el doble de ingresos que las de los hombres pese a recibir menos financiamiento.

    Entonces no es solo un tema de empoderamiento. Trabajar con mujeres es un buen negocio por sus características de líderes”.

    Retos

    “Las mujeres emprendedoras tienen los mismos retos que los hombres, pero con la adición de demostrar éxito.

    Cada mujer exitosa es un ejemplo porque tiene un efecto multiplicador para inspirar a otras.
    El trabajo no lo hacemos solo por una misma, sino por todas las que vienen atrás: nuestras hijas, nuestras sobrinas, por toda una generación de niñas que busca un ejemplo a seguir. Hay que abrirles puertas para que los retos sean de todos”.

    Equidad

    “En los próximos años, el sector productivo del país va a ser definido por mujeres.
    El mundo está en un despertar sobre el tema de equidad. Ya hemos pasado por varios años, en los cuales las mujeres han sido minoría. Entonces este es el momento de aportar de la misma manera. Siento que las estructuras sociales, políticas y otras se están dando cuenta del potencial que las mujeres tienen y que como país no podemos salir solo con el 50% del talento. Hay que invitar al otro 50% a participar”.

    Michelle Arévalo-carpenter La co fundadora y CEO de Impaqto habla del papel del emprendimiento social en el desarrollo de la mujer. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
    Michelle Arévalo-carpenter La co fundadora y CEO de Impaqto habla del papel del emprendimiento social en el desarrollo de la mujer. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
  • Mónica Villagómez: ‘Las cualidades de un líder no son cuestión de género’

    Diana Serrano

    Mónica Villagómez es una abogada quiteña, que se aventuró en el mercado bursátil y hoy se dedica al asesoramiento en gobierno corporativo y de empresas familiares.

    Estudió Jurisprudencia en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Inició su trayectoria profesional en el área legal de entidades financieras, antes de culminar sus estudios.

    Su trayectoria en el mundo bursátil la inició como agente de bolsa. En 1993 asumió el cargo de Vicepresidenta Jurídica de la Bolsa de Valores de Quito.

    Villagómez fue la primera Presidente Ejecutiva de una Bolsas de Valores en Iberoamérica y la primera en llegar con esa calidad a la Federación Iberoamericana de Bolsas, organismo en el cual se desempeñó como Presidente del Comité de Trabajo en dos oportunidades

    Villagómez también ha estado involucrada en el mundo gremial empresarial. Fue presidenta del Consejo de Cámaras y Asociaciones de la Producción. Hoy es presidenta de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa.

    Familia y estudios

    “Vengo de una familia de cuatro hermanas y un hermano. Mis padres siempre nos dieron un trato igualitario, nos impulsaron a seguir una carrera y salir adelante.

    El matrimonio no era el único objetivo de vida. Mi padre impulsaba mucho el desarrollo y empoderamiento de la mujer en posiciones ejecutivas. Crecí en ese ambiente; por eso, para mí no fue una lucha salir a trabajar.

    Me casé a los 23 años y, de mi matrimonio, tengo dos hijas. Cuando eran pequeñas combiné la profesión con la maternidad.

    También estudié ‘una larga carrera’. Tuve que aplazar mis estudios, por razones familiares, pero al final me gradué.

    Mi esposo, Mauricio Anderson, impulsó mis proyectos personales. Él siempre tuvo la convicción de que las mujeres deben estar incorporadas a la actividad laboral y esa misma idea la traspasamos a nuestras hijas”.

    La sociedad

    “Hay muchos problemas sociales que combatir para el empoderamiento de las mujeres. Vivimos en un mundo machista, en donde el hombre tiene el predominio.
    Pese a ello, las profesionales se van incorporando en asuntos empresariales, ya no solo sociales.

    Según la última encuesta de Deloitte, ya tenemos 13% de mujeres en cargos directivos.
    Creo que esos signos de que estamos viviendo la ‘revolución de los seres invisibles’. La mujer siempre trabajó, en cualquier ámbito, pero su trabajo no era reconocido ni valorado.”
    Vamos en buen camino. Hay que combatir temas de violencia de género”.

    Las capacidades
    “Hay desafíos importantes para las mujeres. Uno de ellos es comprender el valor personal. Saber que uno tiene potencial, cualidades y expectativas que se deben desarrollar para crecer.

    El verse como una mujer, que ha tenido la oportunidad de llegar a importantes posiciones empresariales o en cualquier cargo, creo que es un aporte importante en lo profesional y personal.

    Las cualidades de un líder no son cuestión de género. Mi punto de vista es partir de que somos personas con las mismas características y capacidades.”

    El sector bursátil

    “Siempre me atrajo ese mundo. Yo le dije a alguien que estaba en ese entorno: Yo quiero ser agente de bolsa y me respondió: ‘Bueno’.

    Uno debe romper ciertos esquemas y tiene que ir más allá de lo que los demás puedan pensar.
    Desde ahí comenzó mi recorrido, aunque fue un largo camino, en el cual encontré dificultades, que fueron superables.

    Cuando fui presidenta ejecutiva de la Bolsa de Valores de Quito logré llegar a ser la primera mujer presidenta de la Federación Iberoamericana de Bolsas.

    Hay un gran potencial en el sector. Las mujeres debemos romper ciertos paradigmas que tenemos respecto de nosotras y de la participación femenina en el mundo corporativo, a nivel de directorios y de estrategias.

    No solo se requiere de preparación. En el mercado bursátil hay mujeres igual o más preparadas que los hombres, pero no dan el gran salto. Es una autolimitación en la que se puede trabajar.

    La participación de la mujer en los directorios es importante, no solo para llenar un cupo; en países nórdicos deben alcanzar el 50%. Es un tema del aporte que las mujeres pueden hacer para la toma de decisiones. Las mujeres son empáticas, buscan consensos, somos más cuidadosas de los recursos y otras particularidades”.

    Mónica Villagómez aspira a que las futuras generaciones tengan una visión flexible y abierta al cambio. Apuesta por el liderazgo como una forma de cambiar el mundo y desarrollarse.
    Mónica Villagómez aspira a que las futuras generaciones tengan una visión flexible y abierta al cambio. Apuesta por el liderazgo como una forma de cambiar el mundo y desarrollarse.
  • ‘El ejecutivo milenial impulsa el equilibrio’

    Redacción Quito

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    ¿Cuánto pesa la formación profesional a la hora de dirigir una empresa?
    El conocimiento es poder y al ser canalizado con otras habilidades como liderazgo, dirección, innovación, negociación, trabajo en equipo, permitirá a un profesional ser competente en el cumplimiento de los objetivos y la generación de impactos que trascienden para los clientes, la sociedad y los empleados.

    ¿Cuáles son los conocimientos a los que debe aspirar un futuro empresario?
    Estamos en la cuarta revolución industrial, lo que presume cambios o mejora de la tecnología en el manejo de los negocios, nuevas formas de llegar a los clientes con soluciones enfocadas, opciones múltiples de comunicación entre los diferentes participantes de la sociedad, por lo que un empresario debe estar listo para atender estos retos.

    ¿A la formación gerencial, qué otras habilidades se deben sumar?
    Quiero enfocarme en dos: empatía, porque nos permite involucrar nuestro lado humano en los negocios, sin olvidar la importancia de la rentabilidad que persigue toda organización. La segunda es competencias transversales porque es fundamental relacionar los ejes fundamentales de una organización como: empleados, clientes, procesos, producto/servicio y accionistas.

    ¿Cuáles son las diferencias entre el estilo gerencial de hoy comparado con el de hace 10 o más años?
    Deloitte destaca el interés de medir la gestión empresarial no solo a través de los resultados financieros, sino también por la calidad de las relaciones con los empleados, clientes y sociedad. El estilo de las nuevas generaciones como los mileniales, fomenta estrategias en el manejo de recursos humanos dirigidas a mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, flexibilidad laboral y crecimiento permanente a corto plazo. Impulsan objetivos sociales como el fomento del empleo.

    ¿Qué tan capaz es el gerente ecuatoriano en comparación con los gerentes de otros países?
    Tenemos el mejor banano del mundo, el mejor cacao, café, las mejores flores y hemos sido reconocidos por nuestra buena gestión turística. Esto evidencia la capacidad de los gerentes y empresarios ecuatorianos.

    ¿Qué rol juegan las escuelas de negocios en la formación de ejecutivos con una visión global?
    El rol de las escuelas de negocio en promover formación continua y acorde con los cambios actuales, es fundamental

    Adriana Loaiza es experta en planeación y supervisión de auditorías en compañías de distintas ramas. Foto: cortesía
    Adriana Loaiza es experta en planeación y supervisión de auditorías en compañías de distintas ramas. Foto: cortesía
  • De empacadora pasó a gerente del sector textil

    Agencia EFE

    La colombiana Marleny Giraldo convirtió un pequeño taller de confecciones con tres operarias en una sólida empresa que, con el trabajo de sus 28 empleados, fabrica cada año 90 000 pijamas para sus clientes en al menos cinco países.

    Con “intuición” y un inagotable deseo de aprender, su creadora, que inició en el sector textil-confecciones a los 18 años como empacadora de calzoncillos, puso en marcha hace casi tres décadas su empresa en su casa en Medellín.

    “Yo no tenía capital, pero mi hermana vio mis capacidades como empresaria y compró las máquinas para empezar a confeccionarle camisetas y pijamas a empresas del sector”, cuenta Giraldo al reconstruir el nacimiento de Dulces Sueños, la marca que logró posicionar en boutiques y cadenas.

    Hasta Puerto Rico, Costa Rica, Panamá y Venezuela han llegado las prendas que elabora con su equipo de empleados después de años de errores y aciertos.

    La idea surgió al ver una valla publicitaria con la frase: “Actuar cree y crea empresas” que se cruzó en su camino y la llevó a iniciar un ciclo de capacitaciones en el momento más difícil de su emprendimiento.

    “Le debía a mi esposo y a los bancos. Iba a llegar la Navidad y no sabía cómo iba a pagarle a mis trabajadoras sus prestaciones sociales”, relató la empresaria que tiene más de 400 clientes.

    Con esta desazón, Giraldo buscó apoyo en Acción por Antioquia: Actuar, nombre con el que nació la corporación Interactuar, que cumple 35 años y tiene entre sus logros el acompañamiento a más de 300 000 empresarios. Esta entidad le entregó las herramientas para darle un giro a su fábrica y crear su marca.

    “Lo que me enseñaron en el aula lo aplicaba en la empresa”, dice la empresaria sobre las capacitaciones que recibió en Interactuar, entre otras entidades que la orientaron, para mantenerse actualizada en áreas como el mercadeo, control de calidad, sistema de producción y exportaciones.

    Luego de maquilar para clientes como Caribú, Almacenes Éxito y Offcorss por diez años, empezó su propio camino y eligió las pijamas para bebé como su producto estrella.
    “Quería sacar un producto diferente y que mis anteriores clientes no pensaran que cogí sus moldes o los copié. Quería que me vieran como una empresaria que había salido adelante por mis propios medios”.

    Esta idea la ha llevado a participar en 12 ediciones de Colombiamoda, considerada la feria más importante del país y que le ha servido como vitrina.

    “Mis pijamas iluminan en la oscuridad. Y saqué otras con aroma, algo que no existía en el mercado, para ese momento”, comentó sobre esa invención que le valió uno de los premios que ha ganado en su trayectoria en el sector textil.

    Además de ganarse una capacitación en Valencia (España), recibió la distinción de participar en un proyecto piloto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y un viaje a Canadá para asistir a una feria mundial de negocios.

    Marleney Giraldo fundó una empresa que confecciona pijamas. Ella cuenta su historia y su plan para superar retos.
    Marleney Giraldo fundó una empresa que confecciona pijamas. Ella cuenta su historia y su plan para superar retos.
  • Verónica Artola: ‘Generar espacios de debate es el primer paso a la equidad’

    Evelyn Tapia

    En abril pasado, Ecuador fue sede de la reunión de Presidentes de Bancos Centrales de América del Sur. En la foto oficial aparecen los representantes de los entes de 10 países. Verónica Artola Jarrín es la única mujer de la imagen.

    Artola, de 37 años, es madre de dos niños, uno de un año y 10 meses y una de un mes y medio de nacida. Está al frente del Banco Central del Ecuador desde hace un año y seis meses.

    Desde la sala su casa y mientras su bebé duerme, Artola cuenta que recibir la propuesta para dirigir el Central fue un sueño cumplido. Su primer trabajo fue en el BCE y a lo largo de 15 años, ocupó cargos en distintos períodos. “Es una institución a la que siempre le tuve mucho cariño”.

    Ser la gerenta ha sido complejo por la coyuntura económica, reconoce Artola. Sin embargo, generar espacios de debate sobre la equidad de género y su impacto en la economía ha sido una prioridad en su agenda. Por eso, la publicación Amazon Watch la incluyó este año en el top de 100 mujeres a las que observar por su impacto en economías emergentes.

    La maternidad
    “Me levanto a las 04:30 para dar de comer a la bebé, a las 07:00 se levanta mi otro hijo y desayuno con él. En la noche me levanto unas tres veces por la bebé que todavía no regula su sueño. Compartir la maternidad y dirigir el Banco ha sido un reto, es doble trabajo. Cuando asumí el cargo mi hijo era pequeñito y muchas voces en mi círculo cercano me decían ‘no aceptes’, ‘con un cargo así no vas a poder’. Pero con el apoyo de mi familia y de mi esposo he podido hacerlo. Estos son pilares básicos, además, ser organizada y tener la comprensión de un jefe. En mi caso, el presidente Moreno ha tenido la comprensión necesaria y me ha apoyado”.

    Equidad de género

    “En mi tesis de pregrado abordé el tema de cómo la inequidad de género podría afectar el crecimiento económico. Desde hace años hay evidencia de que si hay mayor equidad de género, en el Ecuador podríamos crecer entre un 3% y 4% más. En nuestro país ya hay una política de que el 50% de las candidatas sean mujeres y otras políticas, pero no creo que sean necesarias las cuotas de género. Pienso que lo primero que se tiene que hacer es generar una conciencia social sobre la equidad de género, para que las mujeres nos sintamos más empoderadas. Muchas veces no nos gusta asumir retos por miedo a cómo vamos a combinar los temas de familia y trabajo. Yo he ofrecido puestos jerárquicos a mujeres muy valiosas, capaces, pero me han dicho que no, por temor a no poder con el reto”.

    Acciones desde el BCE
    “El año pasado hicimos un primer Seminario Internacional de Banca Central y un día lo destinamos a hablar sobre género y economía. Este año hicimos unas jornadas específicamente de género y economía. Es un tema que tiene impacto, pero hay voces que critican que el BCE se meta en esto. No mencionaré en qué ciudad en la que replicamos las jornadas sucedió, pero alguien nos dijo: ‘es un tema de mujeres, no voy a mandar a mis estudiantes a eso’. Son cosas que no piensas que pueden seguir ocurriendo en este siglo.
    Otro paso importante es el crédito para mujeres víctimas de violencia que se implementó este año. Conversando con Rossana Alavarado, cuando era ministra de Justicia, le pregunté cómo desde el Banco Central podíamos apoyar a las mujeres víctimas de violencia, así surgió la iniciativa. Empezamos con un fondo de USD 10 millones, y hace mes y medio entregamos ocho créditos. No ha sido sencillo, muchas mujeres que necesitan los recursos se niegan a reconocer que son víctimas de violencia y a denunciar. Hemos tenido el apoyo de ONU Mujeres, que nos ha ayudado con listados”.

    En el sector público
    “Cuando comencé a trabajar en el Banco era la única mujer en un cargo alto, ahora en el equipo hay más equidad. Las subgerentes son mujeres y tengo a varias subdirectoras. Todavía hay cosas por cambiar, por ejemplo, que el BCE es una entidad con muchos funcionarios de carrera, hombres de edad mayor a la mía que todavía me dicen ‘mijita’. Otro tema son los horarios. En las multinacionales son flexibles con los horarios y los permisos para las madres, pero como en el sector público está la idea de que quien trabaja más horas es el mejor, es complejo.

    Creen que solo si te quedas hasta tarde estás comprometido, es un chip que hay que ir cambiando. En el BCE hemos dado algunos pasos, pusimos una sala de lactancia para que los compañeros sean conscientes de que las mujeres necesitan esos espacios”.

    La Gerenta del Banco Central cree que la igualdad de género es una herramienta poderosa para generar desarrollo económico. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
    La Gerenta del Banco Central cree que la igualdad de género es una herramienta poderosa para generar desarrollo económico. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
  • El reto de dirigir equipos desde cargos medios

    Evelyn Tapia

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    El mando medio es un cargo complejo y estratégico. Quienes lo ocupan están en la mitad de la pirámide, y tienen el reto de estar en sintonía, recibir la retroalimentación del área operativa y a la vez, experimentan la presión de responder directamente a la alta dirección, explica Grecia Logroño, consultora de recursos humanos de Sosa Corp.

    En la región, el número de mujeres que ocupan estos puestos está creciendo, pero es menor a los promedios globales, según el estudio ‘La mujer en la gestión empresarial: Cobrando impulso en América Latina y el Caribe’, presentado en el 2017 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

    El documento señala que un 14% de 63 empresas encuestadas en América Latina y el Caribe dijo tener entre 41 y 50% de mujeres en mandos medios. A escala global, la cifra es de 15%.

    En Ecuador, el estudio de la OIT señala que del total de cargos directivos de nivel medio y superior, más del 40% correspondía a mujeres en el 2011; mientras que en el 2015 el porcentaje cayó al 29%.

    Xavier Verdesoto, CEO de Nexos Talent, explica que se trata de un cargo que independientemente del género, demanda principalmente habilidades blandas como liderazgo, trabajo en equipo, empatía, organización, entre otros.

    “Es un reto para las mujeres que tienen que dirigir equipos con más hombres. A veces, buscan liderar siendo más estrictas, pero lo ideal es desarrollar madurez ejecutiva y empatía”, dice.

    Logroño añade que por ello, es clave que en las empresas se formen equipos en los que exista un balance entre hombres y mujeres, debido a que cada uno tiene fortalezas que aportar.

    Verdesoto indica que las empresas de servicios, comerciales y financieras son en las que más ha crecido el número de mujeres que ocupan cargos medios.

    Logroño destaca que en rubros que tradicionalmente tenían en mandos medios a hombres, la mujer está ganando más espacio porque los paradigmas han cambiado. “Hay cada vez más mujeres que desarrollan actividades en el campo tecnológico, en temas vinculados al petróleo, ingenierías y otras “.

    Son puestos en los que se ejerce como un nexo entre el personal operativo y la alta dirección. Se requieren habilidades de liderazgo y empatía. Foto: Pixabay
    Son puestos en los que se ejerce como un nexo entre el personal operativo y la alta dirección. Se requieren habilidades de liderazgo y empatía. Foto: Pixabay
  • Emprendimiento, mujer y empresa

    Redacción Líderes

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    El Semanario LÍDERES cumple 21 años y para conmemorar esta fecha presenta a sus lectores un nuevo especial periodístico. En esta oportunidad, el eje central de esta publicación tiene que ver con el rol que cumplen las mujeres en las empresas, un tema que cada vez tiene mayor alcance y que genera debate e interés en diferentes ámbitos de la sociedad.

    Es evidente que las mujeres han ganado espacio en los organigramas empresariales. También es indiscutible que el aporte femenino crece con el tiempo y esto se nota en diferentes niveles de pequeñas, medianas y grandes empresas, así como en multinacionales que operan en el Ecuador y confían en la intuición de ellas.

    LÍDERES conoce muy de cerca el trabajo que cumplen mujeres, madres, hijas, esposas. Las historias que ha publicado este Semanario -en más de dos décadas- reflejan su aporte y actitud para asumir desafíos, más cuando aún existe discriminación en los diferentes estratos de la sociedad ecuatoriana y del mundo.

    En las páginas de esta publicación de Grupo EL COMERCIO se encuentran permanentemente historias de microempresarias, ejecutivas, emprendedoras y soñadoras que trabajan por un ideal y que transitan por el mundo de los negocios y las empresas con la certeza de que su empatía y su capacidad las llevarán, con sus equipos de trabajo, a mejores lugares.

    Hoy es cada vez más frecuente encontrar foros donde se habla del liderazgo femenino, así como de las destrezas de las mujeres en los negocios. Hay avances importantes en el país, pero también surgen nuevos retos por enfrentar. Entre los desafíos están incrementar el número de mujeres en altos cargos, equilibrar el tema salarial, generar políticas públicas acordes a los tiempos actuales, entre otros.

    En este nuevo aniversario, LÍDERES con el respaldo de Deloitte, presenta una edición especial a sus lectores y ratifica su compromiso con el emprendimiento, con las mujeres y con el Ecuador.

    Entrevistas:

    Elzbieta Czetwertynska: La clave para crecer es la preparación

    María Fernanda León: ‘Lo relevante está en los resultados’

    María José Pinto: ‘Las jóvenes también son productivas’

    Isabel Noboa: ‘Promover mujeres es un proceso’

    María Cecilia Holguín: ‘Con las tic la clave es organizarse’

    Elzbieta Czetwertynska, María Fernanda León, María José Pinto, Isabel Noboa, María Cecilia Holguín. Fotos: LÍDERES
    Elzbieta Czetwertynska, María Fernanda León, María José Pinto, Isabel Noboa, María Cecilia Holguín. Fotos: LÍDERES
  • Elzbieta Czetwertynska: La clave para crecer es la preparación

    Redacción Líderes

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    Entrevista a Elzbieta Czetwertynska, gerente General de Citibank Ecuador.

    ¿Cómo ha sido su experiencia de crecimiento hasta alcanzar la gerencia general?

    No todos los cargos han sido de escalar, algunos han sido inversiones en mi carrera. Cuando me fui de Ecuador a República Dominicana fue un salto importante, porque llegué a tener responsabilidad sobre un 50% de los ingresos de la franquicia allá, pero luego tomé la decisión de irme a trabajar en auditoría de crédito, cubriendo Latinoamérica. A pesar de que siempre me ha gustado el trato con los clientes, decidí hacer una inversión en mi carrera de trabajar en auditoría y eso me permitió ir a Polonia, donde necesitaban alguien con experiencia en crédito.

    Los altos cargos todavía son espacios más ocupados por hombres en las empresas. ¿A qué se debe esto?

    Hay muchas mujeres que toman la decisión de no perseguir una carrera tan demandante para tener más tiempo en su vida personal y eso es muy respetable. Otro tema es que a veces las mujeres somos menos arriesgadas. En el caso del hombre, por ejemplo, si se siente un 60% preparado para un cargo sénior dice: ‘soy candidato’. En cambio, la mujer quiere estar un 90% preparada para presentarse. Las compañías están haciendo más esfuerzos para promover y ayudar a que las mujeres tengan cargos altos, facilitándoles temas de balance de vida personal con profesional.

    ¿Es necesario instaurar cuotas de género para acortar la brecha?

    Uno no debe llegar a una posición porque tenían que llenar un número estadístico en la empresa, sino porque uno es la persona mejor preparada para ese puesto, independientemente de si es hombre o mujer. El hecho de poner a alguien por una cuota me parece malo para las empresas, para el mundo de los negocios y para la misma mujer. El camino es que las mujeres estén preparadas, que tengan el apoyo y la conciencia de lo que se debe hacer para llegar a cargos altos.

    ¿Qué retos enfrentan las mujeres profesionales que quieren ascender?

    Tienen que preparase. Si uno tiene una visión de adónde quiere llegar en unos años, debe trabajar y prepararse para ello. Es clave que el trabajo, independientemente de la posición donde se está sea bien hecho y de calidad. Definitivamente, el tema de ser mamás y compaginar eso en vida laboral requiere esfuerzos, decisión y disciplina. Hay quizás que dejar ciertas ­cosas a un lado, pero sí, es posible crecer.

    ¿Existe todavía ese ‘techo de cristal’ que impide a la mujer llegar adónde quiere?

    Depende de la empresa. En nuestro caso, si uno quiere llegar a un cargo alto y ser mamá está bien. No hay un techo de cristal. Depende del esfuerzo de la mujer.

    ¿Ha cambiado el entorno laboral para las mujeres que buscan crecimiento?

    Hay muchas más compañas conscientes de la importancia de tener mujeres en altos cargos y hay más facilidades para que puedan tener este balance de vida profesional y personal. Hay programas de ‘flextime’, herramientas para trabajar remotamente.

    Elzbieta Czetwertynska, gerente General de Citibank Ecuador. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
    Elzbieta Czetwertynska, gerente General de Citibank Ecuador. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO