Etiqueta: mujer

  • La mujer CEO aún es minoría en el Ecuador

    Redacción Líderes

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    En las empresas que operan en Ecuador se encuentran mujeres que ocupan cargos cada vez más altos. Allí están CEO, vicepresidentas y gerentas generales, principalmente.

    Sin embargo, el peso femenino en altos puestos directivos aún es bajo. El estudio ‘Mujeres ejecutivas 2018, una radiografía de las mujeres ecuatorianas’, publicado en marzo pasado por Deloitte, indica que un 13% de mujeres ocupan la posición de presidente en una compañía. Si bien es una cifra baja, al compararla con el resultado del 2017 (5%) muestra una mejora significativa, según el estudio.

    El informe también dice que el porcentaje de mujeres en la vicepresidencia de una empresa se duplicó, mientras que en el cargo de gerente general, las cifras se mantienen en un 18%.

    El porcentaje de mujeres accionistas disminuyó a un 26% (frente al 29% del año anterior). Este indicador es el único que desciende según el estudio.

    Al hablar en detalle, en Ecuador se encuentran altos cargos ocupados por mujeres en sectores tan diversos como la banca, la manufactura de plásticos, el mundo de las ‘fintech’, el negocio de la aviación, empresas de productos de consumo masivo, industria automotriz, empresas del sector petrolero, etc.

    La actual gerenta General de Yanbal, Guadalupe Durán, señala un dato que deja ver lo difícil que es para las mujeres acceder a puestos estelares. Ella recuerda que en Ecuador nueve de cada 10 empresas son familiares. “Entonces la oportunidad para que una mujer que no es de la familia tenga un cargo gerencial es bastante limitado”.

    Esta ejecutiva con experiencia en firmas como Telefónica y Microsoft, dentro y fuera del país, menciona que entre el mundo corporativo local y el internacional hay diferencias que pesan a la hora de buscar mujeres CEO. En las empresas nacionales hay paradigmas enfocados más hacia el networking de hombres, con la cena nocturna o el coctel, por ejemplo. Estos espacios, dice Durán, sirven para ganar confianza y no se prestan mucho para mujeres que son madres y prefieren ir a la casa a ver a sus hijos. “En cambio, en el mundo corporativo de una multinacional hay mucha más equidad”.

    Un 13% de mujeres ocupa la posición de presidente en una compañía. Al comparar con el resultado del 2017 (5%) muestra una mejora. Foto: Pixabay
    Un 13% de mujeres ocupa la posición de presidente en una compañía. Al comparar con el resultado del 2017 (5%) muestra una mejora. Foto: Pixabay
  • Carteras inspiradas en la fortaleza de cada mujer

    Redacción Quito

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    La pasión por el arte, la espiritualidad y la moda, desarrollaron en Margarita Cantú el deseo por crear una marca empresarial propia.

    Mtga Accesorios inició en el 2012. En ese, año la emprendedora decidió explotar el gusto por la pintura y el diseño, elaborando su primera muestra de carteras.

    En esa misma época, Margarita abrió su local dentro del Hotel JW Marriot. Allí exhibe, hasta el momento, sus productos, que también incluyen accesorios .

    Cantú dice que los bolsos están inspirados en mandalas, figuras de poder y geometrías sagradas. “Estos diseños representan el equilibrio, la seguridad, el amor, la abundancia y la protección”.

    Las piezas con los que se fabrican las carteras son limitadas.

    “No pretendemos uniformar a la mujer con un solo estilo o modelo de cartera, es por eso que siempre estamos innovando”.

    La marca prefiere mantener la ‘exclusividad’ de sus productos y elaborar diseños personalizados.

    El emprendimiento vende carteras de cóctel y cruzadas, maletas, estuches para aparatos tecnológicos, billeteras, bolsos de viaje, cinturones y alpargatas. Asimismo, se ofrecen accesorios como collares, pulseras y aretes; además, cuenta con una línea de indumentaria femenina.

    Los productos se elaboran manualmente, con la colaboración de artesanos de Saraguro.

    Los precios de los artículos oscilan entre USD 5 (pulsera) y 149 (maleta de cuero).

    La materia prima con la que se fabrican los productos textiles de Cantú provienen de Cuenca y Ambato; ciertos materiales de Colombia. Los insumos varían entre cuero, cuerina, tela y combinaciones de tejidos.

    Mtga tiene previsto lanzar en los próximos meses una línea de artículos para hombres.

    Los productos de la marca se han distribuido en diferentes Galerías y cadenas del país.

    De la misma manera participa, continuamente, en ferias de diseño y emprendimiento organizadas a escala nacional, especialmente, en la capital.

    Las ventas de este negocio se gestionan, principalmente, en su local. Sin embargo también comercializa a través de Faceboook, Instagram y de su página web.

    Mtga busca expandirse el año que viene con mayores ventas internacionales y con la apertura de un nuevo local en el país.

    El emprendimiento trabaja con cuatro artesanos expertos en curtiembre y tres personas encargadas de las ventas, diseño y administración de la marca.

    La inversión inicial, entre material, mano de obra, fabricación, y posicionamiento del local, fue de USD 20 000. Los ingresos del negocio promedian USD 5 000. En días festivos esta cifra sube 50%.

    La microempresa mantiene un crecimiento anual, desde el 2012, del 70%. Cada 12 meses los ingresos promedio son de USD 55 000.

    Adriana Flores adquirió un collar, un par de zapatos y una cartera de la marca. Asegura que sus diseños son personalizados y están relacionados con la espiritualidad de la mujer.

    Rosalía Perez es una cliente que adquirió accesorios por medio de la página web. “Son accesorios con diseños únicos en la mujer”.

    Los diseños y los colores llaman la atención en el negocio de Margarita Cantú. El local está en las instalaciones del Hotel JW Marriot en Quito. Foto: LÍDERES
    Los diseños y los colores llaman la atención en el negocio de Margarita Cantú. El local está en las instalaciones del Hotel JW Marriot en Quito. Foto: LÍDERES
  • Brilló en la banca y hoy crece como una ‘coach’

    Carolina Enriquez

    Mes y medio atrás, en la ciudad india de Nueva Delhi, una ecuatoriana recibió el reconocimiento de mujer icónica creando un mundo mejor para todos durante el Foro Económico de Mujeres (WEF) por parte de este último y All ladies league.

    Desde muy pequeña, la quiteña Catalina Cajías supo que su vida debía estar marcada por la causalidad, es decir por hacer que las cosas pasen. Eso, sin embargo, no impidió que tuviera que vivir momentos dolorosos y diferentes a los de otros niños y jóvenes.

    A los siete años ella y sus dos hermanas se quedaron solo con su madre. Luego tuvo que apoyarla en su trabajo de venta de quesos, al por mayor y menor. Salía de la escuela y, en muchas ocasiones sin su progenitora, debía cargar el producto, entregar, cobrar y manejar fuertes sumas de dinero.

    Eso fue clave durante su larga trayectoria en el sistema financiero nacional e internacional.
    Gracias a su carácter decidido y al dinero que se ganaba con las ventas pudo estudiar la secundaria en un colegio privado. Lo primero que pensó al salir fue que quería trabajar; tras su graduación ingresó a Filancard, de la extinta entidad financiera Filanbanco.

    Sin embargo, su sueño siempre fue laborar en Diners. Se dio modos para ingresar a la oficina de la jefa de recursos humanos, entregó su carpeta y le expuso su deseo de ser parte de la institución financiera. Al poco tiempo le llamaron y se quedó en esa firma por cinco años.

    Durante esa época llegaron a su vida éxitos financieros y personales. Se casó, tuvo a su hija y gracias al desempeño de esta empresa compró su primer auto, un Fiat 1, con los 24 millones de sucres que recibió de sus utilidades.

    Catalina se describe como una mujer a quien le gusta potenciar la mayor cantidad de habilidades que tiene, por lo que a los 24 años dejó su trabajo en relación de dependencia, emprendió y se convirtió en importadora de ropa de Colombia. Pero, por problemas médicos, durante un segundo embarazo, no pudo seguir adelante.

    Su destino era el sistema financiero y el comercio. En esas áreas pasó, en altos cargos, por empresas como Indurama, una filial del Banco Solidario y, para 2008, Banco Pichincha.
    En esta última entidad desarrolló proyectos vinculados a marketing, recursos humanos, liderazgo, ‘cash management’, optimización de espacios físicos, etc. También ocupó posiciones como jefe de producto automotriz o administradora de productos y servicios.

    Luis Alberto Miño, ex colega de Catalina en la entidad, destaca que con ella se puede compartir criterios y experiencias para concretar negocios y proyectos. “Sabe manejar equipos de trabajo y relaciones con clientes de manera efectiva. La calidad humana de ella es notable”, comenta.

    Además, por su personalidad, esas habilidades las desarrolló gracias a sus estudios de diplomado en el Instituto Tecnológico de Monterrey en coaching para negocios y gerencia estratégica de ventas. Con ello, a la par que trabajaba en banca dictó talleres de desarrollo personal, trainning…

    Su formación se amplió gracias a un programa de liderazgo para mujeres organizado por el Incae Business School y un diplomado de dirección estratégica de capital humano y gestión del talento en la Universidad de Buenos Aires.

    Con todo esto supo que debía cristalizar el proyecto de sus sueños: su propia marca en materia de coaching, a la que denominó Atributos. La empresa tiene como objetivos, entre otros, el empoderamiento de la mujer, el crecimiento integral y la igualdad de género.
    A pesar que esta iniciativa crecía a poco, Catalina tenía que subir su último escalón en la banca. En 2017 le contactó el State Trust Bank, una entidad de inversión y manejo de patrimonio en EE.UU.

    Dejó la banca nacional y pasó a dicha institución como gerente de negocios en Ecuador. Allí creó y planificó estrategias para promoción y mercadeo de portafolios de inversión en mercado de capitales, administración para clientes de patrimonio alto, etc.

    Estuvo casi un año y medio. Debido a que la empresa no le permitía desarrollar dos actividades, renunció y optó por el coaching.

    En medio de todo esto postuló, en la convocatoria hecha por She Is, para participar en el WEF de la India. Se la escogió entre un grupo reducido de CEOS y líderes de América Latina. “A Catalina se la premió por su trayectoria. Es una persona competente, profesional. Compartió ante 1 000 personas el trabajo que ha hecho”, indicó la colombiana Nadia Sánchez, presidenta de la fundación.

    El viaje a la India también permitió que la ecuatoriana alcance la representación del WEF en el país, del que es parte de la mesa directiva latinoamericana.

    Catalina Cajías en el Hotel Dann Carlton de Quito. Una imagen durante  el WEF en la India y un recorrido con elefantas en ese país. Una de las pasiones de esta empresaria es bailar tango. Fotos: Diego Pallero y archivo particular / LÍDERES
    Catalina Cajías en el Hotel Dann Carlton de Quito. Una imagen durante el WEF en la India y un recorrido con elefantas en ese país. Una de las pasiones de esta empresaria es bailar tango. Fotos: Diego Pallero y archivo particular / LÍDERES
  • Herman Marin usa tecnología para educar y emplear a la mujer latina

    Carolina Enriquez

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Este ingeniero en sistemas de Portoviejo es uno de los creadores de Laboratoria, iniciativa a través de la cual unas 800 latinoamericanas se han formado como desarrolladoras.

    Educar a las mujeres en todos los niveles permite que tengan independencia y se conviertan en un agente de cambio para el mundo. Esta máxima de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para las Mujeres se hace realidad cada día en América Latina gracias al trabajo que realiza el portovejense Herman Marin.

    Sus estudios de ingeniería en sistemas, en la Universidad Católica de Quito (PUCE), fueron una de las herramientas que le permitieron hacer realidad Laboratoria, el emprendimiento social que vio la luz en el 2014 junto con tres socios.

    Cuando Marin salió del colegio le gustaban mucho las computadoras, pero también los negocios. En sus años universitarios creó Ciudad Concreto, un ‘market place’ para conectar empresas que vendían materiales de construcción con gente que desarrollaba obras. La crisis económica de inicios de siglo, entre otras cosas, no permitió que la iniciativa creciera.

    Eso no desanimó a Herman, quien tras graduarse viajó a Carolina del Norte, donde sus padres habían emigrado, para trabajar como ‘freelance’ en temas tecnológicos. Con el paso del tiempo la vida le permitió aplicar estos conocimientos a temáticas sociales.

    Eso lo plasmó tras viajar a Washington y vincularse a un sindicato de trabajadores de los sectores de comercio y alimentos (United Food and Comercial Workers). Allí, estuvo a cargo de dirigir la campaña, en línea, para la creación de una organización laboral en la mayor procesadora de carne de cerdo de todo el mundo.

    Esa experiencia le permitió involucrarse, a futuro, con otras causas sociales. En One Campaign, como Gerente de desarrollo web, trabajó para sus campañas de lucha contra la pobreza extrema y las enfermedades prevenibles, particularmente en África. Casi tres años después se convirtió en desarrollador web principal en Human Rights Campaing, entidad que impulsa la inclusión de las personas de la comunidad Glbti.

    Las exigencias de su trabajo no fueron una barrera para que continuara su formación. Entre 2010 y 2011 Herman realizó una maestría en comunicación y relaciones públicas de la Universidad Autónoma de Barcelona (España).

    Su amiga Paula Suárez lo describe como versátil y una persona ¡wow!, utilizando una interjección. Sus cualidades le llevaron a realizar consultorías y proyectos on line en la Universidad de Nueva York y con diferentes artistas como Val Kilmer (protagonista de ‘Batman Forever’ y ‘Top Gun’).

    Esa época marcó su vida ya que conoció a su esposa y socia, Mariana Costa, quien fue un puntal para el desarrollo de Laboratoria. “Decidimos regresar a Latinoamérica, a Perú, a probar suerte como emprendedores sociales. Pero no estábamos seguros qué era en específico”, dice Herman.

    En Lima comenzaron a generar proyectos digitales como desarrollo de ‘apps’, websites corporativos en diferentes rubros, etc. En esa época, los socios querían ampliar su equipo y vieron que existían pocas mujeres desarrolladoras. En ese momento apareció la idea de crear un espacio educativo que permitiera formar técnicas en aspectos tecnológicos, incorporar a los Ninis (ni estudian ni laboran que suman 37 millones en Latinoamérica) y generar una fuerza de trabajo que cubra las necesidades que, actualmente, existen en las empresas.

    Arrancaron con 15 estudiantes, en dos distritos de Lima, y luego de seis meses de formación lograron emplear al 40% de ellas. Al momento, a través del proyecto se ha educado a 800 mujeres en cinco sedes ubicadas en México (Ciudad de México y Guadalajara), Perú, Chile y Brasil; próximamente, aspiran ofrecer su servicio en Colombia y Ecuador.

    Roberto Andrade, miembro del directorio de Laboratoria.la, dice que Herman es “un emprendedor que está resolviendo uno de los problemas importantes de nuestra generación usando tecnología. Es músico y su perfil artístico y un alto sentido de la estética le permiten generar soluciones eficientes”.

    Junto a otros cuatro músicos (un ecuatoriano y tres estadounidenses) nació en el 2012 la banda, de género indie, Legs. Su sencillo So Obvious fue parte de la banda sonora de la película ‘Obvious Child’. Su música se encuentra en Spotify y han tocado en diferentes lugares, incluso Ecuador.

    Datos
    Familia. Tiene una hija de dos años. Le gusta dedicar tiempo a su familia y también viajar. Trata de fortalecer sus relaciones con amigos que se encuentran en otras partes del mundo.
    Música. Top of the world, High time, Jungle, East river dance son algunas de las canciones de Legs. Los videos también están en Youtube.

    Herman Marin cree en el talento de la mujer como una pieza para armar productos tecnológicos. Foto: Cortesía
    Herman Marin cree en el talento de la mujer como una pieza para armar productos tecnológicos. Foto: Cortesía
  • El análisis financiero abre las puertas a esta mujer

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

    Cuando Daniela Espinosa era niña tenía un juego particular. Miraba las placas de los vehículos en las calles de Quito y realizaba toda clase de operaciones matemáticas con esas cifras.

    Ese pasatiempo ‘evolucionó’. Espinosa empezó a tomarle un gusto especial a los números y el ‘hobbie’ se convirtió en una de las principales fortalezas de esta mujer que ha trabajado en sectores como la banca, así como en grupos empresariales familiares y desde hace unos tres años en el mundo de las ‘fintech’.

    Los números y el análisis financiero se convirtieron en una ‘skill’ que han hecho de ella una profesional muy valorada en las organizaciones por las que ha pasado.

    La carrera profesional de Espinosa arrancó en el 2000 cuando ingresó a Citi, como pasante. Allí ascendió hasta terminar como vicepresidenta de riesgos, en el 2012. “Fue una escuela increíble”, dice esta mujer que cada martes en la noche se reúne con un grupo de amigas para jugar voleibol internacional en Cumbayá y que practica tenis los fines de semana.

    En ese banco aprendió sobre manejo financiero, macroeconomía, administración de riesgos y más. “Fue un tiempo de muchas enseñanzas. Era un trabajo estable, aunque al principio no pensé que iba a pasar tantos años allí”.

    Andrés Herrera es banquero y conoce a Espinosa desde que trabajaron juntos en Citi. “Desde el principio me pareció una mujer muy gentil e inteligente. Algo que me llamó mucho la atención en aquella época fue su capacidad analítica y resolutiva”.

    Herrera añade que esta quiteña tenía una gran facilidad para comprender estados financieros y la situación de una empresa al solo ver un par de cifras claves.

    Su excompañero en la banca comenta que la carrera de Espinosa ha tenido un ascenso vertiginoso logrando desempeñar posiciones de liderazgo en corporaciones importantes a escala nacional. “Hoy en día se muestra como una mujer decidida, liderando equipos de trabajo altamente efectivos”.

    Ese crecimiento profesional en Citi permitió que Espinosa tuviera la oportunidad de continuar con su carrera en el exterior. No obstante, el destino ya había escrito su siguiente reto: el Consorcio Nobis, en Guayaquil, en donde trabajó muy de cerca con Isabel Noboa, una de las empresarias más respetadas del país.

    Era septiembre del 2012 cuando se mudó al Puerto Principal para ocupar la gerencia de Planificación de este grupo empresarial. “Fue un cambio en mi vida profesional porque pasé de una multinacional a una empresa familiar”.

    Espinosa mostró profesionalismo y constantes ganas de aprender. Las ventas, compras y fusiones empresariales fueron parte de las tarea que tuvo en su día a día. Luego de pensar por unos minutos en esa experiencia confiesa que sintió que tenía mucha responsabilidad. Llegó a ser gerente Financiera Corporativa de uno de los grupos empresariales más grandes del Ecuador.

    Isabel Noboa, presidenta Ejecutiva del Consorcio Nobis, guarda buenos recuerdos de Espinosa. “El trabajo de Danielita fue un gran aporte. Destaco su profesionalismo, su lealtad y sus principios. Nos ayudó a estructurar Nobis en un ejercicio en conjunto con mis hijos, ejecutivos y directores”.

    Noboa añade que el trabajo de Espinosa permitió al grupo empresarial crecer aceleradamente. “Siempre sentí en ella un apoyo incondicional”, escribió en un correo electrónico.

    Tras su paso por Nobis y con los conocimientos acumulados en 15 años de carrera, la mujer que hoy es parte del Directorio de varias empresas decidió emprender y fundó Valorem, una compañía de asesoría financiera. Casi al mismo tiempo asumió el reto que la llevó al mundo de las ‘fintech’. Junto con Aron Schwarzkopf y Sebastián Castro, fundó lo que hoy es Kushki, una pasarela de pagos tecnológica que permite pagar vía mail, páginas web, en una aplicación móvil, en Facebook o utilizando SMS.

    Esta mujer -que en medio de su agenda se da tiempo para ser parte de un club de libro y que se escapa a la playa para bucear y surfear- se siente a gusto en esta nueva etapa de su carrera. “Aprendí lo duro que es emprender”, dice desde su oficina en el norte de Quito, en la que se destacan grandes ventanas, muebles blancos y una mesa de pimpón que sirve para la distracción, pero cada vez más para reuniones de trabajo vía Skype.

    Al mirar hacia el pasado, a sus 40 años asegura que ha aprendido de cada cargo que ha desempeñado, tanto en multinacionales como empresas familiares. Además cree firmemente que la condición básica de un emprendimiento es la diversidad de género, de conocimientos y de edad.

    Una ‘fintech’ que crece en la región

    Kushki es una ‘start up’ que despunta en el segmento de las ‘fintech’. Esta compañía es una pasarela de pagos, en la que a través de tecnología permite hacer pagos vía mail, páginas web, en una aplicación móvil, en Facebook o utilizando SMS.

    La empresa empezó sus operaciones en Ecuador en el 2016. “La visión es ser la mejor opción de tecnología financiera para el mercado latinoamericano”, dice Daniela Espinosa, quien siempre se toma su tiempo para responder con las palabras precisas.

    Hoy Kushki tiene operaciones en Ecuador, Colombia y EE.UU. En los dos primeros suma cerca de 140 clientes, mientras que en EE.UU. se cuentan por miles.

    Para este año la meta es expandirse por la región y prestar sus servicios en México, Perú y Chile

    La ‘start up’ tiene 15 empleados en Ecuador, cinco en Colombia, cinco en India y tres en Estados Unidos. Los programadores son claves porque desarrollan la mejor tecnología financiera, pero también se busca a gente con experiencia en comercio electrónico y en banca.

    La jornada de trabajo de esta ejecutiva y emprendedora arranca temprano en la mañana con una rutina de ejercicios en el gimnasio. Luego se dirige a la oficina de Kushki o a reuniones con clientes. Mensajes vía whatsapp, reuniones presenciales o virtuales y revisión de proyectos y cifras marcan el minuto a minuto.

    La meta del equipo es convertir a Kushki en la mejor pasarela de pagos de la región y para conseguirlo el trabajo se cumple de manera metódica. “Es hora de que Ecuador empiece a exportar valor agregado”.

    Daniela Espinosa se califica como una mujer muy apegada a su familia. El deporte con amigas y los viajes dentro y fuera del país le traen balance a su vida. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES  y archivo particular
    Daniela Espinosa se califica como una mujer muy apegada a su familia. El deporte con amigas y los viajes dentro y fuera del país le traen balance a su vida. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES y archivo particular
  • Una líder que brilla en la dura industria cementera

    Carolina Enriquez

    Carolina enríquez (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Tatiana Viracucha es una líder en un universo de hombres. La frase no es un cliché: esta ingeniera y tecnóloga ha llegado a ser la única mujer en centros de estudio o trabajo, en los que ha alcanzado posiciones directivas.

    Desde que era niña experimentó este mundo masculino, cuando se crió con sus cuatro hermanos varones una vez que sus hermanas se casaron siendo muy jóvenes. Oriunda de Lloa, una parroquia rural al suroeste de Quito, recuerda con cariño sus años de infancia.

    Sus padres decidieron formarla en Quito, por lo que su educación transcurrió entre los colegios Santa Dorotea y Quito. En este último, sus profesores de física y matemáticas, vinculados con la ingeniería y la arquitectura, influyeron en su gusto por la construcción.

    Deseosa de conocer más sobre este tema, ingresó a la Tecnología de Construcciones Civiles en la Escuela Politécnica Nacional (EPN). “Había clases en las que era la única mujer. Al inicio fue complejo, pero me acoplé. Había veces que cuando mis compañeros jugaban fútbol me incluían a mí como arquera. Salíamos a bailar y yo compartía con ellos”.

    Durante su último año de estudios accedió a una pasantía que le cambió la vida. Ingresó a la entonces llamada Cemento Nacional.

    La curiosidad y empeño que mostró respecto de los procesos vinculados al hormigón le permitieron que, oficialmente, la contrataran. Y no fue lo único, sino que la compañía le dio la oportunidad de que continuara sus estudios.

    Viracucha volvió a la EPN y en el 2002 se graduó de ingeniera en Administración de Procesos. Dos años después, cuando Cemento Nacional pasó a llamarse Holcim, escaló posiciones que le permitieron, en la actualidad, convertirse en la única mujer jefa de una de las siete plantas fijas que tiene la compañía en Ecuador.

    Con humildad y orgullo recuerda que en un inicio desarrolló actividades en el área operativa. Su primer cargo fue de ayudante de auxiliar de laboratorio; allí tenía, incluso, que cargar carretillas.

    El realizar esa simple acción generó frutos para las mujeres que más adelante llegaron a la cementera. “Como eran pesadas, descubrí que se las podía cargar de otra manera. Pero no solo eso, sino también que tengan un diseño diferente. Aquí tenemos, ahora, carretillas que se empujan”.

    Ella considera que la inclusión de género, que también es una política de la compañía, es clave para cualquier actividad productiva.

    Las personas que la conocen aplauden su visión. “A ella le gusta que las mujeres nos destaquemos, que nos demos cuenta que tenemos las mismas habilidades que un hombre”, dice Jessica Guerrón, amiga y excolega con quien trabajó en aspectos sobre seguridad y ambiente en plantas cementeras.

    Su liderazgo le permitió, además, servir en otros ámbitos. Entre el 2005 y el 2009 desempeñó el cargo de vicepresidenta de la junta parroquial de Lloa, tras ganar un proceso de elección popular.

    Entre las principales acciones que desarrolló estuvieron impulsar el turismo de la zona, aportar para la infraestructura educativa, etc. En ese proceso trabajó junto a Jorge Lara, presidente de la junta.

    Él destaca la capacidad administrativa que tiene Viracucha y cómo esto le permitió desenvolverse en un puesto en el sector público. El trabajo en esa época, manifiesta Lara, se desarrollaba de domingo a domingo; además, el contacto con la comunidad era permanente.
    En la parroquia rural también consiguió logros deportivos gracias al fútbol, su otra pasión. Cuando le detectaron várices, a inicios de esta década, los médicos le recomendaron que caminara o realizase alguna actividad física; así llegó al equipo femenino de sus amores, Racing de Lloa.

    Ella no tenía idea del talento de delantera nata que escondía. Durante uno de los campeonatos en los que participó alcanzó el título de goleadora de la temporada.

    Lamentablemente, comenta, se retiró debido a una lesión. Actualmente, juega vóley cuando puede y acompaña a su hijo en sus prácticas de ‘down hill’, en bicicleta.

    Tanto en el deporte como en la vida diaria, esta mujer considera que es necesaria la preparación permanente. Por ello agradece que durante sus años de trabajo haya podido acceder a cursos en diferentes países como Costa Rica, donde cursó un taller de gerencia en el Incae Business School.

    En Holcim consideran un lujo trabajar con la ingeniera Viracucha. “Ella nos llevó a un crecimiento importante en los resultados, formó a mucha gente incluyéndonos a muchos. Llegamos a conocer ese gran corazón que tiene y cuán directa es. Ella es la ‘mamá’ de muchos en Quito, incluyéndome”, asegura Mauricio Rada, director comercial de la compañía cementera.

    Detalles

    Labor. Gracias a sus actividades en la cementera ha podido participar en los procesos de construcción de grandes obras de infraestructura a escalas local y nacional.
    Familia. Ella está casada y es madre de dos hijos, de 19 y 7 años. La relación con su familia es trascendental para su vida. Vive con su madre. El apoyo de su esposo ha sido clave para su carrera.

    Entre las empresas más grandes del país

    La Cemento Nacional surgió a inicios de la década de 1920 en el país. Sin embargo, opera con la marca Holcim Ecuador desde el 2004. Es integrante del grupo empresarial internacional Lafarge Holcim, que integra la industria de materiales de construcción a nivel mundial.

    La compañía produce cemento, concreto y agregados. Genera “diferentes tipos de soluciones en cementos con cualidades especiales: fuerte, premium, ultra durable, base vial, etc”.
    Tiene una planta integrada de cemento en Guayaquil, una de molienda de cemento en Latacunga, siete plantas fijas de concreto en Guayaquil, Quito, Cuenca, Manta, Machala y Ambato, equipos móviles de concreto y una planta de agregados en Pifo.

    Según la Superintendencia de Compañías, la empresa estuvo entre las primeras 20 con los ingresos más altos del país en el 2016. Fue la quinta en mayores utilidades ese mismo año.

    La firma está enfocada en la diversidad de género. De hecho, su página web indica que ese “es el camino para obtener resultados sostenibles. Holcim Ecuador fomenta la diversidad de inclusión y de esa manera los resultados económicos son siempre mejores, además de mezclar los conocimientos con los de otras personas porque se tiene la oportunidad de pensar diferente e innovar. La aptitud, actitud, valores, responsabilidad y disciplina mejoran el trabajo en equipo”.

    La compañía dice que gracias a sus centros técnicos y plantas especializadas brinda un asesoramiento completo y un permanente control de calidad en los productos que comercializa.

    Tatiana Viracucha es una profesional que se ha formado dentro y fuera del país. En su crecimiento laboral se apoya en su familia, con la que comparte valores y conocimientos. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Tatiana Viracucha es una profesional que se ha formado dentro y fuera del país. En su crecimiento laboral se apoya en su familia, con la que comparte valores y conocimientos. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Una de cada 10 gerencias generales la ocupa una mujer, según un estudio

    Carolina Enriquez

    En Ecuador apenas 1 de cada 10 gerencias generales la ocupa una mujer. Esa es la conclusión de un panorama laboral de la mujer ecuatoriana, elaborado por la consultora de recursos humanos Grupo Adecco.

    Viviana Rodríguez, gerente de la firma, indica que aunque las oportunidades siguen siendo desiguales, “las cifras empiezan a equilibrarse y cada vez es más frecuente que las mujeres ocupen cargos asociados tradicionalmente, como propios del género masculino”.

    Ecuador, según la Organización de Naciones Unidas, está dentro de la media de países latinoamericanos en los que la participación laboral de mujeres en capacidad de desempeñar trabajo remunerado es de apenas 56,4% frente al 85% de los hombres.

    Con relación a los altos cargos, la consultora explica que en los últimos seis meses solo el 36% de los procesos de selección a nivel gerencial los ocupó una mujer. Estas trabajadoras tienen de 35 años en adelante.

    Las mujeres siguen enfrentando condiciones adversas a la hora de desenvolverse en estas posiciones. “Opta por abandonar un alto cargo para procurar un equilibrio entre su vida familiar y profesional”; además, en términos generales las contrataciones de trabajadores se dan cumpliendo con la Ley, aunque permanecen los estigmas por la maternidad.

  • En Texas demuestra su talento para los negocios

    Carolina Enriquez

    redaccion@revistalideres.ec

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    A pesar de que ha vivido en EE.UU. toda la vida, su nexo con Ecuador es fuerte desde su nacimiento. La empresaria Nina Vaca nunca ha olvidado sus raíces.

    Sus padres vivían en el país norteamericano junto a sus otros cuatro hijos. Un día los esposos emprendieron un viaje a Quito, de donde son originarios; durante su estadía, la madre, que estaba embarazada, entró en labor de parto y Nina vino al mundo.

    Al poco tiempo la familia regresó a Los Ángeles (EE.UU.), donde residía. Sin embargo, la vida de esta hispana, líder en el mundo de los negocios, se cimentaría en Texas. Fue en la Universidad de Southwest Texas State (San Marcos), en la que se graduó de licenciada en comunicación y administración de empresas, donde obtuvo uno de los primeros de más de 20 reconocimientos a lo largo de toda su carrera. Recibió la distinción de alumna distinguida, siendo la más joven en la historia del estado de Texas.

    Desde pequeña estuvo vinculada a las empresas pues su familia tenía un negocio: una agencia de viajes que cerró tras la muerte de su padre. Esa experiencia, ya adulta, le permitió adentrarse con facilidad en las compañías vinculadas a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en Nueva York o Dallas.

    Junto al expresidente de EE.UU. Barack Obama. Fotos: Cortesía Nina Vaca
    Junto al expresidente de EE.UU. Barack Obama. Fotos: Cortesía Nina Vaca

    Dos años luego de salir de la Universidad, en 1996, arrancó con Pinnacle Group, un negocio que provee a otras empresas de servicios de tecnología de la información y de gestión de fuerza laboral.

    Cuando inició ella tenía sus ideas: USD 300 en cheques comerciales, una computadora Dell y un teléfono. Hacía llamadas a grandes firmas, así sin más, ofreciéndoles diferentes talentos.
    Su madre, Amanda Merrit, fue un pilar para concretar este objetivo, ya que siempre estuvo apoyándola. Ella dice que su hija ha contribuido en la generación de empleo, desarrollo de la pequeña y mediana industria, así como apoyo a la comunidad hispana.

    Un paso en este sentido lo dio en el 2005, cuando Nina se convirtió en presidenta de la Gran Cámara de Comercio de Dallas. Luego vinieron otros cargos como presidenta de la Cámara de Comercio Hispana de los EE.UU. y, ahora, de la fundación de ese gremio.

    Su trabajo a favor de los negocios le permitió, en el 2014, recibir en la Casa Blanca el encargo como embajadora presidencial para el emprendimiento global. Además, está vinculada a una serie de proyectos para impulsar el desarrollo, el liderazgo, etc.

    Nina Vaca tiene una carrera destacada. Foto: Cortesía Nina Vaca
    Nina Vaca tiene una carrera destacada. Foto: Cortesía Nina Vaca

    Ecuador ha sido parte de sus iniciativas. Luego del terremoto de abril del 2016 recaudó alrededor de USD 100 000 en fondos que se destinaron al programa Re Emprende, que permitió reconstruir sus negocios a comerciantes que perdieron todo en la tragedia.

    Todd Chapman, embajador de EE.UU. en Ecuador, manifiesta que cuando conoció a Nina le “impresionó el enorme orgullo que tiene por su herencia ecuatoriana y el gran amor que siente por este país”.

    Una de las estrategias que la empresaria usó para recaudar fondos fue la participación en un triatlón llamado Escape de Alcatraz, en San Francisco, para motivar a la gente a contribuir en una cuenta de la plataforma Gofundme. Amigos y conocidos apoyaron.

    El impacto que le generó el desastre le animó a seguir apoyando a la población afectada. El año pasado, junto al Club Rotario Quito Latitud Cero, arrancó el proyecto Villa Alegría, para la construcción de 40 casas para familias de Muisne afectadas por el terremoto.

    Vladimir Carrera, presidente del Club, recuerda cómo Nina y sus hijas departieron con la comunidad en una visita a esa localidad costera y se conmovieron por la situación. Destaca cómo a través de la fundación Nina Vaca se impulsarán más proyectos como ese.

    En ese afán por las causas sociales Nina también impulsa a las mujeres. Recientemente, como defensora de este género en los negocios, fundó At the Table: Mujeres en los negocios y el liderazgo, una iniciativa clave de la fundación de la Cámara.

    El programa se centra en “empoderar a las empresarias latinas como la fuerza económica fuerte que son a través de la capacitación, orientación y oportunidades de establecer contactos”, dice ella.

    Considera que la mujer tiene grandes valores, retos e inmensas oportunidades para crecer tanto en los EE.UU. como en el mundo.

    En marzo próximo, Nina será honrada como Mujer del Año por la revista Solo Mujeres en Houston (Texas), en el undécimo tributo anual a la mujer hispana, que rinde homenaje a “las mujeres que han abierto caminos, se han convertido en emprendedoras, comprometido con la comunidad y establecen el curso para futuras generaciones”.

    Detalles
    Trayectoria. La empresaria ostenta el título de directora de tres grandes corporaciones, posición que ocupa solo el 2% de los latinos en EE.UU.
    El año pasado apareció en la portada de Latino Leaders Magazine como una de los 101 latinos más influyentes de América en 2017, lista en la que aparece hace 10 años.
    Familia. Nina está casada y destaca su rol como madre.


    Una organización vinculada a las TIC

    Redacción Quito (I)

    Pinnacle Group es una empresa que ofrece soluciones completas de tecnologías de la información para a empresas en EE.UU. Asimismo, se encarga de la gestión de talento humano para las firmas.

    Nina Vaca es la presidenta y directora ejecutiva de la empresa, que fundó hace 21 años.
    Según consta en su página web, administra más de USD 65 millones en gastos y más de 1 000 contratistas en América del Norte. Ofrece “soluciones competitivas en cuanto a costos con miras al cumplimiento y la excelencia en la operación”.

    Pinnacle Group creció hasta convertirse en uno de los negocios de mujeres de más rápido crecimiento en los EE.UU. Como parte de este proceso ha ido diversificando su oferta.

    Los cambios que ha desarrollado le han permitido ser un proveedor de soluciones de fuerza de trabajo con varias marcas y líneas de servicio distintas entre las que están Pinnacle Talent Solutions (personal de TI y servicios profesionales), Pinnacle MSP (servicios administrados), Pinnacle Canada (personal y servicios subcontratados), Pinnacle Payrolling (nómina y cumplimiento IC).

    En 2001 la empresaria tomó el control total de la compañía y rediseñó su oferta de servicios en respuesta al cambiante panorama posterior al 11 de septiembre. En 2007 Vaca vio la oportunidad de ingresar al sector de servicios gestionados con una ambicioso programa de USD 100 millones.

    La expansión a Canadá se dio en 2009 y permitió la oferta de servicios adicionales de la compañía.

    Nina Vaca tiene una carrera destacada. A la izquierda junto a los afectados por el terremoto de abril de 2016, en Esmeraldas. Fotos: cortesía Nina Vaca
    Nina Vaca tiene una carrera destacada. A la izquierda junto a los afectados por el terremoto de abril de 2016, en Esmeraldas. Fotos: cortesía Nina Vaca
  • Nathalie Molina apoya a la mujer que hace empresa en EE.UU.

    Carolina Enriquez

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    El otoño de 2016 fue especial para Nathalie Molina Niño, una empresaria de raíces ecuatorianas, que nació en Los Ángeles (EE.UU.). Su trayectoria como ejecutiva tecnológica, ingeniera y activista pro derechos de la mujer se plasmó en un gran proyecto, que se lanzó en la Casa Blanca, en Washington.

    Ese octubre lanzó Brava Investments, una compañía que invierte en empresas lideradas por hombres o mujeres cuyo objetivo sea impulsar bienes, servicios o iniciativas para el desarrollo femenino.

    Su modelo, como lo describe Nathalie, se sustenta en el aplicado por Warren Buffet. Este consistía en colocar capital en empresas con potencial para que el dinero crezca, se obtengan rendimientos y se mantenga la inversión.

    La idea de la empresaria surgió cuando se dio cuenta de que las mujeres, especialmente latinas y afroamericanas, necesitaban de financiamiento para impulsar sus diferentes emprendimientos.

    Para llegar a este punto, esta mujer recorrió un largo camino que inició con la emigración de sus padres a los EE.UU. Él, ecuatoriano, y ella, colombiana, trabajaron duro para que Nathalie se educara. El resultado fue exitoso.

    A los 16 años, mucho antes que otros jóvenes de su edad, postuló para ingresar en la universidad y la aceptaron. Su primer paso fue por Notre Damme, en Indiana, donde se graduó de ingeniera ambiental; luego arrancó una maestría en cartografía en Boulder, en Colorado, que no terminó. La vida le tenía preparado otro destino.

    Todos los años esta empresaria viajaba en la temporada de Navidad y fin de año a Cuenca, la ciudad de sus amores y en la que vive su familia paterna. En diciembre de 1996, sin embargo, fue a Bogotá y tuvo un accidente en moto que cambió toda su vida para siempre.

    Regresó a EE.UU. donde tuvo que vender su moto y comprar un jeep. Como el dinero que recibió no le alcanzó para pagar por su auto le propuso al dueño del pequeño patio de vehículos desarrollarle una página web completa.

    El resultado fue tan bueno que él la recomendó a un amigo y, a su vez, otras empresas conocieron del trabajo. Al terminar 1997 su primera empresa, Web Meridians, tenía 20 empleados y desarrollaba web para firmas en EE.UU. como Weather Channel.

    Fue el primer paso en su estrategia empresarial que se centra en el concepto de “globalización de la tecnología”. Tras ello desarrolló otras empresas que dieron diferentes servicios tecnológicos a compañías como Microsoft, Mattel, Disney, Nintendo, etc.

    Jovanaka Ciares, productora, conferencista, autora de libros sobre bienestar en EE.UU. y mejor amiga de Nathalie, asegura que todo esto lo ha logrado gracias a que es una “súper connector”, es decir, una mujer capaz de lograr alianzas entre personas y empresas.

    Sin embargo, su otra fortaleza es “su capacidad de impactar positivamente en el futuro de las mujeres y mejorar su calidad de vida”.

    Desde muy joven Nathalie defendió los derechos de las mujeres y su capacidad para decidir su vida, su salud reproductiva y más. Por ejemplo, supo que no quería casarse ni ser madre, que el uso de anticonceptivos es básico para que las mujeres mejoren sus condiciones, se eduquen, trabajen, emprendan sus negocios, etc.

    En el 2011 dejó una de sus empresas, en las que usualmente trabajaba un tiempo para luego venderlas, cerrarlas por partes o dejarlas totalmente operativas y salir, porque su salud se deterioró. Decidió tomar el segundo año sabático de su vida -el primero lo hizo en Cuenca- pero, como es una trabajadora a tiempo completo, regresó a la universidad.

    Cuando era joven quiso ser actriz pero su familia no le permitió. Así que ya adulta cumplió su sueño e ingresó a Columbia para estudiar teatro, como escritora.

    Todas sus obras se centraban en temas de mujer y poder, lo que le llevó a relacionarse con otras mujeres en la Universidad vinculadas a aquello. El trabajo conjunto les permitió la creación de un centro para mujeres emprendedoras.

    La cubana americana Nely Galán, ex presidenta de Telemundo y escritora del libro Self Made (Hecha a mí mismo) sobre mujeres empresarias, destaca el accionar de Nathalie para el empoderamiento y emprendedurismo de las mujeres. Mientras que la ecuatoriana Nina Vaca, CEO de Pinnacle Group, considera clave el trabajo que hace para impulsar a mujeres en el campo de la tecnología.

    Con esta última empresaria, además, reunió USD 100 000 para ayudar tras el terremoto en Ecuador, de abril del año pasado.

    Precisamente, fue con mujeres empresarias que participó en el lanzamiento de Brava Investments. “Sus esfuerzos ayudan a las mujeres talentosas. Nathalie sirve como ejemplo y modelo para las latinas”, dice Vaca.

    Invertir en firmas con potencial es clave

    A Brava Investmets la describen en EE.UU. como el Berkshire Hathaway para mujeres, es decir, una firma que compra acciones de otras con alto potencial de éxito.

    Sin embargo, la particularidad de la inversora es que se centra en negocios dedicados a potenciar a la mujer. Actualmente, ha colocado capital en dos compañías consideradas clave.
    La primera es una firma vinculada a la salud reproductiva femenina y la segunda sobre software para evitar que mujeres, latinas y afroamericanas, principalmente, salgan de las empresas. La idea es que rompan el denominado techo de cristal y ocupen más cargos de tipo ejecutivo.

    “Yo no me enfoco en si la dueña es o no mujer, sino que las potencie. La empresa debe tener un impacto grande a escala mundial, que se pueda medir de forma clara y estructurada. No es caridad, tienen que ser empresas que les vaya bien, tengan ingresos, tengan impacto, cosas que se pueda medir”, explica la empresaria.

    Ella quiere crecer con la empresa. La intención es llegar a manejar un billón de dólares y luego llevarla al mercado público Nasdaq, en Nueva York.

    “Si va al Nasdaq cualquier persona puede acceder a la compañía. No vendemos armas, no dañamos el ambiente. Es una empresa que democratiza el acceso a la inversión, ayuda a la mujer y tiene acceso quien sea”, explica.

    Fuera de Brava Investments, Nathalie Molina hace muy poco. Incluso, hay semanas que trabaja siete días. Para impulsar la empresa vive en Nueva York en un departamento, con su perro. Disfruta de la libertad que tiene.

    Durante el lanzamiento de Brava Investments. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Durante el lanzamiento de Brava Investments. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Para la mujer es más difícil emprender

    Mónica Orozco

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    Andrea Pilar Irarrázaval estudió Trabajo Social, pero hoy vive de la energía limpia. Hace 12 años inició Clean Energy una empresa que ayuda a descontaminar zonas afectadas por las actividades industriales en Chile. Además, como vicepresidenta de Red Wearing Américas, una red que apoya a mujeres para que emprendan, hagan negocios y exporten. La semana pasada estuvo en Quito en el ForoLID, organizado por Mujeres Ecuador, con el apoyo de Deloitte, y relató a Líderes las claves para tener una sociedad más equitativa en el mundo laboral y empresarial.

    ¿Qué desventajas tiene la mujer cuando hablamos de lo laboral?
    Las mujeres en la región ganan 30% menos que un hombre en el mismo cargo. El mercado es complejo para la mujer que estudia carreras tecnológicas. Son pocas quienes se especializan en Matemática, Física o alguna ingeniería. La mujer se aleja de esos campos porque ve que están dominados por hombres. Por ejemplo, el 95% de gerentes en las empresas mineras es de género masculino.

    ¿Qué tan difícil es para la mujer emprender y por qué?
    El primer el factor que yo veo es el de género.

    ¿Por qué?

    Por ejemplo, si una mujer en América Latina, que es casada, quiere vender una casa o un auto que adquirió con su dinero para iniciar un negocio tiene que pedirle la firma al esposo y muchos hombres no acceden a hacerlo. Otra barrera es que en nuestra región ser mujer puede representar mayores costos financieros a la hora de adquirir créditos. La banca considera que somos más riesgosas por el tema de maternidad, porque se piensa que es una desventaja para la continuidad del negocio. También hay barreras estructurales mentales.

    ¿Como cuáles?

    Lo primordial en América Latina es que seamos madres, amas de casa, y si estudiamos qué bien, pero esto no es una prioridad. La sociedad ha entregado un concepto de que nosotras somos distintas. Si bien nosotras tenemos diferentes habilidades en ciertas cosas, podemos competir y trabajar 24/7 como cualquier hombre.

    ¿La solución para superar esas barreras por dónde va: cuotas de género o competencia como iguales?
    Por ahora nosotras no tenemos la posibilidad de competir como iguales. Las cuotas de género, que no deberían existir, son este momento el camino que va a obligar a la sociedad a abrirse. Si no existen acciones duras, nosotras mismas no vamos a poder conseguirlo. Es lamentable que se tenga que abrir cuotas parlamentarias o en los directorios de las firmas. Aunque se ha avanzado en solucionar la discriminación de género, aún estamos en desventaja.

    ¿Cuál es el rol del Gobierno en cuanto a políticas públicas?
    Además del tema de cuotas, reformas legales para que el marido no tenga que firmar documentos cuando la mujer decida vender un activo que ha comprado con su dinero. Proponer que hombres y mujeres tengamos la misma accesibilidad al crédito: las mismas tasas de interés para que podamos competir con ellos en iguales condiciones. No queremos leyes preferencias, sino competir en igualdad de condiciones. En general, pienso que los países no están aprovechando el hecho de que hoy existen mujeres altamente capacitadas.

    ¿Cuál es el rol de la familia?

    La casa tiene un rol. A las niñas hay que decirles que pueden salir adelante. Y empezar desde el hogar repartiendo tareas para todos los miembros del hogar ¿Por qué la niña tiene que ayudar a cocinar, arreglar la casa, barrer, mientras los chicos juegan en el patio? Los niños también deben ayudar en esas tareas del hogar. Solo así vamos a lograr cerrar las brechas, que empiezan desde el hogar . La familia es la que sienta las bases para comenzar a cambiar las cosas en la sociedad.

    ¿Qué debe cambiar en las empresas?
    Me parece que faltan incentivos para que las corporaciones empiecen a incorporar a más mujeres en cargos gerenciales.

    ¿De qué tipo?
    Hay varias opciones. Puede ser una certificación especial que muestre que la empresa trabaja en temas de equidad de género. Incentivos tributarios.

    Pero igualdad de oportunidades también significa igualdad de obligaciones.
    Claro. Es importante que la mujer tenga las mismas obligaciones que los hombres solo así se puede hablar de una competencia en igualdad de condiciones. Por ejemplo, que pague los mismos impuestos. ¿Por qué la mujer tiene un permiso tan largo de maternidad? Con esas reglas, la mujer pierde competitividad. Por esto creo que la solución es una ley equitativa para que exista flexibilidad en las corporaciones y que los hombres también puedan acompañar más en la crianza de los hijos. Por ejemplo, si hay que ir al colegio por el niño, que exista alguien que reemplace al padre o la madre, algo que en la mayoría de empresas no pasa. Ahí entramos en igualdad de oportunidades.

    Ya en la práctica de hacer negocios ¿qué ha sido lo más difícil para usted como emprendedora?
    Siento que no ven que podemos hacer un trabajo serio, sobre todo cuando estamos en la parte de toma de decisión. Como si no tuviéramos la capacidad de estructurarnos, de tener una empresa organizada. La mayoría de hombres que están en puestos gerenciales y que tienen más de 50 años se criaron con otra forma de ver el mundo. Ahí el desafío es demostrar, con nuestro trabajo, que sí lo podemos hacer. Al principio es difícil, pero yo puedo decir que ahora, por ejemplo, reciben a Clean Energy de igual a igual.

    ¿Las nuevas generaciones están cambiando la percepción sobre el trabajo de la mujer?
    No solo las nuevas generaciones. Yo creo que ahora hay muchos hombres que están cambiando de mentalidad y ven a la mujer como emprendedoras. Inclusive prestan su ayuda. Es cierto que las nuevas generaciones son más abiertas y, por eso, pienso que todo pasa por la familia. Las mismas mujeres estamos enseñando a los hombres a no ser machistas y a que la sociedad actual debe buscar la complementariedad.

    ¿Qué estrategias pueden ayudar a la mujer en el mundo de los negocios?

    Un tema fundamental es el de las redes de contactos. Ir a foros y ferias relacionados con el negocio ayuda a conocer más el sector donde está nuestro emprendimiento, ayuda a perder el miedo y conocer gente que puede ser tu cliente, proveedor, financista. Son habilidades que las mujeres van adquiriendo en el camino. Yo misma no lo sabía. Yo no vengo del mundo de los negocios, sino de un mundo de lo social. La primera habilidad es ser muy comunicativa, respetuosa. Conocer hasta dónde soy capaz de llegar y marcarse el próximo desafío por alcanzar. Saber quién es el otro y cómo enfrentarlo para que nos escuchen.

    Hoja de vida

    Formación. Andrea Pilar Irarrázaval es chilena. Estudió Trabajo Social, pero desde hace 15 años se dedica a emprendimientos relacionados con la energía limpia.
    Experiencia. Es CEO de Clean Energy, una empresa dedicada a desarrollar proyectos y negocios energéticos utilizando para ello biotecnología ecosustentable. Además, es parte de la Red Wearing Américas, una organización no gubernamental dedicada al apoyo de mujeres en el emprendimiento, desarrollo de negocios y exportación de sus productos y servicios.

    Andrea Pilar Irarrázaval es chilena. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Andrea Pilar Irarrázaval es chilena. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES