Etiqueta: mujeres

  • A las mujeres profesionales aun les preocupa que la maternidad impacte su carrera

    Carolina Enriquez

    Relacionadas

    En el mundo, las profesionales continúan sintiendo que iniciar una familia puede tener un impacto en su carrera y están preocupadas por ello.

    Esta es una de las conclusiones del informe Hora de hablar: lo que tiene que cambiar para las mujeres en el trabajo, que elaboró la consultora PwC.

    El estudio, que se desarrolló para conmemorar el Día de la Mujer, se hizo a 3 600 mujeres profesionales de entre 28 y 40 años para conocer sus experiencias y aspiraciones de desarrollo profesional. La encuesta incluyó como encuestados a empleadores de 27 sectores industriales y de más de 60 países del mundo.

    El 42% de las mujeres “se sienten nerviosas por el impacto que una familia podría tener en su carrera y el 48% de las nuevas madres se sintieron ignoradas por las promociones y proyectos especiales cuando regresaron al trabajo”, dice el estudio. Mientras tanto, el 38% de las mujeres encuestadas considera que aprovechar los programas de equilibrio y flexibilidad en la vida laboral tiene consecuencias negativas en su lugar de trabajo.

    “Existe una clara preocupación por lo que las mujeres ven como una pena de maternidad y flexibilidad”, señala la información.

    Otro aspecto que se concluye del estudio es que las mujeres, en su mayoría, tienen que negociar sus ascensos. Ellas, indica el texto, “no son auto promotoras”, aunque cuando hablan, obtienen resultados. La encuesta muestra que cada vez más mujeres reconocen la necesidad y el poder de abogar por sí mismas y más de la mitad persigue y negocia activamente promociones, aumentos de sueldo y experiencias que mejoran su carrera profesional y que son fundamentales para el avance.

    Del 41% de las mujeres que habían sido promovidas en los últimos dos años, el 63% negoció un ascenso. El 45% de las mujeres cree que el estado de diversidad de un empleado (género, etnia, edad, preferencia sexual) puede ser una barrera para el progreso profesional en su organización y solo el 51% está de acuerdo en que los empleadores están haciendo lo suficiente para avanzar en la diversidad de género.

    Celso Malimpensa, socio líder de PwC Ecuador, dice que “es alentador ver como las mujeres hacen oír su voz. Las organizaciones pueden hacer mucho para contribuir con el progreso de ellas, por ejemplo, fomentar conversaciones vocacionales abiertas, mitigar el impacto de cualquier sesgo inconsciente en las decisiones relacionadas con la progresión profesional y establecer criterios uniformes y transparentes para la evaluación de los empleados”.

    Como parte del estudio se establecieron tres aspectos que deben cambiar para mejorar la situación de las mujeres profesionales. El primero es transparencia y confianza de y hacia los empleadores con relación a la situación de las trabajadoras; el otro está vinculado con el apoyo estratégico por parte de líderes y pares masculinos, con el fin de lograr su progreso y el tercero es que las organizaciones reconsideren su enfoque para equilibrar la vida del trabajo y el cuidado familiar.

    El estudio, que se desarrolló para conmemorar el Día de la Mujer, se hizo a 3 600 mujeres profesionales de entre 28 y 40 años para conocer sus experiencias y aspiraciones de desarrollo profesional. Foto: Pixabay
    El estudio, que se desarrolló para conmemorar el Día de la Mujer, se hizo a 3 600 mujeres profesionales de entre 28 y 40 años para conocer sus experiencias y aspiraciones de desarrollo profesional. Foto: Pixabay
  • La inclusión femenina es tarea de todos los días

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Las tareas vinculadas al ensamblaje de vehículos se relacionan con el género masculino. Si bien sigue siendo preponderante la presencia de los hombres en este campo, en GM OBB del Ecuador buscan romper el mito.

    En el área de manufactura de esta firma trabajan 19 mujeres, que representan el 3,2% del total de los colaboradores de esa zona. La inclusión ha sido paulatina, asegura Sonia Constante, gerenta de Recursos Humanos de la compañía.

    Edith Sosapanta, de 28 años, es tecnóloga en mecánica automotriz y desde hace seis meses labora como operaria en el área de Materiales de la planta de GM. Dice que al principio sí le causó un poco de temor, porque en el sitio apenas trabajaban tres mujeres, pero más de 20 hombres.

    El haber estudiado una carrera en la que predominan los hombres, permitió que se adaptara.
    “Se han portado muy bien conmigo, siempre me han colaborado en lo que he necesitado y han sido muy respetuosos”, comenta sobre sus compañeros.

    De la empresa destaca que ofrece oportunidades de crecimiento para todos por igual. “Recientemente apliqué para un cargo superior, como controladora de materiales, y no hubo ningún inconveniente en que yo lo haga”.

    La equidad de género es uno de los enfoques de General Motors Ecuador. Esto ha llevado a promover una mayor participación de las mujeres en diferentes áreas, siendo hoy en día líderes en las gerencias de Ventas, Talento Humano, Aduanas y Logística.

    Con el fin de dar impulso al talento femenino, desde el año pasado la empresa está desarrollando el programa Women in Action, como parte de una iniciativa global de GM sobre diversidad.

    Constante explica que a través del programa se imparten talleres que buscan cuestionar paradigmas limitantes, motivar el crecimiento, el espíritu crítico y la búsqueda de oportunidades.

    Los talleres son impartidos por lideresas de la empresa, quienes cuentan sus experiencias.
    La inclusión femenina también la fomentan a través de talleres dirigidos a trabajadores hombres de la empresa, específicamente del área de manufactura, con el fin de sensibilizarlos en la incorporación de mujeres en actividades industriales.

    “He podido constatar que tienen mucha sensibilidad y apertura hacia las mujeres”, señala Maarit Cruz, coordinadora de Responsabilidad Social Corporativa, quien ha estado a cargo de los talleres durante este año.

    Paola Torres lleva seis años en GM, en Consultoría de Gestión Social, por lo que ha estado ligada a los temas de bienestar, desempeño laboral e inclusión.

    Pero, además, es madre soltera de un niño de 3 años y medio. Destaca que ha sentido la empatía y el respaldo de la empresa. “Hay mucho respeto al horario y cuando lo he necesitado, me han dado permiso. Es difícil cumplir los dos roles, de madre y profesional, pero no es imposible”.

    Las labores de GM, en pro del desarrollo de las mujeres, no solo se concentran en sus colaboradoras. También realiza talleres dirigidos a las esposas de los trabajadores, enfocados en la elaboración de eventos.

    Además, realizan visitas a niñas en situaciones vulnerables, de la Fundación Plan Internacional, con el fin de explicarles las oportunidades laborales que existen.

    DATOS

    90 mujeres laboran en GM OBB Ecuador, que corresponde al 10,9% del total de la nómina de la empresa.

    En el área de Manufactura  trabajan 19 mujeres.

    Women in Action es un programa de GM, dirigido a sus colaboradoras, que promueve el crecimiento y la búsqueda de oportunidades para las mujeres, a través de talleres.

    En la empresa automotriz las mujeres son líderes en las gerencias de Ventas, Talento Humano, Aduanas y Logística.

    En la planta de GM Ecuador laboran 19 mujeres. Algunas se desempeñan como operarias de producción. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    En la planta de GM Ecuador laboran 19 mujeres. Algunas se desempeñan como operarias de producción. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • 400 mujeres se graduaron del programa Guayaquileña emprendedora

    Maria Angelina Castillo

    Relacionadas

    La Fundación Nobis y el Municipio de Guayaquil ejecutaron la primera edición del proyecto Guayaquileña emprendedora. El objetivo fue impulsar la igualdad de género y ofrecer herramientas para el desarrollo de emprendimiento en distintas áreas.

    El programa, que comenzó en enero del 2017 y se extendió durante un año, capacitó a 400 mujeres de escasos recursos en áreas de confección, moda y peluquería.

    El acto de entrega de certificados tuvo lugar el 30 de enero del 2018 en el centro comercial Mall del Sol, ubicado al norte de Guayaquil. La ceremonia contó con la presencia de autoridades de Guayaquil y del consorcio Nobis.

    María Eugenia Albán, gerente de Desarrollo Organizacional del consorcio Nobis, señaló que el proyecto nació del interés en apoyar a la mujer que había experimentado alguna situación de abuso o que no había tenido la oportunidad de generar ingresos para el hogar.

    Explicó que el objetivo de la Fundación Nobis es intervenir en la comunidad para fomentar la educación y en particular aquella que se orienta al desarrollo del empleo y el emprendimiento.

    Además de la capacitación en áreas de belleza y confección, a las mujeres se les impartió clases en Derechos Humanos y en Finanzas. “La idea es que encontremos la manera de apoyarlas para que tengan un emprendimiento en el futuro”, agregó Albán.

    Las mujeres provienen de más de una veintena de sectores de Guayaquil, entre los que están Isla Trinitaria, Bastión Popular, Florida Norte, Fortín, Fertisa, Guasmo, Francisco Segura, Pancho Jácome, Guangala, Socio Vivienda y Jardines del Salado.

    Para Pedro Pablo Duart, quien está al frente de la Dirección de Acción Social y Educación (Dase) del Municipio, el objetivo es generar igualdad entre todos los ciudadanos.

    Por ello, lleva a cabo otros programas de capacitación y a finales del año pasado inauguró el Centro de Emprendimiento e Innovación Municipal, que ofrece cursos gratuitos.

    El programa, que comenzó en enero del 2017 y se extendió durante un año, capacitó a 400 mujeres de escasos recursos en áreas de confección, moda y peluquería. Foto: Cortesía Municipio de Guayaquil
    El programa, que comenzó en enero del 2017 y se extendió durante un año, capacitó a 400 mujeres de escasos recursos en áreas de confección, moda y peluquería. Foto: Cortesía Municipio de Guayaquil
  • Las frases del día en Davos

    Agencia AFP

    Relacionadas

    Tras una intensa nevada, el Foro Económico Mundial (WEF) de Davos arrancó este martes, 23 de enero del 2018, con numerosos seminarios, debates e intervenciones de líderes políticos y económicos.

    Estas son las mejores frases del día.

    “Espero que podamos demostrar colectivamente que, incluso sin testosterona, es posible (…) encontrar soluciones” a los problemas del mundo. Christine Lagarde, directora general del Fondo Monetario Internacional, sobre la presencia de mujeres en el foro (sólo 21% este año).

    “Hay que saber lo que representa la puntuación [de un conductor de Uber], que evalúa como conduce pero no si se trata de un asesino en serie”. Dara Khosrowshahi, consejero delegado de Uber, en referencia a una matanza cometida en 2016 en Estados Unidos por uno de los conductores que contrata la compañía.

    “Quién sabe lo que dirá. Podría ser totalmente encantador o podría ser muy agresivo y creo que será agresivo porque para eso viene”. Richard Edelman, presidente de Edelman, una importante compañía de relaciones públicas estadounidense, hablando sobre la visita de Donald Trump a Davos.

    “Estamos trabajando muy duro para asegurarnos que nuestro vecino del sur [Estados Unidos] reconozca lo bueno que es el TLCAN”. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, en referencia a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Canadá, Estados Unidos y México.

    “La experiencia me ha enseñado que nunca hay que apostar contra la economía de Estados Unidos, no es una estrategia ganadora”. Tidjane Thiam, presidente de Credit Suisse.

    “Lo que más me gusta de un libro es el olor, tiene algo, define quién eres. Odio la tecnología, las redes sociales, no sirve para nada”. Mike Stilkey, un artista de Los Ángeles invitado por el foro y que ha creado una instalación de ocho metros de alto pintada en los lomos de 8 000 libros viejos.

    “Quiero que el viento de la cultura de todos los países entre en mi casa con aplomo y que salga. Sin embargo no dejaré que esos vientos arranquen mis pies” . Narendra Modi, primer ministro indio, en su discurso inaugural sobre la globalización.

    La presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde (c), reacciona tras golpear un balón con los objetivos de sostenibilidad de las Naciones Unidas (ONU), entregado por la primera ministra noruega, Erna Solberg (d), durante su reunión
    La presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde (c), reacciona tras golpear un balón con los objetivos de sostenibilidad de las Naciones Unidas (ONU), entregado por la primera ministra noruega, Erna Solberg (d), durante su reunión en la jornada inaugural de la 48ª reunión anual del Foro Económico Mundial, conocido como el Foro de Davos (Suiza), hoy 23 de enero de 2018. Foto: EFE
  • Las mujeres copresidirán el Foro Económico Mundial en Davos

    Carolina Enriquez

    Relacionadas

    Seis mujeres liderarán el Foro Económico Mundial que se desarrollará a partir de este 23 de enero del 2018.

    Entre las co presidentas del Foro están la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde; la presidenta ejecutiva de IBM, GinniRometty; la primera ministra noruega, Erna Solberg; la directora ejecutiva del proveedor de energía francés ENGIE, IsabelleKocher; la directora general de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, Fabiola Gianotti; y la fundadora y presidente de La India Mann DeshiFoundation, Chetna Sinha.

    El encuentro, en el que participarán unos 80 jefes de Estado, se desarrollará en Davos, Suiza. El Foro Económico Mundial nació en 1971 como una fundación privada para discutir estrategias con las que las empresas europeas pudieran hacer frente a las necesidades y desafíos del mercado mundial; aunque en el 2015 fue reconocido formalmente como una organización internacional para la cooperación público-privada.

    Por primera vez la dirección del Foro estará a cargo de mujeres que ocupan altos cargos en la industria corporativa y de organismos internacionales. Anteriormente, había una alta representación masculina, lo que generó fuertes críticas.

    La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde habla durante una conferencia de prensa sobre Perspectivas de la economía mundial del FMI antes de la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) 2018, el 22 de enero de 201
    La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde habla durante una conferencia de prensa sobre Perspectivas de la economía mundial del FMI antes de la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) 2018, el 22 de enero de 2018 en Davos, Suiza oriental. Foto: AFP
  • Igualdad salarial entre hombres y mujeres centrará reunión regional en Panamá

    Agencia EFE

    Relacionadas

    Panamá acogerá del 29 al 31 de enero del 2018 una conferencia regional sobre igualdad salarial entre hombres y mujeres, informó la Cancillería panameña, el 15 de enero.

    La reunión regional tendrá lugar tras el lanzamiento de la coalición global de igualdad salarial, señaló la información oficial, que destacó que Panamá es el único país de América Latina y el Caribe que forma parte de esa iniciativa.

    El país centroamericano «buscará, junto a otros líderes globales, trabajar en políticas a nivel de país sobre la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres», afirmó la Cancillería en un comunicado, que no precisa quienes asistirán a la cita internacional.

    La Coalición Internacional sobre la Igualdad de Remuneración (EPIC) se constituyó en el marco de la Asamblea General de las Naciones celebrada en septiembre de 2017, y está liderada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ONU Mujeres y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

    Se trata de una alianza de múltiples partes interesadas con miras a contribuir a la consecución de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): la igualdad de remuneración entre mujeres y hombres por un trabajo de igual valor, de acuerdo con los datos de la OIT.

    Bajo el liderazgo de la Vicepresidenta y Canciller Isabel de Saint Malo de Alvarado, el Gobierno de la República de Panamá fortalecerá su Agenda Nacional por la equidad de género. Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá
    Bajo el liderazgo de la Vicepresidenta y Canciller Isabel de Saint Malo de Alvarado, el Gobierno de la República de Panamá fortalecerá su Agenda Nacional por la equidad de género. Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá
  • Las tareas ingratas afectan a las mujeres

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Ayudar con el servicio de catering, antes de una presentación de negocios, fue una de las actividades que Valeria Negrete, asesora de una firma jurídica, realizó por pedido de su jefe, sin querer hacerlo en realidad.

    Este hecho parecería no tener importancia, ni influir en el desarrollo laboral de la joven profesional; sin embargo, un reciente estudio de la Asociación Americana de Economía, titulado “Diferencias de género en la aceptación y petición de tareas de baja posibilidad de promoción”, afirma que las mujeres tienden a asumir ciertas tareas ingratas, que muchos hombres rechazan, y eso les suele perjudicar profesionalmente.

    Negrete reconoció que muchas veces, por prestar su ayuda, tuvo que dedicar horas extras para terminar sus obligaciones.

    Esta realidad se evidencia en el estudio, cuando al asignar un trabajo que todo el mundo prefiere que haga otra persona, como escribir un informe o coordinar algo que no es su responsabilidad, se descubrió que las mujeres se ofrecieron voluntariamente más veces que los hombres.

    La consecuencia es que si las trabajadoras pierden más tiempo en realizar estas tareas, también dedican menos jornada laboral a proyectos que les ayuden a ascender y a brillar profesionalmente. Esta podría ser una explicación de las brechas existentes entre mujeres y hombres, al hablar de puestos jerárquicos y salarios.

    Pero, ¿esta actitud colaborativa se debe a un sentimiento altruista propio de las mujeres?
    El estudio estuvo a cargo de profesoras universitarias, que diseñaron varias versiones de un mismo experimento. A grupos de tres personas, que no se conocían previamente, les plantearon el siguiente dilema: uno de ustedes tiene que apretar un botón rojo. El que lo haga ganará USD 1,25, mientras que los dos restantes recibirán 2 cada uno. Si no llegan a un acuerdo, los tres recibirán USD 1. El incentivo sería esperar a que alguien se ofreciera de voluntario y todos ganarían; aunque el que aplaste el botón es el que menos gana. Pero, incluso quien fuera voluntario estaría mejor (gana USD 1,25 frente a 1, si nadie levanta la mano).

    El resultado del experimento, después de varias rondas y cambios de grupos, fue que en el 84% de los casos alguien apretó el botón y resultó que las mujeres eran un 50% más propensas a ofrecerse voluntarias que los hombres. El típico argumento de que “a ellas se les da mejor esta tarea” no tiene cabida en esta configuración. Todo el mundo sabe por igual apretar un botón.

    Se realizó el mismo experimento con otras personas, pero esta vez separados hombres de mujeres. Si las mujeres son más altruistas o conformistas se debían ver mayores niveles de acuerdo en los grupos femeninos, que en los masculinos. No ocurrió eso. Los hombres llegaron a un acuerdo en el 80% de las veces y las mujeres en un 81%. Es decir, la voluntad de las personas a la hora de apretar el botón no es algo fijo, sino que depende de la composición de género del grupo. Y lo que pesan no son las preferencias, sino la creencia de que las mujeres son más propensas a levantar la mano.

    En el campo laboral ecuatoriano a diario se evidencia esta “actitud colaborativa” por parte de mujeres, según consultados. 

    Estos rasgos de sumisión y obediencia son producto de la reproducción de estereotipos y de comportamientos machistas, con los cuales las mujeres conviven desde la niñez, señala Cristina Cachaguay, presidenta nacional de Mujeres por el Cambio.

    Desde esta organización se han llevado a cabo investigaciones sobre el género al momento de elegir una carrera. Hasta julio de 2016, se identificó que entre las primeras opciones de estudio de las universitarias ecuatorianas están las carreras sociales, administrativas o de salud.

    Cachaguay considera que la elección de carreras técnicas o científicas aún está asociada en su mayoría a los hombres, debido a las limitaciones, conscientes o inconscientes, que las mismas mujeres se ponen. La imagen de la mujer servicial se concibe tanto por hombres y mujeres. Por ejemplo, en el experimento también se pidió a alguien que eligiera a un voluntario. En la mayoría de los casos, las mujeres eran más veces escogidas que los hombres porque existía la creencia de que ellas dirían más veces que sí.

    El estudio recomienda que si se quiere lograr igualdad en el trabajo, estas dinámicas tienen que cambiar y corregir desde arriba, desde los jefes.

    Los problemas relacionados con el comportamiento organizacional juegan un papel fundamental a la hora de retener el talento humano en las empresas. Ilustración: Ingimage
    Los problemas relacionados con el comportamiento organizacional juegan un papel fundamental a la hora de retener el talento humano en las empresas. Ilustración: Ingimage
  • Obras escritas por mujeres son sus preferidas

    Gabriel Flores

    Relacionadas

    En la biblioteca de Ana María Varea hay dos ediciones de ‘El país de las mujeres’, una novela publicada por Gioconda Belli, en el 2010. Uno de los libros -en el que aparece en la portada un par de tacones rojos- tiene las correcciones que la autora nicaragüense hizo para la última edición.

    El libro, que reposa en la sección de narrativa de la biblioteca que tiene en su casa, fue un regalo que su pareja le dio al regreso de un viaje. “Él y Gioconda son amigos y ella tuvo la gentileza de autografiarlo y regalárselo”, cuenta.

    En esta novela Belli da el protagonismo a las mujeres, sobre todo, en la toma de decisiones del país. Eso fue lo que enganchó a Varea con el libro. Además -dice- ‘la autora cuenta la historia de una manera muy amena y cargada de sentido del humor’.

    Varea, bióloga y coordinadora nacional del Programa de Pequeñas Donaciones, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ha estado vinculada al mundo de los libros desde pequeña. Hace algunos años, su gusto por la lectura se encaminó hacia las obras escritas por mujeres.

    En el velador de su cuarto reposa ‘Leonora’, de la mexicana Elena Poniatowska, un libro que llegó a sus manos gracias a la recomendación de su madre. Antes, en ese mueble estuvieron libros de la escritora colombiana Laura Restrepo y de la española Rosa Montero. “La literatura de las mujeres latinoamericanas -dice- tiene una enorme sensibilidad y al mismo tiempo la capacidad de sintonizar con nuestra realidad”.

    A Varea le gusta visitar las librerías locales y dejar “que la vida le siga contando sus historias”. Sin ninguna recomendación previa y sin haber leído nada del autor un día se encontró con la literatura del escritor estadounidense Paul Auster, autor de obras como ‘El palacio de la luna’, ‘La noche del oráculo’ y ‘Un hombre en la oscuridad’, la obra con que conoció a este autor. De la misma forma se encontró con la literatura del español Arturo Pérez Reverte.

    Antes de estas lecturas Varea se interesó por la narrativa de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique. Uno de los libros que más recuerda de este autor peruano es ‘Un mundo para Julius’, que se publicó por primera vez en 1970.

    La biblioteca de Varea, que es la misma que la de su pareja (Alberto Acosta) es un especie de recorrido por los intereses que los dos han compartido a lo largo de su vida: educación ambiental, arte, islas Galápagos, economía, política, manejo de conflictos, economía,, narrativa y biología.

    Cuando era estudiante de biología en la Universidad Católica de Quito leyó muchos libros sobre Charles Darwin y la Teoría de la Evolución y también libros de sociobiología y de filosofía que aparecían como contrapunto a la idea de que el animal más fuerte era el que siempre sobrevivía.

    De niña sentía mucho afecto por los cuentos que le leían sus padres. Al velador de su infancia y juventud llegaron lecturas como las de ‘Mujercitas’, de Louisa Alcott y de ‘Mi planta de Naranja Lima’, de José Mauro de Vasconselos. Regalos literarios de los que nunca faltan en su casa.

    Ana María Varea comparte la biblioteca de su casa con su pareja. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Ana María Varea comparte la biblioteca de su casa con su pareja. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Tres mujeres indígenas dominan la cocina americana

    Redacción Sierra Centro

    María Esther Calapi, Rocío Gualsaquí y Rosa Flores pasaron de ser empleadas a dueñas de la Cafetería Serendipity, en Cotacachi, Imbabura. El establecimiento, que funciona en el centro de la ciudad, se especializa en platos internacionales, por lo que es un sitio de reunión de los extranjeros que residen en este cantón. La mayoría son jubilados.

    Las tres mujeres, oriundas de la comunidad kichwa de La Calera, tomaron la posta en el negocio a Nancy Hanigan, su anterior propietaria, que retornó a Estados Unidos por asuntos familiares.

    Antes de marcharse, Hanigan vio a estas emprendedoras como las más idóneas para que se pongan al frente de Serendipity, que curiosamente en español significa casualidad, por lo que les vendió.

    La mujer les enseñó los secretos de la cocina, especialmente americana. También a cómo atender a los clientes, recuerda Calapi.

    Una de las cosas que llamó su atención es la preparación de las hamburguesas. La dama explica que los foráneos las prefieren acompañadas de champiñones, queso, lechuga, tomate y cebolla.

    También aprendieron sobre menúes más elaborados, como pastel de pollo, camarones al grill, tempura de camarones, entre otros. En la carta del establecimiento hay 12 platillos.

    La diferencia del idioma no ha sido un obstáculo. El menú, que está editado en español e inglés, y que fue ideado por Hanigan, facilita los pedidos de los comensales ‘gringos’, especialmente de los que recién llegan a vivir en el cantón. La mayoría de extranjeros no habla español.

    El local abre de 08:00 hasta 21:00. Por la mañana la espe­cialidad son los desayunos. El más tradicional es el americano: huevos, tocino, papas, jugo y tostadas. No lleva café.

    Uno de los segmentos especiales de este local es el de las bebidas y postres. Los nuevos vecinos de esta urbe prefieren vino para acompañar a sus comidas. Aunque también hay quienes se aficionan de jugos de frutas. Uno de los más populares es el ‘morning ginger’, que se hace a base de manzana, zanahoria y jengibre.

    A clientes fieles, como la esta­dou­nidense Barbara Rattenborg, en cambio, les atrae más los postres. Su preferido es el ‘creme brulee’, que es un flan de caramelo y que está aderezado con crema.

    “Los americanos aprecian bastante la comida de nuestro restaurante”, asegura Calapi.
    Por ello, también le han apostado a preparar platos de la gastronomía local, como las carnes coloradas, el hornado, la colada morada con tortillas de tiesto…

    Esa es una estrategia para atraer a los clientes, con una amplia variedad. Los platillos fuertes cuestan entre USD 5,25 hasta 7.

    Una de los atractivos es que los platillos son elaborados al instante y con productos frescos. Para la atención de la cafetería las socias laboran en varios turnos, que atiende durante el día.
    En un día las ventas pueden alcanzar los USD 250.

    Estos ingresos les permitieron cancelar el crédito que tramitaron para la compra del negocio. Cada accionista debió aportar USD 3 500.

    Por ahora no descartan los planes de ampliación de Serendipity, para mantenerse a flote.

    Restaurante Serendipity de María EstHer Calapi. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
    Restaurante Serendipity de María EstHer Calapi. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
  • Libros escritos por mujeres son sus preferidos

    Gabriel Flores

    Relacionadas

    En menos de un año el libro ha pasado por las manos de ocho empleados de Thought Works Andes. La primera en leerlo fue Leslie Jarrín, la directora ejecutiva de la empresa. ‘Cómo ser mujer’, de la británica Caitlin Moran llegó a sus manos por casualidad. Un día entró a una librería local y se encontró de frente con el libro. Leyó la reseña de la contraportada, se enganchó con la temática y lo devoró de un solo tirón.

    Desde hace algún tiempo, a esta empresaria le interesan los libros que hablan sobre la condición femenina o los que son escritos por mujeres. A la lectura del libro de Moran se han sumado ‘El libro de mi destino’ de la iraní Parinoush Saniee, ‘Memorias de Adriano’, de la belga Marguerite Yourcenar, o ‘Se que vienen a matarme’, de la ecuatoriana Alicia Yánez Cossío.

    El libro de Moran la atrapó porque su discurso sobre el feminismo no es “de autodefensa sino de orgullo”, argumenta. Agrega que el libro tiene algunas cosas que la incomodan, pero cree necesario que se hable de ciertos temas como las actitudes machistas que tienen hombres y mujeres.

    Para ella la literatura es una puerta de escape a su cotidianidad, un mundo dedicado a la tecnología y los negocios. Su gusto por los libros despertó cuando estaba en la universidad, con el realismo mágico. Leía los libros de Gabriel García Márquez que le prestaba su compañera de cuarto. “Para una persona que se dedicaba día y noche a la ingeniería en sistemas leer libros como ‘Cien años de soledad’ era liberador”.

    Cuenta que ha desarrollado la capacidad de leer dos libros a la vez, por lo general una novela y otro relacionado al mundo de los negocios o a la cultura organizacional. En estos días mientras lee ‘The open organization’, sobre cómo crear empresas exitosas en el entorno tecnológico, también se enganchó con la lectura de ‘Leonora’, de Elena Poniatowska. “Mis lecturas -dice- dependen de mi estado de ánimo”.

    Los tiempos que esta empresaria tiene para leer se han tenido que adecuar a su condición de directora de Thought Works Andes, de hija, de esposa y de madre de tres niños. Esta empresaria cuenta que prefiere leer por las noches cuando todo está en calma y que aprovecha los viajes del trabajo para leer en aviones y hoteles.

    El exceso de información, sobre todo, el que existe en redes sociales, últimamente, ha jugado en contra de Jarrín. Confiesa que es una lectora recurrente de blogs y de pequeños textos que al final del día -dice- se podrían condensar en un nuevas publicaciones.

    Cuando era niña veía como su abuelo devoraba libros. Ahora, que la lectura es parte de sus hábitos de vida, sabe que un buen libro puede cambiarle la vida a una persona, o al menos darle pistas para recorrer nuevos caminos.

    En la oficina de Thought Works Andes el libro de Moran ya ha alcanzado la categoría de ‘best- seller’. Según Jarrín varios de sus colaboradores están a la espera de leerlo, para comprobar la irreverencia de la narradora.

    La empresaria Leslie Jarrín armó un pequeña biblioteca en su oficina. Foto: Patricio Terán/LÍDERES
    La empresaria Leslie Jarrín armó un pequeña biblioteca en su oficina. Foto: Patricio Terán/LÍDERES