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  • Las bufandas son una opción de negocio

    María Victoria Espinosa

    (F)
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    Las bufandas y cintillos son un nuevo emprendimiento de las mujeres tsáchilas de la comuna Chigüilpe, en Santo Domingo.

    Las aborígenes habían dejado de confeccionar estas prendas debido a que las nuevas generaciones ya no las utilizaban.

    Pero hace cinco años, la actividad turística aumentó en la comuna y los visitantes se interesaron por la vestimenta típica de los tsáchilas. Desde entonces, se retomó la confección de tunán y manpe tsanpa, que son faldas utilizadas por los hombres y mujeres nativos. Se diferencias porque la de los hombres es blanca o azul oscuro o negro y la de las mujeres tiene varios colores.

    Regina Calazacón es una de las pocas mujeres de Chigüilpe, que podía tejer las faldas en los telares (tsita ya en el idioma tsa’fiki).

    Ella recuerda que hace 25 años, el tsáchila ya no utilizaba esas prendas hasta que se formó el Museo Etnográfico Tsáchila y se requería que los guías vistieran la ropa nativa.

    Como solo Calazacón recordaba como tejer, se decidió comprar las prendas en Otavalo (Imbabura). Pero las faldas no eran elaboradas con algodón sino con lana.

    Regina se propuso retomar esa tradición y se encargó de enseñarle a las nuevas generaciones a construir y a utilizar el telar de pambil y caña guadua.

    Aunque, el proceso ya no es el de antes. Eso debido a que la escasez de algodón en las comunas hizo que se empiece a utilizar lana. Además, la confección ya no es un trabajo únicamente de las mujeres. Los hombres de la nacionalidad también aprendieron.

    En el caso de Regina, ella le enseñó a su hijo Emilio Calazacón. Al principio, los hombres pusieron resistencia porque ese oficio eran netamente femenino. Pero cuando ingresaron a la escuela cultural, que es parte del centro cultural Mushily, entendieron que se trataba de rescatar una tradición que estaba desapareciendo.

    En el centro cultural Mushily se adecuó un rincón para exhibir las bufandas y cintillos elaborados por tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

    A la par de las clases, los hombres también empezaron a sembrar plantas de algodón para que en unos años ya no se utilice lana sino que se retome el proceso ancestral de tejido.

    Este iniciaba con una oración para pedirle a la naturaleza que les permitiera cosechar el algodón y las plantas para tinturar.

    Luego debían hilar el algodón hasta formar grandes tiras, a las que les cambiaban el color con tinturas de plantas.

    Para Emilio Calazacón, tejer la ropa nativa es un aporte para evitar que sus raíces se extingan. “Nunca había estado tan orgulloso de ser tsáchila”.

    Eso motivó a que los tejedores empezaran a elaborar nuevas prendas, que usaban los antepasados hace más de 100 años.

    Una de ellas son las bufandas, que son de uso exclusivo de los hombres nativos.

    En el centro cultural Mushily se venden a un precio de entre USD 8 y USD 10, dependiendo del largo, de los colores y de los bordados que se hagan en la prenda.

    La elaboración dura alrededor de dos semanas, si el tejedor trabaja durante dos horas diarias.
    Regina afirma que desde noviembre, los turistas se han interesado más por las bufandas. Por eso, el centro cultural Mushily debió contratar a tres familias más para que provean de esta prenda, cintillos para el cabello y cinturones para las mujeres.

    En enero de este año tuvieron un pedido de 40 bufandas para una hacienda de Santo Domingo. “Los clientes las utilizan como regalos para sus proveedores o trabajadores”.

    Mensualmente, en el centro cultural se venden unas 40 bufandas y en la comuna unas 80 más. Además, también elaboran cintillos para colocarse en el cabello. Regina afirma que esa es una prenda que no es típica, pero si es parecida a las cintas de colores que usaban antes las mujeres.

    Este producto se vende a los estudiantes de colegio y universidad que visitan el centro cultural. La elaboración tarda una semana en el telar y se deben añadir otros materiales como el elástico.

    Al mes se fabrican unos 30 cintillos de colores.

    El negocio

    El centro cultural Mushily está conformado por unas 30 personas entre guías nativos, artesanos, cocineros, músicos, bailarines y otros.

    El proyecto cultural inició como una escuela cultural para rescatar las costumbres de la nacionalidad. Pero de a poco empezaron a interesarse por el turismo comunitario.

    Mushily empezó apostarle a la redes sociales para atraer al turismo nacional. A la par tienen convenios con agencias de viajes del país.

    En el mes reciben alrededor de 1 000 turistas de la Sierra, Costa y extranjeros de los EE.UU. y Europa.

    En el centro cultural Mushily se adecuó un rincón para exhibir las bufandas y cintillos elaborados por tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    En el centro cultural Mushily se adecuó un rincón para exhibir las bufandas y cintillos elaborados por tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Este local se especializa en gallina criolla

    María Victoria Espinosa

    (F)
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    El sabor criollo de la gallina y la sazón manabita son la fórmula ganadora del emprendimiento Parador de Grecia.

    Este restaurante fue creado hace 10 años en la vía Santo Domingo – La Concordia. Grecia Rendón es su propietaria. Al principio el menú del restaurante era variado. Se vendían otros platos típicos de las campiñas manabitas como los asado de carne y pollo.

    Pero poco a poco los clientes mostraron preferencia por el caldo y el seco de gallina. Así que el menú se redujo a estos platillos.

    Rendón, quien es oriunda de El Carmen (Manabí), señala que se debe a que ella utilizó la receta ancestral manabita, pero le dio su toque secreto. “Siempre he cocinado yo para que el sabor no cambie. Pero el mayor secreto es cocinar con amor como si fuera para mi familia”.

    Rendón afirma que nunca falta a su trabajo para controlar que la calidad del producto y la atención al cliente se mantenga. “Máximo me ausento por dos horas porque me gusta que todo funcione bien”.

    Otro de los secretos de este negocio manabita es que la cocción del caldo y el seco de gallina criolla se hacen en un fogón a leña y en ollas de barro, que son utensilios típicos de la cocina montuvia y que le brindan un sabor especial a la comida manabita.

    Se sirven en una cocina abierta al público e incluso el comensal puede decir que tipo de presa que quieren que le sirvan. “El seco de gallina me recuerda a la comida de mi infancia y es por el sabor que la olla de barro le da a la comida”, señaló el comensal Jairo Vera.

    Este platillo se acompaña con arroz y plátano verde asado. A diario se venden alrededor de 200 platos, entre caldo y seco.

    El negocio inició hace 10 años con alrededor de USD 2 000. Ese dinero fue invertido en la elaboración del fogón, se compraron utensilios de cocina, mesas, sillas y la comida que se vendería durante la primera semana.

    El local era arrendado y tuvieron que pasar seis años aproximadamente para que Rendón pudiera adquirir una propiedad de una hectárea en la vía Santo Domingo – La Concordia.

    Rendón debió construir un nuevo local porque el terreno estaba vacío. Primero instaló una pequeña choza con columnas de madera y poco a poco ha mejorado la fachada aunque sin dejar de lado el concepto de la cocina típica manabita, que por lo general es el lugar donde las familias se reúnen mientras esperan que la comida esté lista. Por eso, el fogón se instaló cerca de las mesas.

    La inversión total de este negocio es de USD 200 000. El nuevo local tiene una capacidad para 150 personas, aunque durante el día llegan más de 200.

    Por lo general, la clientela fija llega de Santo Domingo, El Carmen y La Concordia. Aunque también hay viajeros que siempre que viajan a Esmeraldas hacen una parada en este restaurante, que atiende de lunes a domingo.

    Los fines de semana, el movimiento en el restaurante aumenta. De lunes a viernes, Rendón debe comprar entre 40 y 50 gallinas diarias para poder vender hasta las 16:00. Pero lo fines de semana, se compran hasta 70. Rendón tiene dos proveedores, que certifican que la gallina es criolla.

    Roberto Zambrano es cliente de este restaurante desde hace tres años. Él afirma que el sabor de los platos es no ha variado y que además es una comida saludable. “Es como comer en casa”.

    Para cubrir con la demanda de clientes, entre semana Rendón contrata a 10 mujeres de la zona para que ayuden en la preparación del arroz, el plátano verde, jugos y también para que atiendan a la clientela. Los fines de semana, tres personas más se unen al equipo.

    El año anterior, Rendón instaló una sucursal en el centro de Santo Domingo, en una plaza de comidas. Sin embargo, debió cerrar porque no le alcanzaba el tiempo para atender a los dos negocios.

    Ella señala que debía cuidar que el sabor no cambiara. “No podía dividirme en dos y el negocio apenas estaba arrancando como para tener más empleados”.

    El negocio

    La inversión inicial fue de USD 2 000 con los que se compraron utensilios de cocina, mesas, sillas y otros.

    A los seis años de creación, los propietarios decidieron comprar un terreno, de una hectárea que les costó USD 85 000.

    En los últimos cuatro años se han encargado de hacer adecuaciones para poder atender a la clientela, que es de 200 personas diarias.

    El precio de los platos es de USD 4 y USD 5. Los clientes son atendidos por mujeres de la zona y por su propietaria Grecia Rendón, que es oriunda de El Carmen (Manabí).

    En el Parador de Grecia se especializan en caldos y secos de gallina, con una receta manabita en ollas de barro. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    En el Parador de Grecia se especializan en caldos y secos de gallina, con una receta manabita en ollas de barro. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • La innovación en los helados le genera clientela

    José Luis Rosales

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    El helado es el producto que se destaca en Incanto Gelato Artesanal. La iniciativa, dirigida por Santiago Baquero, ha logrado, en su primer año y medio, captar la atención de vecinos y turistas que arriban a Cotacachi, en Imbabura.

    Este ingeniero en Empresas Gastronómicas busca siempre sorprender a sus clientes con novedosas fórmulas de mantecados. Hay para todos los gustos. Incluso tiene opciones para veganos.

    Entre las más recientes recetas de este alimento congelado están mixturas de guanábana con piña, frutilla y cedrón y mango elaborado con yogur natural.

    Baquero nació hace 43 años en la capital imbabureña. Como buen ibarreño creció degustando los helados de paila, cuya tradición tiene más de un siglo en la urbe.

    Por eso, en el 2017 cuando tuvo oportunidad de viajar a la Argentina aprovechó para visitar algunas gelaterías. Así nació la idea de abrir su negocio.

    Este gastrónomo ha impulsado otros cuatro emprendimientos que han estado vinculados al área gastronómica. Anteriormente probó suerte en la ciudad de Ibarra y en las islas Galápagos.

    Antes de abrir Incanto Gelato Artesanal hizo un estudio de mercado para obtener datos e información acerca de los clientes, especialmente extranjeros. También la oferta de los competidores.

    La idea era aprovechar la presencia de los aproximadamente 1 200 extranjeros que se han radicado en Cotacachi. En noviembre pasado la urbe recibió la designación de Pueblo Mágico del país.

    El intercambiar información con los ‘gringos’ es otro de sus ganchos. Baquero domina el inglés porque vivió nueve años en Estados Unidos.

    No obstante, durante este tiempo la mayoría de sus visitantes han sido turistas nacionales que llegan atraídos por los refrescantes postres de textura delicada. “Son una excelente opción para disfrutar de las novedosas variedades de helado”, comenta un cliente.

    Como este criterio hay 135 opiniones en la página web Tripadvisor, en la que los clientes opinan sobre el servicio de establecimientos. Esta firma incluso entregó este año un certificado a la calidad a Incanto Gelato Artesanal.

    Para Baquero la cocina de su establecimiento es prácticamente su laboratorio, en el que siempre prepara sabores para sorprender.

    De esta forma la oferta del local creció de 5 a 30 variedades. Uno de los más llamativos es el mantecado de leche de cabra. Su elaboración es un proceso laborioso: primero se prepara el dulce y el yogur. Este último reemplaza a la crema de leche.

    Otro gancho son los pasteles y sánduches con pan que son elaborados por Baquero. Resalta que todo es producido de manera artesanal, pero con calidad. En la decoración de las tortas de fondant le ayuda su esposa, Ana Arévalo.

    El mes anterior, Baquero compartió su experiencia exitosa con 200 estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Ibarra.

    Otros datos

    El local está ubicado en las calles Imbabura 8-35 y Tarqui, junto al parque San Francisco.

    Para instalar el negocio hizo varios cursos de heladería en Quito y Guayaquil.

    Los helados se ofrecen en copa o en conos de galleta que se elaboran en el local.

    La decoración del establecimiento es simple, pero sobria.

    El emprendedor ha recibido propuestas para que abra sucursales en otras ciudades del país.

    Santiago Baquero, gerente propietario del establecimiento, le gusta atender personalmente a los clientes. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
    Santiago Baquero, gerente propietario del establecimiento, le gusta atender personalmente a los clientes. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
  • Sabor y aroma nacional en la Mitad del Mundo

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La Mitad del Mundo, un lugar tan icónico de Ecuador, es el escenario en el que Café Guayasamín difunde la cultura ecuatoriana y el café de especialidad.

    Este es un negocio que nació de la mano de Oswaldo Guayasamín y que, actualmente, lo maneja junto con sus hijos Alexis y Martín. Surgió hace tres años con el objetivo de dar a conocer el grano de origen ecuatoriano.

    En la cafetería se ofrecen diferentes tipos de preparaciones con café, incluido un té hecho con la cáscara de esta fruta. Asimismo, se vende el producto empacado.

    Oswaldo explica que el café con el que trabajan proviene de fincas en el noroccidente de Pichincha, Loja y, en ciertas ocasiones, de Imbabura. “Es café arábigo, de altura. Queremos rendir un tributo a todas las familias caficultoras”.

    Actualmente, compran el grano cinco productores nacionales. Una de ellas es Olinka Vélez, de la finca Chorora, en Zozoranga, Loja. “Les vendemos hace un año, un saco cada mes y medio o dos. Es la única cafetería en Ecuador que vende nuestro producto porque lo demás lo exportamos. Alexis conoce nuestra finca. Cuando vende el producto transmite la experiencia desde que nace hasta que se cosecha”.

    En sus inicios, Café Guayasamín operó en el norte de Quito, donde estuvo ocho meses. Llegaban unos 10 clientes al día; Oswaldo vio que no estaba creciendo.

    Un día llegó al local un representante de la Ciudad Mitad del Mundo, a quien le gustó mucho el concepto de la cafetería e invitó a Oswaldo a que el local forme parte del complejo turístico equinoccial. Hoy el negocio se encuentra justo en la plaza central del lugar.

    La cafetería cuenta con decoración de figuras precolombinas, con el fin de resaltar las culturas que ocuparon el territorio nacional. En un ala se encuentra el área para los comensales que se sirven las bebidas, compran el grano o degustan otros productos y en otra está una zona para laboratorio, molienda y cata.

    Este último proceso da una experiencia a los clientes. Se conoce todos los procesos del café desde que se seca la cereza hasta que se tuesta; luego, es posible comparar café común con el de especialidad a través del olor y el sabor.

    El café de especialidad ecuatoriano, comenta Alexis, tiene notas dulces, florales y cítricas. Él, junto a su hermano, ha logrado descubrir estas características gracias a que se convirtieron en baristas luego de una amplia formación, principalmente en Colombia. Han ganado diferentes galardones como Aeropress Ambato 2017, Aeropress Quito 2018, Aeropress Arte Late, entre otros.

    Actualmente, la cafetería recibe a unos 100 clientes al día. Uno de ellos es el artista Gonzalo Balseca. “Vengo a tomar una taza de café casi cada tarde desde que abrió la cafetería. Me he quedado impactado con la calidad y el sabor que tiene el producto que comercializan en este negocio. He conocido sobre la cata y eso me ha parecido muy interesante”.

    Uno de los elementos que hace especial a Café Guayasamín son las variedades de café. Entre ellas están típica, honey, caturra, híbrido 8, etc. Al menos seis se ofrecen para la cata y venta del producto y dos para servir a diario.

    Asimismo, el negocio ofrece jarros con diseños de la cultura Jama Coaque. Esto también con la idea de dar a conocer a los clientes, que en un 90% son extranjeros, los pueblos ancestrales.

    El café de este emprendimiento también se vende en el duty free del Aeropuerto de Quito y en Inti Cari en el Palacio Arzobispal.

    En diciembre, los emprendedores tienen previsto lanzar una crema de café y un ron con café. Otro objetivo es abrir nuevamente un local en Quito y, en algún momento, exportar el producto.

    Café Guayasamín, como parte de su eje de responsabilidad social, trabaja con fincas caficultoras que dan trabajo a mujeres cabezas de familia y realiza dos veces al año la donación de un día de sus ventas a alguna causa infantil.

    Alexis Guayasamín, Oswaldo Guayasamín y Jesús Ramírez muestran los productos de la cafetería, en su local en la Mitad del Mundo. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Alexis Guayasamín, Oswaldo Guayasamín y Jesús Ramírez muestran los productos de la cafetería, en su local en la Mitad del Mundo. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • 21 años en el negocio de lubricantes para autos

    Priscilla Alvarado

    (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    La industria automotriz evoluciona constantemente y parte de esta evolución radica en la búsqueda de mayor calidad en los productos que se colocan en los motores. Esta es la bandera que levanta desde sus inicios Filtrocorp. La empresa, que inicialmente empezó vendiendo filtros, nació en 1998 en Guayaquil.

    Juan Pablo Vallejo, director comercial de la firma, cuenta que tan solo un año después de su creación incursionaron en el mercado de los lubricantes, resultando esto una catapulta para la empresa.

    Empezaron trabajando con una marca, ahora alcanzan las 12. Entre lubricantes, filtros y líneas para limpieza de vehículos cubren la demanda del sector.

    Donaldson, Mann Filter, Samury, Fram, Peak, Gunk, son algunas de las marcas que importa la empresa para abastecer al mercado ecuatoriano.

    Una de ellas y a la que consideran la “estrella” es Amalie. Esta línea de lubricantes tiene 100 años de trayectoria a escala mundial y es una de las marcas con mayor crecimiento en Ecuador, posicionada por calidad y precios.

    En el 2018, explica Vallejo, Filtrocorp colocó en el mercado más de 2 millones de galones de esta firma, lo cual le otorgó una posición de liderazgo compartido.

    A escala nacional, los lubricantes mueven entre 25 y 28 millones de galones anuales, sumadas todas las marcas que compiten en el mercado ecuatoriano.

    Según el directivo, en los últimos años, la tendencia de crecimiento en el mercado de lubricantes está guiada por la preferencia del consumidor a productos semisintéticos y sintéticos, los cuales tienen mejores paquetes de aditivos que protegen al motor.

    A nivel técnico, Amalie cumple todas las exigencias de las marcas fabricantes de motores. Además, de las últimas especificaciones requeridas por el Instituto Americano de Petróleo (API por sus siglas en inglés), los cuales son SN Plus para motores a gasolina, y CK 4 para motores a diésel.

    Juan Pablo Vallejo, director comercial de Filtrocorp. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Juan Pablo Vallejo, director comercial de Filtrocorp. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

    Vallejo explica que los productos para motores a diésel cuentan con el aditivo Molibdeno, considerado el mejor aditivo antifricción del mercado.

    Además, hace algunos años, uno de los productos de esta línea fue sometido a una prueba en EE.UU., en donde se comprobó que su utilización garantiza un motor en perfecto estado.

    “Los motores de última generación requieren que los lubricantes sean más avanzados en su formulación y tecnología”, indica el director comercial de Filtrocorp.

    Por esta razón, las marcas de lubricantes buscan ir evolucionando junto con los requerimientos del Instituto Americano de Petróleo (API por sus siglas en inglés).

    Además, de cumplir con los compromisos de preservación del ambiente con la utilización de componentes que minimizan la contaminación.

    Filtrocorp continúa en la búsqueda de productos de calidad a precios competitivos. Por esta razón desde hace dos año incluyeron en su catálogo a Turtle Wax, una marca americana especializada en productos para el mantenimiento interior y exterior de los automóviles.

    Para Vallejo, tener los insumos para el mantenimiento integral de vehículos es lo que los mantiene como líderes en el país.

    Los dueños de los vehículos tratan de conservar en mejor estado sus motores. Por esta razón, ofrecer un producto de alta calidad es una oportunidad para seguir siendo líder en el mercado, asegura Vallejo.

    La empresa tiene un valor agregado: la asesoría directa.

    La estructura de ventas y la red de distribuidores los ubica en lugares estelares en el ramo.
    Filtrocorp tiene sede en Guayaquil y en Quito, de esta manera da cobertura a las 24 provincias del país, con 50 vendedores.

    “Hemos canalizado la atención de forma directa a lubricadoras tradicionales, talleres, tecnicentros, usuarios finales corporativos e industrias en las diferentes zonas del país”, añadió.

    Ahora, una de sus metas a corto plazo es la inauguración de un ‘showroom’ en la matriz ubicada en la Ciudadela Mirador del Norte en Guayaquil. Aquí, los usuarios podrán tendrán más de cerca los productos del catálogo.

    La estrategia

    Calidad. A lo largo de los 21 años se crearon alianzas comerciales con más de 12 marcas importadas de gran renombre a nivel mundial.

    Capacitaciones. Son constantes a técnicos y vendedores para dar asesoría directa. Su principal público son las lubricadoras.

    Innovación. A fin de cubrir toda la cadena automotriz, buscan captar desde el mercado de filtros hasta productos para limpieza.

    Cobertura. Con más de 150 colaboradores cubren todo el país. Tienen sede en la zona norte de Guayaquil y en Quito, en la zona industrial.

    Las bodegas de Filtrocorp están ubicadas en el norte de Guayaquil. El lubricante Amalie es su producto estrella. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Las bodegas de Filtrocorp están ubicadas en el norte de Guayaquil. El lubricante Amalie es su producto estrella. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • El ‘snack’ de fruta es su negocio

    Priscilla Alvarado (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    El mundo avanza hacia el consumo de alimentos más sanos y de calidad. Lo llamativo de los empaques, la facilidad para tener un ‘snack’ a la mano y el precio que se ajuste al bolsillo se vuelven factores indispensables para los consumidores más exigentes.

    Basesur nace con la idea de importar fruta al granel y distribuirla en el país. Emilio Bruzzone, su presidente, es un comerciante ecuatoriano que se interesó por la venta de fruta hace más de 30 años. El empresario, de ascendencia italiana, cuenta que inició vendiendo protectores plásticos para camionetas y botes, hasta que se topó con una persona que importaba fruta desde el exterior.

    “Me interesó el negocio e hice las averiguaciones de cómo traer fruta con todos los permisos y lo hice”, relata. Esta división fue el punto inicial de lo que hoy es Basesur.

    La empresa tiene como negocio ofrecer frutos frescos, saludables, altamente seleccionados y empacados en presentaciones ideales para el estilo de vida de cada consumidor.

    Bruzzone relata que de un viaje a Estados Unidos, en septiembre de 1990, trajo sus dos primeros contenedores de manzana verde. La mercadería llegó, en ese entonces, a una bodega ubicada en el sur de Guayaquil.

    Luego, en 1991 viajó hasta Chile para trabajar con la United Trading Company (UTC) y empezó a importar fruta desde el sur de ese país. “Para el primer año, con esta compañía, se lograron distribuir unas 40 000 cajas de fruta variada”, señaló.

    El vocero de la firma cuenta que la década de los 90 fue el tiempo propicio para el crecimiento de la empresa. Basesur pasó de distribuir 40 000 cajas de fruta al granel cada año hasta llegar a 100 000 cajas.

    Bélgica Acosta, gerenta comercial de empacados, explica que Basesur tiene tres divisiones de negocio.

    La primera es la venta de fruta al granel, con la que se inició y que obedece al 90% de su venta a los mayoristas.

    Al menos el 50% de la producción se realiza con mano de obra local. La otra mitad del trabajo la realizan grandes maquinarias.
    Al menos el 50% de la producción se realiza con mano de obra local. La otra mitad del trabajo la realizan grandes maquinarias.

    Julio Cepeda, de Comercial Cepeda Fruit, compra a Basesur 20 000 cajas mensuales de manzanas, peras, duraznos y nectarinas para distribuirlas en el mercado mayorista de Montebello en Guayaquil. Cepeda destaca el servicio de la firma y la calidad de sus productos ya que en los 20 años que lleva comprando no ha tenido inconvenientes con la fruta.

    La segunda división es la venta de granos, frutos secos y especias, también al granel, que llega al mayorista, industrias y autoservicios.

    Y la tercera es la línea de empacados Del Sur, que es de las más conocidas en el mercado por la variedad de frutas frescas enteras y cortadas, granos, avenas y cereales que oferta. Esta última división se creó en el 2010 y básicamente se encarga de atender a un mercado más pequeño y específico.

    Los empaques ‘to go’ o para llevar son los principales. Acosta explica que con la entrada de esta línea han logrado posicionarse en la ‘retina’ del consumidor. Con Del Sur ingresaron en 2013 a Almacenes Tía y a Mi Comisariato. Actualmente, los empacados, ya están en las perchas de los principales supermercados del país.

    Sin embargo, con el posicionamiento en cadenas medianas y grandes se volvió necesario atender un segmento más pequeño: las tiendas.

    La línea logró llegar a este público desde hace tres meses a través de la compañía CBC que produce Tesalia.

    Luis Soria es dueño de la tienda Niño David, una de las primeras en vender productos Del Sur. En el cantón Durán ya oferta 10 de los 90 productos de la línea desde finales de agosto.

    “El consumo de frutos secos va en aumento, se vuelve importante incluirlo en las despensas”, señala.

    Los voceros señalan que obedeciendo las tendencias del mercado cada vez incorporan más productos novedosos en su cartilla. Los ‘smoothies’ veganos, polvo para bebida de almendras y la ‘whey protein’, por ejemplo, llegarán a los consumidores en las próximas semanas.

    Desde el departamento de Investigación y Desarrollo de la empresa se estudia qué lanzar y cómo hacerlo.

    Los nutricionistas, adjuntos a la firma, crean las tablas nutricionales de los productos obedeciendo el lema de “lo natural también es rico”.

    Basesur, con su planta en el cantón Durán en Guayas, se ha mantenido en constante crecimiento en el mercado ecuatoriano. Sin embargo, el equipo busca sortear opciones más ambiciosas. Para el 2020 apuntan a la exportación. El mercado europeo es el primer destino que aspiran conquistar.

    Las cifras

    20 000 dólares fue el capital inicial invertido para levantar la empresa.

    40 camiones salen diariamente desde las instalaciones de Durán y de Quito, para distribuir productos a todo el país.

    4 200 metros en cámaras de frío. La empresa cuenta con cuatro para el manejo estéril de la fruta.

    150 proveedores en promedio trabajan con la firma. China, Chile y países de Oriente Medio le dotan de frutas y especias.

    El gerente

    Emilio Bruzzone

    El interés por nuestros productos viene de la necesidad de consumir alimentos frescos, de calidad y al alcance del bolsillo. La estrategia es abarcar un mercado tan grande y a la vez tan pequeño, como son las tiendas y pequeños supermercados. La cercanía creada con este segmento nos hace saber que vamos en la dirección correcta. La meta, luego de conquistar el mercado local, es la exportación y el reconocimiento mundial.

    En una de las cuatro cámaras refrigeradas de Basesur, seis trabajadores se encargan de armar los mix de frutas frescas para los supermercados. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    En una de las cuatro cámaras refrigeradas de Basesur, seis trabajadores se encargan de armar los mix de frutas frescas para los supermercados. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • La oferta de esta avícola se concentra en la Amazonía

    Modesto Moreta

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La comercialización de pollos faenados es el plus que ofrece avícola El Progreso a sus clientes en Mera, provincia de Pastaza.

    Esta empresa amazónica vende entre 100 000 y 120 000 aves cada 60 días. Sus principales mercados son Napo, Morona Santiago, Pastaza, parte de Tungurahua y otras provincias. El año pasado facturó USD 2 millones y en la actualidad cuenta con 30 colaboradores.

    Avícola El Progreso ingresó al mercado en 1999 cuando Jorge Asitimbay, actual gerente, decidió montar su propio emprendimiento en la crianza de pollos. Los conocimientos adquiridos durante seis años como administrador de granjas avícolas ayudaron para instalar su propio negocio.

    Con una inversión de USD 10 000, de sus ahorros, puso en marcha el proyecto con la colaboración de su esposa. Con el dinero alquiló un galpón, compró 1 000 pollos de engorde, los balanceados y otros instrumentos e insumos necesarios para el desarrollo de los animales.

    La apertura de mercado para su producto no fue sencilla. Durante el primer año las ganancias fueron mínimas. Luego sumó a sus amigos y clientes de su antiguo empleo y al fórmula funcionó.

    Hasta el 2005, las ventas crecieron a 6 000 animales. Pero nuevamente tuvo un desafío: el precio de la libra de pollo en pie bajó a USD 0,35, sin embargo se dispararon los precios del maíz, la soya y otros insumos necesarios para la elaboración de los balanceados.

    Como una forma de recuperar la inversión resolvió iniciar con el faenamiento de las aves. Ese fue el éxito de su negocio, puesto que los precios subieron. Años más tarde Asitimbay decidió cerrar todo el círculo en su proyecto es decir, con la producción de balanceado, crianza, alimentación, pelado y distribución en sus dos camiones frigoríficos. Todo eso implicó nuevas inyecciones de recursos. “Ahí inició la fama de Avícola El Progreso. Logramos que la gente consuma nuestro pollo amarillo pelado a mano y de buen sabor”.

    Los trabajadores se encargan del cuidado, alimentación de las aves que se reparten en los tres galpones de cada una de las granjas avícolas.
    Los trabajadores se encargan del cuidado, alimentación de las aves que se reparten en los tres galpones de cada una de las granjas avícolas.

    Sus primeros mercados fueron Puyo y más tarde Tena, El Coca, Sucumbíos, Baños, Riobamba y otras ciudades del país. En el 2008, los ejecutivos de la firma El Progreso realizaron una nueva inversión de USD 70 000 en la construcción de su propia granja avícola con cuatro galpones para producir 12 000 pollos.

    También adquirió maquinaria artesanal para la elaboración de su propio balanceado. La demanda de su producto creció en el mercado. En el 2012 la producción subió a 20 000 aves y se distribuían a las ciudades de Puyo y Shell.

    En el 2015 construyó dos granjas más e incrementó la producción a 80 000 aves cada dos meses. El año pasado, subió a 120 000. La libra de pollo pelado aumentó a USD 1. Las aves que crecen en los galpones salen al mercado a las 5 semanas con un promedio de peso de 5,5 libras.

    La cartera de clientes subió a 120 y Napo se convirtió en unos de sus mercados más fuertes. Le siguen Pastaza, Morona Santiago, Tungurahua y Francisco de Orellana. “Es un emprendimiento familiar que está en crecimiento”.

    Para el 2017 se invirtieron USD 200 000 en la tecnificación de dos de las tres granjas avícolas. Una parte de los recursos fueron créditos en una cooperativa. “La idea no es endeudarse en grandes rubros, lo que hemos hecho es reinvertir las utilidades en el crecimiento de nuestra empresa”, asegura Asitimbay.

    Uno de los proyectos pendientes de este emprendedor es abrir una cadena de locales para comercializar sus productos. Además, lograr la tecnificación de la planta de faenamiento.

    Uno de sus distribuidores es Eduardo Narváez en el Tena, en la provincia de Napo. Él asegura que la calidad de la carne de pollo hizo que en los dos años que trabaja con la Granja El Progreso las ventas se incrementaran. “La gente compra nuestro producto porque es carne amarilla y es de buen sabor. Es más la calidad de los insumos que usamos para el crecimiento”.

    Narváez es propietario de la granja Avícola El Rey y desde hace un año dejó de criar y faenar aves para dedicarse a la comercialización del producto de El Progreso. Este cliente menciona que diariamente vende 120 pollos faenados y a veces sube la demanda hasta 200 aves al día.

    Insignia

    ‘El cuidado y la atención son las claves’

    German Cargua, encargado de los galpones y vacunación

    Empecé a trabajar hace 4 años en el área de la vacunación de los pollos. Es importante porque ahí se inmuniza a las aves para que no tengan ninguna enfermedad, a esto se suma los controles que hay que tener en las granjas y la salubridad en cada uno de los galpones para evitar bajas.

    He pasado por todas las secciones en la avícola. Ahora estoy encargado del cuidado de 40 000 pollos. La tecnificación ayuda a cumplir con este proceso. Debo estar pendiente también de la alimentación y que todo funcione bien. Lo importante en el trabajo es la capacitación constante de la mano de obra, especialmente en el manejo de vectores, posibles enfermedades, la vacunación…

    Eso garantiza la calidad de nuestro producto que es uno de los mejores que se vende en el mercado. Nuestra granja también cuenta con tecnología de punta en la dosificación de los alimentos, el agua y de la temperatura, eso hace que el pollo se desarrolle y alcance el peso exacto antes de ser faenado y que salga a los mercados para la venta. Además, la temperatura ayuda.

    Jorge Asitimbay es uno de los emprendedores que lidera la Asociación de Productores de Pollo en la provincia de Pastaza. Tiene tres granjas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Jorge Asitimbay es uno de los emprendedores que lidera la Asociación de Productores de Pollo en la provincia de Pastaza. Tiene tres granjas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • ¿Cómo internacionalizar una pyme?

    AEI para LÍDERES (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Todas las empresas buscan expandirse a escala nacional y mucho más a escala internacional. Sin embargo, abrirse camino en el exterior significa mayor inversión en recursos económicos y humanos.

    No obstante, sí es posible internacionalizar Pequeñas y Medianas empresas (pymes). Estas son actores claves para incrementar el crecimiento potencial de América Latina, dado que se caracterizan por una heterogeneidad en su acceso a mercados, tecnología y capital humano, así como vincu­laciones con otras empresas, factores que afectan a su productividad, capacidad de exportación y potencial de crecimiento.

    Por ello, se debe considerar de manera seria tomar la decisión de crecer, pero de forma metódica, porque el impacto positivo y negativo de exportar es doblemente visible en temas de ventas y ganancias. A continuación presentamos algunos ‘tips’:

    El país de destino

    Debe conocer bien el mercado en donde quiere empezar a operar, las posibilidades del producto o servicio de la compañía en el lugar de destino, así como el sector donde se va a desarrollar la actividad profesional y los márgenes con los que se trabaja, como puntualiza Daniela Calero, gerenta general de Stratega. La experta comenta que “hay oportunidades de mercado, pero si la pyme tiene poco conocimiento de la cultura, normas o idioma, esto puede limitar su competencia”.

    También es necesario conocer a la perfección las particularidades de la legislación contable, fiscal, laboral y mercantil de cada país. Es importante tener clara la legislación vigente, sobre todo en temas de facturación.

    Diseño de un plan

    De la mano de un experto en procesos de internacionalización, se puede elaborar una planificación para determinar la rentabilidad del negocio en el país extranjero y qué acciones seguir. La existencia de un plan previo de internacionalización bien diseñado disminuye los imprevistos.

    Método de entrada

    Lo más recomendable es contar con un socio local con el que se establezca inicialmente una relación mercantil, antes que una relación accionarial. Luis Alcívar, gerente de apoyo a emprendedores de la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI), indica que es importante identificar programas y servicios específicos, guiados por la demanda internacional, en los que el precio no sea el patrón más importante de compra, en los que se permita al emprendedor diseñar, mejorar y adaptar sus soluciones. Esto, acompañado de una estrategia clara de diferenciación, entendiendo el modelo tradicional de exportación.

    Objetivos realistas

    Hay que ser realistas a la hora de fijar objetivos a medio y largo plazos. Por lo tanto, ser austeros durante esta primera etapa nos ayudará a soportar posibles desviaciones en el tiempo, como menciona Alcívar.

    Es necesario conocer a la perfección las particularidades de la legislación contable del país destino. Foto: Ingimage
    Es necesario conocer a la perfección las particularidades de la legislación contable del país destino. Foto: Ingimage
  • Este restaurante manabita piensa en los viajeros

    María Victoria Espinosa

    (F) Contenido intercultural

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    Porto Café es un emprendimiento que nació en Portoviejo, la capital de Manabí, después del terremoto del 16 de abril del 2016. Se especializa en comida manabita como hayacas, bolones, tigrillos, sánduches de chancho, humitas y café pasado, cultivado en los campos de la provincia.

    Este negocio se instaló en la Terminal Terrestre de Portoviejo, en una zona donde estaban ubicadas las conexiones eléctricas. Maiko Rodríguez es el propietario de Porto Café. Él recuerda que después del terremoto, la zona comercial desapareció y los comerciantes empezaron a buscar otras zonas de la ciudad donde instalarse provisionalmente.

    Rodríguez afirma que un día empezó a caminar desde la zona cero de Portoviejo hasta la terminal. Cuando estaba al frente notó el flujo de pasajeros que había en la zona e ideó un proyecto para instalar una cafetería con productos que no vendieran otros comerciantes. “Por lo general, la comida que vendían era con arroz y la gente que viajaba no podía llevársela en el bus”.

    Pero ingresar con un negocio al terminal no era una tarea fácil y menos en el lugar que Rodríguez quería colocarla. Así que debió pedir una cita con el alcalde de Portoviejo Agustín Casanova, quien luego de escuchar el proyecto decidió darle el aval para construir la cafetería.

    Rodríguez tuvo que derrumbar algunas paredes y construir un pequeño local con una cocina y mostradores para sus productos. En la parte de afuera colocó sillas y mesas. La inversión para empezar el negocio fue de aproximadamente USD 20 000.

    Porto Café combina el estilo manabita con el de las cafeterías que hay en Nueva York (EE.UU.). Eso debido a que Rodríguez vivió en esa ciudad y al llegar a Manabí notó que no había cafeterías con ese estilo. Por eso también vende malteadas, sánduches con aderezos como salsa BBQ, pepinillos, aceitunas, jamón de pernil y otros.

    Pero también vende el típico sánduche manabita que contiene chancho, típico en zonas rurales.

    Ángel Zambrano es uno de los clientes de Porto Café. Él vive en Manta, pero al menos una vez a la semana debe hacer trámites en Portoviejo. Una de sus paradas obligatorias es este negocio. Por lo general se toma un café de Jipijapa, que tiene la particularidad de que no es ácido. Lo acompaña con una hayaca, que es un platillo de maíz con pollo, pasas y pasta de maní envuelto en una hoja de plátano. “La comida es fresca y rica. Una de las ventajas es que está dentro de la terminal y abre desde las 06:00”.

    A diario a la cafetería llegan alrededor de 200 clientes desde las 06:30 hasta las 21:00. En feriados esa cifra se duplica.

    Rodríguez señala que la pasión por la gastronomía es una herencia familiar. Sus padres tienen un restaurante en Chone llamado Maikito. Ahí se especializan en la gastronomía de la zona centro norte de Manabí, ubicada en el estuario del río Chone.

    Ahí preparan chame frito, desayunos criollos, mariscos y otros. “Mi madre es una especialista en comida tradicional. Ella conserva las recetas típicas”.

    Porto Café tiene otra sucursal en el centro de Portoviejo. Los locales conservan la misma decoración. El proyecto de Rodríguez es crear una marca que se pueda replicar en otras ciudades del país como su natal Chone.

    El negocio

    Porto Café tiene tres años de creación. Empezó en un pequeño espacio del terminal en Portoviejo con una inversión de USD 20 000.

    Cada año, se renueva el mobiliario para atraer a los 9 000 pasajeros que circulan a diario por la terminal terrestre.

    En este negocio trabajan cuatro personas, quienes se encargan de elaborar los más de 20 platillos que se ofrecen a diario.

    A diario a la cafetería llegan alrededor de 200 clientes.

    Maiko Rodríguez es el propietario del negocio Porto Café, ubicado en la terminal terrestre de Portoviejo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Maiko Rodríguez es el propietario del negocio Porto Café, ubicado en la terminal terrestre de Portoviejo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • La asesoría legal al emprendedor es de ayuda

    EI para LÍDERES (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El papeleo legal puede considerarse un trámite engorroso, pero las consideraciones jurídicas permitirán que un negocio tenga bases fuertes que sean su escudo. Ningún emprendimiento está exento de riesgos, por lo que es indispensable conocer las leyes y normas que podrían impactar.

    Conocer los límites y reglas dentro del marco legal facilitan al emprendedor la promoción y consolidación del negocio. Además, la asesoría legal ayuda a no caer en errores.

    Administrar una empresa no es una tarea simple. Los trámites legales están entre los procesos más complicados, ya sea por desconocimiento o por falta de experiencia, muchos empresarios no están preparados para estar pendientes de los mismos. Por eso, un asesoramiento legal puede ayudar en la planificación jurídica del proceso de abrir una empresa.

    Es importante que las empresas estén respaldadas, que cumplan con los derechos del consumidor y de los trabajadores, mismos que están garantizados por la ley. A continuación ocho consejos:

    Tipo de empresa

    Determine el tipo de empresa que va a constituir, dado que una sociedad con más personas representa un costo más alto. Si el negocio es de una persona (natural) ahorrará dinero y determinados trámites legales.

    Los impuestos

    Para todo negocio formal es fundamental obtener el Registro Único de Contribuyentes (RUC), que es la cédula de las actividades económicas o el Régimen Impositivo Simplificado (RISE), el cual es un régimen de inscripción voluntaria, que reemplaza el pago del IVA y del Impuesto a la Renta, a través de cuotas mensuales.

    Los permisos

    Identifique los permisos respectivos para el tipo de actividad que vaya a emprender como: patentes municipales o registros sanitarios. Recuerde que cada actividad económica requiere lineamientos específicos y el proceso para cumplirlos toma tiempo.

    Todo por escrito

    Defina sus sociedades comerciales, ya que debe tener por escrito todas las negociaciones y acuerdos para mantener el orden. Además, le da un tono más formal a todo proceso, garantizando los derechos y deberes de las partes involucradas en un negocio.

    Propiedad intelectual

    Respalde su proyecto con base en la Ley de Propiedad Intelectual para asegurar el trabajo, como explica David Artieda, de SDR Lawyers. El experto afirma que: “La legislación marcaria en Ecuador otorga acciones a sus titulares para impedir que terceros los imiten total o parcialmente, siempre y cuando identifiquen los mismos productos y/o servicios o relacionados”.

    La normativa laboral

    Guíese por la Ley de Trabajo, que garantiza el empleo digno de sus colaboradores, lo que fomenta una relación ganar-ganar, como dice Artieda, pues un equipo motivado ayuda a cumplir con los objetivos de la compañía. Los beneficios que reciben los colaboradores bajo relación de dependencia son de carácter obligatorio y van más allá de las remuneraciones normales y periódicas que reciben por su trabajo, explica el abogado. En este sentido, se debe cumplir con la normativa vigente para evitar inconvenientes.

    Ojo con el consumidor

    Manténgase al día con el mercado, según lo que establece la Ley de Protección al Consumidor para que sus acciones sean coherentes con el mercado. Tal como menciona Artieda, esta normativa ayuda a disminuir la prevalencia de los monopolios y garantizar que el consumidor siga siendo la principal preocupación.

    Un equipo de expertos

    Tenga un especialista que dirija el proceso para evitar cargos adicionales por falta de documentación o de pagos municipales. Recuerda que la parte financiera también es un factor clave. Un equipo de profesionales le dará el soporte necesario para que el proyecto camine sin tropiezos.

    El cumplimiento de estas sugerencias serán cruciales en la evolución de todo negocio, de cualquier tamaño y en cualquier segmento. El emprendedor sabrá que está caminando en firme y cumpliendo leyes y normas, lo que le da un valor agregado.

    Un equipo de profesionales le dará el soporte necesario para que el proyecto camine sin tropiezos. Foto: Ingimage
    Un equipo de profesionales le dará el soporte necesario para que el proyecto camine sin tropiezos. Foto: Ingimage