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  • Su idea es una vitrina para lo orgánico y lo tradicional

    Redacción Quito

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    La idea se concretó en cuestión de meses. En mayo del 2016 Jossette Vázquez, una madre de familia con espíritu emprendedor, tenía en mente un negocio para promover iniciativas de otras mujeres que impulsaban la comida orgánica y artesanal.

    El análisis fue rápido. “Estaba dedicada a mis hijos, pero también quería ayudar a mujeres que promocionan sus productos en redes sociales”. Así surgió El Market Express, en Cumbayá, un negocio que abrió sus puertas el 1 de septiembre del año en mención.

    Para arrancar, Vázquez se contactó con mujeres que están en grupos como las Wikis o las Destrabadas para que sean sus proveedoras. En esos espacios virtuales existe mucha creatividad y se confirma la tendencia de una alimentación enfocada en alimentos orgánicos o elaborados artesanalmente, cuenta Vásquez en su local, mientras también atiende a los clientes que preguntan por mariscos frescos.

    En principio tuvo cerca de 60 proveedores de productos como galletas, mermeladas, lácteos, carnes y más alimentos. La oferta incluía lo orgánico y artesanal, así como lo tradicional. “Si hacía solo orgánico no sé si hubiera crecido. La clave fue no limitar la oferta”.

    Los primeros días fueron emocionantes. El local se llenaba de amigos y familiares que compraban. Pero luego de unas semanas, las ventas se estancaron. Entonces Vázquez apeló a las redes sociales. Tanto Facebook como Instagram se convirtieron en sus espacios de promoción. Así fue cómo el negocio levantó cabeza y se consolidó. Hoy cuenta con cerca de 300 proveedores y decenas de clientes por día, que se multiplican los fines de semana.
    Los sábados, por ejemplo, llegan padres de familia que desean cocinar en casa. “Nuestros productos se caracterizan por ser de fácil preparación”, añade esta mujer.

    El 30% de los clientes llega buscando productos orgánicos y libres de gluten. El 70% restante viene porque le gusta comer rico, bien y gourmet. “Esa es la esencia del mercado al que me dirijo”.

    Vázquez reconoce que el negocio de comida es bastante sacrificado. El local abre todos los días y la emprendedora se apoya en un equipo de trabajo: dos mujeres le ayudan en la caja y el pago a proveedores. Una tercera lleva la contabilidad de manera externa.

    Esta emprendedora es bastante exigente. Por eso ella se encarga, desde el principio, de probar cada producto que desea estar en las perchas de El Market Express. “Muchas veces llegan productos con unas presentaciones muy novedosas, pero fallan en los sabores o ingredientes. Por eso les doy ciertos consejos y mejoran la calidad. Así ganan los proveedores y cuido la reputación de mi local”.

    Uno de los proveedores es Gourmet Andino, una pequeña empresa que elabora mezclas orgánicas de frutos andinos para pastelería. José Luis Quintero, representante de esta iniciativa, cuenta que sus productos tienen buena rotación en el local de Vásquez. “Trabajamos con ella desde hace un año. Cada mes le envío una caja de 24 unidades con nuestros productos”.

    Según Quintero, El Market Express es un negocio con mucha afluencia de público. “No es tanto el target al que apuntamos, pero me sirve para posicionar y dar a conocer mi producto”.
    En el crecimiento del negocio de Vázquez, las redes sociales se mantienen como una ventana. Ella publica todos los días fotos, recetas y consejos para sus clientes. “Me han pedido franquiciar o abrir locales en Quito, pero no lo haré todavía. El negocio es como un hijo y quiero hacerlo crecer fuerte y sano”.

    Jossette Vázquez es la propietaria de El Market Express. Este minimercado ubicado en el corazón de Cumbayá oferta alimentos orgánicos, artesanales y tradicionales. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    Jossette Vázquez es la propietaria de El Market Express. Este minimercado ubicado en el corazón de Cumbayá oferta alimentos orgánicos, artesanales y tradicionales. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • La lencería, producto estrella de Ralomtex

    Modesto Moreta

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    Daniela’s, Traviesos y FLA son las marcas estrellas en lencería que produce la empresa textil Ralomtex. La firma ambateña tiene presencia a escala nacional con más de 300 distribuidores de sus líneas casuales, tanga, hilos, cacheteros, infantil y pijamas. Y la línea de caballeros con prendas boxer.

    La calidad, el uso de las mejores materias primas del mercado y las nuevas colecciones son la clave para el crecimiento de este negocio. Las damas, los caballeros y los niños son usuarios de estas prendas y las colecciones que presenta la empresa cada año para mantenerse en el mercado.

    En el 2017 la firma facturó USD 4,8 millones y empleó a más de 110 personas. Sus productos se comercializan en cadenas comerciales como RioStore, Megamaxi y R&M, EtaFashion… Además, en locales de ropa ubicados en Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato, Cotopaxi y Latacunga.

    Ralomtex produce cada mes unas 25 000 docenas de prendas. Su gerente Ramiro López dice que el éxito del negocio es estar siempre a la vanguardia de la moda, creando nuevos diseños, innovando en colecciones y mostrar en catálogo toda la lencería que produce. Además, el atractivo uso de los colores es parte de la tendencia de la moda.

    Ralomtex comenzó a fijar sus cimientos en 1987. López recuerda que migró de Bolívar a Ambato. Se hospedó donde unos familiares dedicados a la confección de ropa interior. Ahí aprendió a coser y cortar. Luego de 10 años, decidió distribuir el producto en todo el país. Eso le ayudó abrir el mercado a escala nacional.

    Los pedidos aumentaron y los talleres no abastecían con la mercadería. Pensó que era hora de producir sus propios productos. Con una inversión de 800 000 sucres (USD 300) inició con la empresa. Adquirió cuatro máquinas de coser y contrató igual número de colaboradores. También adquirió la materia prima.

    López trabajó en el mejoramiento de la costura y de la calidad de las prendas con el uso de nuevas telas, elásticos e hilos. Con los cambios implantados logró más demanda de sus productos en Guayaquil y Quito.

    Producía 150 docenas a la semana y los entregaba personalmente en los almacenes. En 1992 se casó con su esposa Lourdes y fue el puntal para el crecimiento del negocio. Compraron más maquinaria y subieron la producción a 400 docenas semanales.

    La guerra con el Perú en 1995 hizo que quebrara, debido a que la mayoría de los clientes venían de la frontera. Ellos dejaron de comprar. Sin dinero y con deudas acordaron vender 25 de las 30 máquinas y parte de los enseres de la casa con la idea de reinvertir.

    Con las cinco máquinas arrancaron nuevamente el emprendimiento. Mejoraron la calidad del producto y sacaron las marcas Traviesos y Daniela’s; además innovaron la presentación en cartones de la ropa que fue el gancho para subir las ventas.

    En 1998 la empresa compró un terreno donde se levantó una propia planta de producción ubicado en las calles Montalvo y Cuenca. La inversión fue de USD 300 000 y la producción subió a 4 000 docenas. Hasta el año 2000 alcanzó las 10 000 docenas mensuales. El manejo adecuado de las finanzas impidió que en el feriado bancario y la dolarización quebraran.

    La inversión sigue. Hace cuatro años se compró otro terreno y para una nueva planta por un valor de USD 300 000. Está en el norte de Ambato. López también compró la licencia Disney para producir ropa para niño con los dibujos de la marca.

    Los almacenes Cumandá y Súper almacén Cumandá, de Guayaquil, comercializan los productos de Ralomtex hace 20 años. David Ordóñez, el gerente, cuenta que la calidad del producto y los modelos de la lencería hace que sus productos tengan demanda en el mercado guayaquileño.

    Asegura que es una empresa de las más innovadoras en el mercado de la ropa interior para los niños, jóvenes y adultos. Las ventas crecieron en al menos USD 200 000 anuales. “Cada año la comercialización está en crecimiento”.

    Las colecciones tienen una gran demanda, especialmente de las mujeres, le siguen los jóvenes y las personas adultas. Las marcas Daniela’s, Traviesos y FLA están bien posicionadas gracias a las promociones en sus locales. “Ellos están mejorando cada una de las marcas y no escatiman la inversión”, comenta Ordóñez.

    110 colaboradores tiene la empresa Ralomtex. Inició con 4 personas. El año pasado incrementó a 40 personas más en sus filas.

    300 distribuidores trabajan con la firma ambateña en la comercialización de sus líneas de lencería.

    2 tiendas abrió Ralomtex. Una está en las calles Montalvo y Cuenca, en Ambato, y la segunda, en Quito, en el Mall El Recreo.

    25 000 docenas de prendas produce la firma ambateña mensualmente.

    En la empresa Ralomtex el control de calidad del trabajo que realizan las colaboradoras es importante para garantizar cada una de las prendas que se producen. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
    En la empresa Ralomtex el control de calidad del trabajo que realizan las colaboradoras es importante para garantizar cada una de las prendas que se producen. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Una pitbull fue el motivo para emprender

    Redacción Quito

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    La afición por confeccionar prendas y artículos para su mascota Debi motivó a sus dueños, Mauricio Flores y Nataly Portero, a emprender su propio negocio: Locos por los perros.

    Cuando Debi, una pitbull, llegó al hogar de estos jóvenes a mediados del 2014, ellos empezaron a elaborar productos para satisfacer las necesidades que se presentaban de manera cotidiana.

    El primer artículo que diseñaron fue un protector para el asiento del vehículo, porque la pitbull dejaba su pelo y manchaba los asientos. Para este producto, la pareja empleó un material resistente, seguro y versátil que permite habilitar un espacio para un pasajero en la parte posterior.

    Algunas personas que miraban el protector, mientras la pareja iba con Debi al parque u otros espacios, empezaron a hacerles pedidos. Incluso, les hicieron nuevos requerimientos. Y así surgió, a fines del 2014, Locos por los perros.

    Luego, a este emprendimiento se sumó Daniel Rosales y en conjunto empezaron a elaborar más productos y ofrecer otros servicios. Para esto, siempre se considera las necesidades de Debi, porque Flores y Portero notan que su realidad es común.

    Actualmente, Locos por los perros tiene una línea de prendas y accesorios. Se ofrecen cobertores de asientos y de cajuelas de autos, organizadores, correas, cinturones de seguridad, arnés, camas portátiles, dispensadores de fundas, chalecos especiales de paseo, comederos, ropa, zapatos y objetos personalizados para los propietarios de estos animales.

    Para las prendas se trabaja con diseñadoras. En su fabricación se prioriza que el producto sea cómodo, funcional y seguro para los canes. También se hace productos personalizados para rehabilitación, rescate y otros.

    Katerine Mymrykova, quien tiene una perra de servicio, comenta que ha adquirido en esta empresa dos chalecos con arnés para Nana, una collie de pelo corto, que la acompaña en sus rutinas diarias.

    Esta prenda incluye un distintivo, un bolsillo y un broche para colocar la identificación de su mascota. “El trabajo es personalizado. En otras tiendas no se puede solicitar algo a medida y con tanto detalle”, comenta Mymrykova.

    Este tipo de artículos cuentan con patente y todos las prendas de Locos por los perros llevan un logotipo para posicionar la marca. Segundo Ilvis, propietario de Bazar y Novedades Luisa, comenta que en promedio cada mes confecciona entre 100 y 200 bordados. “Hay bastante demanda”.

    Aparte de las compras al por menor, esta empresa ha logrado colocar sus productos en la cadena La Favorita, en Renault y en el servicio de transporte Easy.

    Locos por los perros cuenta también con servicio de peluquería, guardería y hasta un hotel canino. La primera instalación funciona en la González Suárez y las otras dos están en Puembo.

    El costo de estos productos depende de las características de la mascota y del paquete que requiera contratar el dueño de los animales, menciona Flores.

    Locos por los perros cuenta con 13 colaboradores. Inicialmente empezaron dos, con una inversión de USD 50. Actualmente, facturan alrededor de USD 90 000 al año.

    Para el próximo año, estos emprendedores esperan crear Locos por los gatos, para complacer también los requerimientos de estos animales. También quieren abrir centros veterinarios y distribuir vitaminas para mascotas.

    Otros datos

    El servicio de peluquería funciona de 09:00 a 19:00. Se atiende de lunes a viernes. El precio va desde USD 18.

    La guarderíaSEnScuenta con un recorrido que se inicia a las 05:00. El regreso de los animales es entre las 17:00 y 19:00.

    El cuidado incluye juegos dirigidos y socialización. El hotel tienetrestipos de habitaciones
    Los prendas y accesorios para los canes se venden en tiendas de mascotas y también en facebook.com/locosporlosperrosec/ o en la página web www.locosporlosperros.com.

    Mauricio Flores (izq.), Nataly Portero y Daniel Rosales se inspiraron en Debi (foto) para diseñar su logotipo. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Mauricio Flores (izq.), Nataly Portero y Daniel Rosales se inspiraron en Debi (foto) para diseñar su logotipo. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • La fruta picada fue el inicio de este negocio

    Redacción Quito  (I) 
    redaccion @revistalideres.ec

    Es arquitecta, con estudios en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, y hasta el 2013 estuvo dedicada a un emprendimiento de fabricación de muebles modulares.

    Sin embargo, la crisis en el sector inmobiliario y ser, para entonces, madre soltera de dos niños, llevaron a Jenny Díaz Carrillo a replantearse por completo su vida profesional.

    Esta mujer, de 38 años, es amante de las frutas y de comer sano, lo que le permitió detectar que en ciertos lugares, como cafeterías y panaderías, no ofrecían frutas como complemento del desayuno.

    “Lo vi como algo muy coyuntural”, cuenta. Fue así que se planteó su idea de negocio: vender frutas picadas, lista para consumir, envasadas higiénicamente.

    Panificadora Ambato fue la primera empresa que le dio la oportunidad a Mi Fruta, nombre del emprendimiento, en septiembre del 2013. “Como no existía proveedores de frutas picadas, nos pareció un servicio y un producto diferenciado. Teníamos desayunos, pero no ofrecíamos ese complemento, porque se nos complicaba logísticamente”, comenta Santiago Cobo, gerente comercial.

    Resaltó que el servicio de Mi Fruta es “excelente”. Actualmente, la panificadora no solo ofrecen las frutas picadas, también los otros productos que ha ido lanzando Mi Fruta con el tiempo.

    El portafolio incluye frutas picadas, con o sin yogur, parfait (una combinación de yogur natural, frutas y granola), un snack de frutas pequeñas enteras, gelatina natural de frutas, higos con queso y una ensalada de verduras.

    El comienzo fue duro. Jenny se levantaba a las 04:00 y ella sola picaba las frutas en la cocina de su casa. Luego, desde las 10:00, salía en su carro a repartir el producto para la venta del día siguiente a las 36 sucursales de Panificadora Ambato, en Quito. Entre las 18:00 y las 19:00 retornaba a su casa.

    Con el tiempo, además de lo agotador que resultaba todo el proceso, la demanda fue aumentando y su cocina resultó pequeña para la producción que requería.

    Con la ayuda de sus hermanos, adecuó un galpón (propiedad de su padre), en el sector El Bosque, que se convirtió en la pequeña planta de producción de Mi Fruta, emprendimiento en el que hoy laboran otras seis personas. La adecuación de la planta requirió una inversión de USD 15 000.

    En un principio, se proveía de los mercados de la ciudad. Pero, hoy día, cuenta con proveedores directos que le hacen entrega de las frutas dos veces por semana.
    Uno de ellos es Omar Tipán, que desde hace año y medio le provee de frutas como papaya, sandía, uva, claudia, mora y piña. Tipán adquiere los productos en el Mercado Mayorista o algunos provienen de las ciudades de Ambato y Latacunga.

    De una facturación inicial de USD 500, actualmente Mi Fruta está facturando al mes cerca de
    20 000. Y ahora cuenta con 14 clientes, entre mini markets, escuelas, universidades y panaderías. Además está en negociación con cadenas de comida y cafeterías.

    Mi Fruta trabaja en el desarrollo de dos nuevos productos: una salsa de frutos rojos y frutas picadas con yogur, congelados, para la preparación de smoothies.

    Jenny Díaz es la  fundadora de Mi Fruta, el emprendimiento que empezó ofreciendo fruta picada. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Jenny Díaz es la fundadora de Mi Fruta, el emprendimiento que empezó ofreciendo fruta picada. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • ONU premia a negocio del sur ecuatoriano

    Agencia EFE

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    Una empresa de catering ecuatoriana que presta servicios en el proyecto minero Fruta del Norte, operado por la canadiense Lundin Gold, ha sido merecedora de un reconocimiento otorgado por el Pacto Global de las Naciones Unidas (ONU) para promover una agenda sostenible en el 2030 de las redes locales.

    Se trata de un galardón por las buenas prácticas al desarrollo sostenible que realiza la empresa Catering Las Peñas, integrada por emprendedores locales de la parroquia Los Encuentros, en la provincia de Zamora Chinchipe, que presta varios servicios como la preparación de alimentos, limpieza y lavandería.

    En la actualidad tiene 150 colaboradores de las áreas aledañas al proyecto aurífero Fruta del Norte, situado a unos 140 kilómetros al noreste de la ciudad de Loja.

    Autoridades del Ministerio de Minería asistieron a la entrega del galardón. La Cartera de Estado ha impulsado el apoyo a emprendimientos productivos en las zonas de influencia de los proyectos mineros estratégicos, según un comunicado de la entidad.  

    El presidente de Catering Las Peñas, Jorge Granda, dice sentirse orgulloso por el reconocimiento otorgado por la Red de Pacto Global: “El premio nos estimula a seguir trabajando y generando fuentes de empleo en el sur del país”.

    Para este dirigente empresarial, el proyecto es resultado de varios meses de trabajo entre sus miembros, representantes de diferentes áreas de la empresa minera y la fundación Lundin Gold.

    Se trata de la primera iniciativa regional de colaboración entre las sedes de Pacto Global de Ecuador y Colombia, para presentar las buenas prácticas que las empresas públicas y privadas llevan a efecto en los dos países en torno a la Agenda 2030 de la ONU.

    El personal que trabaja en el negocio está altamente calificado para el cumplimiento de sus actividades “de manera eficiente y eficaz”. Los empleados, indica la firma, se rigen bajo normas estrictas de cumplimiento de metas y resultados esperados, que garantizan la satisfacción de los requerimientos de sus clientes .

    En la actualidad, esta empresa ha delineado sus políticas operativas y administrativas, con el propósito de consolidarse a nivel local y regional, en la prestación de servicios al cliente bajo estándares de la más alta calidad.

    El proyecto al que dan servicio, Fruta del Norte, tiene más de 10 años de exploración. Según datos del Ministerio de Minería, que se entregaron el año pasado, esta mina tiene 9,8 millones de onzas de oro en reservas estimadas y 15 millones de onzas de plata. Considerando los precios del 2016, este volumen de mineral representa no menos de USD 10 700 millones.

    “El sector minero es el futuro del desarrollo económico para el país. En los próximos años vamos alcanzar un aporte significativo para el Producto Interno Bruto del Ecuador”, declaró la viceministra de Minería, Rebeca Illescas, a mediados de este noviembre.

    La Viceministra señaló que el sector minero está consolidado pues hay cinco proyectos estratégicos que están en marcha. Indicó que a partir de este año entrará en producción el proyecto Río Blanco (mediana minería) y posteriormente lo harán Mirador y Fruta del Norte (gran escala).

    “Esperamos recibir más de USD 4 500 millones en inversiones. Hasta el 2021 aspiramos a una inversión superior a los USD 8 000 millones, más las inversiones en exploración”, manifestó la funcionaria de Gobierno.

    Una imagen del trabajo que realizan los trabajadores del emprendimiento, que se halla en la parroquia Los Encuentros, en Zamora Chinchipe. Foto: Cortesía: Facebook Catering Las Peñas
    Una imagen del trabajo que realizan los trabajadores del emprendimiento, que se halla en la parroquia Los Encuentros, en Zamora Chinchipe. Foto: Cortesía: Facebook Catering Las Peñas
  • ONU premia a negocio del sur ecuatoriano

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    Se trata de un galardón por las buenas prácticas al desarrollo sostenible que realiza la empresa Catering Las Peñas, integrada por emprendedores locales de la parroquia Los Encuentros, en la provincia de Zamora Chinchipe, que presta varios servicios como la preparación de alimentos, limpieza y lavandería.

    En la actualidad tiene 150 colaboradores de las áreas aledañas al proyecto aurífero Fruta del Norte, situado a unos 140 kilómetros al noreste de la ciudad de Loja.

    Autoridades del Ministerio de Minería asistieron a la entrega del galardón. La Cartera de Estado ha impulsado el apoyo a emprendimientos productivos en las zonas de influencia de los proyectos mineros estratégicos, según un comunicado de la entidad.

    El presidente de Catering Las Peñas, Jorge Granda, dice sentirse orgulloso por el reconocimiento otorgado por la Red de Pacto Global: “El premio nos estimula a seguir trabajando y generando fuentes de empleo en el sur del país”.

    Para este dirigente empresarial, el proyecto es resultado de varios meses de trabajo entre sus miembros, representantes de diferentes áreas de la empresa minera y la fundación Lundin Gold.

    Se trata de la primera iniciativa regional de colaboración entre las sedes de Pacto Global de Ecuador y Colombia, para presentar las buenas prácticas que las empresas públicas y privadas llevan a efecto en los dos países en torno a la Agenda 2030 de la ONU.

    El personal que trabaja en el negocio está altamente calificado para el cumplimiento de sus actividades “de manera eficiente y eficaz”. Los empleados, indica la firma, se rigen bajo normas estrictas de cumplimiento de metas y resultados esperados, que garantizan la satisfacción de los requerimientos de sus clientes .

    En la actualidad, esta empresa ha delineado sus políticas operativas y administrativas, con el propósito de consolidarse a nivel local y regional, en la prestación de servicios al cliente bajo estándares de la más alta calidad.

    El proyecto al que dan servicio, Fruta del Norte, tiene más de 10 años de exploración. Según datos del Ministerio de Minería, que se entregaron el año pasado, esta mina tiene 9,8 millones de onzas de oro en reservas estimadas y 15 millones de onzas de plata. Considerando los precios del 2016, este volumen de mineral representa no menos de USD 10 700 millones.

    “El sector minero es el futuro del desarrollo económico para el país. En los próximos años vamos alcanzar un aporte significativo para el Producto Interno Bruto del Ecuador”, declaró la viceministra de Minería, Rebeca Illescas, a mediados de este noviembre.

    La Viceministra señaló que el sector minero está consolidado pues hay cinco proyectos estratégicos que están en marcha. Indicó que a partir de este año entrará en producción el proyecto Río Blanco (mediana minería) y posteriormente lo harán Mirador y Fruta del Norte (gran escala).

    “Esperamos recibir más de USD 4 500 millones en inversiones. Hasta el 2021 aspiramos a una inversión superior a los USD 8 000 millones, más las inversiones en exploración”, manifestó la funcionaria de Gobierno.

    Una imagen del trabajo que realizan los trabajadores del emprendimiento, que se halla en la parroquia Los Encuentros, en Zamora Chinchipe. Foto: Cortesía: Facebook Catering Las Peñas
    Una imagen del trabajo que realizan los trabajadores del emprendimiento, que se halla en la parroquia Los Encuentros, en Zamora Chinchipe. Foto: Cortesía: Facebook Catering Las Peñas
  • Las emociones de los clientes son su negocio

    Redacción Quito

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    A Víctor Galarza siempre le interesó la posibilidad de medir las emociones de los consumidores. Desde que trabajó como ejecutivo en una aerolínea regional, este emprendedor ecuatoriano estuvo enfocado en medir las sensaciones de las personas cuando compran un bien o reciben un servicio.

    Con esa ‘semilla’ en su mente tuvo un primer emprendimiento con uno de sus hermanos. Fue una consultora que consiguió algunos contratos, arrendó una oficina, pero que al final no superó el valle de la muerte que deben atravesar los emprendimientos para ser sostenibles y rentables.

    Pero Galarza no desmayó en sus intentos y hace un año y medio volvió a la cancha de los emprendedores, no sin antes capacitarse en Perú sobre neuromarketing.

    En el país vecino aprendió el manejo de equipos biométricos, que permiten hacer mediciones en la mente de los consumidores. Así empezó VHG5, en octubre del 2014, hace tres años. Los equipos son suecos y para su compra se invirtieron USD 43 000.

    Para arrancar Galarza se asoció con su pareja Sophia Tapia, gastrónoma de profesión quien también tenía en mente emprender su propio negocio.

    VHG5 tiene su base de operaciones en Quito. Esta consultora creó el concepto de la ‘neurocreatividad’, en el que se combinan las ventas, el marketing y la creatividad. “A nuestros clientes les explicamos cómo funciona el cerebro ante los estímulos externos de un producto y les sugerimos incorporar los resultados de la medición al discurso de ventas que tienen las empresas”, dicen Galarza y Tapia, mientras enseñan los equipos y el software que utilizan en las mediciones.

    Los términos técnicos predominan en el servicio de este negocio. Pero en términos sencillos significa que al ver un producto con cientos de características, VHG5 trabaja para resaltar los beneficios de ese producto. “Ayudamos a que las empresas expliquen a sus clientes los beneficios de sus productos o servicios”.

    Entre los clientes de este emprendimiento se encuentran empresas en sectores como el automotor, el farmacéutico, el agropecuario. También ofrecen servicios a universidades, empresas de seguros y cooperativas de ahorro.

    Soraya Peñaherrera, representante de la cooperativa Cacpeco, que tiene su matriz en Latacunga (Cotopaxi), cuenta que trabajan con VHG5 en un proyecto con el personal de Negocios. La meta, dice esta ejecutiva, es mejorar las competencias comerciales. “Hasta el momento ha concluido con satisfacción dos etapas del mismo”, dice Peñaherrera.

    La vocera de Cacpeco califica a Galarza y Tapia como un equipo muy profesional que le pone todo el entusiasmo para que las cosas salgan bien. “Los servicios de neuromarketing son prácticos y de fácil aplicación hasta ahora. Nos han parecido diferentes a lo que ofertan otros consultores”.
    Geraldine Araujo, Subgerente General de Consermin, también da buenas referencias de VHG5. “Víctor y Sophia son un equipo dinámico y eso se siente en su profesionalismo y en sus servicios. Según Araujo las técnicas utilizadas son muy interesantes e innovadoras.

    “Recomiendo sus interesantes y diferentes servicios en temas organizacionales.
    Sus capacitaciones son geniales y muy practicas, y son amantes de la tecnología, lo cual les ayuda a comunicarse perfectamente”

    Víctor Galarza y Sophia Tapia son los fundadores de VHG5, un negocio que se basa en el neuromarketing. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Víctor Galarza y Sophia Tapia son los fundadores de VHG5, un negocio que se basa en el neuromarketing. Foto: Armando Prado / LÍDERES
  • Pablo Ordóñez muestra talento en cada negocio al que llega

    Patricia González

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    Crecer en una familia de siete hermanos le dejó a Pablo Ordóñez varias enseñanzas para la vida: Las principales son la capacidad de adaptación, la disciplina y el trabajo en equipo.
    “En la casa no se escogía la comida. Sí había leche para el desayuno, eso tomábamos todos. Para hacer los deberes, nos turnábamos el escritorio”, cuenta el gerente de ChevyPlan Ecuador.

    Su amigo Jerónimo Dávalos, excompañero de trabajo en Citibank y actual vicepresidente regional de la entidad financiera, admira de Ordóñez su capacidad para trabajar en equipo. “Siempre ha buscado las opiniones de los demás, siendo fiel a los resultados”.
    Estudió hasta sexto curso en la Unidad Educativa Salesiana Cardenal Spellman, en Quito.
    Cursó un nivel prepolitécnico en la Escuela Politécnica Nacional. Pero, para entonces (1983), era una exigencia cursar una maestría para ser ingeniero. Y él deseaba independizarse rápidamente.

    En enero de 1984 ingresó a la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad de Texas A&M, en EE.UU, donde también estudió su hermana mayor. En esa época estudió y trabajó a la par, lo que le ayudó a financiar los estudios. “Fue sacrificado, pero interesante al mismo tiempo”.
    A pesar de que fue una experiencia enriquecedora, su plan siempre fue retornar al país. “Cómo le aporto al Ecuador, de qué manera dejo huella positiva al país”, era un pensamiento recurrente desde el tercer año de universidad.

    Regresó al país al culminar la carrera y se postuló para trabajar en plantas industriales de distintos sectores. También apuntó a entidades bancarias, que para entonces se interesaban en ingenieros industriales, por sus conocimientos en procesos. Fue en ese campo su primera experiencia.

    Por cinco años trabajó en el Banco Popular, donde comenzó como pasante y terminó ocupando el cargo de gerente de Banca Personal a escala nacional.

    En adelante, las oportunidades que se le presentaron implicaban en la mayoría de los casos arrancar desde cero, lo que convertía cada proyecto en un nuevo reto.

    A Fybeca ingresó en 1993 para desarrollar la tarjeta Vitalcard, de la cadena farmacéutica, lo que implicó la conformación de otra empresa, que lideró por cuatro años: Medihealth.
    Luego, tuvo a su cargo la apertura de la oficina de la Corporación de Desarrollo Agroindustrial Latinoamericano (LAAD) en Ecuador, que financia a pequeños y medianos productores de banano, cacao, camarón, rosas, claveles…

    En 1999 volvió a sus orígenes en el sector financiero. Esta vez como vicepresidente de Citibank, entidad en la que había sido pasante durante unas vacaciones de verano mientras estudiaba en la Universidad de Texas A&M. Como un hito de su gestión destaca la primera transacción electrónica en cuentas corrientes, que realizó un banco en Ecuador.

    La industria automotriz siempre fue familiar para Ordóñez. Su mamá trabajó por 10 años en el sector automotor y su abuelo era representante de Ford y Toyota. “Desde muy pequeño asistí a shows automotrices”.

    Andrés Hidalgo, miembro del Directorio de Grupo Imbauto-Vallejo Araujo y cofundador de Chevy Plan, le comentó a Ordóñez sobre el proyecto de compras planificadas de vehículos Chevrolet. Por sus conocimientos financieros y “madurez emocional”, Hidalgo lo consideró para la gerencia de Chevy Plan en Ecuador y le hizo el enlace con Pablo Ross, presidente de General Motors en la Región Andina.

    De nuevo tuvo que comenzar de cero. El proyecto, que en un principio estuvo conformado por tres socios (General Motors, Produbanco y la red de concesionarios), arrancó en junio de 2003 en una pequeña oficina en la matriz de Produbanco, en Quito. La compañía se constituyó en abril de 2004 y para entonces ya operaba en una oficina propia en El Labrador. A la fecha, Chevy Plan ha entregado más de 23 000 vehículos.

    Ordóñez ha estado al frente de la firma desde sus inicios, hace 13 años que tiene. “Apuntamos a la persona correcta. Gracias a su preparación y madurez ha sabido manejar toda una red de concesionarios”, destaca Esteban Acosta, gerente general de GM Perú.

    Además de la excelencia profesional, Acosta resalta que Ordóñez ha demostrado ser exitoso en lo profesional y personal.

    El gerente general de ChevyPlan está casado con María Elena Coronel, con quien tiene tres hijos de 24, 22 y 14 años de edad. Aunque dice que quisiera dedicar más tiempo al hogar, en la familia Ordóñez los fines de semana son de parrilladas y eventos similares. “Es una familia espectacular”, dice su amigo Jerónimo Dávalos.

    Pablo Ordóñe, ingeniero industrial quiteño, tiene una destacada trayectoria profesional en el sector automotor, la banca y el negocio farmacéutico. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Pablo Ordóñe, ingeniero industrial quiteño, tiene una destacada trayectoria profesional en el sector automotor, la banca y el negocio farmacéutico. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • Un negocio que se desenvuelve entre seres mágicos

    Modesto Moreta

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    El mundo de Verónica Chuquín es dar vida a elfos, brujas, duendes, magos, dragones, mantras, hadas y una diversidad de seres mágicos que exhibe en cada rincón de su taller localizado en el ingreso norte de Ambato.

    Parecen salidos de los cuentos y lugares mágicos. Colores verde, amarillo, café y lila, predominan en las pequeñas, medianas y grandes figuras con orejas alargadas y puntiagudas.

    Esta artesana ibarreña radicada en Ambato, hace cuatro años y medio fundó su emprendimiento denominado Verukarte cositas hechas con amor. Ahí moldea las figuras que ella misma las imagina y los recrea en muñecos que sirven como recuerdos, adornos o para decorar espacios casas, jardines, casas comerciales o llaveros.

    Su emprendimiento cuenta con cinco líneas de trabajo como pintura, escultura, cerámica, tallado en madera, línea de seres mágicos, figuras personalizadas bajo pedido y carros alegóricos. El año pasado facturó USD 30 000.

    Esta misma magia transmite cuando diseña y confecciona los gigantes carros alegóricos que cada año crea y construye para los desfiles de fiestas emblemáticas como de la Fruta y de las Flores en Ambato. Además, de las ciudades de Guayaquil, Riobamba, Quito, Ibarra y otras ciudades.

    Cuenta que los seres mágicos es una línea que está en apogeo y tiene gran demanda en el mercado local y nacional. Estas figuras son elaboradas con porcelanicron o masilla polimérica. Las fórmulas con que elabora la materia prima las patentó en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI). Además, creó una pasta que resplandece en la oscuridad.

    La joven artista arribó a Ambato hace 17 años en busca de trabajo y con el propósito de finalizar sus estudios. Comenzó construyendo maquetas para estudiantes, tallado en madera y los seres mágicos, que aún no eran conocidos.

    Con su habilidad y conocimiento en arte montó su microemprendimiento. La inversión inicial fue de USD 5 000 que lo hizo a través de un crédito en una institución financiera. Con los recursos financió la compra del instrumental, materiales como telas, fibra de vidrio, latón…

    Dice que de pequeña su padre Marcelo Chuquín le enseñó este arte que tiene más de tres generaciones en Imbabura. En sus inicios facturaba 2,5 millones de sucres, es decir, USD 100 al mes. Ahora además trabaja en la construcción de carros alegóricos.

    Al mes produce en forma artesanal 500 figuras mágicas de 30 centímetros. También, de 5 y 10 centímetros, uno, dos y cinco metros de alto, todo depende de la necesidad del cliente.

    Chuquín contó que los 106 seres mágicos que tiene creados los patentó en el IEPI. Una de sus colaboradoras y clientes es Lourdes Gutiérrez. Trabaja hace 10 años en la confección de los carros alegóricos para la Fiesta de la Fruta y en la elaboración de muñecos personalizados.

    Cuando inició no tenía conocimiento de este arte, pero poco a poco alcanzó esta habilidad artesanal. Participa en las ferias en diversos sectores del país. Ahí comercializa lo que producen en forma artesanal. Lo importante es que seguimos capacitándonos y adquiriendo experiencia.

    Verónica Chuquín es la mentalizadora de este emprendimiento, en Ambato. Foto: Modesto Moreta/ LÍDERES
    Verónica Chuquín es la mentalizadora de este emprendimiento, en Ambato. Foto: Modesto Moreta/ LÍDERES
  • Cada paso del negocio se controla con un software

    Patricia González

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    Carlos Naranjo es un ecuatoriano con más de 20 años residiendo en Londres, que hoy repara prendas de vestir en su taller de costura para firmas de moda tan reconocidas como Prada, Armani, Dolce&Gabbana.

    El taller de costura Elegance salió al mercado en 1997, con dos personas a cargo: su propietario, Carlos Naranjo, y una costurera, proveniente de Riobamba.

    El emprendimiento requirió de una inversión inicial de 5 000 libras (USD 6 481). Su primer cliente fue la casa de moda internacional Karen Millen, especializada en ropa de mujer.

    El trabajo de Elegance consiste en hacer arreglos en prendas, ajustándolas a la medida de los clientes finales de las firmas de diseño de moda. Al año se reparan alrededor de 30 mil piezas.
    “La compañía creció orgánicamente. No hizo falta publicidad. La gente nos recomendaba”, comenta Naranjo.

    Hoy es una empresa de 50 empleados, con un portafolio de 60 clientes, que incluye a equipos de fútbol profesional y artistas.

    En Elegance se lleva el control de cada etapa del proceso de producción. El registro se hace a través del software GB97, que nació hace ocho años como un programa de contabilidad.

    El primer paso es la solicitud de los pedidos por parte de las casas de moda. El software comienza su trabajo clasificando a los clientes por su ubicación para el retiro de las prendas.
    El conductor designado para retirar los pedidos recibe la información de la ruta en su teléfono, mediante una aplicación móvil. Retira las prendas y hace entrega de pedidos anteriores.

    Los cambios que deberán hacerse en cada prenda quedan registrados en el software mediante el código de barra de la pieza.

    El operario del taller que ajustará la pieza recibe la información y solicita autorización, a través del software, para iniciar su trabajo.

    De esta forma, el taller registra los tiempos de producción, las piezas que repara por día cada operario y la persona que estuvo a cargo del control de calidad.

    Desde el 2016, GB97 también administra y supervisa las diferentes etapas de producción del taller de arreglo de prendas de la firma Burberry, en Londres, y ahora administrará otro taller de la misma casa de moda en París.

    La optimización de los procesos de producción, le ha generado a la marca británica Burberry un ahorro del 30% en costos, señala Fabricio Salazar, representante legal de GB97 en el Ecuador.

    La proyección del fundador de Elegance es poder ayudar a otros emprendedores del país a administrar sus negocios de forma adecuada, por medio de la herramienta tecnológica.
    “Con este software las personas pueden saber con anterioridad lo que deben hacer y lo que van a ganar”, subraya Naranjo.

    Elegance
    Elegance