Sistema B y la Cámara de Comercio Ecuatoriana Americana (AmCham) de Quito impulsan el programa Amcham Triple Impacto, a través del cual los negocios puedan generen impactos positivos en los accionistas, la sociedad y el medio ambiente, como estrategia para mitigar los efectos de la crisis económica mundial.
La iniciativa está compuesta de nueve módulos enfocados en construir “una sostenibilidad integral empresarial para transformar las organizaciones en empresas resilientes, sostenibles y que generen impacto positivo”.
Del 20 al 24 de julio del 2020 se llevó a cabo la primera edición del programa para empresas que buscan ser pioneras de este cambio de comportamiento. Participaron siete firmas nacionales o con sucursal en el país.
Como parte del proceso se impulsó a los participantes a dar los primeros pasos para convertirse en empresas con propósito. También se otorgaron 10 becas (al 100%) para que micro y pequeñas empresas puedan medir sus impactos positivos e identificar las oportunidades para el desarrollo de sus negocios en el mercado.
Los emprendimientos fueron seleccionados con apoyo de Creas Ecuador, Épico, Coinnovar e Impaqto, organizaciones que trabajan impulsando el emprendimiento social y la innovación en el país.
Para Felipe Espinosa, director ejecutivo de AmCham Quito, la emergencia sanitaria deja importantes aprendizajes: “Es responsabilidad del sector productivo promover comportamientos empresariales sostenibles que permitan tomar acción hacia la transformación de una nueva realidad en los negocios”.
Con la iniciativa se buscan estrategias para mitigar los efectos de la crisis económica mundial.Foto: www.freepik.es/
El escenario para el sector empresarial aún es adverso, para lo que resta del año. La actualización de la tasa de crecimiento económico de Ecuador, realizada por entidades públicas o internacionales, muestra que habrá una contracción, entre el 6,5% y 10,9%.
La actualización que realizó el Fondo Monetario Internacional (FMI), en este año, señala que la economía ecuatoriana decrecerá 10,9% en el 2020, por la crisis económica en el contexto de la pandemia del covid-19.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por su parte, prevé una caída del 6,5%. Mientras tanto, el Banco Central del Ecuador proyecta una caída de hasta el 9,6%. Para el sector empresarial, este escenario es considerado el más complejo de la historia.
Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, menciona que las personas que tendrán ventajas, en este contexto de emergencia sanitaria, serán aquellas que tengan liquidez, ahorros, acceso a créditos o quienes han podido mantener su operación.
Estas condiciones permitirán que este segmento adquiera aquellos negocios que, ante la quiebra, sus propietarios preferirán venderlos antes que liquidarlos, porque ese proceso es “tortuoso”, expresa Alarcón.
Como efecto de la crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus, se estima que los sectores más afectados son turismo, transporte, administración pública y manufactura. De acuerdo con el Banco Central pueden caer más del 10%.
Actualmente, en los hoteles, que son parte del segmento de turismo, la ocupación no supera el 5% y en los restaurantes las ventas oscilan el 10%. Además, hay otras actividades en las que aún su funcionamiento está por definirse. Entre esos están bares, gimnasios y espacios de recreación infantil.
Su reactivación económica aún tomará tiempo porque persiste el temor de las personas ante posibles contagios. Además, las medidas adoptadas en ciertas empresas como despidos, reducción del salario o de la jornada, por la crisis sanitaria, ha afectado la capacidad de adquisición de los consumidores.
Por estas condiciones, en este año se prevé que las ventas tengan una contracción del 18%, según proyecciones de la Cámara de Comercio de Quito, con base a información del Servicio de Rentas Internas (SRI).
Empresas por sector económico
Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano, considera que, con estos niveles de ventas, las empresas se han visto obligadas a realizar ajustes en su operación para reducir gastos. “En los centros comerciales, hay almacenes que ni siquiera abren. Incluso, ni los domingos que antes considerado era el día de mayores ventas”.
La reactivación será lenta, porque la dinámica en las ciudades y en las familias es diferente “No se puede señalar cuándo volveremos a la anterior normalidad”, asegura Aspiazu.
Con relación a las oportunidades, si bien se puede destacar el crecimiento en el sector de telecomunicaciones, porque la demanda subió para realizar actividades de teletrabajo o clases virtuales, hay una desventaja. Esta consiste en la alta morosidad que se ha generado, a propósito de la disposición del Gobierno de no suspender los servicios básicos o de Internet, por la falta de pago.
De acuerdo con la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet), el nivel de morosidad que registran las empresas proveedoras de servicios de telecomunicaciones supera el 50% en Ecuador. Las empresas tienen el desafío de llegar a acuerdos con los clientes.
Además, las empresas deben optimizar al máximo sus procesos para ser más eficientes, precisa la la Cámara de Comercio quiteña.
18 % es la contracción estimada por la Cámara de Comercio de Quito en el monto de ventas
Las empresas deben optimizar al máximo sus procesos para ser más eficientes y reducir costos
Las mascarillas son el nuevo producto de las artesanas de Azuay y Cañar, que se especializan en el tejido de lapaja toquilla. Su elaboración empezó en mayo pasado para tratar de compensar la reducción de sus ingresos debido a la emergencia sanitaria tanto en el Ecuador como en el exterior.
En marzo pasado, las artesanas Ana Villa, Blanca Uyaguari y Ana Ramón tuvieron que cerrar su taller ubicado en el Economuseo Municipal Casa del Sombrero, en el Centro Histórico de Cuenca. La causa fue el confinamiento por la pandemia del coronavirus.
Ellas pensaron que sería algo pasajero -pero al percatarse que no era así- conversaron en mayo pasado, para buscar alternativas debido a que dejaron de vender sombreros y accesorios elaborados con paja toquilla. Allí, decidieron diseñar y probar algunas alternativas para producir mascarillas con esta fibra natural, que es un producto demandado.
En este proceso determinaron que era necesario tejer con hebras finas. Ramón cuenta que no debe incomodar al cliente y debe adaptarse a cualquier rostro.
La mascarilla tiene una capa de paja toquilla, un filtro y una tela antifluido. “Se puede realizar hasta 40 lavadas con jabón. La paja no se deteriora al lavarle, más bien se seca más pronto. Se puede desinfectar con alcohol, pero es preferible con agua”, explicó Ramón.
En la actualidad, ofrecen tres alternativas. La primera es la tejida con paja de tonalidad natural y es la que tiene más demanda. Cuesta USD 3,75, así como la segunda opción que son las teñidas en colores rosado, turquesa y café. La tercera tiene un precio de USD 5 y están pintadas a mano, figuras de flores, rosas y colibríes.
Desde el inicio de la producción, hace un par de meses, han comercializado, principalmente, en Cuenca más de 100 mascarillas. Otras 40 enviaron a Estados Unidos y durante esta semana, también, mandarán a Manabí.
Adicionalmente, estas artesanas ofrecieron combos por el Día del Padre, que incluyen un sombrero y una mascarilla de toquilla. Hubo buena acogida, por lo que extendieron la promoción hasta el 15 de este mes, señaló Ramón. Ambas prendas cuestan USD 20 y ya se comercializaron 40.
“En esta época es muy importante la creatividad y es un material que se adapta fácilmente”, comentó la artesana Ana Villa.
La comercialización se efectúa mediante las redes sociales como Facebook y Twitter, donde están registradas como Artesanías y Sombreros. También, realizan contactos a través de WhatsApp.
Las tres artesanas tejen en sus casas para mantener el distanciamiento social. Ellas se dividen los procesos para acelerar el cumplimiento de los pedidos.
Las mascarillas elaboradas en paja toquilla, también, son la nueva alternativa que desarrollan las 104 artesanas de la Cooperativa de Producción Artesanal Puertas del Cielo, que funciona en Azogues.
Según su representante legal, Rosa Cadme, las primeras muestras de este tipo de productos ya fueron enviadas a Miami, para concretar los pedidos. Esta agrupación promociona mediante su sitio web www.azohat.ec. Allí, cuenta con un catálogo digital.
En la actualidad, un grupo de artesanas elabora nuevos modelos, tanto en la tonalidad natural de la paja toquilla como en las alternativas de teñidas y pintadas a mano con diferentes imágenes como iglesias, flores, colibríes, iguanas… Otras asociadas se encargan del tejido y la costura. El precio oscila entre los USD 3,5 y 5.
Las mascarillas, los sombreros, objetos utilitarios y adornos elaborados con esta fibra natural fueron promocionadas el miércoles y jueves pasados, en una macrorrueda de negocios, que fue organizada por el Ministerio de Producción. Según Cadme, su organización tuvo contacto con cuatro compradores de Europa.
Cadme comentó que la venta del sombrero, bolsos, carteras y adornos se están regularizando en las últimas semanas, luego que en marzo pasado los pedidos al exterior y al resto del país se paralizaron. Su organización tiene pendiente desde marzo el envío de 1 100 sombreros hacia China. Durante este mes exportará el 50% y el resto se irá en agosto.
La Cooperativa de Producción Artesanal Puertas del Cielo, también, cuenta con clientes en Brasil, Singapur, Estados Unidos y España y otros países europeos.
Otros detalles El proceso. El tejido de una mascarilla toma alrededor de cinco horas. Cada pieza lleva su respectiva tela antifluido y es planchada antes de su empacado para las entregas a domicilio.
Las ventas. Según Ana Ramón, desde hace cinco años tenían el local en el Economuseo. Vendían entre tres y cuatro sombreros, en promedio, al día. Los precios oscilaban entre USD 20 y 25. “Cerrar fue muy duro porque no quedamos sin ingresos”.
Las artesanas azuayas Ana Ramón, Ana Villa y Blanca Uyaguari se encargan del tejido con la paja toquilla y la costura. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
Los hermanos Ramiro y Fernando Valencia y Juan Pablo Zaldumbide se unieron para desarrollar la plataforma de movilidad sostenible Umayux Ecuador.
El nombre de la aplicación móvil está inspirado en un vocablo kichwa, que significa inteligente.
Las operaciones de la ‘app’ se proyectan, inicialmente, para Ibarra (Imbabura) y tiene cinco ejes: delivery, alquiler de bicicletas, tarjeta para pago digital de buses y taxis, así como parqueo tarifado.
Según Ramiro Valencia, cofundador de esta firma, la propuesta es brindar al cliente cinco servicios con un solo dispositivo.
La idea surgió hace dos años. El proyecto se ha desarrollado por fases. La pandemia aceleró la puesta en servicio de la ‘app’.
En junio último. la firma empezó operaciones con taxis convencionales y el servicio de delivery para restaurantes ynegocios.
El público objetivo de la empresa son personas de entre 25 y 50 años, que tienen más dominio de la tecnología. En el primer mes completaron 500 descargas.
En el diseño de la plataforma para taxis, los socios trabajaron, aproximadamente, 18 meses. A través del aplicativo, al solicitar una unidad, el usuario señala el sitio de salida y destino. El programa, que está elaborado con diferentes algoritmos, remite el nombre del conductor, la unidad y el tiempo estimado de arribo.
Iván Yánez, uno de los 20 taxistas aliados de Umayux, considera que la aplicación ofrece al cliente seguridad y al dueño del automotor ahorro de combustible, por la utilización de rutas óptimas.
La plataforma también cuenta con 40 locales asociados de las líneas de restaurantes y comercio. Estos, a través de la misma aplicación, interactúan con los compradores para recibir los pedidos.
Uno de los beneficios que se resalta es que los dueños de estos negocios no deben cancelar ninguna comisión a Umayux.
Esta marca ha diseñado protocolos para la recepción y entrega del producto, que está a cargo de seis repartidores. Los socios aseguran que las tarifas son módicas.
Con los ingresos que generen los dos servicios se busca apalancar la expansión de los demás, diseñados para lograr una ciudad más amigable con el peatón y conseguir una movilidad sostenible.
Por eso, el siguiente paso es el servicio de bicicletas equipadas con candado electrónico. Fernando Valencia, cofundador y responsable de electrónica, explica que con la ayuda de un teléfono celular el cliente ingresará un código QR para abrir o cerrar el cerrojo. Además, el dispositivo permitirá monitorear el desplazamiento de cada vehículo.
La iniciativa, asimismo, está diseñando una tarjeta única de movilidad. Se trata de un sistema prepago para buses urbanos, taxis, parqueo tarifado, sin tener que cancelar en efectivo. Juan Pablo Zaldumbide, gerente tecnológico de la firma, resalta la utilización de herramientas novedosas como el procesamiento en la nube, lo que permitirá atender a un sinnúmero de usuarios.
Este graduado de ciencias de la computación en Australia explica que a medida que se conecten más usuarios se vincularán con otros servidores virtuales, por lo que el crecimiento es ilimitado. “Cada día se van agregando nuevas cosas. Es un mejoramiento continuo en la programación y funcionalidad de Umayux”.
Los USD 25 000 invertidos provienen de ahorros. El emprendimiento genera siete fuentes de empleo, incluida la de los cofundadores. Ellos antes incursionaron en instalación de cableado estructurado, servicio de ingeniería eléctrica y una tienda electrónica.
25 000 dólares han invertido los emprendedores en el desarrollo de la ‘app’
En Ibarra, creadores y colaboradores de Umayux impulsan esta aplicación como una alternativa para la gente. Foto de la página de Facebook Imbabura en línea
Matilde Mordt, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), asegura que, tras la pandemia, se perderán entre 10 y 15 años de desarrollo humano en uno solo.Hay planes de la entidad para la reactivación económica nacional.
¿Cómo se mide el indicador de desarrollo humanos? El concepto de desarrollo humano lo lanzó Naciones Unidas en 1990. Lo que se proponía era no solo guiarse por el Producto Interno bruto (PIB) para medir el crecimiento, sino ampliar esa mirada. Entonces, el Índice de Desarrollo Humano propone una medida combinada: educación, salud e ingresos. Esas han sido las tres variables principales del indicador, pero hay también subíndices: ajustados por desigualdad, por identidad de género, etc.
¿Por qué el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) anunció que este año el Índice se ubicará en -0,020 (estimado provisional global), lo que implica una drástica caída frente a años anteriores? Es realmente alarmante. Sería la primera vez que se produce un retroceso. A excepción de naciones que han estado en guerra o crisis profundas, los países han avanzado en sus Índices de Desarrollo Humano. Han mejorado en salud, longevidad, educación, niveles de escolaridad, ingresos, niños estudiando, entre otros. Ahora, es alarmante el golpe que está dando el covid-19 .
¿Qué impactos del virus han podido detectar? Por ejemplo, a escala global, los niños y niñas deberían estar estudiando, pero no lo hacen porque no tienen acceso a Internet. En ese grupo está el 60%. Eso, afecta lo que son los datos de escolaridad. En salud habrá que ver a más largo plazo si hay un efecto sobre la longevidad. En cuanto a ingresos, estamos viendo cifras de una contracción global de alrededor del 5%, de acuerdo con información del Fondo Monetario Internacional (FMI). El impacto es muy fuerte para el desarrollo.
En la información que presentó el PNUD sobre el Índice también se habla de los impactos en cuanto a género. Los efectos negativos de la crisis sobre mujeres y niñas impactan en lo económico, con menores ingresos. Hay también mayor inseguridad laboral y hasta violencia.
¿Qué pasa con Ecuador? Ecuador tuvo al 2018 un Índice de Desarrollo Humano de 0,758; a escala global el total fue de 0,731. En términos generales -en los que hay solo el dato planetario- la caída es fuerte y en la práctica se perderán de 10 a 15 años de desarrollo humano en un solo año. Hemos revisado información en los últimos meses. Si a escala mundial se espera una caída del 5% del PIB, en Ecuador hablamos de 7% o más. Como PNUD hicimos un estudio inicial del impacto macroeconómico sobre covid-19 aquí y se calcula una contracción de 7,3% en 2020, con pérdida de alrededor de 660 000 empleos y un desempleo de 11,9%. Hay varias cifras. Estas las sacamos de un estudio independiente que hicimos. Hay similares del Banco Mundial, la Cepal, el BID, etc. Las tendencias son las mismas. Hay que ver el mensaje que nos deja.
¿Cuál es? Que estamos teniendo una pérdida económica, pero también de otras dimensiones.
¿Qué condiciones de vida se espera para América Latina, tomando en cuenta que es la zona del planeta que concentraba hasta fines del mes pasado, el 50% de casos mundiales de covid-19 y cuya economía está afectada? En el momento estamos en medio de la crisis sanitaria en América Latina. Son economías que en muchos casos cerraron temprano, pero que no han llegado al tope de la pandemia. Los efectos económicos y sobre todo sociales, como aquellos en la educación, se van a mantener por tiempo largo. Desde Naciones Unidas tenemos paquetes de apoyo, porque esto es una crisis sin precedentes. Simultáneamente es una crisis sanitaria, humanitaria y socioeconómica.
¿Cuáles instrumentos? Está el apoyo que estamos brindando al sector de la salud por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); está también un plan humanitario, que para el caso de Ecuador lo lanzamos relativamente rápido. Se centra en apoyo para diferentes sectores como salud, compras para esa área, alimentación, reactivación económica temprana… Entonces, hay un plan de respuesta específica para el país. En eso no solo estamos trabajando Naciones Unidas, sino otras organizaciones. Ahora, estamos laborando en el tema socioeconómico.
¿Qué han puesto en marcha? El Secretario General ha identificado cinco pilares para trabajar: salud, que debe continuar más allá de covid-19; protección social a grupos vulnerables; respuesta productiva y de empleo; macroeconomía y protección social. Hay que poner atención a estos en el plazo de un año o dos.
¿Qué deben esperar países como Ecuador, que están entre los más afectados? Creo que debemos prepararnos para unos años complejos. Como estamos viendo, incluso en zonas donde se pensaba que ya había pasado el repunte, cuando se hacen aperturas económicas, vuelven a haber brotes. Esto va a ser una situación que va a durar en el tiempo. No tenemos todavía una vacuna. Aunque tengamos avances promisorios, se debe pensar que de todas maneras tendría que masificarse y eso va tomar un tiempo. Tenemos que prepararnos para algo que va a durar más.
¿Qué impactos sociales genera una crisis de este tipo? El Informe de Desarrollo Humano Global del 2019 decía que estaban surgiendo nuevas desigualdades. Por ejemplo, en acceso a educación terciaria o acceso y uso de Internet. Eso, con la emergencia que estamos viviendo, revela que es una brecha que, efectivamente, nos afecta más que a otras naciones, donde es menor.
¿Cual es la situación de Ecuador en temas de acceso a la Internet para educación? En Ecuador se calcula que hay 1,6 millones de niños matriculados. Un 12% de los hogares que están bajo el nivel de pobreza no tiene acceso a Internet. Además, el otro porcentaje tiene los desafíos propios de una educación a distancia. Esas son las brechas que se deberían estar cerrando.
En materia de reactivación, ¿qué se ha venido desarrollando como PNUD? Como PNUD nosotros lanzamos, junto con el ministerio de la Producción, el programa En marcha digital, para que las tiendas se pudieran mantener abiertas. Es un paquete que tiene siete vías, que enseña a los pequeños negocios a manejar una clientela de manera digital; cómo promocionarse; cómo llevar las cuentas y una guía sobre los protocolos necesarios para mantener los comercios. Lanzamos este programa de manera muy rápida y hemos llegado a más de 100 000 pequeños negocios. Estamos, incluso, dando capacitaciones en diferentes Gobiernos Autónomos Desentralizados (GAD), en línea, para los comercios. Es un ejemplo de lo que se puede hacer, actuando de manera raída.
Hoja de vida Formación. Licenciada en Ciencias Sociales, Geografía Económica y Ciencias Políticas, de la Universidad de Gothemburg.
Máster en Economía Internacional y Administración de Negocios y PhD en Geografía Económica y Humana de la misma entidad.
Experiencia. Representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) . Ha laborado en la organización como Líder regional del equipo para América Latina y el Caribe, Desarrollo sostenible y resiliencia del PNUD.
Matilde Mordt, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ( PNUD). Foto: Cortesía: PNUD
Como la mayoría de los países europeos regresa a la normalidad gracias al control de la circulación del coronavirus, las universidades de este continente preparan sus planes para el regreso a las aulas físicas en septiembre, aunque con las medidas de seguridad que formarán parte de la nueva normalidad.
En España, IE Business School, la escuela de negocios de IE University, se ha convertido en la primera en reabrir sus aulas físicas. Durante esta semana regresarán los estudiantes de Executive Educación y de los MBA. Los alumnos de esta universidad de Madrid, sin embargo, se encontrarán con aulas diferentes.
Habrá más espacio entre alumnos, cámaras térmicas para controlar la temperatura en los accesos, hidrogeles desinfectantes. La universidad está haciendo test de covid a los estudiantes, profesores y personal del campus antes de su regreso.
De cara al arranque del nuevo curso, IE University implementará un innovador modelo de liquid learning, que permitirá formarse de manera presencial o conectarse online a las aulas de la institución de manera simultánea con la misma experiencia y calidad académica.
“Los formatos híbridos, y lo que llamamos Liquid Learning, llegaron para quedarse. El coronavirus ha acelerado la transformación de la educación, pero el avance de estos modelos de formación se debe principalmente a que proporcionan mejores resultados que el aprendizaje presencial tradicional”, señaló Santiago Íñiguez, presidente de IE University.
Según él, es flexible, adaptable, intensivo, fácil de usar, incluso entretenido. Estas son las características del aprendizaje líquido. La ventaja de esta opción es que puede mantener el impulso adaptándose a las circunstancias del alumno. También, permite una mayor interactividad con otros participantes.
Cada año decenas de miles de directivos y profesionales latinoamericanos cursan maestrías y otros ciclos de formación, algo que será posible a partir del 1 de julio cuando está previsto que la Unión Europea comience a abrir sus fronteras. Primero las internas y más tarde a países con la misma situación epidemiológica. Entre las principales escuelas de negocios europeas, el 25% de sus estudiantes son latinoamericanos, de acuerdo con información de esta centro español.
Esta universidad española aplicará el sistema denominado Liquid Learning, que combina el sistema on line y presencial. Cortesía IE Business School
Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal de los consumidores. Un proyecto de Ley para cuidar de los usuarios se analiza en la Asamblea.
¿Qué es la protección de datos? La protección de datos es una tendencia que se ha establecido en el mundo hace ya varias generaciones. Surge de la necesidad de que se maneje de forma correcta la información personal de los ciudadanos, que se encuentra en manos de otros. Para entender este concepto hay que poner el tema en contexto histórico.
¿A qué se refiere? En Europa es altamente relevante la protección de datos. Cuando se dio la segunda guerra mundial, gran parte de los problemas derivados del holocausto se dieron, precisamente, porque el Gobierno tenía el control de bases de datos: nombres, apellidos, religión, domicilio, profesión, etc. Esa información, en manos equivocadas, generó una persecución. A raíz de eso, en dicho continente la gente se dio cuenta que tener información personal puede generar riesgos si es mal utilizada. Por eso inició una suerte de regulación en ese continente.
¿Cuál es la idea básica en torno a la protección de datos? Que las personas no solo son dueñas de sus bienes, sino de su información personal. En Ecuador, desde el 2008, la nueva Constitución estableció en el artículo 66, numeral 19, el derecho a la protección de datos personales. Un punto importante es el del consentimiento. Como titulares de nuestros datos, los ciudadanos debemos generar el consentimiento para la recolección, utilización, transferencia, procesamiento y demás de nuestra información.
¿Se está aplicando? Lastimosamente, no ha existido un desarrollo legal de este derecho. No hay leyes vinculadas al tema. Pero ya se comenzó a trabajar en ello.
¿Desde cuándo? El antecedente está en el 2018, cuando la Unión Europea (UE) generó un reglamento de protección de datos, de aplicabilidad directa en todo su territorio. Se establecieron normas para manejar la información que usan gigantes tecnológicos. El reglamento europeo les pone un pare: multas que van hasta el 4% de su facturación mundial por el mal uso de la información personal. Esto catapultó la tendencia a que los países cuenten con normas similares. Ecuador no se quedó atrás.
¿Qué ha hecho el país? A finales del 2018 comenzó a trabajar en un proyecto de Ley de protección de datos. Está liderado por la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos (Dinardap), como una iniciativa del Ejecutivo. Se apoya con expertos de la sociedad civil. A finales del año pasado ya se presentó a la Asamblea y está en manos de la Comisión de Asuntos Internacionales.
¿Cómo ayuda esto a las personas y cómo impacta en las empresas? Primero hay que hablar de cómo funciona el uso de la información. Los datos personales son la nueva materia prima de los negocios digitales. Por ejemplo, a raíz de la pandemia un emprendedor crea una ‘app’ de ‘delivery’ para el barrio. Para montar la estructura tecnológica, esa persona puede acceder a los servicios que da Google. Esa empresa, en sus registros, puede tener la base de datos de todos los usuarios de Android: a dónde nos movilizamos, a qué hora salimos, las rutas, dónde trabajamos, nuestro correo electrónico, etc.
¿Qué ganan las grandes empresas con la información personal? Nosotros no pagamos nada por estar en redes o acceder a los servicios de las grandes empresas. Pagamos con la información que les proveemos: likes, fotos, interacciones con páginas, etc. Esa data es procesada por estas compañías y vendida en función de otros servicios. No es malo, no hay que satanizarlo. Pero los usuarios y titulares de los datos personales debemos saber qué se está haciendo con esa información y aceptar o no el uso que se le vaya a dar.
¿Cómo se maneja la información personal en Ecuador? Incluso, se conoce públicamente que se venden bases de datos en la calle o a través de Internet. Como país estamos en deuda en cuanto a una ley. No solo porque a escala comercial internacional estamos en desventaja por no haber regulaciones, sino que en lo cultural no le damos importancia. Entregamos información en cualquier parte.
¿Qué tan legal es que diferentes empresas en el país tengan datos personales y llamen para vender productos o servicios? Existe una resolución de la Agencia de Regulación de las Telecomunicaciones (Arcotel) de este año, que obliga a que las firmas que emiten llamadas comerciales se registren en la entidad. La idea es que el usuario pueda saber qué tipo de compañía es la que le está contactando: turismo, restaurantes, cobranza, etc. Es un paso intermedio, hasta que se cuente con una ley.
¿Cómo esas empresas tienen la información del ciudadano? Actualmente, no se está atacando el problema verdadero, es decir cómo adquirieron la información y qué hacer ante eso. La nueva Ley nos va a poder otorgar, por ejemplo, el derecho a accesos: mediante una carta puedo pedir a una empresa que me diga qué data tiene de mi persona. También tengo el derecho de cancelar, solicitar que una compañía, con la que no tengo ningún contrato, no tenga mi información. Asimismo, la futura ley puede generar el derecho de oponerme a cómo determinada compañía está usando mi información. Por ejemplo, puede usarse para facturarme, pero no para venderme cosas.
A partir de la pandemia, la digitalización ha crecido y cada vez más negocios tienen información de las personas. ¿Qué hacer para proteger al usuario? Primero, el ciudadano debe tener conciencia de a quién se entrega la información. Por ahora, no hay Ley. ¿Cuál es el llamado para las empresas que están usando los datos? Deben ser transparentes con los usuarios, indicarles en qué usan la información a los clientes y, sobre todo, no hacer mal uso de la misma. Los datos personales son una fuente importantísima de nuevos negocios.
¿Por qué? Debemos pensar que los negocios tecnológicos también van a ser una de las herramientas principales para enfrentar la crisis y salir adelante. Permiten que nos conectemos y accedamos a servicios que no lo hacíamos. La tecnología nos permite adaptarnos a las nuevas condiciones de vida. Los negocios digitales van de la mano con el uso de datos personales.
¿Qué incluye el proyecto de ley? Desarrolla el derecho a la protección de datos. Se recoge datos para fines específicos, se recoge datos limitados, etc. Asimismo, consta el derecho al olvido digital: pedir que los motores de búsqueda elimine información que ya no sea adecuada o actualizada. HOJA DE VIDA Formación. Abogado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Máster en Derecho de las telecomunicaciones, protección de datos, audiovisual y sociedad de la información de la Universidad Carlos III de Madrid (España). Experiencia. Miembro fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de Datos; Country Manager (Ecuador, Costa Rica, Guatemala y El Salvador) en Biz Latin Hub; Asociado en Corral Rosales; Paralegal en Ecija Law & Technology (Madrid), etc. Ha colaborado con su experiencia en el proceso de elaboración del proyecto de Ley de protección de datos.
Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de
Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal. Foto: LÍDERES
Las entrevistas de trabajo, en la época poscovid-19, enfrentan cambios tanto de forma como de fondo. Así lo indican expertos en selección y candidatos.
La principal transformación en el reclutamiento ha sido el mecanismo para dialogar con la persona que buscan empleo: uso de plataformas tecnológicas que permiten videollamadas. El esquema de preguntas tradicionales casi no ha variado, pero sí se han incluido nuevos temas. Mabel Ocampo, fundadora de la consultora de recursos humanos Ikigai, explica que las consultas siguen dependiendo del perfil al que se aplica. Cada postulante debe tener claras sus fortalezas, aspectos en los que puede mejorar, su propósito personal y la contribución que hará como profesional al equipo de trabajo de la empresa.
“En el contexto actual cada vez más somos llamados a desarrollar habilidades y competencias de trabajo colaborativo en el que los equipos se complementan unos a otros para cumplir con metas y objetivos compartidos. La incertidumbre dominante nos lleva a observar las oportunidades para adaptarnos, aprender y crear nuevos escenarios y perspectivas”, indica esta experta en recursos humanos.
Una persona dispuesta a enfrentar los cambios tiene más oportunidades para conseguir trabajo. Antony Reyes, en Guayaquil, obtuvo empleo recientemente en el área de seguridad; explica que su entrevista de trabajo fue rápida y que ayudó mucho en el proceso de hablar sobre su experiencia en dicho campo y sus contactos.
La velocidad en los diálogos con los postulantes es clave, actualmente, debido a que no es posible extenderse por largos espacios de tiempo al usar plataformas tecnológicas ya que puede generar agotamiento. Además, dicen los expertos, los seleccionadores se concentran en explorar las capacidades más que una entrevista biográfica.
Algunas publicaciones en LinkedIn indican que hay entrevistas en las que, actualmente, se ha incluido como parte de las preguntas el tema sobre cómo vivieron la cuarentena los candidatos y qué aprendieron como persona y como profesionales.
Daniel Montalvo, director de la maestría en Gestión del Talento Humano de la Universidad de Las Américas, considera que hablar sobre ese tema no es relevante para la contratación. Cree que podrían darse estas preguntas como una forma para romper el hielo en la entrevista. Incluso, es un punto que a veces lo proponen los propios candidatos.
Richard Cóndor, quien busca trabajo en relaciones públicas, explica que en procesos de selección durante esta temporada le ha comentado a los entrevistadores sobre cómo ha llevado su día a día en la nueva normalidad, pero también ha consultado con respecto a la forma como ha manejado la empresa el tema laboral debido a covid-19. Ha participado en dos entrevistas vía Zoom y una por videollamada de Whatsapp.
Todavía no ha conseguido un nuevo trabajo. Tampoco lo ha hecho Raúl González Merchán, guayaquileño egresado de ingeniería comercial y con una discapacidad física llamada pie talo valgo (camina con sus talones).
Este último participó en una entrevista con un banco a través de videollamada de Whatsapp en la que habló sobre su vida personal y su experiencia en el área administrativa y contable; al final conoció que no se trataba de un proceso de selección sino una base de datos para futuras contrataciones.
Con él sí se topó el tema del impacto de la pandemia en su vida, aunque no fue algo muy relevante. Mientras consigue trabajo seguirá realizando venta de tecnología de manera independiente y capacitándose en el área administrativa.
Precisamente, la formación permanente es un tema que sí interesa a los seleccionadores. Javier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador, explica que en el marco de la actual situación sanitaria podría consultarse a los postulantes sobre qué cursos o habilidades desarrollaron durante esta época. Esta empresa ha manejado procesos de selección y se ha interesado en la parte emocional de los participantes y en sus habilidades blandas.
Lo propio han hecho otras firmas durante la selección. A Andrea G., quien prefiere reservar su apellido, le hicieron consultas en ese sentido en una entrevista virtual para el cargo de consultora en una farmacéutica. También le preguntaron temas vinculados a covid-19: cómo está su familia ante la pandemia, cómo está la situación económica, tiene algún familiar contagiado, qué medidas de bioseguridad está implementando en casa, si en su hogar hay teletrabajo, si tiene miedo, etc. Patricio Vélez, por otro lado, explica que la semana pasada consiguió un puesto en una farmacéutica, cuya selección se hizo a través de una videoconferencia. Durante el proceso se le consultó sobre su experiencia laboral, sus logros, etc. Empezó de manera inmediata.
2 plataformas son las más utilizadas para las entrevistas: Zoom y Whatsapp
Los procesos se hacen a través de plataformas tecnológicas. Aunque las preguntas se hacen bajo un esquema tradicional; se habla del impacto del covid-19. Freepik.es
José Baum, empresario colombiano radicado en Ecuador desde 1998, ofrece detalles de cómo hacer negocios, pese a las adversidades. Asegura que actuar en equipo es fundamental para lograr grandes objetivos y competir de igual a igual en el mundo empresarial.
Usted llegó a Ecuador en 1998, un año complicado, en el que arrancó una crisis económica y social muy fuerte. ¿Qué tan difícil fue hacer negocios en el país en ese momento?
Era complicado, había mucha inestabilidad, aun así, las crisis traen oportunidades y las ganas de hacer las cosas, el empuje, el apoyo de mi esposa fueron fundamentales para salir adelante. La juventud nos permitió trabajar en varios proyectos que salieron bien, aunque no todos salen bien. Lo importante es intentar.
¿En qué sectores incursionó en sus primeros años en Ecuador? Tenía un centro de entretenimiento para niños. Además, tuve la oportunidad de montar agencias de DHL y de Western Union, lo que era una necesidad muy importante en ese momento porque la gente recibía dinero desde el exterior y fue una oportunidad para desarrollar ese tipo de negocios.
¿Qué tantas diferencias encuentra entre esos años y la actualidad a la hora de hacer negocios en el país? El mundo es otro, la realidad es otra, las comunicaciones son distintas. Tener la información en esos años era un activo, algo que se podía utilizar. Hoy la información está en manos de todo el mundo y las comunicaciones son mucho más eficientes, es otra realidad. Ecuador en 1998 era un país en sucres, ahora usa el dólar. Pero entonces y ahora siempre tenemos el objetivo de hacer empresa y generar trabajo. La mejor manera de apoyar al país es ayudar a la gente que quiere trabajar a progresar junto con uno.
¿Cuáles fueron las principales dificultades que usted fue encontrando en sus primeros años como empresario en Ecuador y cómo las enfrentó? Más que dificultades, son situaciones que se presentan y que hay que ir resolviendo. En ese momento estaba conociendo un mundo nuevo, no conocía bien cómo funcionaban los negocios en Ecuador, esa fue una primera barrera. Afortunadamente tuve el apoyo de mucha gente, que trabajó conmigo y me ayudó a superar esa barrera. Yo vine al Ecuador en 1998 por la situación en Colombia pensando en el bienestar de mi familia.
Una vez establecido en Ecuador se fue abriendo camino. ¿Qué sensaciones tenía al hacer empresa en el país? La situación de la humanidad nos va generando diferentes oportunidades dependiendo del momento. En el 2003 o 2004 tuve la oportunidad de trabajar y crear un café Internet muy exitoso, en la zona de La Mariscal, en Quito. En ese momento alquilar computadoras conectadas a Internet era una gran oportunidad, hoy ya no lo es, ese servicio ha desaparecido. Uno tiene que ser muy dinámico y aprovechar las oportunidades que se presentan.
Hoy se habla mucho de liderazgo, de innovación. ¿Cómo era el empresario de sus primeros años en Ecuador? Para ser empresario se necesita tres condiciones o características muy importantes. La primera es ser visionario, tratar de ver el futuro para establecer negocios que perduren en el tiempo. En segundo lugar está el trabajo, siempre digo que los empresarios somos como cajeros automáticos que trabajan los siete días de la semana, las 24 horas del día. Y la tercera condición es el riesgo que puede tener todo negocio.
El riesgo es quizás una de las condiciones más complicadas de enfrentar en todo negocio… Es una toma de decisión, de saber hasta dónde uno está dispuesto a arriesgar y en función de lo arriesgado se puede cosechar.
¿Hasta dónde ha estado dispuesto a arriesgar? Uno siempre debe tener claras sus obligaciones. Como padre de familia, hay obligaciones y responsabilidades. Siempre hay que compartir las decisiones con la familia, tratar de sacar lo máximo, siendo cuidadoso en el manejo de los gastos de un negocio. Nadie garantiza el éxito y siempre hay el riesgo de perder lo que se arriesga.
¿Qué les aconseja a los jóvenes empresarios que tienen temor, pero también cuentan con ideas con potencial? La persistencia es muy importante, no se debe dar el brazo a torcer tan fácilmente. Hay que ser persistente y trabajar mucho. También es importante encontrar personas que le puedan aconsejar y orientar a uno para seguir en el camino correcto.
¿Usted tuvo esos consejeros en sus actividades? Al estar en varios sectores siempre busqué personas con conocimientos de cada área, buscamos soporte y apoyo para hacerlo de la mejor manera posible.
Con su experiencia y tomando en cuenta la actual situación del Ecuador ¿cómo califica el ambiente para los negocios? Es un momento complicado, estamos obligados a aprender a vivir en un nuevo mundo, en una nueva normalidad. Tenemos que ser más tecnológicos y hay que ser persistentes. Insisto en que las crisis siempre traen oportunidades y hay que estar atentos para tratar de ver esas posibilidades para salir adelante en este momento. Hay que ver el panorama con optimismo, el país va a salir adelante y quienes podemos aportar con el trabajo lo vamos a hacer.
¿Qué oportunidades ve usted en este momento? Todo lo que es ‘delivery’ ha tenido un gran impulso. Igual los productos de aseo, las comunicaciones, la sistematización de empresas también ha crecido. Hay que explorar esos y otros campos. Las predicciones económicas son negativas ¿Qué perspectivas mira usted? Va a ser un año difícil, con decrecimiento económico, luego va a venir una recuperación. Es muy difícil en esta situación hacer una predicción. Ni en la peor pesadilla se podía imaginar algo así. Hay que estar atento y vivir el día a día. Es difícil hacer una predicción a largo plazo, solo hay que trabajar y trabajar. Hay que apoyarse el uno en el otro para sacar adelante a las empresas y al país.
¿Cómo describe usted a la clase empresarial del país? En Ecuador la gente es muy buena y eso hay que resaltar en este momento. El empresario ecuatoriano es bondadoso, los colaboradores son de lujo y ese es el mayor activo de las empresas. Esto no es un tema de empresario contra trabajador, somos todos del mismo equipo. Ahora hay que dejar las diferencias y buscar la unidad, eso nos va a sacar adelante.
HOJA DE VIDA Formación. Es Ingeniero Industrial con estudios en su natal Colombia. Vive en Ecuador desde 1998. Su esposa e hijos son ecuatorianos.
Trayectoria. Tiene negocios en actividades como los bienes raíces, en la industria plástica, así como en el consumo masivo.
En el fútbol. Es dirigente deportivo vinculado con el Independiente del Valle, club al que considera un ejemplo de trabajo en equipo y modelo empresarial.
Su visión. Cree que Ecuador tiene mucho potencial y que la clase empresarial tiene mucho que aportar en la actual situación que atraviesa el país.
El empresario José Baum ofrece detalles de cómo hacer negocios, pese a las adversidades. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
Pedro Crespo Flándoli no imaginó el alcance que llegaría a tener la campaña ‘Dar una mano sin dar la mano’, lanzada el 18 de marzo del 2020, en medio de la pandemia por el covid-19, por su fundación Donation en alianza con el Ministerio de Inclusión Económica y Social. El objetivo: recaudar fondos para la entrega de canastas alimenticias a familias de bajos recursos.
En tres meses se lograron entregar 1,2 millones de kits en todo el país. La conciencia social es una de las cualidades que destacan en este emprendedor de 35 años. “Es una persona que siempre ha visto primero por el beneficio colectivo”, dice su amigo Andrés Granda.
Crespo es un cuencano con raíces italianas. Su abuelo materno llegó al Ecuador, con 22 años, a finales de la década de los 50, desde la ciudad de Módena (Italia) y se estableció en la capital azuaya. “La cultura italiana tuvo peso en nuestra familia. Somos bastante unidos”, dice Pedro. Solo tuvo una hermana menor, pero creció cerca de sus primos por parte de la familia de su mamá.
Con Franco, su abuelo materno, tuvo especial afinidad, recuerda cuando de niño jugaban juntos en el Atari. Aún conserva esta afición a los videojuegos. Le gusta leer libros sobre espiritualidad y negocios. Y disfruta de las caminatas al aire libre junto a su esposa, María Victoria Mora, y sus perros.
Ellos son su debilidad. Creció rodeado de perros y hoy tiene cinco, todos rescatados de la calle: Lili, Lupin, Negrita, Pepa y Gato. “Los animales me han enseñado sobre el amor puro, la bondad, el perdón”. Su nivel de conciencia por el respeto a los animales lo convirtieron en vegetariano.
Se graduó en el Colegio Borja de bachiller en Físico-Matemático. Durante la infancia y juventud practicó atletismo, llegando a competir en los juegos nacionales representando al Azuay. Luego jugó fútbol por varios años.
La universidad fue una época intensa. Estudió Ingeniería en Sistemas en la Universidad del Azuay y a mitad de carrera comenzó a estudiar, paralelamente, Psicología Organizacional. Fueron ocho años de mucho estudio en los que participó en la dirigencia estudiantil, llegando a ser Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Azuay.
Por algunos años trabajó para el sector público, vinculado a los temas sociales. Primero como Coordinador Provincial del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, donde impulsó la creación del Observatorio de los Derechos de los Animales Domésticos.
También laboró para la Prefectura del Azuay, donde coordinó la creación de Mikhuna Banco de Alimentos del Azuay para proveer a personas de bajos recursos. Sobre este tema recibió una capacitación en el banco de alimentos de Houston, Texas (Estados Unidos).
Estas experiencias lo impulsaron a formar su propia fundación Donation, en el 2017, con apoyo de su esposa y un grupo de voluntarios. Se dedica a apoyar proyectos de impacto social y asesorar a otras ONG para que logren ser autosustentables.
Emprendió desde muy joven. Siendo estudiante universitario creó un sitio web de entretenimiento, Qenka.com, al que subía fotos de fiestas y ganaba dinero por publicidad. Actualmente rediseña la página para ofrecer contenidos de entretenimiento. Al salir de la universidad montó junto a un socio una discoteca en Cuenca, que funcionó cinco años.
Aprendió programación de páginas web antes de ingresar a la carrera. Así creó junto a Juan Diego Rodas una empresa para el desarrollo de sitios web, que sería el preámbulo de La Motora, una agencia digital que fundó en el 2008 con Rodas y otros dos socios. Con esta firma, que se mantiene activa, crearon Megabite, una aplicación móvil para solicitar comida a domicilio, que luego de tres años vendieron a la multinacional Domicilio.com, posteriormente adquirida por Glovo. “Nos pagaron cinco veces nuestra proyección de venta de tres años”.
Paralelamente, en el 2018 creó la start up Piloto Automático, junto a Jonathan Flores y Fabián Pozo, con la que desarrollaron Chofi: una ‘app’ que permite solicitar un chofer para que conduzca el vehículo del usuario que lo solicite.
Pozo, su amigo y socio, lo describe como una persona extremadamente organizada y con visión comercial. Flores lo considera una persona importante en su vida: “Me ha dado una visión global de la vida y de los negocios”.
Desde hace cuatro años, Crespo asesora a otras empresas desde su consultora Welfare en temas de estructuración de negocios, procesos, tecnología, diseño, etc. ¿Cómo maneja tres empresas y una fundación? “El éxito es una agenda estricta y tener la mentalidad de que menos es más”.
La hoja de vida Ingeniero en Sistemas y Psicólogo Organizacional por la Universidad del Azuay. Cofundador de La Motora, una agencia digital. Cofundador de Piloto Automático. CEO de la consultora empresarial Welfare. Presidente de Donation, organización que creó la campaña ‘Dar una mano sin dar la mano’
El enfoque está en alimentos y animales Redacción Quito (I) ‘Dar una mano sin dar la mano’ ha sido hasta ahora la campaña con mayor alcance que ha logrado levantar Donation, una fundación que se dedica a recaudar fondos para proyectos sociales de alto impacto, que tiene su sede en Cuenca.
La iniciativa fue lanzada el 18 de marzo, en colaboración con el Ministerio de Inclusión Económica y Social, con el fin de levantar recursos para la entrega de canastas de alimentos a familias de bajos recursos, durante la cuarentena por el covid-19.
Más de 200 empresas, incluidas las cadenas de supermercados, se unieron al proyecto como patrocinantes, detalla Pedro Crespo, presidente de Donation.
En tres meses la plataforma digital de la campaña logró levantar más de USD 2,5 millones para la entrega de cerca de 200 000 canastas. Con la integración de Municipios y organizaciones internacionales esa cifra subió a 1,2 millones de kits, que se han entregado en todo el país con el apoyo del Ejército y la Policía.
Otro tipo de proyectos en los que se ha enfocado Donation desde sus inicios, en 2017, son las campañas de esterilización para perros en zonas de Cuenca de bajos recursos.
La fundación que lidera Crespo también tiene como eje asesorar a otras organizaciones o proyectos sociales en la construcción y desarrollo de productos y servicios que les permita ser autosustentables. Por ejemplo, a Fundación FAAN, de refugio de animales, le colaboró en el diseño de un plan de apadrinamiento.
Donation se financia mediante donación voluntaria de clientes en locales comerciales y aportes recurrentes de un grupo de donantes.
Pedro Crespo, de 35 años, maneja tres empresas vinculadas con la economía digital y una fundación. Dice que la clave es cumplir los compromisos. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES