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  • Ana María Oviedo se abre espacio en el Banco Mundial

    Santiago Ayala Sarmiento Redacción Quito / LÍDERES

    Sencilla y brillante. Así la definen quienes conocen a Ana María Oviedo, una economista que desde los 16 años salió de su barrio tradicional, en la Granda Centeno, en Quito (norte), para viajar por el mundo. Primero, acompañando a su padre, Gonzalo, a Ginebra, quien tenía un cargo en un organismo internacional y tuvo que desplazarse hacia esa ciudad suiza. Luego, por sus propios pies prosiguió su preparación académica: primero, para estudiar Economía en la Universidad de Lausanne y, después, para realizar su doctorado en la Universidad de Maryland, Estados Unidos.

    Jorge Cevallos, compañero suyo en el Colegio Alemán de Quito, la recuerda como alguien «muy alegre y entusiasta, buena amiga y compañera. Tenía metas claras e intereses que hoy los ha hecho realidad en su vida profesional. Preocupada de temas ecológicos y sociales».

    Y justamente esa fue la línea que ha seguido a lo largo de estos últimos 20 años. Eso sí, antes de desembarcar en EE.UU., se casó, con un suizo, y juntos viajaron al otro lado del Atlántico. También, juntos, ingresaron al Banco Mundial, cada uno con una historia por contar y con tres hijos en sus brazos.

    Ana María ingresó a un programa de esta institución llamado The Young Professionals. Los nexos que mantiene el organismo con la Universidad de Maryland abrieron el camino para que esta ecuatoriana diera sus primeros pasos en los callejones de uno de los principales brazos financieros del mundo.

    Este programa se enfoca en reclutar jóvenes de entre 28 y 32 años, para que tengan la oportunidad de hacer una carrera profesional en el Banco Mundial. Ana María entró en el 2008; empezó trabajando en el área de Clima de Negocios, dando asesoramiento a los países en cómo mejorar aspectos como la apertura y cierre de empresas, empleo…, basándose para su tarea en el indicador Doing Business. Un año después, fue transferida al área de Protección Social y Trabajo, donde pudo apegarse más a las realidades sociales de los países de Latinoamérica.

    En su escritorio en Washington, realizó varios estudios sobre el mercado de trabajo y las habilidades de la población. También fue insertándose en temas de educación: cómo ha mejorado y dónde falta mejorar. Era un estudio a nivel regional, con datos de muchos países de todo el mundo.

    Acto seguido se enfocó en los países de Centroamérica. La observación y el análisis en seis países pudo definir un perfil real de su situación institucional. Los permanentes viajes a esas naciones y los diálogos con los Gobiernos de turno le fue dando más experiencia.

    Por ello, fue designada para trabajar con Ecuador y Bolivia en aspectos de empleo, para brindarles asistencia técnica con el objetivo de que mejoren sus programas de capacitación y de intermediación laboral. Entonces, abrió vínculos con el programa de Gobierno Socio Empleo y también con el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap). «Nos permiten darles un poco de apoyo en lo que es la parte técnica, en saber cómo ellos están desarrollando sus modelos y les damos un poco de retroalimentación sobre esos temas y mostrando las experiencias de otros países».

    Algo parecido se encuentra haciendo ahora en Colombia y El Salvador.

    Pese a que su centro de operaciones se encuentra hoy en Lima, Ana María, por temporadas no descansa. A pesar de ello, se coordinan perfectamente con su esposo, que también es funcionario del Banco Mundial, para cuidar a sus pequeños de siete y tres años y su más reciente de cinco meses. «Si uno le pone ganas, puede irle muy bien en el trabajo, pero cuando se es madre de familia, mientras más horas una le da al trabajo, menos horas pasa en la casa. Por eso, es necesario encontrar un equilibrio y eso es lo que me ha detenido un poco, por ahora, para aceptar otros retos más grandes dentro de la propia institución», dice tranquila.

    No pierde un instante la compostura, mientras sigue contando detalles de su vida. Tampoco se inmuta cuando cuenta que el Banco Mundial es un lugar donde hay mucha gente calificada y hay un compromiso muy grande de la gente con el tema de desarrollo, de ayudar a los países, de sacar adelante los proyectos.

    La gente allí, ya de por sí es muy dedicada y trabaja mucho por su propio interés y por sus propias ganas que tiene de avanzar. Pero, además, obviamente, la administración, los gerentes son muy exigentes y hay muchos pedidos. «Es una organización muy grande, somos, si no estoy mal, 12 000 personas. Sin embargo, siempre hay demasiado trabajo, entonces, hay muchos pedidos, de hecho, me acaban de decir que tengo que entrar a trabajar en Nicaragua».

    Y, al parecer, el destino la llamaba desde pequeña. Un vecino suyo del condominio Molinos del Inca, recuerda que ella tenía de ‘chiquita’ una grabación en la que cantaba el Himno del Frente Sandinista; además de ser fanática de los Beatles. «Se pasaba por su casa y sonaba a todo volumen las canciones de los cuatro de Liverpool. Inteligente y curiosa».

    Hoy, en los pocos momentos que tiene libre se dedica a la cerámica, a hacer tazas, platos. Eso la relaja, la desestresa. No obstante, ya prepara maletas también para ir a hacer estudios en Brasil y en El Salvador. Ella es como una gitana…

    2012

    EN LA INVESTIGACIÓN La ejecutiva ecuatoriana dialoga con personas de Kenia, en un viaje realizado a la reserva Masai Mara. Ella ha tenido que recoger mucha información directamente en el campo, en varios países.

    2014

    ANÁLISIS ECONÓMICO Durante una de sus conferencias en el país. Hace pocos días presentó el Informe sobre el desarrollo mundial 2014: Riesgo y oportunidad. El estudio fue presentado en un programa en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

    SU HOJA DE VIDA

    La formación. Economista, graduada en University of Lausanne, Switzerland; PhD, Univ. of Maryland, College Park.

    En el Banco Mundial. Su colaboración se refleja en estudios sobre Bolivia, Ecuador, Haití, Comunidad Andina (CAN)…

    Publicaciones. Ha escrito estudios, ‘papers’, y otros documentos de consulta.

    «Los problemas que se dan a nivel profesional son más que todo de comunicación. A La gente le cuesta expresar claramente sus ideas».

  • Perú busca el protagonismo en la feria mundial minera

    El Comercio de Lima (GDA)

    Perú llevará a Toronto, sede del congreso de exploración minera más concurrido del mundo, el PDAC, una delegación de 500 empresarios mineros y de sectores conexos a la minería, como el metalmecánico.

    La participación peruana en este año superará con creces a todas sus intervenciones desde el 2009, cuando envió 189 delegados.

    El Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC, por sus siglas en inglés), reunió en el 2013 a 32 000 participantes de 126 países, dedicados casi en su totalidad a la exploración minera. Se trata de un negocio de muy alto riesgo, que suele estar en manos de las compañías exploradoras o júnior.

    La gran novedad de la edición 2014, que se celebra del 2 al 5 de marzo, es la nominación del Perú como primer País minero auspiciador del evento.

    «Lo que nos proponemos es recuperar el sitial que teníamos en el 2009, cuando fuimos el tercer país de destino más importante de la inversión en exploración minera mundial«, señaló Jaime Bellido, presidente del comité organizador de la participación peruana en el PDAC.

    Añadió que el Perú tiene el potencial suficiente para recuperar posiciones en el ranking, debido a su enorme riqueza geológica.

    «Nuestra meta debería ser duplicar el portafolio de inversión minera (valorizado actualmente en USD 59 000 millones) para el bicentenario», exclamó Bellido.

    Las declaraciones fueron vertidas durante la presentación de la Guía de inversión en minería y metales, que EY (Ernst & Young), presentará en el PDAC en colaboración con la Cancillería peruana.

    La inversión mundial en exploración minera cayó un 29% en el año pasado, de USD 21 500 millones a USD 15 200 millones, afectada principalmente por los bajos precios de los metales.

    USD 760 millones se invirtieron en el 2013 en Perú.

  • Almon, durante tres décadas sus velas siguen prendidas

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    En los principios de la década de los ochenta, uno de los sueños para un economista que se graduaba en la universidad era gerenciar una multinacional o un banco de gran prestigio. Para Alfonso Hernández, no. La idea de tener su propia empresa le quitaba el sueño.

    Su ímpetu era tan grande que, cuando conoció a Mónica Vivanco -quien se convirtió en su esposa en 1983-, también le contagió su espíritu emprendedor.

    El joven matrimonio decidió incursionar en el negocio de las velas. Hernández había trabajado en Paraceras Ecuatorianas, una firma española que distribuía materias primas, como parafina y cera.

    Hernández, al conocer cuál era la dinámica del mercado, creyó que el camino para iniciar su empresa era más fácil. Pero no fue así. Luego de invertir unos USD 475 para adquirir moldes y parafina, y aplicar procesos artesanales para elaborar las velas, el negocio fracasó y debió abandonar su proyecto por un año y medio.

    El primer intento le dejó una lección: la tecnología en los procesos productivos es clave para fabricar con rapidez y mayor calidad. Por ello, invirtió USD 800 en una máquina para fabricar velas.

    Así, en 1985 nació Almon. La marca es el resultado de la fusión de los nombres de la pareja (Alfonso y Mónica). Aunque ellos ya contaban con una línea de producción tecnificada, otro reto fue abrirse mercado y distribuir los ítems.

    Entre los recuerdos de Hernández están viajes al Oriente, a la Costa o lugares recónditos de la Sierra, para entregar personalmente los paquetes de velas.

    28 años después, el esfuerzo dio sus frutos. Ahora, Almon fabrica 300 000 paquetes de velas al mes en su misma planta donde iniciaron, ubicada en el valle de Los Chillos (suroriente de Quito). Durante estos años han logrado cubrir un cuarta parte del mercado.

    En sus casi tres décadas de operaciones, Almon ha buscado renovar constantemente sus productos. Ha probado con materias primas chinas, brasileñas y sus propias mezclas. En la década de 1990 el negocio repuntó debido a los racionamientos energéticos; el consumo de velas por los apagones se intensificó.

    Pero Almon también tuvo que enfrentar otro embate, al igual que muchos ecuatorianos, sufrió el congelamiento de sus depósitos en el feriado bancario de 1999 y la dolarización, en el 2000.

    Con recortes de personal y presupuesto lograron estabilizar el negocio a mediados del 2001. Gracias al crecimiento y la reinversión, la empresa nuevamente creció en la década pasada.

    A pesar de que la época de los apagones terminó en el país, Almon le siguió apostando a las velas. Esta firma se consolidó gracias a la innovación. Las ‘velas de apagón’ de colores y velas decorativas forman parte de su portafolio.

    Actualmente, la segunda generación es responsable de estos cambios: Francisco, Alfonso y Mónica Hernández Vivanco ahora aportan con sus conocimientos para que la empresa se modernice y se promocione en medios digitales.

    Leonardo Maldpud es propietario de Leomal, distribuidora de velas. Él comercializa los productos desde hace 22 años. Al mes vende unas 700 cajas; la época de mayor demanda es noviembre, por el Día de los Difuntos. «Es un producto con tradición y calidad», añade. En ello coincide Lenin Morocho, gerente de Súper BM, autoservicio especializado en cocina, hogar y decoración en Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Los productos Monicandles . Es una nueva línea de la empresa que distribuye velas ornamentles, por medio de una página web.

    Los distribuidores.  A escala nacional, cuentan con 13 grandes distribuidores. Desde hace unos 15 años también comercializan menaje de hogar.

    El insignia

    ‘Se preocupan del ser humano’

    Walter Paucar. Contador

    Ingresé a la compañía a los 18 años, como empaquetador de velas. Cuando me incorporé, el gerente tenía un proyecto para los empleados: a más de trabajar, él buscaba que nos formemos.

    Por ello, nos dieron la posibilidad de estudiar la secundaria. Gracias a los estudios secundarios pude ascender a asistente de contador. También estudié a distancia contabilidad y fruto de ello ahora soy el contador de toda la compañía.

    Trabajar en Almon ha sido muy bueno, porque se preocupan no solo del ámbito profesional, sino también de que crezcamos como personas. Los directivos están preocupados de nuestros ámbitos con el fin de que tengamos bienestar y por ende, buen desempeño.

    ‘No es solo importante ganar un buen sueldo. también nos ofrecen bienestar».

  • Su enfoque está en el fútbol y en los jardines

    Redacción Quito

    El alquiler y la construcción de canchas de fútbol con césped sintético, así como la instalación de jardines son los ejes de Fútbol City. Javier Castro y Víctor Rubio son los emprendedores que están al frente de este negocio. Ellos, en el 2008, pensaron en construir canchas de césped sintético que cualquier deportista, aficionado o profesional, pudiera utilizar previa reservación.

    Con una inversión de USD 150 000, Castro, como presidente del negocio, y Rubio, como gerente general, construyeron un complejo de cuatro canchas. Así nació Fútbol City.

    Raúl Cabezas es el gerente de Mercadeo de este negocio. Él explica que el objetivo, en principio, fue crear un espacio accesible para cualquier persona que quiera hacer deporte en una cancha privada, en buenas condiciones, con servicios adicionales como un bar, y con todas las seguridades del caso.

    La seguridad y la privacidad es una de las razones por las cuales Renato Bonilla acude con sus amigos a las canchas de Fútbol City. «Tengo un grupo con el que vamos hasta dos veces por semana, desde hace unos 10 meses», asegura.

    Este negocio recibe en promedio a 22 000 personas al mes en su complejo deportivo ubicado entre las calles Naranjos y Granados, en el norte de Quito.

    También cuenta con un segundo complejo deportivo entre las calles Eloy Alfaro y Gaspar de Villarroel, al que asiste una cantidad similar. La rotación de clientes, indica Cabezas, es de 14 jugadores por hora, en cada cancha.

    Sebastián Hidalgo es también cliente de Fútbol City. Es estudiante universitario y una o dos veces por mes él alquila estas canchas por la comodidad de los servicios en las instalaciones. «Podemos jugar hasta la medianoche sin tener miedo de dónde dejamos las cosas. También hay un bar y realmente no se siente mucha diferencia entre jugar en césped sintético y en césped natural», asegura.

    Otro de los servicios que ofrece este negocio es la venta de césped sintético para jardines y decoración. El costo varía según la cantidad y la calidad, pero incluye asesoramiento e instalación. Ya han instalado césped en los estadios de los colegios Americano, Intisana y Julio Verne, en Quito.

    También en conjuntos habitacionales Wladimir Ramírez, por ejemplo, tiene un proyecto de vivienda cercano a la Universidad Central, en Quito. Se trata de un edificio de 23 departamentos, y en el último piso construyó un área verde con el césped de Fútbol City. Asegura que fue una buen inversión.

    «Hice una prueba con el césped: le llené de agua lo más que pude para ver si se quedaba estancada, pero en cuestión de minutos la porosidad del césped absorbió el agua y la filtró».

    Fútbol City ha instalado césped en más de 300 canchas y jardines de césped sintético en todo el país. Entre sus clientes también están Movistar, Repsol, Petroecuador…

    Fútbol City factura USD 53 000 mensuales por el alquiler de las canchas.


    Otros datos.

    Los costos.  El costo del alquiler de cada cancha va desde USD 39 la hora, durante la mañana, hasta las 15:00. A partir de las 18:00, el costo es de USD 56 por cancha, hasta las 23:00.

    El césped.  Utilizan césped sintético de la marca England Field, que tiene 8 años de vida útil. También césped Limonta Sport, importado desde Italia.

    El mantenimiento.  Luego de la construcción de una cancha es necesario dar mantenimiento al césped cada año. Futbol City ofrece el primer año de mantenimiento gratis. Luego, esto requiere de una inversión de USD 1 000 para sus clientes.

  • Pablo Collazo: ‘Ecuador tiene mucho potencial’

    Xavier basantes Editor del Semanario LÍDERES

    El cambio de la matriz productiva en Ecuador es un asunto que despierta interés en el ámbito académico internacional. Por una invitación de la Universidad del Pacífico, Pablo Collazo estuvo en Quito y en Guayaquil, del 7 al 15 de enero. Tras dictar conferencias y reunirse con empresarios, el PhD uruguayo comparte sus reflexiones sobre este nuevo proceso.

    ¿Cuál es la primera impresión que tiene del Ecuador en cuanto a su competitividad y productividad?

    La impresión que tengo es que Ecuador tiene mucho potencial. Esta sensación de revisar la matriz productiva y de poner énfasis en la innovación y en el conocimiento es reconocer que la generación de valor en la economía de hoy radica en la inversión en intangibles, en la difusión del conocimiento y en un compromiso constante con la innovación.

    Pero dentro de este proyecto que desarrolla el Gobierno, ¿qué tan fácil es cambiar una matriz productiva?

    Lo importante es ser conscientes de que se trata de un proceso de transformación que va a consumir tiempo, que requiere alinear las políticas públicas con las necesidades del sector empresarial y con la demanda. La inserción de la empresa ecuatoriana en el mundo, depende de eso. De modo que lo que se requiere es ajustar expectativas; no es algo que se logra en el corto plazo. En la medida que existan objetivos convergentes entre el sector público y privado, y que tengan conciencia de que esta transformación es continua, con un horizonte de medio y largo plazo, Ecuador está en óptimas condiciones para lograrlo.

    Sin embargo Ecuador es un país cuya economía se ha sustentado en la explotación de sus recursos, sobre todo del petróleo. ¿Qué tan fácil o pragmático puede ser dar este salto? ¿Cómo se pueden ajustar los objetivos del sector público y del privado?

    Habría que hacerlo de forma incremental. Esa sería una respuesta corta. Hacerlo de forma incremental es no renegar de los recursos que en su conjunto le dan la ventaja competitiva al Ecuador. Ecuador tiene una localización única y tiene una canasta de recursos sobre todo vinculada con el sector primario, de los cuales no debería renegar. La riqueza petrolera, minera… que tiene este país, con una diversidad agropecuaria muy marcada representan los activos base a partir de los cuales la propuesta sería añadir valor, invertir más en conocimiento y asumir riesgos. La inversión y la innovación son por definición una actividad de riesgo. Conozco muy bien la región y mi diagnóstico es que en Latinoamérica adolecemos de una marcada aversión al riesgo. Hay que invertir, hay que reconocer que la innovación es algo continuo y que también es fallar, pero son esos errores que luego en el acumulado nos permiten aprender y materializar esa innovación con cambios en la productividad.

    ¿Cuál es la percepción que transmite el empresario ecuatoriano en cuanto a la actitud de asumir riesgos, innovar y aportar valor agregado?

    He percibido una sensación mixta. Hay un cauto optimismo sobre la propuesta (cambio de matriz). Desde un punto de vista conceptual, de las charlas mantenidas con los empresarios, la propuesta es sólida y hace mucho sentido económico, sobre todo por esta apuesta de agregar intangibles, como el conocimiento y la innovación. No es ninguna fórmula secreta. El éxito radica en el proceso y en una implementación que alinee e involucre al sector público y privado.

    ¿Qué significa ‘cauto optimismo’?

    Cauto optimismo quiere decir reconocer la necesidad de acometer esta transformación, pero en Latinoamérica tenemos un legado de estados paternalistas, que tal vez debamos revisar en este momento. Y vuelvo sobre este tema de la innovación y de la inversión como actividades por definición de riesgo. De modo que esta visión de cauto optimismo y esta aversión al riesgo se revisa y se hace de forma incremental, con algunos cambios de forma continua, que esos cambios generan resultados tangibles, palpables, y este cambio de actitud los va a llevar por la dirección correcta.

    En medio del cauto optimismo hay que considerar que el sector público y el privado defienden sus intereses. ¿Cómo articular los objetivos comunes -en función de cumplir retos- con la matriz productiva? ¿Cómo se puede involucrar la Academia?

    Sobre esta última observación, la Academia tiene un rol central en articular este cambio. En esto se requiere mucho diálogo. Sobre la diversidad de intereses, me animaría a decir que los intereses son convergentes. La empresa tiene un fin de lucro muy legítimo, y tiene que hacer su propia valoración de riesgo y beneficio. El sector público tiene una finalidad que en su esencia es similar, que es mejorar y aumentar la prosperidad de la sociedad. De modo que prosperidad y beneficios se pueden interpretar como dos caras de la misma moneda. Entonces, con diálogo, ajustando las expectativas, porque este cambio requiere admitir que lo que se persigue son finalidades convergentes.

    ¿Cuál debe ser la actitud del Gobierno para fomentar esta propuesta?

    Yo creo que cuando el Gobierno hace esta propuesta su actitud no es otra que mejorar las condiciones de competitividad de la empresa ecuatoriana. Naturalmente, el sector público necesita conciliar intereses de un universo muy diverso de empresas privadas y de sectores sociales y políticos. Entonces, es legítimo que se intenten distribuir beneficios de forma más equitativa, y es aquí donde la empresa, persiguiendo sus legítimos derechos de beneficios, tiene que ingresar a este diálogo viendo cuál es el marco normativo, el marco de competencia, de acceso a insumos, a infraestructura que necesita y, sobre todo, que genere una gestión eficiente de los recursos. Sería lamentable que la ausencia de diálogo entre el sector público y privado lleve a desarrollar políticas que inviertan en insumos e infraestructura que no son las que la empresa necesita para competir.

    LA RELACIÓN DIRECTA CON LA ACADEMIA

    Su aporte. En la actualidad es profesor de Estrategia e Innovación en la Univ. de Economía de Viena.

    Su formación. En Derecho y Economía, con estudios de posgrado en Boston Universidad (MBA) y Esade (PhD).

    Más aportes. Universidad Carlos III de Madrid, Universidad de St. Gallen, entre otros.

    «El éxito radica en el proceso y en una implementación que alinee e involucre al sector público y privado».

  • Andrés Durán, alumno ejemplar en Canadá

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    El discurso final en la graduación de una carrera es uno de los momentos más emotivos de la vida universitaria. No lo pronuncia cualquiera; es un elegido el encargado de transmitir un mensaje inolvidable, que recoja el esfuerzo en los años de estudio y motive a «comerse el mundo» en la vida profesional.

    No es una tarea fácil. El orador tiene al frente a un auditorio lleno, conformado por las máximas autoridades del centro educativo, profesores, compañeros y familiares. Para que el mensaje sea contundente debe ser exclamado por alguien especial. Una persona que tenga los méritos académicos suficientes y, sobre todo, que sea un referente moral.

    El año pasado, Andrés Durán, un quiteño de 31 años, fue el designado para esta difícil tarea. Y nada más y nada menos que en la Universidad Mount Royal, de Calgary, Canadá.

    En el momento de obtener su licenciatura aplicada en manejo de cadena de suministros y negocios internacionales, Durán dio su discurso ante más de un centenar de personas. Pero ese momento inolvidable en la vida de este joven es el desenlace de una larga historia.

    Para lograr ello tuvo que atravesar un prolongado camino en el que debió tomar decisiones complicadas. Entre ellas, empezar desde cero una nueva carrera universitaria, y la más difícil, dejar a su familia, amigos y a su país.

    En el 2009, Durán ya se había graduado de abogado de la Universidad Católica de Quito (PUCE) y trabajaba en el estudio jurídico Andrade Veloz Abogados. Sin embargo, siempre buscó algo más; no se conformaba con sus logros profesionales, que ya había alcanzado.

    Andrés Ycaza, excompañero de la PUCE y con quien trabajó en Andrade Veloz, recuerda a Durán como un «buen estudiante y alguien persistente». Cuando comentaba públicamente que quería seguir una nueva carrera en otro país, su grupo de amigos le recalcaba que tendría que empezar desde abajo algo que nunca había estudiado.

    Pero la influencia de sus hermanos pesó más. El mayor, Santiago, actualmente reside en Omán (Medio Oriente) y su hermana, María Isabel, también vive en Canadá. Su ejemplo de haber cruzado las fronteras y haber triunfado como profesionales motivó a Andrés a buscar oportunidades en otras latitudes.

    Gracias a que María Isabel Durán tuvo una buena experiencia en Canadá, Andrés se decidió por ese país. Mientras enviaba su aplicación, reforzaba su nivel de inglés.

    Al abogado siempre le llamó la atención el mundo de los negocios. Ycaza asegura que a pesar de ser un profesional de las leyes y talentoso, Durán quería estudiar algo que lo involucrara en la cadena productiva. Y así fue. Cuando le llegó la aprobación de su beca en ese país norteamericano decidió irse y dejar su profesión, su empleo y la rutina. En sus propias palabras: «salir de su zona de confort».

    Rodrigo Aguayo, otro excompañero de la Facultad de Jurisprudencia y de trabajo, cuenta que Durán mencionaba que el esfuerzo laboral no es bien recompensado en el país. Por ello, recuerda, buscaba nuevos rumbos profesionales.

    Durante su vida en la PUCE, Aguayo rememora que jugaban en el mismo equipo de fútbol; «tenía siempre una mentalidad competitiva». Otro de los deportes que practicaba con pasión en esa época universitaria era el ciclismo. También con frecuencia realizaban excursiones al campo y a la montaña.

    Pero más allá de ser un buen profesional, Aguayo asegura que Durán es un «excelente ser humano». Ello se confirmó ya en Canadá. A pesar del tiempo que demandaba su carrera, Durán se convirtió en un voluntario activo de varias organizaciones sin fines de lucro en Calgary, incluyendo The DI: Calgary Drop-In&Rehab Centre y Bolsa del Samaritano. La primera, una organización dedicada a recaudar fondos, y la otra, un albergue para personas sin hogar, en donde servía desayunos y almuerzos para personas que lo necesitaban.

    En Ecuador, Durán nunca se había dedicado a este tipo de actividades. Pero vivir solo en un país extraño le motivó a ayudar a los demás. Gracias a su actitud solidaria, el año pasado fue galardonado con el Premio Cultura e Inspiración de la Asociación de Estudiantes de la Universidad Mount Royal.

    Pero no solo destacaba su calidad humana. Gracias a su desempeño fue parte de la Lista de Honor del Decano en dos ocasiones y el año pasado obtuvo el título de Presidente de Honor. Los logros académicos y su compromiso con los más necesitados le sirvió para que sea el alumno más destacado de su promoción.

    En el 2010, mientras hacia labor social y acudía a la U, realizaba su pasantía en Nexen Energy, una firma multinacional que ofrece servicios petroleros. Actualmente, trabaja en esa empresa como administrador de contratos y comprador.

    Nexen es una compañía de petróleo y gas canadiense con sede en Calgary, Alberta. El 25 de febrero del año pasado, Nexen se convirtió en una subsidiaria de propiedad total de CNOOC Limited, con sede en Pekín.

    Dianasol Urresta, ecuatoriana que trabajó en Canadá entre el 2011 y 2013, conoció a Durán durante su estancia en ese país. Asegura que era muy entusiasta en organizar eventos con otros compatriotas. Por ejemplo, se reunían para mirar partidos de la Selección de Fútbol y preparar comida nacional.

    Una de las cualidades que recuerda Urresta es que «siempre le veía el lado positivo a todo. Si había fríos extremos lo miraba como una buena oportunidad para salir a esquiar», añade.

    «A veces me sentía como que no era para mí, pero fui persistente», dice Durán. Otra cultura y el idioma fueron los principales inconvenientes para adaptarse. Pero para Juan Pablo Reinoso, excompañero del Colegio Militar Eloy Alfaro, quien actualmente es teniente del Ejército ecuatoriano, la disciplina y tenacidad conformaban parte de su personalidad. Tanto, que lo miraba con gran potencial para la vida militar.

    Reinoso evoca que lo conoció en la banda de guerra del colegio. Además de ser buen estudiante, le gustaba entonar la guitarra; en los tiempos libres se reunían para tocar y cantar, una de sus bandas preferidas es Nirvana.

    Entre los planes inmediatos de Durán no está retornar a Ecuador. El año pasado ya obtuvo la residencia canadiense. Mientras tanto, disfruta de salir a pasear y esquiar con su novia y conocer la cultura de ese país.

  • Un ‘ironman’ en los negocios

    Sebastián Angulo Redacción Quito / LÍDERES

    Hace 8 años, Santiago Gutiérrez no sabía ni siquiera nadar. Pero en el 2010, intervino por tercera ocasión en un mundial de triatlón. Este quiteño, a sus 39 años, ha participado en 25 Ironman en distintos países a escala mundial y actualmente forma parte del club Finish Ironman.

    Pero para él, no solo la natación, el atletismo o el ciclismo, son sus escenarios de competencia. Antes de que el triatlón se convierta en una de sus pasiones, el mundo empresarial era su hábitat natural. De hecho, aún lo es.

    En 1999 fundó su propia compañía denominada Golderie Trading; con apenas 26 años, decidió emprender su negocio. En esa época, la industria de alimentos, en su mayoría, utilizaba empaques de cartón.

    Por ello, envases termoformados y de espuma flex eran una novedad en el mercado ecuatoriano. A pesar de ser un producto novedoso y contar con un nicho no explorado, su iniciativa se enfrentó a un primer reto. Así, levantar su empresa, se transformó en su primer ‘Ironman’.

    En ese entonces, con su socio Juan Vivanco, de origen chileno, invirtieron unos USD 50 000. El primer obstáculo fueron los costos elevados de sus productos, en comparación con los de los empaques de cartón, debido a la dolarización.

    Pero gracias al apoyo de Andy Wright, gerente comercial de Corporación Favorita, la firma implementó los empaques en algunas líneas de productos que se venden en su cadena de autoservicios.

    Para el 2005, Gutiérrez compró a su socio su porcentaje de acciones y pasó a ser el propietario absoluto de Golderie Trading. Actualmente, la compañía cuenta con su planta de producción en Calacalí (norte de Quito), y un centro logístico en Carcelén (norte), de 3 000 m2; también posee oficinas en Guayaquil.

    El 2013 Golderie Tradingce cerró con una facturación de unos USD 10 millones. Ahora, como sus clientes figuran cadenas como: Pizza Hut, KFC, American Deli, Pronaca, entre otras compañías.

    ¿Pero cuál ha sido su llave para lograr el éxito? ¿Cómo se puede triunfar en dos ámbitos completamente distintos que demandan dedicación para conseguir altos niveles de rendimiento? El ejecutivo asegura que saber distribuir el tiempo, la constancia y sacrificio son parte de su receta para conseguir logros importantes, tanto en el mundo de los negocios como en el deportivo.

    Su entrenamiento inicia a las 04:30, en diferentes locaciones de la ciudad. Luego, acude a sus oficinas en el norte de la urbe, donde mantiene juntas y reuniones con gerentes o clientes. A las 18:00 se dirige a su hogar para compartir tiempo con su familia. Hace 17 años se casó con Mariana Cevallos, con quien ha procreado dos hijos: Mateo José de 16 años y Santiago Isaías, de 9.

    Freddy Luna es ingeniero comercial y desempeña el cargo de gerente general en Golderie Trading. Conoce a Gutiérrez desde los 16 años debido a que jugaban en un equipo de indorfútbol, en el norte de Quito.

    Luna comenta que este ‘Ironman’ intentó ser un tenista profesional, pero debido al pedido de sus padres para que continuase con los estudios dejó ese deporte. Su familia es propietaria de la cadena de ferreterías Gutiérrez Navas. Por ello, cursó la carrera de Marketing en Finanzas y Seguros, en la Universidad San Francisco de Quito; pero también se dedicó a jugar fútbol sala profesional.

    Con los hermanos Fabián y Eduardo Cubero, Luis ‘Cococho’ Escalante, entre otros, formó un equipo de fútbol sala que logró el título nacional vistiendo los colores de Liga de Quito.

    A la par con el fútbol, cuando tenía 19 años, gerenciaba la división automotriz de Amortiguadores Monroe, en la cadena de ferreterías.

    Pero su llegada al triatlón se produjo gracias a la motivación de su tío, Gustavo Gutiérrez, ganador de la carrera Últimas Noticias en tres ocasiones y atleta olímpico. Él incentivó a Santiago y a otros familiares a practicar deporte. También, durante 21 años trabajaron juntos en la compañía familiar.

    Para Gutiérrez el atletismo resultó «algo monótono», por lo que decidió probar el triatlón y desde ese entonces descubrió su inclinación por la práctica de esa disciplina. Pero no sabía nadar y tampoco tenía bicicleta. Por ello, adquirió los implementos necesarios y comenzó el aprendizaje de la natación, y desde ese entonces no ha parado.

    Pablo Cevallos, abogado especialista en seguros y profesor universitario, lo conoce desde hace 25 años. Asegura que es «un hombre tenaz y apasionado por las cosas que hace».

    Cevallos recuerda que cuando viajaban a Sangolquí para jugar fútbol «se detenían obligatoriamente para comer hornado»; lo recuerda como «un amante de la música nacional y la salsa».

    Juan Carlos Bosmediano, ciclista de ruta y de pista, también gerencia la firma Inducartón. Él practica deporte con Gutiérrez y lo define como respetuoso de las reglas y perseverante, tanto en la práctica deportiva como empresarial.

    2008  Los primeros retos Primer lugar en la competencia Guayasman en su categoría 30-40 años, Chongón 2008. Participó en el Campeonato Mundial Ironman 70.3, Clearwater, Florida 2008, con un tiempo de 4:28.

    2013 Tres retos en el mundo Alcanzó el segundo puesto en el Triatlón de los Ángeles, en distancia olímpica, en la categoría de 30 a 39 años. También fue el segundo latinoamericano en el Campeonato Mundial de Ironman Las Vegas (2012 y 2013).

    Sus estudios y experiencia

    1993. Se incorpora a la empresa Gutiérrez Navas.

    1997. Bachelor en Marketing Finanzas y Seguros en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    1999. Fundó su compañía productora de plásticos Golderie Trading 2003. Máster en Administración y Negocios en el Tecnológico de Monterrey.

    «Yo soy un cazador de sueños; todas las metas que me propongo trato de cumplirlas. el sacrificio y constancia son la base».

  • Cuando jugar trae beneficios a la empresa

    Arturo Castillo. Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes

    El ser humano, aún cuando alcanza su etapa de adultez, se esfuerza por camuflar su latente necesidad de jugar. Parte de esa negación es haber hecho del juego algo serio, competitivo, empresarial, un negocio de grandes cifras.

    El juego ocurre en el ámbito individual, con un sinnúmero de aparatos electrónicos que, a más que ser útiles, sirven para entretener a su propietario y alejarlo momentáneamente de la realidad en la que se desempeña. Los juguetes para gente grande pueden presentarse en diferentes tamaños y costos, tener la forma de un automóvil de colección o de un avión a control remoto; de un lujoso velero o de un modesto juego de video.

    Colectivamente, están el fútbol, el tenis, el baloncesto, las carreras de automóviles, entre otras formas de entretenimiento, que permiten a los adultos divertirse, dejar salir al niño que vive cautivo, atemorizado.

    Esa necesidad lúdica ha sido llevada al mundo de los negocios, con la práctica del golf, un deporte considerado elitista y refinado. Su práctica no es masiva y en muchos casos, el acceso a las instalaciones donde se practica es privilegio de algunos pocos.

    La gratificación del juego, el recorrido a lo largo del campo de golf mientras se respira aire fresco, en una mañana soleada, con cielo azul despejado, se combina con provechosos ‘business’; el ‘score’ ganador incluye relaciones estratégicas, socios potenciales, pero también nuevos compañeros de ocio y recreación.

    Se sobreentiende, sin embargo, que en todo juego hay jugadores tramposos, que usan el juego como un ardid para tomar ventaja sobre sus contrincantes o incluso contra sus propios compañeros. El juego, como se sabe, pone en acción la personalidad y el carácter sin tapujos ni máscaras. Entonces, seguramente no siempre el juego sale bien; es probable que el golfista se dé cuenta de antemano que no debe hacer negocios precipitados, a sabiendas de que ‘se juega como se vive’. Si el individuo no respeta los códigos del deporte, posiblemente tampoco sea consecuente con los principios éticos del mundo empresarial.

    El juego, aparte de su valor lúdico, deja al descubierto la impaciencia, el mal humor, el derrotismo, el regateo; la arrogancia, la frustración, la agresividad, el miedo a tomar decisiones. El juego adulto, en suma, tiene sus cálculos; jamás volverá a experimentar el gozo infantil.

  • Santiago Delgado: En su carrera no sabe fallar

    Redacción Guayaquil

    Los viajes de trabajo y la familia son elementos vitales en la vida de Santiago Delgado. Y las anécdotas que cuenta este ejecutivo, actual gerente de la Región Norte para América Latina de BIC, demuestran la importancia de ambas partes. Por ejemplo, cada vez que Rafaella, su hija menor, miraba pasar un avión, automáticamente exclamaba «¡Papá!».

    Este ejecutivo reconoce que estas anécdotas forman parte de su continua batalla para establecer el balance adecuado entre el tiempo que le dedica a su trabajo y a su familia. Lograr ese equilibrio ha sido fundamental para tener éxito en todos los aspectos de su vida.

    Estar de viaje es una rutina para Delgado. «A veces, cuando dejaba de viajar dos semanas, mis hijos venían y me decían: papá, ¿cuándo te vas?».

    Pero esta situación no necesariamente tiene un tinte negativo en su vida. Este papá de dos hijos mantiene lazos muy estrechos con su familia, su equipo de apoyo.

    Este ejecutivo, que es responsable de la operación de BIC en Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, también ha ejercido la docencia en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo en las cátedras de Marketing Estratégico, Emprendimiento, Logística y Distribución.

    Delgado empezó su carrera como jefe de mercadeo y ventas de una pequeña importadora de licores en Quito, cuyos clientes eran bares y restaurantes. «Hacía de todo, cuando faltaba el chofer, me tocaba manejar el camión».

    En ese trabajo tuvo que enfrentar problemas de todo tipo: uno era el contrabando. Sorteó todo obstáculo y ganó experiencia para continuar por otros rumbos. También ejerció de visitador médico; así aprendió sobre el manejo de la visita y gestión de rutas, experiencias que le parecieron interesantes.

    En 1998, Delgado tuvo la oportunidad de gerenciar en el país a Henkel, una compañía que fabricaba productos de higiene. Obtuvo la posición y a pesar de que en esos años la crisis económica del país era insostenible, la compañía a su cargo supo mantener su valor en ventas y hacer que los presupuestos de actividades de mercadeo rindieran.

    Henkel lo promovió a gerente de marca en Chile, donde su desafío fue competir en un mercado donde ellos eran novatos y ya existían empresas muy bien posicionadas. Todo resultaba un reto: la cultura, la forma diferente de hacer negocios y la competencia.

    No obstante, este ecuatoriano utilizó todos los recursos creativos de comercialización, como segmentación de puntos de venta y manejo de Below the Line (BTL), para ubicar a la compañía como la segunda del mercado en el segmento de tintes. «Chile me dio mi mayor aprendizaje, mi mejor maestría».

    La aventura en ese país no la hubiera resistido sin el apoyo de su esposa. La pareja estaba recién casada cuando se mudaron para Chile. Delgado resalta la capacidad de adaptación a nuevas culturas y cambios por los que han atravesado. «Siempre mi esposa me ha apoyado y ha sido el pilar. Actualmente, somos una familia de padres quiteños, hijos chilenos que vivimos y disfrutamos de Guayaquil».

    En el 2003, Delgado y su familia vivieron un nuevo giro derivado de la actividad profesional de este quiteño. Un cazatalentos lo contactó para que participe en una selección. La idea de regresar a su país natal interesó a la familia. Delgado asumió el reto y en el 2004 se desempeñaba como gerente comercial de BIC en Ecuador.

    Su desafío fue ampliar la distribución de una compañía que, en ese entonces, contaba con 25 años de presencia en el país y tenía un firme posicionamiento en el mercado, en sus tres categorías: productos de escritura, encendedores y afeitadoras. En cuatro años, con la gestión de Delgado, las ventas crecieron un 50%.

    Después pasó por varios cargos en la compañía. En el 2008 fue nombrado gerente general, un año después fue promovido a gerente de Región Andina y en el 2010 fue nombrado gerente de la Región Norte para América Latina de BIC. Su tarea hoy es manejar la operación en Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador. En estos países y en Chile comercializa los 180 millones de bolígrafos que se producen al año en Ecuador. Por esta actividad la firma registra ventas anuales de USD 40 millones en la región.

    Marjorie Soria, gerenta de Trade Marketing de BIC, trabaja con él desde hace 11 años. Ella recuerda que con ideas de Delgado mejoraron los índices de puntualidad de los empleados.

    Este ejecutivo cree en el trabajo en equipo y en la importancia de establecer contacto humano. María Fernanda Castro, gerenta de RR.HH. de BIC en Ecuador, sostiene que su compañero es responsable con lo que dice y lo que hace. «Tiene valores sólidos, y confía en la gente con la que trabaja, tanto que tienes la apertura de ir y contarle tus ideas».

    Álvaro Pesantes fue compañero de Santiago en la Maestría en Administración de Empresas impartida en Espae, Graduate School of Management, en el 2009. Señala que aunque solo compartió una materia con Santiago, tuvo la oportunidad de conocer su faceta como estudiante. «Es una persona muy alegre, de reacción rápida, toma decisiones efectivas y creo que ese es uno de los factores necesarios a nivel gerencial».

    SUS BASES

    Los estudios. Comunicación Organizacional en la U. San Francisco de Quito. Marketing General en la U. Diego Portales de Santiago de Chile. Maestría en Administración de Negocios en la Espae.

    La experiencia. Fue Gerente comercial de Henkel Chile. Desde el 2010 es Gerente de la Región Norte de BIC.

    La frase: «No dejar de aprender, no dejar de enseñar, No hay nada que esté hecho. siempre hay una nueva forma de lograr las cosas».

  • Sedemi pisa firme en el mercado peruano

    Redacción Quito

    La empresa especializada en la fabricación de estructuras Sedemi cruzó las fronteras. A principios de este año, esta firma abrió una oficina comercial en Lima (Perú), con el fin de conseguir nuevos clientes en ese mercado.

    Esteban Proaño, gerente de la compañía, cuenta que antes de incursionar en el vecino país realizaron un estudio de mercado para verificar si sus productos tendrían demanda en Perú o Colombia.

    Los resultados mostraron que en Perú existían más posibilidades debido a que la inversión en proyectos para generación de energía eléctrica, minería y carreteras es muy alta. Así, abrieron una oficina comercial en enero de este año en donde laboran cuatro colaboradores de la firma: dos ecuatorianos y dos peruanos.

    Gracias a ello, en mayo pasado, ya realizaron la primera exportación a ese país. Sedemi envió 20 toneladas de estructura metálica para subestaciones, para el proyecto hidroeléctrico Chaglla, a 415 kilómetros de Lima.

    Sin embargo, la compañía ya había realizado exportaciones esporádicas desde el 2010 a Chile y Venezuela. Estructura metálica apernada galvanizada y pisos industriales han sido los ítems que la empresa ha enviado a esos países.

    Actualmente, Sedemi proyecta llegar a Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay, Costa Rica y Panamá. Una de las fortalezas es que cuenta con una capacidad instalada de 1 000 toneladas mensuales, aunque su producción el año pasado se ubicó entre las 700 y 800 toneladas al mes.

    Su cartera de clientes está conformada por un 50% de firmas privadas y la otra mitad por empresas del sector público.

    Asimismo, gracias a este crecimiento, las inversiones anuales han llegado a los USD 2 millones anuales, que se han destinado para la ampliación de plantas para duplicar su capacidad de producción.

    Las instalaciones de esta firma, que están ubicadas en Amaguaña (suroriente de Quito), poseen seis plantas operativas. Están distribuidas en: planta de estructuras metálicas, planta de calderería y rolados, planta de torres, planta de galvanizado en caliente, planta de bandejas portacables (Ecustrut) y planta de pisos industriales (Ecugrating).

    Pero esta firma no tuvo siempre el éxito que posee ahora. En su fundación en 1983, en Sangolquí (suroriente de Quito) era un taller de mantenimiento industrial con tres obreros.

    En principio se dedicaba a la producción de piñones. Pero estas piezas se descontinuaron y la empresa arrancó con la fabricación de soportes de acero para equipos y subestaciones eléctricas.

    Los enlaces en el ex Instituto Ecuatoriano de Electrificación (Inecel) fueron claves para los primeros contratos; allí aparecieron contactos en el sector petrolero y de telecomunicaciones. Tan exitosa fue la iniciativa, que en menos de 10 años la planta de 500 m² en Sangolquí quedó pequeña.

    A Paola Ortiz, gerenta de Ventas y Proyectos de IPAC, firma que le provee de acero no le extraña que Sedemi llegue a nuevos mercados. Ella señala que por más de 15 años han trabajado con la compañía. En ello coincide Carlos Jácome, gerente de Compras de Huawei, con quienes trabajan desde hace tres años.

    La producción

    La producción. Sedemi produce un promedio de 100 estructuras para el sector de las telecomunicaciones cada año. La firma ha instalado 432 estaciones de telecomunicaciones solo en Ecuador.

    Las ventas. En los últimos 10 años ha alcanzado más de USD 20 millones en ventas de estructuras metálicas para las tres operadores que actualmente funcionan en el país.

    El año pasado. En el 2013, proporcionó más de 100 unidades para la operadora de telefonía móvil estatal, CNT.