Rosas, canastas y una variedad de figuras se manufacturan artesanalmente en Madavel. En esa microempresa la creatividad de ocho artesanas que elaboran los dulces de sabores variados es la materia prima más importante.
“Decidimos innovar y cambiar la forma de nuestros dulces para hacerlos más competitivos y diferentes a los que ya había en el mercado. Eso fue lo que nos hizo crecer”, cuenta Freddy Velasco, propietario de la empresa.
El emprendimiento surgió hace seis años, cuando en Chimbo, Bolívar, había una depresión económica por el cierre de los talleres de fabricación de armas de fuego. En esa época Velasco y su familia se dedicaban a la agricultura, pero la crisis también afectó a ese sector.
“Nuestro emprendimiento nació de la necesidad. Mi esposa, Diana Velasco, y yo nos casamos jóvenes y necesitábamos prosperar”, recuerda el emprendedor.
En el 2012, ella vendía chicles, caramelos y melcochas a los turistas que llegaban a la peregrinación de la Virgen del Huayco, una imagen venerada en la parroquia La Magdalena. Así lograron ahorrar el capital para iniciar el emprendimiento: USD 10.
Con el dinero compraron los ingredientes para fabricar melcochas. Para sus primeros productos usaron una antigua receta tradicional; sin embargo, después del éxito en las ventas decidieron reinvertir las ganancias en una capacitación con un experto en la confitería artesanal.
La formación marcó la diferencia en la empresa que apenas empezaba a surgir. Cuando Freddy y Diana dominaron la técnica para alcanzar el punto exacto de la melcocha, además de un equilibrio en los sabores, se convirtieron en proveedores de puestos de venta en terminales terrestres y tiendas de dulces artesanales de Bolívar.
Con las ganancias de los primeros años y un crédito, los esposos se decidieron por una nueva inversión para ampliar el negocio.
Pero, esta vez surgió con una nueva idea que los diferenciaba de sus competidores. Paulatinamente invirtieron unos USD 50 000 en la adquisición de máquinas, empaques y nuevas materias primas que facilitaran el proceso de producción, pero que lo mantuvieran artesanal para así conservar el valor agregado de la marca.
Además, sumaron al menú nuevos tipos de dulces. Los caramelos personalizados en los que se puede escribir cualquier frase, son, actualmente, el producto estrella de la empresa de confitería.
Se comercializan en empaques de 100 unidades y cuestan USD1,35. La meta es que los caramelos ingresen en las perchas de los supermercados en el 2019.
Las rosas de caramelo son otro producto novedoso. Los coloridos pétalos de dulce se hacen a mano y luego se ensamblan.
En la fábrica también se fabrican canastas hechas totalmente de caramelo. “Es nuestro nuevo producto y está en pleno auge. No sólo es una decoración alegre y colorida, sino que es comestible, un regalo ideal”, dice Freddy.
En el menú de la confitería también constan arropes frutales, turrón de miel de abeja y una variedad de caramelos surtidos. Los productos se comercializan en otras ciudades del país como Baños de Agua Santa, Riobamba. Ambato, Quito y Guayaquil.
“Estos caramelos se sienten agradables y con un sabor distinto debido a que son tradicionales”, opina Raúl Moreta, un cliente.
Freddy ahora trabaja en el incremento de su producción.
Freddy Velasco es el propietario del emprendimiento Confites Madavel. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES
Mecanismos para resolver los problemas del sector lechero es uno de los puntos en los que trabajará el Consejo Público Privado Permanente para esta área productiva.
El organismo se creó este 29 de agosto del 2018 luego de una reunión que mantuvieron representantes del gremio y el ministro de Agricultura, Xavier Lazo.
El Consejo está conformado por el titular de la cartera de Estado, el Consejo Nacional de Leche, el Centro de la Industria Láctea, pequeños productores, etc.
El principal problema para el sector es la sobreproducción de leche. A diario, según la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO), se producen alrededor de 5,5 millones de litros; sin embargo, hay un excedente de 200 000 que es necesario que se coloque en algún lugar.
“Hay una alta producción y una baja de consumo por la situación económica. Eso provoca que haya más leche de la que puede consumir el ecuatoriano (…) Lo que se va a ver son mecanismos de exportación, de salida, de mayor consumo local del producto”, señaló Juan Pablo Grijalva, titular de AGSO.
En la rueda de prensa participó el ministro de Agricultura y Ganadería, Xavier Lazo (c), quien anunció la creación del Consejo Nacional Público Privado del Sector Lechero. Foto: Cortesía Ministerio de Agricultura
Entre los países a los que se busca exportar están Colombia, Perú y Venezuela.
Quienes acudieron a la reunión para revisar este y otros temas representan a más de 300 000 ganaderos lácteos que existen a escala nacional.
Otras acciones que se llevarán a cabo son el control de leche cruda desde su origen por parte de Agrocalidad; mayor revisión por parte de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) de productos terminados; incremento de valor agregado del suelo; apoyo a campañas de consumo de leche; medidas ante el contrabando en zonas fronterizas y más.
Alexandra Peralta, viceministra de Agricultura y Ganadería, explicó que también se realizarán controles sobre el uso del suero de leche. “Vamos a darle valor al suero”.
La funcionaria también indicó que se ratifica el precio mínimo de sustentación de la leche, que es de USD 0,42 por litro para el productor.
En el país, 200 000 litros de leche diarios no se logran comercializar y se convierten en un excedente que se puede exportar. Foto: Archivo / LÍDERES
La producción de quinua en el país volvió a reducirse este año. Tras el ‘boom’ de ese cereal, que se produjo en el 2013, los agricultores ahora están desmotivados por la caída del precio en el mercado internacional y la fuerte competencia en precios con la producción de Perú y Bolivia.
“El año pasado nos quedamos con la quinua guardada en la bodega. No pudimos vender más que la mitad a pesar de que somos socios de Coprobich”, cuenta María Manuela Tene, agricultora de Colta, en Chimborazo.
Esa provincia llegó a ser la primera productora de quinua a escala nacional. Para este año sólo se sembraron alrededor de 500 hectáreas en Guamote, Colta y Riobamba. La gente optó por reemplazar la quinua con otros cereales como trigo y cebada.
El declive de la quinua se inició en el 2015, cuando hubo sobreproducción en Perú y Bolivia, los mayores abastecedores del mundo. Los precios bajaron y los exportadores del país perdieron clientes.
Eso hizo que Coprobich sólo pudiera adquirir el 50% de la producción de sus 120 socios. Ellos envían sus productos a Francia.
“En el mercado local no hay suficiente demanda, la gente aún no valora nuestro producto y competir con los países vecinos cada vez es más difícil porque su producción se incrementa cada año y la nuestra se reduce”, dice preocupado Manuel Abemañay, gerente de la empresa.
En el 2016, en Chimborazo había 3539 agricultores que destinaron casi la totalidad de sus campos al cultivo, pero para el 2017 el número se redujo a 2447 agricultores y se prevé que para finales de este año incluso baje más.
La decepción de los agricultores se produjo debido a las altas expectativas que se prometían respecto a la semilla, cuando en el 2013 se declaró el año internacional de la quinua. Con ese anuncio surgió una campaña para motivar la siembra y el consumo, que alcanzó su punto más alto en el 2015.
Ese año en el país se sembraron 7 886 hectáreas con quinua y la meta nacional era de 10 000. El Ministerio de Agricultura y Ganadería(MAG) entregó semillas certificadas y kits que contenían insumos orgánicos para la siembra en 19 comunidades.
Pero ese mismo año los precios cayeron por la sobreproducción a escala mundial. Los agricultores esperaban vender el quintal de quinua orgánica al granel en USD 120 en el mercado internacional, y terminaron comercializándola hasta por USD 25 en las ferias y centros de abasto locales.
Según Pro Ecuador, a pesar de la acogida de la quinua en los mercados internacionales, la competitividad en precios es el factor que impide el crecimiento de la exportación de quinua ecuatoriana, pero también identificaron ventajas.
“La variedad de quinua ecuatoriana tiene un alto grado de calidad por la textura para usos industriales, (engrosa mucho y genera altos rendimientos). Es una variedad baja en saponina lo que hace que su escarificado o lavado sea también más amigable y su color dorado da una percepción visual. Es diferente a la quinua de nuestros competidores”
Según Patricio Juelas, gerente de Sumak Life, la apreciación del dólar influyó en la caída de la quinua. “Nos tocó reducir el 45% de los precios para no perder competitividad en el mercado”.
Los directivos optaron por una nueva estrategia para no perder la rentabilidad de la empresa, que tiene un objetivo social. Incorporaron a su menú productos elaborados con quinua como galletas, barras energéticas, ‘pop’ de quinua, entre otros, que se comercializan en supermercados locales.
Los productos elaborados se venden desde diciembre del 2016 y han sostenido a la compañía.
Sumak Life logró ventas por USD 62 000 con la nueva línea.
El país apuesta por derivados de Quinua
En Ecuador, la exportación de quinua es más rentable si son productos elaborados a base de la semilla en lugar de al granel.
La producción nacional no logra satisfacer los altos volúmenes que demandan los compradores. Según el Ministerio de Agricultura, en el 2017 se produjeron 1 286 toneladas. Bolivia y Perú, líderes en este rubro, sobre las 80 000.
Carlos Gutiérrez, gerente de Corporación Kunachía, exportadora de productos hechos con superalimentos, dijo que desde hace tres años comercializan bienes con valor agregado a base de quinua (cuatro con chía). “No somos competitivos como país para vender al granel. Por eso tenemos que generar una nueva oferta con snacks, galletas, etc., para competir en mercados internacionales”.
Vende bocaditos y harina a base de la semilla andina a EE.UU., Canadá, México y Chile; harina solo a EE.UU. Para este negocio la clave es presentar una oferta diversa; analiza colocar a futuro nuevos productos: mezclas para muffins, cupcakes, pizzas, cereales, entre otros.
Kunachía aprovechó, aunque de una manera diferente, el ‘boom’ de la quinua que arrancó con su Año Mundial (2013). Sus ventas han crecido; en el 2016 vendió 40 toneladas; en el 2017, unas 180.
Una imagen de la planta en la que se procesan los productos de Kunachía. La empresa también produce y vende snacks de chía, superalimento. Foto: Cortesía Corporación Kunachía
Según Pro Ecuador, en el 2017 las exportaciones de elaborados de quinua crecieron 153,6% respecto del 2016 y en toneladas del 1487%. La oferta incluye harinas, cereales, barras, bebidas y mezclas para diversas comidas.
En relación con el producto al granel, Xavier Rosero, jefe técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), dice que del 2013 al 2014 la exportación creció en 774%. Pero de 2015 a 2017 el volumen prácticamente no varió; tampoco hubo muchos cambios en cuanto a las exportadoras y países (info).
Rosero concuerda con Gutiérrez en las diferencias entre el país y los grandes productores a la hora de cumplir con los requerimientos de los compradores.
Según Fedexpor, Perú y Bolivia satisfacen el 75% de la demanda mundial (Ecuador menos del 2%). Los principales compradores son EE.UU., la Unión Europea (UE), Israel, Suiza, China, etc.
En los últimos dos años los agricultores, dice Gutiérrez, enfrentaron otro problema. Luego del 2013 el Gobierno empezó a comprar la semilla a precios altos, pero tras las crisis y el terremoto eso cambió, hubo demasiado stock y los valores cayeron.
Fue entonces que mucha gente se decepcionó del negocio de producción de quinua y optó por otros cultivos. En este escenario, los exportadores usan lo que hay para bienes terminados.
José Oleas, gerente de Agroalina, exportadora de productos a base de quinua, dice que trabaja con tres haciendas que obtienen la semilla de manera orgánica. “Son plantaciones constituidas grandes, con maquinaria, en Pichincha e Imbabura”. Su planta de producción está en Tabacundo.
Un inconveniente que ha encontrado entre los agricultores es que trabajan de manera aislada, falta una mayor asociatividad.
La empresa nació hace tres años. Las primeras exportaciones fueron de dos contenedores con producto al granel; luego, dejaron de hacerlo y se concentraron con bienes terminados bajo la marca de Urcohuasi Farms.
“El costo del kilo al granel puede ser de USD 2, pero procesado vale 5. No vale la pena comercializar al granel”, manifiesta Oleas.
Hoy, la empresa tiene más de 20 productos de exportación. Entre ellos están mix con diferentes productos, desayunos, apanaduras, postres entre otros.
Los agricultores de Chimborazo reemplazaron sus cultivos de quinua con trigo y cebada. Solo 500 hectáreas se sembraron con quinua. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES
La tuna que florece en los valles áridos de Imbabura inspiró un proyecto de Hugo Gómez. Hace dos años, este arquitecto lojano creó la firma Don Cactus-Doña Tuna, especializada en el procesamiento de la fruta, que se convierte en pulpa, arrope, helado de paila y bebida.
La factoría está ubicada en la parroquia Tumbabiro, cantón Urcuquí. El clima cálido seco de la localidad es ideal para el cultivo de este alimento funcional, rico en minerales, calcio, potasio, sodio, entre otros.
Todo nació como un hobby, comenta Gómez, que vio en esta zona, vecina a balnearios de aguas termales, un potencial para instalar el spa Camila Victoria, que es manejado por Nelya Zvezdina, su esposa, de nacionalidad rusa.
Para la pareja, las dos líneas productivas se complementan. Pues el centro de belleza utiliza productos elaborados a partir de la tuna y el cactus como el gel para limpiar la piel.
El emprendedor conoció Tumbabiro cuando fue contratado para construir 50 viviendas nuevas y mejorar 25. Le llamó la atención los lunares verdes de la tuna, que resaltaba en las hondonadas, como un cultivo alterno a la mala calidad de los suelos y a la escasez de agua para riego.
Con el pago que recibió de la obra arquitectónica adquirió un terreno de tres hectáreas en Tumbabiro. En la mitad de la propiedad sembró 5 000 plantas de las especies amarilla, blanca y roja.
Los dos primeros tipos de semilla las compró en la comunidad afrochoteña de Tumbatú, cantón Bolívar (Carchi). Mientras que, la roja, a la que denominan sangre de toro, en Tumbabiro. En el resto de terreno se esparció unas matas de algodón, que antes era el cultivo predominante en la zona.
Los primeros frutos en la finca Hugo, Luz, María, como fue bautizada la propiedad, salieron a los 30 meses, a diferencia de otros lugares en donde brotan a los 36.
Según Gómez, eso se debe a que colocó nutrientes y a una constante limpieza de la maleza para que se pueda desarrollar bien las matas. Además se instaló un sistema de riego por goteo.
Para armar la factoría, que se instaló a pocos metros del cultivo, pidió asesoramiento a colegas que ya habían incursionado en este cultivo. La idea fue establecer el tipo de maquinaria indispensable para su línea de producción.
Adquirió una marmita, de 500 litros de capacidad, en la que se pasteuriza el néctar. También una dosificadora y una selladora. Previamente, la fruta es retirada la piel y semillas y extraída la pulpa.
La planta tiene una capacidad instalada para procesar 35 000 envases, de 200 gramos, a la semana. En Don Cactus-Doña Tuna consideran que esa es la medida ideal para comercializar la pulpa, el arrope y la bebida de mucílago de la penca de tuna. De ésta última se extrae el líquido.
Igualmente incursionaron en la elaboración de helados de paila de tuna. Hoy procesan 125 litros a la semana. El mantecado, que viene en envases blancos de 120 gramos, se comercializa en tres puntos de venta en Urcuquí y uno en Ibarra.
Como una de las estrategias de comercialización, la firma entrega un congelador con el producto. También elaboran helados de guanábana y arazá, los dos frutos provienen de la vecina parroquia de Lita, en Ibarra.
En abril finalizó el ciclo productivo, que dura cuatro meses. Este año, la excesiva cantidad de lluvias complicó la cosecha. Sin embargo, hubo suficiente cantidad para sacar el producto al mercado. Uno de los valores agregados es que la producción está libre de agroquímicos, asegura Nelya Zvezdina.
En la adquisición del terreno se invirtieron USD 25 000 y 50 000 más para instalar la planta de procesamiento y el spa.
En éste último también impulsa la venta, al por mayor y menor, del denominado Yerbatero. Zvezdina explica, que la mezcla de hierbas aromáticas con sabiduría milenaria, pueden ser empleadas para baños, vaporización, cocción… Ofrecen 32 variedades de plantas, con propiedades frías o calientes.
Los datos
Los pedidos de los productos pasteurizados se puede hacer a los teléfonos 098 8490 339 ó 099 7238 904.
Los visitantes de los balnearios de aguas termales, ubicados en Chachimbiro, están entre sus principales clientes.
La firma cuenta con un local que está ubicado frente al parque principal de la parroquia de Tumbabiro (Urcuquí).
A la tuna se le atribuye que tiene algunas propiedades para prevenir enfermedades.
El próximo plan es ofrecer servicio de alojamiento y alimentación. Es un lugar ideal para el descanso y meditación.
Hugo Gómez y Nelya Zvezdina impulsan la microempresa de procesamiento de tuna y un spa, en Imbabura. Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES
La producción de arándanos en Ecuador es de data reciente. Se cultiva en climas de Sierra y Costa, en zonas de altas temperaturas por el día y bajas en las noches.
A finales del 2015, Agrícola Oro Azul arrancó con un cultivo de 3 000 plantas de arándanos en una finca familiar en el Carchi.
De esa primera plantación, a 2 400 metros de altitud, esta empresa –conformada este año– alcanzó una producción de 2 800 kilos en el 2017, indica Diego Garzón, gerente general de la firma.
Por ahora, el enfoque de la empresa es mejorar la calidad del fruto. Pero la meta a futuro es exportar a países árabes, Asia y Europa.
Agrícola Oro Azul cultiva la variedad biloxi, un tipo de arándano liberado en el mercado, que se presta a las condiciones climáticas de la Línea Ecuatorial, sembrándose a una altitud de hasta
2 800 metros. La producción de la firma se vende a supermercados pequeños en Cumbayá y a la cadena de heladerías y cafeterías Corfú, para repostería, a través de la marca Chulunguasi.
Esa variedad también la cultiva la compañía Biovegetal, en Guayllabamba, desde el 2015, en una extensión de tres hectáreas.
Su producción, que fue de tres toneladas en el 2017, se vende en las cadenas Supermaxi y Megamaxi de la Corporación Favorita, con la marca Ecuarandano, en tarrinas de 125 gramos, indicó Patricio Ñacato, gerente de la firma.
Las dos empresas agrícolas cultivan con el método semihidropónico, es decir, dentro de fundas negras y no directo en la tierra.
Esto permite sembrar mayor cantidad de plantas por hectárea y alcanzar mayor rendimiento de la producción.
La cosecha del arándano se recolecta a los seis o siete meses de plantación, cuando el fruto adquiere un tono azulado, cercano al color negro.
Una ventaja que tiene Ecuador, que le favorece a la hora de competir con otros mercados, son las condiciones del medioambiente y un clima similar durante todos los meses; ello permite recoger cosecha en cualquier época.
Ñacato explica que esto se logra dividiendo el cultivo en lotes para que produzca todo el año, así cada lote se encuentra en una fase distinta: formación, desarrollo, producción, cosecha. Otro punto favorable en el país, comenta el propietario de Biovegetal, es la luminosidad que brinda la Línea Ecuatorial, que influye en el tamaño y en los grados brix (dulzura) del fruto. A diferencia de Agrícola Oro Azul, Biovegetal no tiene planes de exportación. Su meta es consolidar su marca de arándanos en el mercado local.
Una característica de este fruto es que el rendimiento por planta va escalando, al menos hasta el cuarto año de cosecha. En el primer año, la producción es de un kilo por planta, pero al cuarto ya puede alcanzar 3,5 kg, explica Garzón. Una planta de arándano puede cosechar de 10 a 15 años.
Cultivar arándanos es costoso. Agrícola Oro Azul invirtió entre USD 70 000 y 90 000 para plantas, sustrato y nutrición. “Requiere de mucho cuidado y precisión”, comenta Garzón, para quien la clave está enla la nutrición y el riego.
Para este productor, en el país existen altas restricciones para la importación de plantas y tecnología para los sistemas de riego y sustrato, lo que considera una barrera para el desarrollo de este negocio.
Mercado internacional
El mayor productor de arándanos en el mundo es EE.UU., pero también es el principal consumidor del producto: 1,5 kilos per cápita, según datos del seminario internacional producción y exportación de arándano, celebrado el pasado mes en Quito.
Raúl Olivares, gerente de la empresa chilena Driscoll’s, comercializadora de arándano, subraya que el consumo de este producto está creciendo cerca de un 20% anual, principalmente en los últimos 10 años, al ser considerado un alimento saludable. Entre los beneficios conocidos está que es un diurético natural.
En Latinoamérica, el principal mercado es Chile, país en el que se cultiva desde hace unos 30 años y que destina el 80% de su producción a la exportación.
Para Olivares, quien estuvo en Quito recientemente como expositor del seminario organizado por Globalforum, es importante lograr buenas variedades del fruto. La calidad se puede medir por el tamaño, la firmeza y el sabor.
“Ecuador tiene que encontrar cuál es su ventaja, que puede ser el factor climático y aprovechar el nicho. Además, debe solucionar problemas técnicos”, resalta.
La empresa Biovegetal tiene tres hectáreas cultivadas en Guayllabamba, en donde el año pasado alcanzó una producción de tres toneladas. La fruta se comercializa a la Corporación Favorita. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Brindar seguridad para el sector productivo; generar y dar sostenibilidad a los empleos; fortalecer la competitividad; ejecutar una adecuada articulación interinstitucional y desarrollar en las empresas la capacidad de reponerse en momentos de crisis son los ejes de la políticaproductiva gubernamental para las provincias fronterizas.
La información la dio a conocer el Ministerio de Industrias este 18 de junio del 2018.
La ministra de Industrias, Eva García, presentó la política de desarrollo productivo fronterizo en compañía de Juan Carlos Jácome y Munir Massuh Manzur, presidente y gerente general de la Corporación Financiera Nacional (CFN). También estuvieron los alcaldes y prefectos de la mancomunidad del norte: Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos.
Durante el encuentro la CFN presentó los servicios financieros para los emprendedores de dichas zonas. La línea de crédito CFN Apoyo Solidario, por ejemplo, ofrece hasta cinco años plazo para capital de trabajo y activos fijos, con periodos de gracia de dos años para el primero y tres para el segundo. Los clientes no deberán cancelar monto alguno por capital o interés durante los dos o tres primeros años del préstamo.
A través de esta línea de crédito se han aprobado mas de USD 35,8 millones, beneficiando a los sectores de agroindustria, turístico, manufactura y pesca, generando aproximadamente 500 nuevos empleos.
Como parte de la política existe el proyecto de negocios inclusivos potenciales que se pueden desarrollar en la región. Esto “bajo el concepto y metodología del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de encadenamientos productivos con el concurso de una empresa ancla”, indicó el Ministerio.
La Política de desarrollo productivo fronterizo es resultado del trabajo articulado desde el Ministerio con otras 16 carteras de Estado y entidades.
La ministra de Industrias y Productividad, Eva García (centro), presentó la Política de Desarrollo Productivo Fronterizo que impulsa el Gobierno Nacional. Foto: Cortesía Ministerio de Industrias
Elon Musk anunció el martes, 12 de junio del 2018, que el fabricante de automóviles eléctricos de lujo Tesla despedirá al 9% de su plantilla para demostrar que puede ser rentable tras ser incapaz de conseguir beneficios en sus 15 años de historia.
Musk comunicó en una carta a los trabajadores de Tesla que ha empezado a informar al personal afectado tras «evaluar de forma crítica cada posición» y «valorando las capacidades específicas de cada individuo».
La medida supondrá la salida de unos 4 100 empleados de los 46 000 que tiene Tesla. Los despidos no afectan a los operarios de planta que producen los vehículos.
El multimillonario fundador de la compañía también transmitió a sus empleados que Tesla no renovará el acuerdo que tiene con la firma Home Depot por el que alquila espacio en unos 800 establecimientos de esta empresa para vender sus productos de paneles solares domésticos. Musk afirmó que ha tomado la decisión de recortar puestos de trabajo para no tener que hacerlo otra vez.
«Somos una pequeña compañía en uno de los sectores más duros y competitivos de la Tierra, en el que simplemente sobrevivir, no ya crecer, es una forma de victoria (Tesla y Ford son las únicas compañías de automóviles de EE.UU. que no se han declarado en suspensión de pagos)», añadió Musk.
En mayo, Musk anunció una profunda reorganización de Tesla ante las dificultades económicas de la firma, incapaz de generar beneficios y de cumplir sus objetivos de producción con su último modelo, Model 3.
Tesla aumentó sus pérdidas un 97,5% hasta USD 784,6 millones en el primer trimestre del año, pese a que sus ingresos aumentaron un 26,4% y se situaron en USD 3 408,7 millones.
Musk ha negado que la empresa tenga problemas financieros, aunque los principales analistas del sector han señalado que el fabricante está consumiendo rápidamente sus reservas de capital y probablemente necesitará dinero a finales de este año o principios del próximo para mantenerse a flote.
Fotografía de archivo del 26 de febrero de 2018, del Tesla modelo S P100D durante su presentación en un evento en Gimpo, provincia de Gyeonggi (Corea del Sur). Foto: EFE
La empresa Fabitex se encarga de la producción de sábanas, cobertores, pijamas, edredones, almohadas y línea hotelera. Uno de los puntales de esta industria ambateña es la renovación de sus productos, los cuales los comercializa a escala nacional.
A más de esas líneas incursiona en la infantil, con gran demanda en el mercado. El año pasado esta empresa facturó USD 500 000 y actualmente cuenta con 25 colaboradoras y más de 20 distribuidores en todo el país.
El emprendimiento familiar lo inició Fabiola Aguayza, hace 22 años. La historia comenzó cuando ella decidió confeccionar ropa interior para niñas. A pesar de que su producto se vendía bien, tras un análisis, pensó que la competencia era fuerte con las grandes empresas. Por eso buscó una línea que impactara con modelos y diseños nuevos.
Se adentró en la línea blanca de hogar (sábanas, cobertores, almohadas). Y las ventas crecieron. Efectuó una primera inversión de seis millones de sucres, que consiguió a través de un crédito en una institución financiera. Con los recursos adquirió una máquina de coser, otra overlock y materia prima; instaló su taller en el barrio La Merced, en el norte de Ambato. Contrató a cinco personas para que le ayudaran en la producción de los textiles.
Constantemente, ella asistía a ferias y revisaba revistas dedicadas a diseños para obtener nuevos modelos en almohadas, sábanas, cobertores, etc., que impactaran a sus clientes. Esa fue la estrategia que aún aplica en su empresa: “Estar a la vanguardia de la competencia”, dice Aguayza.
Su esposo Hugo Caguana fue un puntal en el crecimiento de Fabitex porque, junto a él, ella viajaba a vender los productos en Costa, Sierra y Amazonía.
En los recorridos los clientes le solicitaban más productos como cubrecamas, edredones y otros. Eso les obligó a los emprendedores a realizar una nueva inyección económica en el 2009 de USD 75 000. Importaron de China una máquina para los acolchonados de los cobertores y edredones.
También compraron un plotter y una sublimadora para los estampados, con diseños infantiles y para adultos. Esta inversión fue de USD 38 000, vía crédito.
Actualmente, la empresa está ubicada en el ingreso a Huachi La Joya, en el centro de la ciudad. “Mi padre César fue un emprendedor y fue el ejemplo para incursionar en los negocios”, dice ella.
Hace dos años la posta la tomaron sus hijos, María Augusta y Fabián. Los dos están involucrados en la comercialización de las líneas de producción y el diseño. Con las enseñanzas de sus padres dirigen estas áreas del emprendimiento en las que se diseñan sábanas para niño, niña, adultos y jóvenes.
Los productos se comercializan en Ambato, Riobamba, Quito, Portoviejo, Chone, Quevedo, Santo Domingo, Guaranda, Puyo, Tena y otras ciudades del país. Actualmente, se producen entre 600 y 700 edredones semanales que se envían a 20 distribuidores a escala nacional.
Hace nueve años Gloria Vega es cliente de Fabitex. Su local funciona en el Centro Comercial Ferroviario, en el centro de Ambato. Cuenta que los productos son de calidad y por eso la demanda se incrementa en un 20% cada mes.
A esto se suma el precio accesible de los juegos de sábana, edredones, pijamas, cubrecamas y la línea infantil que se confeccionan con telas de calidad. “Los diseños novedosos y diferentes a otras empresas permiten que haya demanda. Mis clientes llegan de otros cantones y también de Latacunga y Riobamba”, dice Vega.
La proyección de Aguayza es realizar una nueva inversión para la fabricación del plumón, que es la materia prima que usa en la confección de sus líneas.
La empresa, en el 2011, abrió una tienda de exhibición y distribución en la que los clientes pueden escoger cada uno de los modelos y diseños fabricados con telas de algodón e hijo.
María Augusta Caguana dice que a pesar que ella y su hermano están bajo el control de sus padres, ya comenzaron abrir sus propias líneas de producción. “Estamos buscado productos con el propósito de incrementar las ventas en el país. La innovación es un puntal de nuestra empresa”.
Los hermanos Fabián y María Augusta Caguana están al frente de la empresa. La compañía ambateña innova en los diseños que ofrece al público. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
Incrementar el número de inversiones y empresas en jurisdicciones fuera de los cantones Quito y Guayaquil fue el principal objetivo del Gobierno anterior, al establecer un incentivo tributario en dichos lugares. Tras ocho años de ello, los resultados no son alentadores.
En el 2010, el Código de la Producción estableció una exoneración en el pago del impuesto a la renta (IR) por cinco años, contados a partir del primer año en que se generen ingresos atribuibles a la inversión. El beneficio estuvo pensado en las sociedades que se constituyan a partir de la creación de la norma o las nuevas que surjan de aquellas existentes.
Esto, sin embargo, se estableció para las inversiones fuera de ambos cantones y únicamente para los 10 sectores priorizados por el Estado: producción de alimentos frescos, congelados e industrializados; cadena forestal; metalmecánica; petroquímica; farmacéutica; turismo; energías renovables; servicios logísticos de comercio exterior; biotecnología; y software, así como sustitución estratégica de importaciones y fomento de exportaciones.
Junto a esta norma se establecieron otros incentivos para diferentes inversiones en el país. Cinco años más tarde, en noviembre del 2015, el Gobierno reconoció que las regulaciones fueron poco exitosas. De 1 374 empresas que se crearon en zonas en las que podían recibir beneficios, apenas 7% se acogió a estos, indicó en ese entonces el viceministro de la Producción, Santiago León.
A la fecha, no hay un dato exacto del número de empresas que se han beneficiado de los incentivos tributarios ni de las inversiones nuevas. El pasado 28 de mayo, durante una explicación del actual proyecto de Ley de económico urgente por parte del frente económico y de la producción, el ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, dijo que cuentan con datos generales.
“Los números que tenemos son a escala país, macro. El año pasado, el total de inversiones que recibió el país estuvo en el orden de USD 603 millones. El año anterior a ese, el 2016, un total de USD 730 millones. Estamos hablando de flujo neto de inversión. En lo que va del año tenemos contratos de inversión por USD 879 millones”.
Este medio consultó también al Servicio de Rentas Internas (SRI) sobre las inversiones fuera de Quito y Guayaquil durante la última década, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.
Para Roberto Aspiazu, director del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), la norma pudo ser positiva, pero las empresas y las inversiones se vieron afectadas por el cambiante entorno político y económico de la época. “Con el Código, a la hora de la hora, no se generó mayor cosa”.
Cifras de la Superintendencia de Compañías sobre inversión, proporcionadas por la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), revelan que en las zonales que no corresponden a Quito y Guayaquil los montos bordearon en la última década USD 200 millones cada año. Los datos corresponden a inversiones para aumento de capital, constitución, domiciliación y aumento de capital con acta.
Solo dos años tuvieron cifras altas. “La inversión no reacciona de forma inmediata. Son procesos de mediano y largo plazo. Los datos de los mejores años reflejan la percepción empresarial del 2014, que fue el mejor año económico de la década. Buen precio del crudo, economía creciente. Cuando eso terminó, las cifras cambiaron”, explica David López, jefe técnico de la CCQ.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), con cifras del Directorio de empresas, entre el 2012 y el 2016 las compañías de provincias que no corresponden a Guayas y Pichincha correspondieron al 54% del total. El resto se concentran en las dos.
En ese período, la mayor cantidad de negocios a escala nacional fueron microempresas; las grandes organizaciones no superan las 4 000. La mayoría se dedica al comercio, seguido de agricultura y actividades de alojamiento.
Empresas que aprovecharon beneficios
Skretting es una empresa que invirtió para desarrollar una planta en Durán, para la producción de alimento balanceado para camarones. Foto: Archivo / LÍDERES
Pasar de cinco a 10 años la exoneración del impuesto a la renta para las nuevas inversiones en cantones fuera de Quito y Guayaquil es la propuesta que incluye el proyecto de Ley para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo y Estabilidad y Equilibrio Fiscal.
La norma se remitió a la Asamblea Nacional con el carácter económico urgente el pasado 24 de mayo. De aprobarse, estaría profundizando los incentivos que ya se establecieron hace ocho años en el Código de la Producción.
Pese a los resultados generales, existen casos de empresas que hicieron inversiones nuevas en dichas jurisdicciones. Una de ellas es Agroalina, que asentó su planta de producción de alimentos a base de quinua en el cantón Pedro Moncayo, de Pichincha.
José Oleas, gerente de la compañía, explica que el incentivo de exoneración del IR fue una de las razones para operar en Tabacundo, cabecera cantonal de Pedro Moncayo. “Este año que voy a tener utilidades es un beneficio. Acceder al incentivo fue un proceso fácil e inmediato con el SRI”.
En la región Costa, Samborondón, Durán y Daule se han vuelto cantones productivamente más dinámicos tras los beneficios, cita un texto de la Asociación de Productores Ecuatorianos de Lubricantes. La referencia la atribuyen a Nathalie Cely, quien fue ministra coordinadora de la Producción en el 2010 y encargada de la elaboración del Código productivo.
En marzo del año pasado, el entonces ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Casinelli, asistió al inicio de la construcción de la planta de alimento balanceado para camarón Cargill. Allí explicó que las inversoras, la multinacional de alimentos Cargill y la ecuatoriana Naturisa, se beneficiarían de los incentivos tributarios.
La inversión bordea USD 65 millones y se encuentra en un terreno ubicado en el kilómetro 6,5 de la vía Durán-Tambo. “La plataforma generará 180 plazas de empleo directo y 500 trabajos indirectos”.
Skretting-Ecuador también arrancó el año pasado la construcción de una planta de balanceados para camarón en Durán. La planta tendrá una capacidad anual de 470 000 toneladas y la inversión bordea los USD 65 millones, según informó la empresa en agosto del año pasado.
Otras empresas no se acogieron a los incentivos de nuevas inversiones por falta de información indica Patricio Alarcón, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio.
“Cuando se hicieron las reformas al Código de Producción no se comunicó de una manera efectiva porque el Servicio de Rentas Internas tenía una cultura netamente recaudatoria”, dijo el dirigente gremial.
Entre otras de las razones que dificultaron el acceso al paquete de incentivos estuvo la falta de reglamentaciones al Código y otros ajustes tributarios que motivaran el interés de las compañías por invertir fuera de las ciudades principales del país.
Ese fue el caso de la empresa Energy & Palma, que se dedica al cultivo de palma aceitera en San Lorenzo (Esmeraldas). Según su gerente, Flavio Paredes, los incentivos estaban limitados a pocos sectores productivos y no se incluyó a todos los puertos y aeropuertos para las beneficios tributarios e instalación de Zonas Especiales de Desarrollo.
Para el empresario también era importante que, junto con el Código, se normara la exención directa del impuesto a la salida de divisas (ISD) y se sustituya la actual figura del crédito tributario que se aplica para este impuesto.
La norma Cambios. El nuevo proyecto de Ley incluye como beneficiarios de la exoneración del IR a Quito y Guayaquil. Sin embargo, el beneficio solo es por ocho años.
Beneficios. Otro de los incentivos que se agrega al documento es la exoneración del impuesto a la salida de divisas para las nuevas inversiones productivas que suscriban contratos de inversión. Esto se aplicará en los pagos por concepto de importaciones de bienes de capital y materias primas necesarias para el desarrollo de un proyecto, hasta por los montos y plazos del contrato.
Norma. La regulación también se aplica en los pagos por conceptos de dividendos distribuidos por sociedades nacionales o extranjeras domiciliadas en el país.
La empresa Agroalina abrió su planta de producción de alimentos a base de quinua en Tabacundo. Es una de las firmas que aprovechó los incentivos tributarios por estar fuera de Quito. Foto: Archivo / LÍDERES
La multinacional de productos para panadería y repostería Bakels abre su primera planta de producción en Ecuador. El acto de inauguración será este miércoles, 23 de mayo del 2018, en el sector de Pifo, oriente de Quito.
“Bakels desarrolla, fabrica, distribuye y respalda ingredientes para cada sector del mercado de la panadería artesanal, industrial, supermercado, pan, pastelería, pastel y confitería en los cinco continentes”, indica la empresa.
Los ingredientes líquidos, que ahora están disponibles en formato listo para usar, van en sobres, bolsas de tubería, cubos y bolsa en caja. Las cantidades a granel, que se utilizarán junto con el equipo de dosificación automática, están disponibles para proporcionar los clientes.
La empresa atiende a más de 120 mercados de exportación. Entre los productos que desarrolla y comercializa en el mundo están mejoradores de pan, acondicionadores de masa y extensores de vida útil en polvo, pasta y líquido, margarinas de panadería, mantecas y mezclas de aceites, premezclas y concentrados para pan, pastelería y productos de confitería, revestimientos de pastel, glaseados y cremas de relleno, mezclas de chocolate, cobertura y trufa sin templar, polvo de hornear, entre otros productos.