Etiqueta: sector

  • El optimismo retorna al sector constructor

    Redacción Quito

    La construcción recupera su peso en el producto interno bruto del país y vuelve a sentir una dinámica favorable. En el 2016, este segmento productivo representaba el 7,8% del PIB nacional. Y este año ya creció al 8,7%, según datos de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon).

    Esas cifras dejan ver que el sector se encuentra estable, en comparación con años como el 2014 y 2016 cuando la crisis económica afectó a esta actividad. Silverio Durán, titular de la Camicon, cuenta que el cambio del Gobierno y medidas como la derogatoria de la Ley de Plusvalía han permitido disminuir la caída que sufrió el sector en años pasados. “Esperamos que el 2019 sea mejor que el actual año. Hay buenas perspectivas para la economía en general”, dice el dirigente.

    Durán añade que el Gobierno Nacional entendió que el sector privado es el que genera la liquidez para inyectar en la economía. “Hay una visión más real de parte del Gobierno”.

    Henry Yandún, vocero del colectivo Constructores Positivos, que agrupa a ingenieros, arquitectos y otros profesionales del sector, aporta con más datos. Él asegura que este sector mueve cada año unos USD 9 000 millones al año. 6 000 millones corresponden a infraestructura pública y 3 000 millones a proyectos de vivienda. “El primer sector está a la baja y el segundo se halla estable”.

    Yandún coincide con Durán sobre las buenas perspectivas para el futuro. Según este constructor, hay optimismo por la política de vivienda de interés público, en las que están casas que no superan los USD 90 000, con tasas de interés menores al 5%. “Es una vivienda más accesible. Hay más confianza para invertir”.

    En cuanto a la infraestructura pública, Yandún cree que seguirá a la baja lo que afectará al empleo. Según la Camicon, hoy en día el sector genera 560 000 empleos directos. El gremio también asegura que entre 2014 y 2017 se perdieron cerca de 80 000 puestos de trabajo por la recesión económica.

    El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reportó la semana pasada que el número de permisos para construcciones creció el año pasado, lo que confirma una suerte de recuperación del sector.

    El organismo informó que los permisos de construcción registraron un crecimiento del 13,2% en 2017 con respecto al 2016. Los permisos pasaron de 29 785 a 33 717, según los datos de la Encuesta de Edificaciones 2017 del (INEC). Allí se recopilan los datos de los permisos de construcción entregados por los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales del país, en el período enero-diciembre de 2017.

    Guayas fue la provincia que tuvo el mayor registro (26,6%); pasó de 8 498 a 8 979. En tanto, en El Oro se evidenció una reducción en la emisión de permisos, al disminuir de 865 en a 794, en los referidos años.

    A escala cantonal, Guayaquil representó el 15,9% de permisos, seguido de Quito y Daule con 13,9% y 5,2%, respectivamente. Otro dato del INEC dice que el 88,4% de permisos entregados, según el tipo de construcción fue para nuevas construcciones.

    Para Joan Proaño, fundador de Proaño Proaño Inmobiliaria, se siente que existe confianza en el mercado. “Vemos que hay más visitas a nuestros proyectos”. Este constructor confirma que en el segundo semestre crecieron las ventas, en comparación con el mismo período del 2017.

    Proaño añade que para mejorar los números se modificó la estrategia. “Tenemos un nuevo enfoque en el negocio y ahora atacamos a un nuevo nicho, integrado por las viviendas de interés público. También apuntamos a las viviendas de interés social que tienen un costo tope de USD 70 000”. Añade que con las nuevas políticas económicas del gobierno, el sector tiene la responsabilidad de responder al país con proyectos.

    Mientras eso ocurre la industria ecuatoriana también innova. Por ejemplo, dice Durán, se utiliza ya la tecnología ‘steel framing’, en la cual la estructura resistente está compuesta por perfiles de chapa de acero estructural galvanizado de muy bajo espesor.

    En el 2017, el 88,4% de permisos entregados, según tipo de construcción fue para nuevas construcciones, según datos presentados por el INEC. Foto: Archivo / LÍDERES
    En el 2017, el 88,4% de permisos entregados, según tipo de construcción fue para nuevas construcciones, según datos presentados por el INEC. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Los números del sector textilero se recuperan

    Evelyn Tapia

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    El 2016 fue uno de los peores años para el sector textil, industria que está conformada en su gran mayoría por pequeñas y medianas empresas. Nueve de cada 10 negocios corresponden a esa categoría, según Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (Aite).

    Sin embargo, los números de las 315 empresas del sector se están recuperando “y es una buena noticia, aunque aún no llegamos a cifras récord como las del 2013”. Con la desaceleración económica que atravesó el país, por la caída del precio del barril de petróleo, las ventas de los textileros cayeron USD 81,5 millones en el 2016 en relación a las alcanzadas en el 2015, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.

    De acuerdo con las cifras del Banco Central del Ecuador, en el primer trimestre del 2018, el PIB textil alcanzó los USD 478 millones; es decir, creció un 0,58% en relación a igual período del 2017.

    Las ventas al exterior también mejoraron este año. Según Aite, entre enero y junio del 2018, las exportaciones alcanzaron los USD 48,4 millones; esto es, un 5,8% de incremento con relación a los seis primeros meses del 2017. España y Argentina son los destinos en los que más se incrementaron las ventas.

    Aite destaca que el aspecto más relevante es que el 64% de las nuevas exportaciones corresponden a productos terminados, que representan USD 30,9 millones. Según el gremio, el sector tiene la meta de alcanzar los USD 350 millones en exportaciones textiles y de confección en los próximos cinco años.

    Como una de las estrategias para lograrlo, el gremio diseñó un catálogo electrónico que recoge lo mejor de la oferta de la industria para mostrar y vender sus productos en el exterior.
    En Manufacturas Americanas (Manamer), una mediana empresa que produce 30 000 prendas de vestir al mes, en Quito, esa recuperación se evidencia en dos aspectos, dice Daniel Ehrenfeld, gerente de la firma.

    Él cuenta que este año Manamer abrió cinco nuevos puntos de venta y contrató a unas 40 personas más, equiparando el número de empleos al que se registraba antes de la recesión del 2016.

    “Hubo más consumo en general en los dos primeros trimestres del año, y en nuestro caso, vimos crecimiento sobre los dos digitos, pero este tercer trimestre se siente algo de estancamiento”, menciona.

    La reducción de la inversión estatal en obra pública es uno de los factores que explica ese enfriamiento que está empezando a sentir en la segunda mitad del año, según el gremio textilero.

    Con menor liquidez circulando en el país, el consumo se está contrayendo y las ventas, así como la producción, podrían bajar, teme el vocero de Aite. Ehrenfeld señala que en este contexto, la estrategia de su empresa es enfocarse en mejorar la calidad y con ello, proyectan cerrar un 2018 con crecimiento por encima del 9%.

    “Nosotros preferimos competir mejorando en temas de calidad y enfocándonos no tanto en los precios. Así no sufrimos los altibajos del mercado. El cliente tiende a cambiar muy rápido cuando solo le ofrecen buen precio y no calidad”, señala el gerente.

    Los empresarios del rubro destacan que uno de los factores que han contribuido a la mejora del desempeño es que hay mayor estabilidad normativa. Pero a pesar de la recuperación, hay varios factores que impiden que las cifras sean mejores y perjudican la competitividad y la productividad del Ecuador, dice Díaz.

    Para el dirigente de la Aite, son tres los problemas principales que perjudican al rubro en relación a sus competidores de la región: la carga laboral, la tramitología y el costo de la energía y los combustibles.

    De acuerdo al tipo de prenda, la mano de obra puede representar entre el 25% y el 60% de los costos de producción; mientras que los gastos administrativos relacionados a tramitología suelen oscilar entre el 5% y 10%.

    “Los gastos en tramitología son demasiado altos, tomando en cuenta que se trata solo papeleo, de tener gente que llena documentos para cumplir con una serie de controles y que eso no se traslada al costo de venta”, cuestiona Díaz.

    Manamer es una empresa textil que produce en Quito desde hace 60 años. La empresa tiene una capacidad de producción de 30 000 prendas por mes que se agrupan en ocho marcas
    Manamer es una empresa textil que produce en Quito desde hace 60 años. La empresa tiene una capacidad de producción de 30 000 prendas por mes que se agrupan en ocho marcas. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Textiles Técnicos, un aliado del sector del calzado

    Modesto Moreta

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    Telas para la industria del calzado. Esa es la especialidad de Textiles Técnicos.
    Esta firma ambateña elabora en su planta industrial más de 100 ítems en productos para la confección de calzado en sus siete líneas de producción.

    Desde 1999 se especializa en la fabricación de punteras y contrafuertes, forros, plantillas en rollos, plantillas termoformadas, sublimados en tela y capelladas textiles. Esos productos le han abierto mercado en el país.

    La firma llega con sus productos a Ambato, Cuenca, Gualaceo, Cuenca, Guayaquil y otras ciudades del país. En esas ciudades se enfoca en negocios dedicados a la confección de calzado casual, de lona, urbano... Con ese modelo, el año pasado facturó USD 1,2 millones y en la actualidad tiene 34 colaboradores.

    Su origen se remonta a 1972, cuando Segundo Albancando migró de Otavalo, en Imbabura, hasta la ciudad de Guano; para estudiar en el Instituto de Textiles. Tras aprender pasó a desempeñarse como maestro de la misma institución educativa. Ahí perfeccionó su arte en los tejidos.

    Luego viajó a Ambato, donde montó su propio emprendimiento denominado Textil Nueva Aurora. Comenzó tejiendo telas con figuras de contenido andino y ponchos en los rudimentarios telares. Estos eran comercializados en Otavalo.

    Poco a poco este emprendedor fue tecnificando la producción, por lo que requería de nueva maquinaria. Accedió a un crédito de 2 000 sucres en una institución financiera para comprar materia prima, las máquinas de tejer y dio trabajo a 12 colaboradores.

    Las ventas aumentaron, pero las malas inversiones hicieron que la empresa quebrara en 1999. También afectó el feriado bancario de ese año y la dolarización en el 2000. En 1999, sus hijos Mónica, David y Julio decidieron asumir el reto, que era levantar nuevamente a la empresa.

    Apenas habían terminado la educación secundaria, pero sus conocimientos en el área textil ayudaron a impulsar el negocio dirigido a abastecer de materia prima a la producción de calzado. No se equivocaron. Mónica Albancando, gerenta de Textiles Técnicos, recuerda que el mercado del calzado era un nicho no explotado.

    Ella cuenta que a pesar que no era objeto de crédito en las instituciones financieras consiguió USD 2 000. Se usaron para comprar hilos, poliéster, algodón y arrancar con la producción de las muestras en punteras y contrafuertes para el calzado. “Recorrimos las fábricas de calzado ofreciendo nuestro producto, y logramos una buena acogida”.

    La empresa comenzó a producir y a entregar los pedidos. Con las ganancias pagaron las deudas que dejó el anterior emprendimiento. En el 2009, la salvaguardia arancelaria al calzado y textiles importados reactivó el consumo de producto nacional y la empresa salió favorecida.

    Luego incursionó en la fabricación de forro textil para calzado casual y deportivo. Además, se renovó la maquinaria y se adquirieron dos telares planos con un crédito de USD 20 000. La demanda creció y tuvieron que realizar otro préstamo de USD 150 000, con el que completaron el equipo textil, especialmente en los acabados.

    En el 2011, con USD 15 000 lograron comprar un terreno en la vía Ambato-Riobamba donde construyeron la nueva planta. La reinversión de las utilidades fue un punto positivo en su propósito. Con la idea de exportar su producto participan en ferias internacionales especializadas desarrolladas en Ambato, Perú y Colombia.

    Una de las empresas con las que trabaja desde hace nueve años es GusMar, del cantón Cevallos, en Tungurahua. Le proveen de telas para forros, plantillas y otros productos para la confección. La buena calidad del producto hizo que el calzado de GusMar tenga más acogida en el mercado. Gustavo Martínez, gerente, explica que lo importante es que dejaron de importar las telas para los forros del calzado urbano, casual y deportivo, porque constantemente están mejorando el producto y hay una gran variedad y colores.

    A inicios de este año, Textiles Técnicos lanzó al mercado un nuevo producto: la plantilla termoformada. Produce 15 000 pares mensuales. Asimismo, 20 000 metros de tela para calzado. “Vamos cambiando de acuerdo con las necesidades de nuestros clientes, con las nuevas tendencias y diseños de calzado. Hacemos forros para todo tipo de zapato”, dijo Albancando.

    La gerenta de Textiles Técnicos, Mónica Albancando

    Hemos efectuado investigaciones para crear materiales que permitan aireación en el pie, con ayuda de la Escuela Politécnica Nacional. También pruebas de resistencia y soporte de humedad, que es lo que exigen nuestros clientes. Al ser una empresa especializada producimos textiles de calidad. Hace dos años trabajamos en los procesos para alcanzar la certifica­ción ISO 9001. A esto se suma la capacitación constante del personal.

    Esta empresa ambateña funciona desde 1999. Su planta industrial ocupa 4 000 metros cuadrados y se ubica en la vía Ambato-Riobamba. Foto: Willian Tibán para LÍDERES
    Esta empresa ambateña funciona desde 1999. Su planta industrial ocupa 4 000 metros cuadrados y se ubica en la vía Ambato-Riobamba. Foto: Willian Tibán para LÍDERES
  • Sector aeroportuario crece un 8 % anual

    Agencia EFE

    El sector aeroportuario de América Latina y el Caribe (ALC) registró un crecimiento promedio del 8% anual en el tráfico de pasajeros en la década 2006-2015, para pasar en esa horquilla temporal de 162 a 332 millones de pasajeros, según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)

    En ese período el sector se benefició del crecimiento económico en la región, junto con la internacionalización de las economías y la creciente demanda turística de Norteamérica y Europa.

    Con el propósito de identificar con mayor detalle las necesidades de inversión aeroportuaria en la región y definir una agenda estratégica que impulse la productividad, CAF elaboró un Análisis de inversiones aeroportuarias en América Latina al horizonte 2040.

    El escenario de las proyecciones realizadas estima un crecimiento promedio del tráfico aéreo de pasajeros del 5,2% anual, de modo que se pasarán de los 322 millones de pasajeros a 1 100 millones de pasajeros en 2040.

    En la actualidad la aviación en Latinoamérica y Caribe genera un impacto económico directo de más de USD 37 500 millones anuales y un impacto total de más de USD 152 000 millones, según la Banco de Desarrollo de América Latina. Eso representa un 5% del aporte de la industria de la aviación a escala mundial y, además, el sector da empleo a 4,9 millones de personas.

    “ALC es un mercado con gran potencial de crecimiento y con menor tamaño relativo comparado con regiones más avanzadas como Norteamérica (27,5%) y Europa (30,2%)”, dice el informe, conocido hoy.

    La capacidad aeroportuaria actual en la región alcanza los 741 millones de pasajeros, aunque para 2040 requerirá una capacidad de 1 727 millones de pasajeros al año.

    Las principales inversiones, añade el documento, deben darse en la región Andina, Brasil y México, según Rafael Farromeque, especialista senior de la Vicepresidencia de Infraestructura de CAF y autor del informe.

    Las inversiones estimadas en el informe para cerrar la brecha demanda-capacidad para el periodo 2016-2040 ascienden a un total de USD 53 150 millones a precios de 2016.

    El informe destaca que más del 80 % de las inversiones serán enfocadas en aeropuertos con una gestión privada.

    México, con proyectos por valor de USD 16 969 millones; Brasil, con inversiones valoradas en 11.389 millones; y Colombia, con 8.538 millones; concentran casi el 70% del total de las inversiones requeridas, debido a las proyecciones de tráfico y la falta de capacidad en sus principales aeropuertos.

    Les siguen Perú, con el 1 % de las inversiones requeridas en toda la región (USD 5 404 millones) y Chile, con el 6 % (3 046 millones).

    El documento elab orado por Rafael Farromeque, especialista sénior de la vicepresidencia de infraestructura del CAF, contempla 220 proyectos ligados a un abanico preliminar de proyectos

    Se trata de impulsar nuevas terminales, nuevas pistas, así como mejoras de capacidad en diferentes subsistemas de los aeropuertos, como campo de vuelo, plataforma, terminal de pasajeros y terminal de carga.

    En el informe se destaca que la inversión en terminales de pasajeros representa el 69% del total (unos USD 36 931 millones), mientras que la construcción de nuevas pistas demandará una inversión de 8.986 millones de dólares (17 % del total).

    Las oportunidades de inversión se abordarán en la Conferencia CAF: Infraestructura para la Integración de América Latina, que se realizará el próximo 16 de julio en Casa de América en Madrid.

    Ministros, altos cargos gubernamentales y directivos empresariales asistirán a ese seminario en España.

    CAF tiene como misión impulsar el desarrollo sostenible y la integración regional, mediante la financiación de proyectos de los sectores público y privado, la provisión de cooperación técnica y otros servicios especializados.

    El organismo fue creado en 1970 y está integrado en la actualidad por 19 países -17 de América Latina y el Caribe, junto a España y Portugal- y 13 bancos privados

    Pasajeros en el aeropuerto Guarulhos en Sao Paulo. En Brasil  se esperan inversiones por USD 11 389 millones.  Foto: Marcelo Chello / EFE
    Pasajeros en el aeropuerto Guarulhos en Sao Paulo. En Brasil se esperan inversiones por USD 11 389 millones. Foto: Marcelo Chello / EFE
  • Certamen pensado en entidades públicas

    Redacción Quito

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    La tercera edición del premio Prácticas Ejemplares del Ecuador 2018 se presentó en Quito. El objetivo de este certamen es reconocer las prácticas eficientes, eficaces e innovadoras del sector público, que inciden en la vida de la ciudadanía.

    En esta edición, la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU sirvieron para definir las categorías: igualdad de género, gestión de riesgos, protección del medio ambiente, educación, salud, productividad, y desarrollo urbano.

    Nuno Queiros, representante del programa de las Naciones Unidas para el Desarrolllo (PNUD), participó en la presentación. El comentó que esta iniciativa fomenta y evidencia la diversidad, el diálogo, la tolerancia, la paz y la buena convivencia que puede haber en un territorio.

    Hasta el 30 de junio del 2018, todas las instituciones del sector público ecuatoriano, con residencia en el país o en el extranjero, pueden postular en el portal Prácticas Ejemplares Ecuador en una de las categorías planteadas, de acuerdo a las bases del concurso.

    Luz Elena Coloma, directora del premio, mencionó que el concurso es un aporte a la gobernanza e institucionalidad del país. “Y que en estos momentos, más que nunca los ecuatorianos necesitamos buenas noticias”. El premio nació en el 2016 y tomó como base una iniciativa similar que se cumple en con entidades públicas Perú con el grupo Ciudadanos Al Día.

    Luz Elena Coloma, directora del premio, mencionó que el concurso es un aporte a la gobernanza e institucionalidad del país. Foto: LÍDERES
    Luz Elena Coloma, directora del premio, mencionó que el concurso es un aporte a la gobernanza e institucionalidad del país. Foto: LÍDERES
  • El sector comercial tendrá el incremento salarial más alto en el 2018, según un estudio

    Patricia González

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    El sector comercial prevé el incremento más alto en salarios para el próximo año, con un aumento de 3,6%. Así lo señala el estudio Análisis del mercado laboral salarial 2017: un punto de inflexión, de la consultora Deloitte, presentado hoy 12 de diciembre del 2017, en Quito.

    Al incremento en el sector de comercio, le siguen servicios (3,42%) e industria (2,68%), detalla el estudio, que recopila información de 176 empresas nacionales y multinacionales.

    En promedio el incremento salarial estará por el orden del 3,2%, el cual supera en 1,17% al aumento reportado para este año.

    El incentivo está previsto en el 56% de las empresas encuestadas. Sin embargo, hay diferencias en cuanto al porcentaje de incremento entre las que operan en Quito y en Guayaquil.

    Las firmas nacionales que tienen su base en Quito proyectan un aumento del 3,9%, mientras que las del Puerto Principal tendrán incrementos del 2,8%. Por su parte, las multinacionales que operan en la capital prevén aumentos del 3,1%, por encima del 2,9% que estiman las de Guayaquil.

    Ecuador es el único país en la región que reporta una inflación negativa, de -0,09% según el Banco Central del Ecuador. Roberto Estrada, socio de Deloitte, explicó que en este escenario deben tomarse en cuenta otros criterios de evaluación como los crecimientos en ventas y utilidades de la empresa y el desempeño laboral de los empleados.

    El sondeo también reporta la opinión de los trabajadores. A penas el 20% considera que su retribución salarial está unida a su desempeño y un 11% dice que son tratados con “respeto y justicia” en temas de remuneraciones.

    “Está comprobado que al colaborador hay que tratarlo como un cliente más. Crear experiencias significativas y de largo plazo”, subrayó Estrada. Al respecto, el estudio señala que el 78% de las empresas están de acuerdo con que la experiencia del empleado es prioridad.

    Como parte de las conclusiones del estudio, la consultora señala que el incremento del sueldo básico unificado (SBU) debe ser manejado por productividad, de forma técnica, y no políticamente. Otra de las conclusiones es que el 2018 se presenta como un año de recuperación para las empresas.

    Los centros comerciales aplicaron descuentos en diciembre del año pasado. Este mes es considerado como el de mayor movimiento comercial, aunque en el 2015 la tendencia varió. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES
    Los centros comerciales aplicaron descuentos en diciembre del año pasado. Este mes es considerado como el de mayor movimiento comercial, aunque en el 2015 la tendencia varió. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES
  • Sector financiero concreta en París sus compromisos para frenar el cambio climático

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    Bancos, empresas e inversores anunciaron este martes sus compromisos frente al cambio climático, en especial para dar la espalda a las energías fósiles, durante una cumbre en París que busca movilizar fondos para encarar este desafío global.

    Dos años después de la firma histórica del Acuerdo de París, la cita pretende dar un impulso a la aplicación de los objetivos adoptados entonces, pese a la retirada de Estados Unidos decidida por Donald Trump.

    El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que se “está perdiendo la batalla” frente al calentamiento y que es hora de entrar en una “fase de acción”.

    “No avanzamos lo suficientemente rápido y esa es la tragedia”, afirmó Macron en un discurso ante representantes de 127 Estados, instituciones internacionales y empresarios.

    Entre los compromisos anunciados, el Banco Mundial afirmó que dejará de financiar la exploración y extracción de petróleo y gas después de 2019, y que se acerca al objetivo de “ que el 28% de sus préstamos para 2020 se destinen a la acción climática ” .

    La aseguradora ABA y el banco holandés ING anunciaron por su parte una aceleración de su desvinculación de la industria del carbón.

    Y un grupo de más de 200 grandes inversores presionaron a un centenar de las empresas más contaminantes del mundo (BP, Chevron, Airbus, Ford, ArcelorMittal…) para que se sumen a la lucha contra el cambio climático, incluyéndolas en una lista de vigilancia durante cinco años.

    El sector energético es responsable de tres cuartas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta.

    Cambio radical 

    Macron convocó la cumbre en respuesta a la decisión de Trump en junio de retirarse del Acuerdo de París, que pretende limitar el calentamiento global por debajo de +2ºC.

    Las inversiones deberán ser masivas para alcanzar los compromisos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

    La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que hará falta un promedio de 3,5 billones de dólares anuales de inversiones en el sector energético durante 30 años, es decir, el doble de la cifra actual, advirtió el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.

    “Es indispensable encontrar nuevas fuentes de financiamiento, sobre todo para los países en desarrollo”, insistió el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en una tribuna publicada en el diario francés Les Echos.

    “No podemos posponer nuestras acciones porque seremos quizás la última generación de mujeres y hombres capaces de frenar el calentamiento del planeta”, añadió.

    Por ahora, las medidas anunciadas por los gobiernos, dirigidas por ejemplo a desarrollar las energías renovables, son insuficientes porque resultarían en un alza superior de la temperatura media a 3ºC respecto a la era preindustrial.

    La ausencia de EEUU, ‘una desgracia

    Medio centenar de jefes de Estado y de gobierno asisten a la cumbre, entre ellos el español Mariano Rajoy, el boliviano Evo Morales, la británica Theresa May y varios presidentes africanos.

    En cambio, grandes países emisores de gases de efecto invernadero están representados a un nivel inferior, ministerial por ejemplo, en el caso de China e India.

    Trump no fue invitado a la cita y Estados Unidos está representado por un miembro de su embajada ante Francia.

    “ Es muy decepcionante, es peor que decepcionante, es una desgracia cuando se tienen en cuenta los hechos, la ciencia, el sentido común, todo el trabajo que se hizo ” , dijo a la AFP el exsecretario de Estado norteamericano John Kerry, muy implicado en las negociaciones de 2015 en París.

    Uno de los asuntos más espinosos sobre la mesa es la promesa de los países ricos de elevar a 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020, la financiación destinada a los países en desarrollo para poder adaptarse a los impactos del calentamiento.

    “ Emplazo a los líderes (en París) a acordar un programa como muy tarde para el año que viene (…) sobre cómo movilizar (ese monto prometido) para apoyar a los países vulnerables ” , dijo el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon. “ Es algo enorme, pero se puede hacer si hay voluntad política ” , apuntó.

    Entre los compromisos anunciados, el Banco Mundial afirmó que dejará de financiar la exploración y extracción de petróleo y gas después de 2019. Foto: AFP
    Entre los compromisos anunciados, el Banco Mundial afirmó que dejará de financiar la exploración y extracción de petróleo y gas después de 2019. Foto: AFP
  • Estudiantes asesoran a firmas del sector textil

    José Luis Rosales

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    Otavalo, en Imbabura, no deja de ser una inmensa factoría de textiles artesanales. Pero, ahora las micros y pequeñas empresas que operan en torno a la tradicional Plaza de Ponchos buscan tecnificarse para ganar nuevos clientes.

    Una de las propuestas que nació en las aulas de la Universidad de Otavalo (UO) es generar un modelo de producción y comercialización para el fortalecimiento de la competitividad. Para ello las micros y pequeñas empresas buscan crear una marca que les abra las puertas del mercado internacional.

    El proyecto arrancó este año y tiene como techo el 2019. Se trata de una alianza estratégica entre las carreras de Administración de Empresas y de Comercio Exterior y Finanzas de la UO y los productores textiles de la ciudad.

    Tras un primer diagnóstico se determinó que es necesario el fortalecimiento en la gestión administrativa y comercial de estos emprendimientos, señala Óscar Andrade, director de la Escuela de Administración de Empresas.

    Del estudio se desprende que en esta urbe imbabureña funcionan 74 firmas de esta índole. Solo 13 tienen más de ocho años en el mercado. La mayoría de las empresas textiles son nuevas.

    Una de ellas es Neos Internacional, que nació hace cuatro años. La firma se especializa en la producción de pijamas, salidas de cama, pantuflas, entre otros.

    Según Wilson Otavalo, gerente de esta pequeña empresa, al momento fabrican entre 5 000 y 7 000 prendas a la semana. La producción se envía a Cuenca, Loja, Guayaquil, Quito, en Ecuador. También se han realizado despachos a Colombia, Estados Unidos y Canadá. “Ha sido un camino duro, especialmente por la competencia desleal a causa del contrabando”. Así explica Otavalo, que está al frente de ocho obreros.

    Mientras tanto, Diana Paillacho, estudiante de la UO, identificó que este emprendimiento carece de herramientas administrativas que permita mejorar su capacidad productiva.

    Esta universitaria busca una solución a ese inconveniente. Ese material le servirá de tesis de grado. Como este hay cuatro empresas más que se beneficiarán con el asesoramiento de estudiantes que buscan la profesionalización. La tarea será supervisada por catedráticos de este plante de educación superior.

    Esta iniciativa, que tiende puentes entre la academia y el sector productivo, también beneficiará a Tejidos Ramos, Macro Textil, Disverpan y Aly Textiles.

    Se trata de un proceso que avanzará en tres etapas, explica Óscar Albán, director de la carrera de Comercio Internacional del centro de estudios.

    “La primera es la gestión administrativa y comercial, la segunda de producción, para consolidar oferta exportable. Luego viene las certificaciones de calidad, de estos productos que deben diferenciarse del resto”.

    La idea es que no sea un proyecto aislado, sino que ofrezca un mejoramiento continuo de las empresas. La propuesta inició con modelos que se pueden aplicar a todo el sector. Después vienen estrategias y sistema de gestión que tienen como meta apoyar a los empresarios del sector textil de Otavalo.

    El equipo de estudiantes y docentes que inició el proyecto de diagnóstico de los negocios. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
    El equipo de estudiantes y docentes que inició el proyecto de diagnóstico de los negocios. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
  • El sector financiero superó su crisis

    Giovany Astudillo

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    Hace dos décadas el sector bancario estaba a punto de atravesar por su peor crisis, que generó el mayor sismo económico registrado en el Ecuador. Durante este tiempo ha pasado por un proceso de recuperación, innovación y consolidación.

    Pasó por cuatro etapas, resume el director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados (ABPE), Julio José Prado. La primera empezó en 1997 y finalizó en 1999 con la crisis del sector, “que se dio por deficiencias en la regulación y manejo de ciertos bancos. Además, hubo problemas en el entorno como el Fenómeno de El Niño…”.

    La segunda fue entre el 2000 y 2006. Fue una fase de recuperación económica impulsada por la dolarización. Prado dijo que la supervisión y regulación bancaria fue más moderna y se consideraron elementos de modelos internacionales como Basilea. “Eso posibilitó que el sector bancario se robustezca”.

    La tercera etapa, dice este representante gremial, está ligada a la primera parte del gobierno del expresidente, Rafael Correa. Fue entre 2007 y 2014, en un período de un importante crecimiento económico, “pero coyuntural. Creemos que se adoptaron medidas políticas para reducir la influencia de la banca en la economía ecuatoriana”.

    Para Prado, algunas acciones fueron adecuadas para robustecer al sector, “pero la supervisión y control fueron demasiado grandes y comenzaron a asfixiar a la banca, con el Código Orgánico Monetario y Financiero”.

    Él considera que mientras la economía crecía no se sentían los efectos de estas decisiones de supervisión y control, pero cuando empieza la cuarta etapa, que es la última crisis, la situación fue diferente.

    El sistema bancario privado aprendió las lecciones de la crisis de 1999 y evitó tomar riesgos innecesarios que generen un riesgo sistémico, asegura Prado. Pone como ejemplo, lo ocurrido entre el 2014 y 2015 con la última recesión del país que “encontró un sistema fuerte y bien apalancado y consolidado”.

    Los bancos privados tienen 10 millones de cuentas de ahorro y corrientes abiertas y unos seis millones de clientes. En 1997 funcionaban 44 bancos y, en la actualidad, existen 24.

    En los últimos 20 años, las cooperativas se convirtieron un importante actor del sistema financiero nacional. Según el director de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur, Juan Pablo Guerra, estas entidades pasaron de representar menos del 1% del total de activos del sector a contar con el 28%.

    Guerra destaca la redistribución de la riqueza. “Los recursos que son tomados en las zonas rurales son invertidos en esas mismas zonas”. De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, de cada USD 1 que captan las cooperativas en las zonas con mayor ruralidad colocan 1,47 en esos mismos sectores.

    Ese factor más la confianza, capacitación y otros permitieron que el sector crezca, señala Guerra. En la actualidad, 6,1 millones de ecuatorianos son socios de las 641 cooperativas que funcionan en el Ecuador.

    Hace 20 años funcionaban 44 bancos privados en el Ecuador; en la actualidad son 24.
    Hace 20 años funcionaban 44 bancos privados en el Ecuador; en la actualidad son 24.
  • Dos protagonistas en el sector energético

    Xavier Basantes

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    El sector energético en el Ecuador muestra dos particularidades en estos 20 años: más dependencia de la industria petrolera y un despunte de la generación hidroeléctrica en la última década.

    En el caso del sector petrolero, el período 1997-2017 se ha caracterizado por alzas y descensos del precio en el mercado internacional. Este comportamiento ha sido el resultado de la variación de la oferta y demanda, debido a razones geopolíticas, fluctuaciones del dólar, el incremento de la explotación a través de fracturación hidráulica (‘fracking’), fenómenos climáticos y hasta factores especulativos.

    Para adaptarse mejor en ese vibrante mercado del ‘oro negro’ y acceder a mayor información, Ecuador retornó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en el 2007 (ingresó por primer vez en 1973 y se retiró en 1992). No obstante y en el balance global de la última década ser miembro se constituye en una camisa de fuerza, por las limitaciones de producción que impone el cartel, para mantener a flote los precios del crudo.

    Desde el 2004, los precios subieron por los efectos de los huracanes -como el Katrina-, en las instalaciones petroleras; el crecimiento en la economía de los países emergentes y en los industrializados, y por el auge de la construcción (que terminó en una burbuja especulativa y al reventar hizo que los inversionistas se interesen por los ‘commodities’ como el oro y el petróleo, que hizo subir el precio a USD 147 por barril, en julio de 2008).

    Pero, desde agosto, las crisis económicas y financieras en los países industrializados ocasionaron una caída en la demanda de energía, llevando el precio del crudo a un mínimo de USD 32 por barril en diciembre de 2008.

    No obstante, a partir del 2010 y hasta el 2014, los precios se recuperaron (ver gráfico). Y desde el 2015, los precios bajaron.

    Más allá de visualizar el comportamiento del mercado, este sector -incluyendo la explotación y la refinación del crudo- tiene una importante participación en el PIB. La tasa más alta la alcanzó en el 2004, con un 37%, como consecuencia del inicio de operaciones del OCP.

    En materia hidrocarburífera, la nueva meta que se plantean las autoridades es alcanzar una producción diaria de 700 000 barriles hasta el año 2021. Hasta el 2017 la producción promedio es de 118 000 barriles en las empresas privadas y 422 000 en la estatal empresa Petroamazonas.

    En los últimos dos años, la generación hidroeléctrica ha tenido un mejor desempeño, aunque no se cumplió el plan previsto por el Gobierno: poner a funcionar ocho proyectos, entre el 2015 y 2016. Hasta el primer trimestre del 2017, tres fueron inaugurados y cinco tenían retrasos.

    La potencia de estas ocho centrales suma 2 832,4 megavatios (MW); el 72% corresponde a tres hidroeléctricas que entraron en operación. La más grande fue la hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair (1500 MW), que entró a operar el 2016. También, lo hicieron Sopladora, (487 MW), y Manduriacu (65 MW). Aunque, debido a la crisis, Ecuador puso a la venta los proyectos Sopladora, Ocaña y Manduriacu.

    En el 2016 se inauguró la mayor central hidroeléctrica del país: Coca-Codo Sinclair.
    En el 2016 se inauguró la mayor central hidroeléctrica del país: Coca-Codo Sinclair.