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  • Alumnos y emprendedores interactúan en proyectos

    Redaccion Guayaquil (I)
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    Los alumnos de la Facultad de Negocios y Economía de la Universidad del Pacífico, cuya sede se encuentra en Guayaquil, están inmersos desde el 2014 en el proyecto Gerente Propietario. Se trata de una iniciativa que busca llevar a la práctica los conocimientos que los alumnos adquirieron en clases, y de paso aportar al desarrollo de nuevos emprendimientos.

    La iniciativa se centra en brindar capacitación a un grupo de propietarios de pequeños negocios familiares de Chongón, un poblado que se destaca por un naciente turismo comunitario y que hace poco pasó a convertirse en parroquia urbana de Guayaquil.

    Chongón está en la vía a la Costa, en el inicio de la Ruta del Spondylus, y por ello su gastronomía y actividades turísticas han ganado un progresivo protagonismo en la zona norte de la provincia.

    El proyecto que se ejecuta desde el 2014 es visto por sus mentalizadores como un complemento o una siguiente etapa a una propuesta que se desarrolló años atrás, en el mismo poblado y con la Fundación Ecuador.

    Ese primer proyecto, denominado ‘Ecuador una empresa de hoy’, se dirigió a los estudiantes de colegios y consistió en capacitarlos en el diseño de planes de negocios. De allí surgieron varias microempresas.

    Muchas de esas iniciativas que prosperaron son las que ahora se benefician de la capacitación que reciben de los estudiantes de la Universidad del Pacífico.

    Martha Vallejo, decana (e) de la Facultad de Negocios, señala que estos negocios son emprendimientos familiares que recibieron las charlas. Estas duraron aproximadamente ocho meses.

    Son principalmente pequeñas tiendas, ‘minimarkets’, centros de computación, cabinas de Internet, gabinetes de belleza, sastrerías, costureras…

    El ciclo de capacitación concluyó hace pocos días y ahora los emprendedores comunitarios se alistan para poner en práctica sus conocimientos, en una feria que se organiza para mediados de este mes en Guayaquil.

    “La interacción entre los estudiantes y la comunidad, en este caso los emprendedores de Chongón, es muy importante para los alumnos. No solo porque implementan lo que han aprendido en clases, sino que además su responsabilidad social, la ponen en práctica”, indica Vallejo.

    El programa orientado a los comuneros de Chongón no es la única actividad que la Universidad del Pacífico desarrolla para capacitar a los generadores de iniciativas. Con el Instituto de Economía Política se está preparando a 45 emprendedores jóvenes de todo el país, con la colaboración de estudiantes y docentes de la Universidad. Los emprendedores adquieren conocimientos sobre evaluación de proyectos, investigación de mercados, planificación y estrategia. “La idea es que ellos tengan una visión global sobre cómo se maneja una empresa”, explica Vallejo.

    Los jóvenes también expondrán sus proyectos a mediados de este mes, en el campus principal de la Universidad, ubicada en el norte del Puerto Principal.

    Octavio Roca, jefe de Marketing del centro de estudios, menciona otros proyectos en los que está inmersa la Universidad. Además de los ciclos de conferencias que se dictan regularmente en su sede, también se capacita a grupos específicos de trabajadores.

    Por ejemplo, a través del programa Capacitación a la Comunidad, se instruyó a obreros de la construcción para que desarrollen habilidades microempresariales; aprendieron sobre temas de administración de recursos humanos, manejo de materiales y técnicas de liderazgo. Según el centro de estudios, con ello principalmente “se buscó contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los obreros de la construcción y la optimización de los costos de sus equipos de trabajo”.

    La Universidad del Pacífico posee cuatro facultades: del Mar, de Negocios y Economía, de Ciencias Aplicadas, y de Artes Liberales. Además, cuenta con la Escuelas de Posgrado e Investigación, y 11 maestrías. Entre estas están las de Gestión Financiera y Mercado de Valores, Talento Humano, Administración Pública, Economía Agrícola, Gestión Marítima y Portuaria, Ciencias Ambientales, Políticas Interculturales y Derecho Ambiental.

    Charlas

    La universidad imparte periódicamente ciclos de conferencias, con la participación de docentes y expertos invitados.

    Las charlas son gratuitas, generalmente dos veces al mes. Estas se promocionan a través de la página en Facebook de la universidad.

    También mantiene un consultorio jurídico gratuito de la Escuela de Derecho, donde los alumnos de la carrera pueden practicar con casos reales.

    Universidades
    Galina Oyarzún, jefa nacional de Admisiones, y Mario Palacios, decano de la Facultad del Mar, son parte del personal docente. Fotos: Santiago Arcos para LÍDERES
  • En la repostería aplica las clases de diseño

    Redacción Guayaquil

    Los cuadernos de Desiré Barrezueta tienen, además de apuntes, bocetos de cupcakes y galletas con diseños de animales, formas, personajes y caricaturas. Esta alumna de la carrera de Diseño Gráfico, de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), inició hace seis meses el emprendimiento Sweetening Life, dedicado a la venta de postres.

    La idea surgió debido a su gusto por la repostería. Es una autodidacta en el área y la elaboración de galletas, tortas, cheesecakes… era su pasatiempo. Sus creaciones las obsequiaba a familiares y amigos.

    Rocío Neira es amiga de la familia de Barrezueta y recuerda haber recibido en varias ocasiones los postres de la joven, como regalo. Destaca el sabor y los diseños originales, “con detalles agradables”.

    Ese sabor y presentación llamaron la atención de las personas que los degustaban y así iniciaron los pedidos, dando paso al emprendimiento. Los padres de Barrezueta apoyaron la iniciativa, en enero pasado, otorgándole un ‘préstamo’ de USD 300 para invertir en implementos.

    Neira es ahora su clienta y dice que los precios son adecuados, ya que la calidad es buena y la entrega puntual. Añade que sus favoritos son los negritos y cupcakes.

    Por las ventas de esos postres y otros como brazo gitano, dulce de las tres leches y tartaletas, la guayaquileña genera ingresos entre los USD 120 y 250 al mes. Lo más demandado son las galletas en forma de pizza y los cupcakes personalizados.

    Martha Vera es otra de las clientas de Barrezueta. Ella afirma que conocía a la joven desde hace años atrás y la define como “creativa y talentosa”. Por esto, cuando la emprendedora le comentó sobre el negocio, se animó a probar los postres.

    Vera dice que hizo un pedido de cupcakes con la imagen del personaje Tinkerbell para una fiesta infantil. Añade sentirse satisfecha con el trabajo de Barrezueta.

    Cada uno de los productos de esta joven de 25 años es diseñado en papel antes de realizarlo con ingredientes. Así, combina su talento y conocimiento del diseño, con su pasión por la repostería.

    Este conocimiento lo adquirió en la universidad. Las materias de las que dice haber aprovechado más son Diseño Publicitario, Dibujo II y Diseño Web.

    Vilma Álvarez es docente de Diseño Web de la UEES e impartió esta materia a Barrezueta en el semestre correspondiente de mayo a agosto pasados. La describe como una estudiante destacada, con muy buenas calificaciones. “Recuerdo que realizó un excelente proyecto final”.

    Negocio

    • Precios. Los cupcakes con diseños oscilan entre los USD 5 y 12. Las galletas cuestan USD 2.
    • La promoción. Se promociona en redes sociales y a través del ‘boca a boca’.
    • Los pedidos. Los recepta vía Facebook y los entrega a domicilio.

  • En la universidad se valora su experiencia en administración

    Redacción Guayaquil

    El guayaquileño Francisco Alemán empieza su jornada diaria a las 06:30. Trota y se ejercita durante una hora en la vía a Samborondón (norte de Guayaquil). Lo hace desde el 2007, cuando decidió participar en competencias atléticas de largo aliento, dentro y fuera del país. Esta actividad parece ser una rutina saludable en su agenda diaria, pero también refleja rasgos de su personalidad: la disciplina y fijarse metas de largo plazo, que aplica en cualquier tarea que desempeña.

    La rigurosidad en su formación lo demuestra. Alemán realizó maestrías en el Incae, en Costa Rica (1989), y en Harvard, en EE.UU. (1997). También fue abanderado en la escuela y colegio en el salesiano Cristóbal Colón de Guayaquil.

    Desde 1985 desarrolló su carrera en diversos segmentos de la actividad privada e incluso pasó por la función pública. Su trayectoria se resume en 20 años en la agroindustria (en el sector azucarero) y siete años en el segmento de construcción de casas de tipo social e inmobiliario. En la función pública, en el 2011, presidió el Directorio de Autoridad Portuaria (Guayaquil). También dicta cátedra en la ESPAE Graduate School of Management, desde 1990.

    Este docente de 49 años muestra un carácter afable. Es común que haga bromas mientras conversa. Incluso, cuando ha dado alguna charla ante auditorios de cerca de 300 personas sobre temas económicos, se da el lujo de sacar sonrisas a los asistentes. Cuando se refiere a la profesión que escogió, comenta que en la agroindustria se presentaron sus grandes retos profesionales. Cita el caso de su ingreso a la Sociedad Agrícola e Industrial San Carlos, en 1985, como jefe del Departamento Legal. De allí pasó a Superintendente de Operaciones, desde 1991 hasta 1996.

    En esa gestión manejó el proceso de mecanización de cosecha por USD 3,5 millones y participó con la gerencia en el manejo de la relación laboral con el Comité de Empresa y 12 sindicatos. Al salir de la entidad en 1996, pasó por la banca hasta 1998. Fue Gerente de Servicios Financieros del Banco del Pacífico.

    Pero su trayectoria en el sector azucarero lo llevó a otro ingenio, a la Compañía Azucarera Valdez. Allí desempeñó labores gerenciales entre 1998 y el 2005. «Tuvimos logros en crecimiento, pero personalmente tengo satisfacción de cómo trabajamos con la gente». Alemán se refiere a la comunicación en una empresa que tenía 15 organizaciones sindicales.

    Como parte del plan estratégico de Valdez lideró el desarrollo de proyectos industriales con valor agregado en azúcar -como los de azúcar light y panela-; así como otros en cogeneración eléctrica para la generación de 25MW, con una inversión de USD 26 millones, en Milagro (Guayas).

    Al ser cuestionado sobre cuál es la diferencia en el manejo de las empresas públicas y las privadas, Alemán afirma que eso no existe. «En la empresa privada se busca agregar valor a los accionistas; en la pública, agregar valor al bien común».

    Sin embargo, comenta que cuando estudiaba en el Incae, la formación que recibían estaba orientada a ser gerentes con visión social y ambiental, un tema que en esa época no estaba ampliamente difundido. «En la industria azucarera el trabajo debía ser orientado para pasar de un estado de desconfianza a la colaboración».

    Jorge Vera es gerente del estudio jurídico Carmigniani & Pérez, en Guayaquil. Conoce a Alemán desde hace 25 años y destaca su rigorosa educación académica y su participación en grandes proyectos en la agroindustria. «Tiene importantes logros profesionales, pero destaco la integridad y altos valores personales».

    Otra de las satisfacciones personales del empresario está en el segmento inmobiliario. Trabajó en viviendas del programa Hogar de Cristo, entre el 2005 y 2006. En la entidad fue Director Ejecutivo y era responsable de la planificación, dirección y control de las áreas administrativas y sociales de la Corporación. «Definí el Plan Estratégico y de desarrollo y crecimiento de la Corporación en las áreas de vivienda, microcrédito, salud, educación y desarrollo de la comunidad».

    En el 2006 ocupó la Gerencia de Urbanis, el brazo inmobiliario del Grupo Romero, por invitación del empresario Isidro Romero. Con él trabajó en el Ingenio Valdez. En esta etapa ha desarrollado tres macroproyectos de vivienda, todos en ejecución, en Guayaquil. Por ejemplo, en Villa España se entregaron 3 300 viviendas; en Villa España 2, son 1 300 viviendas; en Sambocity, 4 800 viviendas, en un área de 1 400 000 m². Finalmente en Villa Italia se construyen 4 300 viviendas. Este proyecto comenzó en marzo del 2011.

    Roberto Mollison es gerente de la división agrícola de Naturisa y su amigo desde hace 25 años. Dice que su ex compañero de aulas tiene un desempeño multifacético en la gestión empresarial y destaca su inteligencia. Cuenta que en el Incae era conservador en la participación en clase, pero tenía excelentes ideas. «Le pedía que dejara que yo expusiera esas ideas y al hacerlo, el mérito al final me lo daban».

    Mollison añade que en Harvard le pidieron a Alemán que permaneciera como investigador y esto, indirectamente, era un paso para el doctorado. «Prefirió la gestión empresarial en Ecuador, aunque nunca se desvinculó de la cátedra».

    Virginia Lasio, directora de la ESPAE Graduate School of Management, destaca de Alemán la capacidad que tiene al interactuar con sus alumnos y transmitir ideas claras bajo diversas metodologías de estudios. De hecho, el catedrático enfatiza que en la docencia encuentra una doble gratificación. «Se transmiten conocimientos y se aprende a la vez».

    Otras actividades

    Fundación. Es vicepresidente de Procare, una entidad que se dedica a la ayuda y formación de jóvenes, en Guayaquil.

    Agrupaciones. Alemán es miembro del comité nacional del Incae Business School, capítulo Ecuador, desde el 2005.

  • Detrás de las cámaras estos jóvenes producen su negocio

    Redacción Guayaquil

    La creación de una productora audiovisual era el sueño de Jonathan Suárez (22 años) desde que era un niño. Hoy, este estudiante del último año de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), cumplió ese anhelo.

    En marzo pasado, Suárez creó Suapit junto a Gianella Pita, quien acaba de graduarse de la misma carrera. Ellos fueron compañeros en el aula y luego decidieron realizar este emprendimiento juntos. “Él me había comentado su idea anteriormente. Luego me animé a apoyarlo y me metí por completo”, cuenta Pita.

    Para iniciar tuvieron que invertir unos USD 5 000, en la compra de dos cámaras una profesional de video y una acuática; trípodes, reflectores y otros equipos especializados. Esa cantidad la financiaron con ahorros personales y lo hicieron en dos etapas; la primera fue en marzo.

    En ese mes definieron un concepto de marca, nombre del negocio y su respectivo logo. Luego, en julio pasado, hicieron una segunda compra de equipos y empezaron a funcionar, atendiendo a clientes.

    En el primer mes de operaciones facturaron aproximadamente USD 1 700. Lo hicieron por la realización de videos para la firma Autoline, el Municipio del cantón El Guabo (El Oro), entre otros.

    Fernando Terranova es jefe de Relaciones Públicas del Municipio de El Guabo. El funcionario dice que conoció a los jóvenes, ya que son compañeros universitarios de su hijo. “Me mostraron un proyecto audiovisual que están desarrollando y detecté su talento y capacidad”.

    Así, decidió recomendar a los emprendedores para la realización de unas cápsulas con los perfiles de las candidatas a reina del cantón. “Se les dio referencias de cómo debía ser el trabajo. Entregaron un buen producto y se desenvolvieron profesionalmente”, comenta Terranova.

    Sobre el trabajo, afirman que lo hacen ambos. Suárez se encarga de la grabación y el desarrollo de sonido, mientras que Pita realiza la parte de la edición.

    Para Suárez, una de las materias que ha aportado en la práctica en su emprendimiento es Análisis e Imagen. Pita coincide, pero agrega que la asignatura de Edición y Producción ha sido fundamental.

    Daniel Cuesta fue quien dictó a ambos esta materia en el 2011. El catedrático señala que son personas creativas y que “tienen muchas ganas de superarse”.

    Como estudiantes los describe apasionados por lo audiovisual y acota que buscan ir más allá de lo asignado en el aula. “Estoy orgulloso de haber sido su profesor ya que son un gran ejemplo”.

  • Aquí los superhéroes se van con el cliente

    Redacción Guayaquil

    Las caras de Hulk, del Capitán América, de los personajes de The Big Bang Theory… decoran las camisetas de Por Gusto. La iniciativa fue creada por el guayaquileño Juan Alberto Peña, un estudiante de Música Contemporánea de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil (UCSG).

    Desde la adolescencia, Peña colecciona camisetas de cómics y bandas de rock. Sin embargo los dibujos le parecían muy grandes, por lo que desde el 2005 empezó a realizar sus propios diseños y realizaba el estampado en una firma local.

    En el 2007, en una visita a Quito, asistió a una exposición de arte; allí vio unos cuadros realizados con serigrafía y se interesó. “Me pareció ideal para estampar de manera independiente y abaratar costos”.

    Dejó de investigar porque viajó a España y retornó en el 2008. A su regreso, decidió retomar la idea y aprender la técnica. Así, ingresó a un curso de serigrafía en la firma Screen Plast, en Guayaquil.

    Pronto llenó su armario de camisetas diseñadas por él, pero estampadas en los talleres de Screen Plast. Estas llamaron la atención de sus amigos, quienes empezaron a hacerle pedidos.

    Ante esta oportunidad de negocio, Peña invirtió USD 1 500 en la compra de su propia máquina para serigrafía. El dinero lo obtuvo de un préstamo a una entidad bancaria.

    Le dio el nombre de Por Gusto, debido a una expresión utilizada entre sus amigos. Luego, en el 2010, para promocionarse creó un perfil en Facebook.

    Hoy, vende unas 50 camisetas al mes, lo que le genera ingresos mensuales de cerca de USD 800. Cada camiseta la comercializa en USD 15. También crea ofertas temporales en las que las vende en USD 10. Las más demandadas son las de motivos de superhéroes, como Thor, Superman y Batman.

    Este último es uno de los diseños preferidos por Juan Molina, junto con el de Wolverine. Molina, cliente de Peña desde hace dos años, es músico de una banda de rock. “Estas camisetas resultan adecuadas para mi estilo”.

    Las prendas las vende no solo en Guayaquil: también realiza envíos a Quito y Cuenca. La entrega se realiza luego de que el cliente haya depositado el dinero en su cuenta bancaria.

    Sus principales clientes son hombres y mujeres entre los 20 y 30 años. José Bohórquez es uno de ellos. “La calidad ha ido mejorando e incluso le he solicitado camisetas con diseños personalizados”.

  • La animación fue su boleto a Nueva York

    Redacción Quito

    Explicar qué es la internacionalidad con una animación multimedia que dure dos minutos fue el reto. A Daniel Bustillos le llamó la atención este concurso, que se anunciaba en la página web de su universidad.

    Él es estudiante de sexto semestre de Tecnología de Animación Digital de la Universidad de las Américas (UDLA) y decidió participar en el certamen convocado por Laureate Network Products and Services International Office.

    El premio le permitiría participar en el World Business Forum en New York, que se realizó el pasado 2 y 3 de octubre, con todos los gastos pagados.

    A este evento asisten los CEO de multinacionales como Audi, Hitachi, Lufthansa, Adobe, Honda, Virgin, entre otros.

    Con los lineamientos claros, Bustillos comenzó a investigar sobre qué es la internacionalidad y cómo representarlo en un video animado para la fácil comprensión de quienes lo vieran.

    Tras días de pensar decidió iniciar su producto audiovisual con la misma pregunta que se hizo durante una semana ¿Qué es la internacionalidad?

    Luego, lo primero que se le vino a la cabeza de este concepto fueron deportes y música, “dos aspectos que las personas tienen en común a escala mundial”.

    Con las ideas básicas comenzó a escribir el guión. Luego comenzó la programación en el programa Adobe After Effects; se demoró tres días. Para finalizar le pidió a su amiga María Laura Holguín que locutara el corto animado.

    Cuando terminó el trabajo envió su propuesta a la dirección que le indicaban en las bases del concurso.

    Luego de un mes recibió la notificación que había ganado, de un total de 382 videos participantes de diferentes universidades del mundo de Laureate International Universities.

    Ricardo Moreno es su profesor de Animación Clásica en la universidad. Él señala que el producto tiene mucha calidad y es un gran logro que lo haya hecho solo. Moreno también afirma que es un “gran estudiante en clase” y que en sus tareas siempre hace más de lo que se le pide”.

    Jennifer Macías, su compañera de carrera, asegura que Bustillos tiene un gran nivel y es uno de los que más se destaca con sus animaciones, por esta razón no le sorprendió que haya ganado el concurso.

    Bustillos comenta que participar en el World Business Forum en New York fue una gran experiencia y que le aportó a su crecimiento profesional. Lo que más recuerda es haber podido compartir con gerentes de diferentes empresas y que profesores de países como Nueva Zelanda y EE.UU le feliciten por su trabajo.

  • Santiago Gangotena su obsesión es el conocimiento

    Pedro Maldonado / Redacción Quito

    Crear una universidad distinta a las demás. Ese fue el objetivo que se trazó Santiago Gangotena a inicios de los años ochenta. La idea surgió tiempo antes, en la década de 1970, cuando estudiaba Física en la Universidad de Auburn, en Alabama, y en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, ambas en Estados Unidos.

    Al pensar en su regreso al Ecuador se preguntaba: ¿Por qué en el país no había una universidad por lo menos similar a la de Alabama? “En esos años para mi era una frustración analizar la realidad de la universidad ecuatoriana”.

    PhD en Física, amante de la pintura, de la alta cocina y de la lectura, Gangotena reconoce ahora que en la década de 1980 su idea generaba dudas entre sus familiares y amistades. “Me decían que estaba loco”. No obstante, este practicante de yoga siguió su instinto, lideró a un grupo de intelectuales y empresarios, y en 1988 abrió las puertas de lo que hoy es la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Esta aventura académica hoy se consolida con cerca de 350 profesores (cerca de 140 cuenta con PhD), nacionales y extranjeros, en un campus de 3,5 hectáreas de extensión, ubicado en Cumbayá, al oriente de Quito.

    Los primeros años de la USFQ no fueron fáciles. Gangotena recuerda que la idea nació como un programa académico, que no entregaba título avalado por las autoridades. “Los estudiantes y sus representantes sabían que no éramos reconocidos por las autoridades”.

    Cerca de 130 alumnos conformaron la primera promoción, y las clases se impartían en una casa alquilada en el norte de Quito. Bruce Honeisen, Juan Manuel Rodríguez, Carlos Montúfar, entre otros, estuvieron entre los primeros tripulantes del viaje que emprendía Gangotena, nacido en mayo de 1945.

    Montúfar conoce a Gangotena desde mediados de los años 70. Lo describe como una persona que siempre tiene ideas locas. “Puede estar en cualquier lugar y siempre sorprende con sus ideas”.

    También recuerda los primeros días de la universidad, en los que adecuaban los cuartos de la casa alquilada, buscaban libros, equipos, mobiliario… “Santiago es de esas personas que siempre busca mover el piso al resto, en el buen sentido, que pone retos y que sacude a la gente con sus propuestas”.

    El número de estudiantes inscritos en el programa académico de la San Francisco se duplicaba a año seguido, lo que demostraba el interés en un sistema académico que hace énfasis en tres aspectos: la investigación científica, la creatividad artística y el emprendimiento.

    La demanda continuó en aumento, hasta que en octubre de 1995 la universidad dirigida y fundada por Gangotena fue reconocida por el Gobierno. Los estatutos fueron aprobados en el 2001, y hoy, la idea de este quiteño amante del cine de ciencia ficción reúne a cerca de 5 800 estudiantes y más de 10 000 graduados desde finales de los 80.

    Gustavo Vega, ex presidente del Consejo Nacional de Educación Superior, comenta que Gangotena es un científico de calidad, físico y matemático de excelencia. “Fue pionero en la educación particular del país y eso lo logró con tesón, persistencia y voluntad”.

    Un día normal Gangotena lo empieza con lectura. “Leo de todo: economía, historia, curiosidades…” Luego revisa el correo electrónico, y si tiene tiempo, nada en su casa, también en Cumbayá.

    Las tareas en la universidad se desarrollan desde las 08:00 hasta las 19:00, apoyado en la tecnología. “Despacho casi todo por correo electrónico. Además, estoy en contacto con profesores y colaboradores gracias a una red interna de cerca de 2 000 computadoras”.

    Los colaboradores de la Universidad San Francisco reconocen la importancia de la guía que ejerce Gangotena. Giuseppe Marzano, catedrático de la universidad desde hace cinco años, lo describe como una persona brillante, genial y visionaria que estimula a la gente y que ama las libertades. “Nos aconseja que amemos lo que hacemos”.

    Marzano añade que una de las marcas distintivas de la universidad es “el sentido de compañerismo que existe en la San Francisco. Y eso nace de Santiago”.

    Otro catedrático, Juan Fernando Carpio, lo define como “un iconoclasta, un ciudadano del mundo”. También destaca el excelente ambiente que tiene la universidad y el hecho de aprender la horizontalidad norteamericana.

    Precisamente, la oficina de Gangotena muestra la universalidad a la que se refiere Carpio. Alfombrada, con centenares de libros ordenados en un aparador y regados en mesas, con figuras precolombinas, esculturas de la Escuela Quiteña, crucifijos, muebles y pinturas de distintas tendencias y estilos, amplias ventanas desde las que se observan a los estudiantes y a los profesores… En ese espacio Gangotena dirige los destinos de la universidad que en la actualidad se financia con las pensiones de los estudiantes y que ya busca un nuevo espacio, en el mismo sector en el que hoy funciona.

    ENTRE LA ACADEMIA, LA COCINA Y LAS LETRAS

    1996. Recibió un doctorado honoris causa de Kalamazoo College, EE.UU.

    1992. La revista Vistazo lo escogió como una de las personalidades del Ecuador de los últimos 35 años.

  • La formación de más PHD genera retos al Ecuador

    Redacciones Quito y Guayaquil

    Un investigador a tiempo completo que genera nuevos conocimientos en universidades, organismos internacionales, entidades públicas o empresas privadas. Así se condensa, según las fuentes consultadas, la definición de un PhD, el grado académico más alto al que puede aspirar un profesional, a escala global.

    La de un PhD es una formación científica para personas que quieren investigar en cualquier disciplina, en cualquier área. La descripción la hace Betty Espinosa, subdirectora académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), sede Ecuador. “Puede estar en la academia, pero también en el sector empresarial, en la empresa privada. Los PhD están donde se requiera investigación”, resume Espinosa.

    Estos profesionales son una minoría en el sector académico ecuatoriano. Hasta septiembre de este año, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), registraba 431 títulos de Doctor o PhD de nacionalidad ecuatoriana. De esa cifra, 29 fueron obtenidos en universidades nacionales y 402 en universidades extranjeras.

    Hoy, la formación de PhD o doctores y su campo de acción en el país mantiene activo el debate en los sectores académicos y oficiales. El Proyecto de Reglamento del Escalafón para Docentes e Investigadores del Sistema de Educación Superior señala que uno de los requisitos del personal académico titular principal de las universidades y escuelas politécnicas es contar con un PhD. El mismo requisito se exige para ser investigador titular en centros de educación superior.

    Los profesores titulares deben obtener su PhD hasta el 2017. Los plazos y la propuesta del reglamento traen inquietudes a las autoridades y a los catedráticos de centros públicos y particulares.

    Datos de la Senescyt indican que en el 2010, el porcentaje de profesores con título de PhD en universidades públicas fue de 1%, mientras que en las universidades privadas fue de 2%. La mayoría de profesores, en ambos casos, registró un título de tercer nivel, seguido de títulos de maestrías y especialidades médicas.

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    Bajo este contexto, el Gobierno pretende llegar a la excelencia académica, tal como lo ha señalado René Ramírez, titular de la Senescyt. Incluso se habla de una inversión de USD 320 millones para la formación de nuevos PhD en el extranjero mediante becas concedidas por la Senescyt.

    No obstante, la formación de PhD y su aprovechamiento en el país es un tema que requiere de procesos de por lo menos dos décadas, e infraestructuras que permitan la investigación seria y de largo plazo.

    Así lo señalan PhD consultados. Gonzalo Mendieta, decano de Asuntos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito, señala que la intención estatal es buena en términos abstractos. Sin embargo, teme que los profesionales salgan al exterior a estudiar un doctorado, bajo presión de cumplir el reglamento y para no perder su cátedra. “Entonces, puede ocurrir que no terminen el PhD o que no estudien en los mejores espacios académicos”.

    Mendieta añade que las autoridades están cometiendo un error al establecer plazos y el número de PhD que, en teoría, se necesitan (Rámírez dice que menos de 2 000 profesores necesitan obtener un PhD). “No todas las universidades podrán cumplir las condiciones que establecen las autoridades. Y en lugar de mejorar, las condiciones en la academia pueden empeorar”.

    Virginia Lasio, directora de la Espae Graduate School of Management, también cree que es un acierto la intención de formar nuevos PhD. “Pero hay que reconocer que no se requiere de doctores para todas las actividades docentes en la universidad y que quienes son profesores universitarios, en la actualidad, no necesariamente tienen vocación para hacer un doctorado”.

    Para Lasio, la polémica en el tema ocurre no por el hecho en sí, sino por los mecanismos, plazos, etc., que aparentemente no son consecuentes con la realidad del Ecuador, y que están poniendo presiones innecesarias sobre las universidades y distorsionando, además, el concepto y el valor de los títulos de Doctor o PhD.

    Más artículos del Informe:

  • 10 alumnos levantaron una idea ganadora

    Redacción Cuenca

    Un grupo de 10 estudiantes de Ingeniería Civil, de la Universidad de Cuenca, ganó -en abril de este año- el primer lugar en el concurso FRP Composites Competition. Este evento fue promovido por la organización American Concrete Institute y se realizó en Minnesota, Estados Unidos.

    En el encuentro participaron 22 universidades de Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Puerto Rico, Ecuador, entre otros países.

    Los jóvenes cuencanos se destacaron por diseñar un arco en hormigón reforzado con una estructura en fibra de vidrio de mayor resistencia y bajo costo, respecto de los otros proyectos.

    Los ganadores son Eduardo Plaza, Alexandra Vélez, Ismael Portilla, Mario Ortega, Juan Diego Pozo, Patricio Rodríguez, Carolina Vallejo, Santiago Vélez, Santiago Rivera y Lucio Solórzano.

    ¿Cómo llegaron estos alumnos hasta un certamen en EE.UU.? En febrero pasado, este equipo participó en un concurso del Instituto Nacional Ecuatoriano del Cemento y el Hormigón en el campus de la Universidad Central, en Quito. Allí, con el mismo proyecto, obtuvieron el primer lugar a escala nacional, lo que les dio el cupo para asistir a ese evento en Minnesota.

    Durante un mes, los jóvenes dedicaron cuatro horas al día para mejorar el proyecto, que ya habían expuesto en Quito, y presentar un proyecto de altos estándares en EE.UU.

    Para Santiago Vélez fue un reto, porque los 10 aprendieron a coordinarse y pensar como equipo. Por ejemplo, se instruyeron en cómo conseguir auspicios, para financiar el boleto aéreo de los integrantes del equipo hacia EE.UU.

    Para el catedrático de Métodos Numéricos de la Universidad de Cuenca, Fernando Zalamea, este es un logro porque los estudiantes dejaron en alto el nombre del país. Además, su proyecto revoluciona el sector de la construcción, que aún depende del acero. «Estos jóvenes usaron la fibra de vidrio y demostraron que es una alternativa resistente para edificar estructuras».

    Universidades como la de Utah, Minnesota, Houston, Florida, New Jersey Institute of Technology, participaron en este concurso. Para Iván Cañizares, catedrático de Materiales de Construcción de la Universidad de Cuenca, este triunfo demuestra que desde el aula se impulsa la innovación en este sector, que experimenta cambios, para mejorar las estructuras de viviendas y edificios.

    Los jóvenes coincidieron en que quieren trabajar en innovaciones estructurales para mejorar las edificaciones en el país y exportar ese conocimiento.

  • El menú sano fue la prioridad

    Redacción Cuenca

    Salmón enlatado, brownie sin gluten y minitortillas elaboradas con chochos fueron parte de la propuesta que presentaron los estudiantes de sexto ciclo de la carrera de Ingeniería de Alimentos de la Universidad del Azuay (UDA). Ellos expusieron sus iniciativas en la tercera Feria de Innovación Tecnológica, el 28 de junio en Cuenca.

    Unos de los participantes fue Xavier Benítez, quien trabajó durante un mes en su oferta, que consiste en un brownie sin harina de trigo, para las personas intolerantes al gluten (que se obtiene del trigo). Para reemplazar la textura de ese ingrediente mezcló maicena y harina de yuca, que no contienen gluten.

    Mientras Benítez explicaba cómo obtuvo este producto, la cuencana Carolina Suárez, visitante a la feria, se deleitaba probando este pastel.

    Otra idea fue el cereal de camote producido por Cristina Bustamante, quien buscó una alternativa a las hojuelas de maíz. «El valor agregado del camote es que es dulce y no hay que agregar miel».

    A su lado estaba Catalina Ordóñez. Ella presentó minitortillas de chocho horneadas para dar una opción saludable a los niños y adultos, que son amantes de los ‘snacks’.

    Para el catedrático de Investigación de mercados y Gestión empresarial de la UDA, Marcelo Calle, este año la exposición estudiantil tuvo un enfoque hacia los productos funcionales, porque el consumidor es más consciente de lo que come y demanda productos sanos.

    Los estudiantes, dice el catedrático, identificaron esa tendencia en el mercado y buscaron producir alimentos naturales, probióticos, sin gluten, con más proteínas y calcio, para atender las necesidades del mercado cuencano. Calle enfatizó en que esta no es una feria gastronómica, sino de innovación para aportar a la industria alimenticia del Ecuador.

    Otra de las creaciones que llamó la atención de los asistentes fue una pizza de harina integral con carne de soya. Su creador, Jonnathan Cadme, identificó una oportunidad en el mercado, porque cada vez hay más consumidores con restricciones para comer carne por su salud o porque son vegetarianos. «Esta pizza es para esas personas que no comen carne y quieren sentir el mismo sabor».

    Con agilidad, Cadme cortó trozos de cuatro centímetros para que los visitantes probaran. Daniel Cuesta probó y se quedó asombrado con el sabor. «Esta feria es una muestra del talento que existe en las universidades».

    El rescate de los sabores andinos también tuvo su espacio en esta feria de innovación tecnológica de la UDA.

    Nube Rivera desarrolló una torta de choclo con quinua, soya y avena. La idea es ofrecer una opción rica en fibra y nutrientes que pueda enviarse en la lonchera de los niños. Además de estos productos hubo ‘snacks’ de fréjol, caviar de frutas, masa lista para donas…

    LA CIFRA:
    50 proyectos se presentaron en esta feria de innovación alimenticia