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  • Las ideas van del pizarrón a la calle

    Sebastián Angulo (I)

    ‘No tiene sentido hacer investigación sin vinculación con la colectividad”, afirma Rodrigo Gallegos, director de Investigación y Transferencia de Tecnología de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).

    Para que la actividad académica tenga impacto en su entorno, este centro educativo se planteó tres procesos: investigación científica, innovación, y emprendimiento y transferencia tecnológica.“No tratamos al emprendimiento de manera aislada, alejada de los otros dos importantes procesos”, explica Gallegos.  

    En los últimos ocho años, este centro educativo desarrolla convocatorias anuales de investigación. Gracias a ello, la UTE ha planteado 262 investigaciones; de esa cantidad, 38 están en ejecución, 54 por ser aprobadas y el resto ya se desarrollaron.

    Tecnología, temas socioculturales y económicos son las temáticas de los proyectos. En el caso de tecnología, se busca innovar en los ámbitos de ingenierías, arquitectura, ingeniería agropecuaria. Mientras que en el campo sociocultural se ejecutan iniciativas que buscan ayudar a la colectividad y en el área económica se llevan a cabo propuestas relacionadas con las carreras, como administración de empresas o finanzas.  

    Gallegos sostiene que su institución, históricamente siempre ha estado vinculada con el emprendimiento. En el 2002, por ejemplo, la UTE formó parte de la creación de incubadoras de empresas que se fundaron en Quito, Guayaquil y Loja.

    También estuvo presente en el inicio de la Agencia Metropolitana de Promoción Económica (ConQuito) y aún se mantienen en esta iniciativa.

    Por ejemplo, uno de estos proyectos es la aplicación de BPM en la Asociación de Productos Lácteos de la Mitad del Mundo (Asoprolam). Este plan capacita a los dueños de pequeños emprendimientos comunitarios, con el fin de que certifiquen buenas prácticas de manufactura ante el Ministerio de Salud, con lo cual acreditarán la calidad de sus productos.

    Unas 15 microempresas forman parte de esta red. Pablo Andrade, estudiante de noveno semestre de Ingeniería de Alimentos, participa de esta propuesta. Él cuenta que esta idea nació hace un año y se encargan de verificar que los procesos de producción se apeguen a los estándares establecidos.    

    Andrade comenta que este tipo de actividades le ayuda para poner en práctica lo que aprende en las aulas y para relacionarse con las personas de la comunidad. 

    Michelle Morales, otra estudiante, también participa en este proyecto. Ella comenta que ha realizado varias inspecciones para controlar la calidad en la línea de producción. “A través de estas actividades nos ponemos en contacto con el mundo profesional de una manera más real”, opina la estudiante.

    Para cerrar el círculo, la universidad cuenta con alianzas estratégicas con empresas y entidades públicas. Desde bancos hasta hoteles forman parte del networking de este centro educativo. Por ejemplo, Banco Pichincha, Grupo Empresarial Raúl Coka Barriga, el Ministerio de Industrias, entre otros, conforman su red de contactos y que forman parte de sus auspiciantes en los eventos y certámenes que realizan, como el concurso anual de emprendedores.

    Su vinculación con la sociedad

    Ofrecer soluciones a la colectividad por medio de la experticia de maestros y con la colaboración de los alumnos es la propuesta de la UTE.

    Benigno Armas, director de Vinculación con la Colectividad, señala que la universidad define programas por cada carrera que posee. Actualmente, este centro de estudios cuenta con 45 proyectos que están vigentes.

    Una de sus estrategias es vincularse a iniciativas de Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) u otros organismos, y ofrecer ayuda por medio de docentes especializados. “Para nosotros es muy importante acercar a los estudiantes y a los docentes a que comprueben con la realidad de los hechos, la intervención en un campo especializado que requiera una institución, a través de la cooperación”, explica Armas.

    Una de las áreas en las que se ejecutan más proyectos es en salud. Año tras año, la universidad realiza convocatorias para receptar propuestas y firmar convenios con empresas y entidades públicas.  

    Uno de ellos es el proyecto de apoyo nutricional a niñas y niños que presentan desnutrición crónica en Zumbahua (Cotopaxi). Tania Morales dirige esta iniciativa. Ella señala que los estudiantes de la Facultad de Medicina se vinculan a estas actividades desde los primeros semestres.

    Ella cuenta que actualmente unos 40 niños del Hospital Claudio Benati de esa comunidad presentan desnutrición.

    Debido a esta realidad, 20 estudiantes con la coordinación de cinco maestros realizan campañas para incentivar al consumo de alimentos. “La mayoría de las personas de estos lugares son agricultores y buscamos que consuman sus mismos productos que ellos comercializan (…) les damos capacitación de cómo preparar opciones nutritivas”, dice Morales.

    Otra iniciativa es la identificación y trazabilidad en pacientes hospitalizados utilizando tecnología RFID, en la Maternidad Isidro Ayora de Quito.

    Esta idea busca que los neonatos de esta casa de salud puedan ser identificados rápidamente por medio de un brazalete que posee un chip. El doctor puede acceder por medio de una aplicación a la historia clínica del paciente. Al momento elaboran una aplicación para el sistema operativo Android.

    Marcela Parra, directora de este programa, señala que están en fase de pruebas. En este proyecto participan 150 estudiantes de diferentes carreras, como ingeniería industrial; mecatrónica, que hace control de acceso; diseño gráfico también participa.

    Diana Terán, estudiante de noveno semestre de Arquitectura, participa en el programa de adecuación de viviendas de interés social. Ella cuenta que lo más enriquecedor de estas actividades es poder “ver el rostro de alegría de la gente. Podemos dar alegría a las personas por medio de nuestro tiempo y conocimientos”, dice.

  • La oferta de 21 universidades, en Manta

    Redacción manta

    Más de 2 500 estudiantes que están próximos a obtener su título de bachiller llegaron a la feria Expouniversidades, en Manta.

    Poner en escena el pénsum académico e informar en línea directa sobre las bondades de los campus universitarios fueron los ejes centrales de la decimotercera Expouniversidades que se realizó en Manta.

    El pasado 14 de septiembre, personal de los departamentos de admisiones de 21 universidades del país y una del exterior se congregaron en el Colegio Leonardo Da Vinci. Las instalaciones del establecimiento, con vista al mar y ubicadas en el suroeste de Manta recibieron a más de 2 500 estudiantes que están próximos a obtener su título de bachilleres.

    Michael Hidalgo se graduó hace 6 años. Él buscaba información sobre estudios a distancia bajo la modalidad semipresencial. “Hay poca información, trabajo en una industria especializada en café, mi tiempo es limitado, quiero seguir estudiando pero al parecer hacerlo a distancia es ahora complicado”.

    Las aulas del Da Vinci se convirtieron en salas de exposiciones. Ahí los expertos de las unidades de admisión de cada centro educativo exponían sus potencialidades. María Fernanda Milán representa a la universidad Zamorano de Honduras.

    Los jóvenes se interesan por saber cuáles son las perspectivas de trabajo cuando egresen de Zamorano, comenta Milán.

    La mayoría de estudiantes alza la mano y pregunta sobre los costos. Milán, con un sonrisa los cautiva, la colegiatura anual es de USD 16 000 incluye, hospedaje, alimentación, vestuario, atención médica, textos y hasta una laptop, reseña.

    Cercana al aula de Zamorano está el salón de la única universidad estatal presente: la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam). Los muchachos y muchachas están conscientes de la potencialidad de la Uleam.

    “Quiero seguir odontología, pero es una carrera muy costosa en las en 20 universidades que me ofrecen esa especialización”, comenta Camila, quien llegó desde el cantón Montecristi.

    María Fernanda Franco, de la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil, se ubicó bajo una carpa al lado izquierdo de las camineras de ingreso del Da Vinci. Franco se convirtió en una motivadora en potencia mientras hablaba a los curiosos estudiantes sobre las carreras en las nueve facultades de pregrado. Ella obsequió un folleto con un pluma donde están estampadas las iniciales de ese centro de estudios para completar la información.

    La profesora Mónica Chinga llegó desde Santa Ana con 30 estudiantes de la Unidad Educativa Simón Bolívar. “Tener reunidos a representantes de 22 universidades, que nos faciliten información es muy adecuado”.

    Detalles

    Los visitantes. Estudiantes de 42 colegios de Manabí llegaron en busca de información durante las cinco horas que duró la expo.

    De tres ciudades.  Las universidades que participaron en la feria son de Quito, Guayaquil y Manabí. Los asistentes conocieron su oferta.

  • La red de universidades se conforma

    Este 17 de septiembre está previsto que 11 instituciones de educación superior, entre universidades y escuelas politécnicas del país, lancen su primera Red Ecuatoriana de Universidades para investigación y posgrados. El evento se llevará a cabo en la Escuela Politécnica Nacional.

    El objetivo de esta Red, según Lucía Puertas, directora de Investigación y Posgrados de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), es trabajar en temas conjuntos que faciliten la movilidad de estudiantes y de profesores, “especialmente en asuntos relacionados con la creación de posgrados de investigación en colaboración con las 11 universidades de categoría A; y también la formación de redes temáticas que tienen que ver con las fortalezas de las universidades…”.

    En esta Red inicialmente participarán 11 universidades, sin embargo, más adelante se podrán adherir otras instituciones educativas.

  • Acreditación internacional en el país

    Redacción Quito

    Una delegación del Consejo Latinoamericano de Acreditación de la enseñanza de Periodismo y Comunicación (Claep), y las autoridades de la Universidad se reunieron el 29 de agosto, para concretar la certificación internacional de la Facultad de Comunicación.

    El proceso para acceder a esta acreditación arrancó en diciembre del 2011. Los miembros de la comisión del Consejo, conformada por María Helena Vivas (vicerrectora de extensión de la Universidad de Antioquia), Cecilia Balbín (coordinadora del Departamento de Asuntos Internacionales del ICOS-UCA), Mario Urzúa (decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Católica de la Santísima Concepción de Chile) y Sergio Rodríguez (periodista colaborador de Diario El País –España- y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad Anáhuac, México), evaluaron siete estándares correspondientes a la formación profesional de los alumnos y a la estructura de la Universidad.

    Los parámetros que se tomaron en cuenta fueron: misión, gobierno y administración; currículum; cuerpo docente de tiempo completo y tiempo parcial; investigación, actividad creativa y profesional; servicio a los estudiantes; presupuesto, instalaciones y equipos; y servicio a la comunidad, extensión y graduados.

    Para Daniel López, decano de la Facultad de Comunicación, la acreditación internacional del Claep “no significa el punto de llegada, sino el punto de partida hacia un periodismo y una de comunicación de la más alta calidad para Ecuador”.

    La acreditación es una manera de asegurar que se conserven los parámetros de excelencia y garantiza la calidad de los programas de enseñanza; además, asegura la calidad de los programas educativos en el campo periodístico, dijo López.

  • Entre 4 y 6 años es el tiempo de estudio

    Marco Córdova es arquitecto y urbanista estudiado en la Universidad Central. En el ejercicio de su carrera trabajó en temas de espacios públicos y por esa razón se fue involucrando en el estudio de políticas públicas.

    Esa conexión lo llevó a estudiar una maestría en Estudios Políticos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Desde el 2011, Córdova estudia un PhD en Ciencias Sociales, con mención en Estudios Andinos, en la misma institución.

    Al ser consultado sobre el significado de estudiar un PhD, Córdova responde. “Es una motivación personal; significa profundizar en un campo científico. La motivación es fortalecer y profundizar la formación del área donde uno trabaja”.

    El testimonio de Córdova confirma lo que sostienen académicos vinculados con el mundo del PhD. Un Doctorado es un esfuerzo personal muy grande.

    Los estudios de Doctorado duran por lo general entre cuatro y seis años. Fernando Balseca, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, señala que un programa de PhD en el país dura en promedio cinco años. Pero, explica, según el avance del proyecto de investigación existen mecanismos de extensión sin sanción, hasta por un año.

    Balseca indica que según la complejidad de la investigación que desarrolla el aspirante, los plazos se extienden. “Lo ideal es 5 ó 6 años para presentar la tesis, a parir de la matrícula. La tesis tiene que ser una investigación, una contribución al campo del saber de un área específica”.

    Otro punto que se toma en cuenta es el costo económico de este grado académico, que por lo general es elevado. Por eso, agrega Balseca, no es posible pensar en un programa de Doctorado sin una bolsa financiera, que permita entregar becas a los postulantes.

    En la Flacso, por ejemplo, un Doctorado tiene un costo de USD 100 000 aproximadamente. Pero los estudiantes pagan el 10%, gracias al programa de becas.

    Datos de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), señalan que en el plano internacional, el costo de un programa doctoral oscila entre USD 40 000 y 200 000, lo que incluye gastos de alojamiento, alimentación, movilización, entre otros rubros.

    Por todo lo anterior, señala Betty Espinosa, subdirectora académica de la Flacso, la formación de un PhD significa una inversión de tres partes: el Estado, las universidades y la sociedad.

    Esta inversión también genera un impacto en las universidades que incorporan a doctores en su nómina. Virginia Lasio, directora de Espae Graduate School of Management, comenta que es obvio que existe un impacto alto para los establecimientos de educación superior.

    No se trata solamente de sumar PhD a la nómina. Lasio sostiene que al no estar disponibles estos doctores en el país, hay que invertir en formarlos y aunque el Gobierno provea becas, hay un costo asociado para la universidad. Pero sobre todo, hay que contar con los recursos para desarrollo y mantenimiento de líneas de investigación, equipamiento de laboratorios, bibliotecas y toda la infraestructura de investigación. “Solo así los profesores con PhD no estarán subutilizados y puedan mantenerse vigentes y en contacto con pares internacionalmente”.

  • Entre la Academia y el sector privado

    Tradicionalmente se piensa que un PhD se dedica exclusivamente a la investigación y a la docencia universitaria. No obstante, también se encuentran PhD en el área empresarial.

    Según el subsecretario general de Educación Superior, Enrique Santos, se trata de académicos que investigan a la empresa como una organización humana; las conductas de los individuos en el seno de ellas, los procesos microfinancieros en su contexto, etc.

    Fernando Balseca, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, menciona que el destino principal de los doctorandos es la docencia universitaria. Allí replican y generan conocimientos. Agrega que otro destino es la consultoría nacional e internacional. “Antes de tener muchos PhD se necesita construir una infraestructura para desarrollar investigaciones. Lo productivo es generar espacios para investigación”.

    ¿Es un PhD un buen profesor? Para Betty Espinosa, subdirectora académica de la Flacso, un PhD no es necesariamente un buen docente. “Un doctor está formado para investigar y las habilidades de docencia es algo que se desarrolla o no. Un profesional puede ser un buen maestro sin necesidad de tener un doctorado”.

    Otro punto de vista lo da Gonzalo Mendieta, decano de Asuntos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito. Según este catedrático, existen muy buenos profesionales que aprenden a investigar. “Y no hay que olvidar que alguien sin PhD también puede hacer investigación. Hay casos en el sector de la medicina, por ejemplo”.

    OCHO VOCES SOBRE EL TRABAJO DE UN PHD

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    ‘La sociedad sí valora a un PhD’

    María José Castillo. Doctorado en Economía Agrícola desde el 2008

    El país está caminando a obtener una infraestructura adecuada para la investigación. Un PhD siempre debe tratar de conseguir fondos externos para sus proyectos (ya que los fondos locales suelen ser insuficientes).
    La estrategia adecuada para hacer un PhD en el extranjero es conseguir una ‘assistantship’ en una universidad internacional. Aquello consiste en trabajos de ayudantía en clases o en investigaciones, colaborando con los docentes de aquellas instituciones. Así, el estudiante de doctorado recibe un pago mensual simbólico y los costos se reducen considerablemente.
    La sociedad sí valora a un PhD. Como aún somos pocos en el país, somos vistos con respeto. Sin embargo, no todas las instituciones o empresas pueden pagarle un salario acorde al título.

    ‘Este título abre muchas puertas’

    Pablo Arosemena. Obtuvo su doctorado en Economía en el 2011

    La investigación por la cual obtuve mi doctorado en Economía fue sobre la ilusión fiscal del ‘petropopulismo’. El objetivo fue proponer una forma de manejar la economía del país, sin necesidad de la explotación petrolera.
    Tras cinco años de estudio obtuve mi título el año anterior. El PhD es un activo permanente. Abre las puertas a muchos campos, principalmente académicos y empresariales. En este último, debido a que uno se convierte en consultor de gran valía.
    También es destacable el prestigio y las oportunidades que abre un doctorado en la política y en las ONG.
    El entrenamiento en cada campo investigativo permite aportar al crecimiento y desarrollo de la sociedad. El reto está en estudiar cómo un PhD puede transmitir sus conocimientos.

    ‘Hace falta fondos para proyectos’

    Sara Wong. PhD en Economía, de la University of California (UCLA)

    Con respecto a mi especialización (economía), en el país hace falta fondos para desarrollar proyectos de investigación, bibliotecas y bibliotecarias especializadas. Además, acceso a bases bibliográficas y de datos, con investigaciones de última data; creación de redes de investigadores; fondos para viajes de investigación y conferencias, y para financiar publicaciones; más colegas con PhD en temas afines, etc.
    Por otro lado, se pone en el tapete de discusión el que no basta tener un PhD para que se genere investigación. Tener un PhD es una condición necesaria más no suficiente. Si tomamos como parámetro de valoración el salario que se propone en el borrador del nuevo reglamento de escalafón para profesores universitarios, no veo que se valore el título del PhD.

    No hay estructuras para investigar

    Alberto Celi. Catedrático e investigador de la EPN

    Estudie Física en la Escuela Politécnica Nacional (EPN) y realicé mi PhD en Física, en la Universidad Autónoma de Madrid, entre 1996 y el 2001. Fui becado por la Fundacyt y con el auspicio de la EPN.
    Uno de los problemas que no están resueltos, a pesar de las buenas intenciones de las autoridades, es que faltan estructuras para absorber a los PhD que estudian en el extranjero y regresan al país. Así, los nuevos doctores no pueden seguir con su investigación y quedan dispersos.
    Los fondos son escasos para una investigación seria, que deje huellas. Un investigador y su equipo necesitan materiales y sueldos. Una investigación para un proyecto requiere unos USD 100 000. Y en una investigación completa se habla de millones de dólares.

    ‘Las condiciones de estudio son escasas’

    Rafael Polo. Catedrático de la U. Central y de la Flacso

    Estudié Sociología en la Universidad Central y una maestría en Letras en la Universidad Andina Simón Bolívar.
    Hace seis años hice un doctorado en Ciencias Sociales en la Flacso. Hoy me dedico todo el tiempo a la docencia.
    Me he negado a hacer asesoría política. No he trabajado en consultoría, porque no está ligado a la producción de conocimiento, sino a sostener razones para la construcción de un proyecto político o institucional.
    Por el PhD se me han abierto redes de contacto con otros colegas, en el exterior, especialmente.
    En el país no hay infraestructura para investigación; en Filosofía, por ejemplo, las condiciones son escasas, rudimentarias. Tampoco existen garantías en la investigación científica en el campo de las ciencias sociales.

    ‘Uso equipos de última generación’

    Juan Carlos Idrobo. Investigador en el Laboratorio de Oak Ridge

    Obtuve un PhD en Física, en la Universidad de California en Davis (EE.UU.). Actualmente, trabajo como investigador de planta en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Tennessee, EE.UU.).
    Mi principal área de investigación en este momento es el estudio de defectos en materiales bidimensionales, a nivel atómico. Para realizar mis investigaciones utilizo microscopios electrónicos de última generación que me permiten ver, literalmente, los átomos que forman el material; así como también, supercomputadoras que me permiten calcular las propiedades de los materiales en presencia de distintos defectos.
    Sin un PhD, una persona dedicada a la investigación en ciencias difícilmente puede encontrar un trabajo bien remunerado, hablo de EE.UU.

    ‘El posdoctorado en una opción’

    Xavier Ordeñana. Obtendrá su PhD de Economía y Finanzas

    A escala mundial, los graduados de un doctorado se involucran a un mercado muy competitivo por la ausencia de plazas de trabajo. El concepto de ‘investigador’ no ha sido comprendido en su totalidad, de allí que el tema -que ahora está en boga-, ocasione espacios de discusión en la opinión pública.
    Estoy en la parte final de mis estudios del doctorado en Economía y Finanzas. Estoy presentando mi tesis de la investigación que ha tardado cinco años. Los dos primeros años se dedicaron a cursos para establecer las herramientas teóricas del trabajo.
    Una de las opciones, si al terminar el PhD no me logro ubicar en una plaza dentro de la academia, es optar por un posdoctorado. Aquel rango de estudios es -principalmente- participar de un equipo de investigación.

    ‘Un PhD se forma con ‘ancianos»

    William Loyola. Gestiona su PhD en Administración de Empresas

    Mi inquietud por estudiar un doctorado se inició hace siete años. Junto a ocho aspirantes de Latinoamérica iniciamos el curso para obtener ese grado académico, en el que me encuentro esperando la fecha para sustentar mi trabajo. La investigación que he realizado se basa en el conocimiento de las organizaciones, el cómo se explota el conocimiento en las entidades.
    Los profesores de un PhD son ‘ancianos’, que han dedicado varias décadas a los estudios. Mi director de investigaciones tiene 83 años de edad y son eminencias en la academia.
    Una de las restricciones para quienes desarrollamos investigaciones relacionadas con los campo sociológicos, nos encontramos con las limitantes de ausencia y el libre acceso a la información de los diferentes datos e indicadores.

  • Los fondos económicos son decisivos

    En todo proceso de estudios para un PhD existe una serie de acciones que determinan la admisión de un postulante. Así lo explica Betty Espinosa, subdirectora Académica de la Flacso quien añade que en la selección se valoran la trayectoria, la capacidad de estudios, los criterios de equidad, valores fundamentales en el investigador.

    El auspicio es una característica de quienes buscan cursar un doctorado. Por lo general son las universidades u organismo estatales los que se encargan de los costos de estos estudios. Así los explica Gonzalo Mendieta, decano de Asuntos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito. Son estas instituciones las que, por lo general, auspician y acogen de regreso a los PhD.

    Hay otros programas, añade Mendieta, como las becas Fullbright que también requieren el auspicio de una universidad.

    En los casos en que un investigador graduado del doctorado se radique en otras ciudades es complicado repatriarlo. En el caso de la San Francisco, de cada tres personas que se intentan ‘repatriar’ solo se trae de regreso a uno. “Hay algunos que están casi por venir, pero se les presentan opciones y muchos se quedan”.

    No obstante, aclara Mendieta, el mercado para los doctores es complicado a escala global. Existen recortes en los países del primer mundo y es difícil encontrar opciones, dice Mendieta.

    Fernando Balseca, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, indica que en el país es un requisito legal para estudiar un PhD es tener estudios de maestría. Sobre los auspicios comenta que es clave que las universidades u organismos que los auspician los liberen de sus actividades docentes para que hagan su investigación a tiempo completo y que luego puedan retornar.

    Para la candidata a PhD, Sonia Zurita, uno de los requisitos fundamentales antes de iniciar sus estudios de Doctorado en Economía (Universidad Carlos III de Madrid), es tener presente el desgaste en el aspecto personal y familiar.

    Ella culminó su maestría en Finanzas en el 2000 en la Universidad de Chile. 10 años más tarde su doble maternidad influyó en el hecho de optar por los estudios presenciales del doctorado y que le podrían permitir realizarlos en un lapso menor a los cinco años proyectados.

    La PhD en Economía, Sara Wong, considera que el dinero no necesariamente es una limitante para obtener este grado académico. Hay becas en diversas fuentes, por ejemplo, en la misma universidad en donde uno estudia, en organismos internacionales o en instituciones del país en donde está la universidad.

    Wong añade que para una beca se requiere excelencia académica y el interés de los donantes. Ella puntualiza que su primer año fue financiado con beca conseguida por la Fundación Francisco Marroquín, luego fueron becas Olín y de UCLA las que financiaron el resto. La beca de la universidad implicaba que tenía que dar clases y hacer investigación.

  • La oferta y la demanda de postgrados aumentan en Ecuador

    Redacción Quito

    Laura Pinzón, de 26 años, tiene dos títulos de pregrado en Ciencias Políticas y Administración Pública. Además, una especialización en Gestión y Planificación del Desarrollo Urbano Regional. Pero sentía que aún estaba en un nivel técnico, quería prepararse más y con sus conocimientos generar cambios. Por eso decidió estudiar una maestría.

    Esta joven colombiana estudia Desarrollo Local y Territorial, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), con sede en Quito.

    En el artículo 118 de la Ley de Educación Superior se indica que el cuarto nivel, de posgrado, está orientado al entrenamiento profesional avanzado o a la especialización científica y de investigación. En este nivel se pueden obtener títulos de especialista y dos grados académicos de maestría, PhD o su equivalente.

    Artículo de:

    Logo posgrados

    Para estudiar un posgrado, los interesados deben contar con un título de tercer nivel. En Ecuador hay 397 posgrados (especialización y maestría) que se dictan en universidades del país. De ellas, tres están especializadas en estudios de cuarto nivel: Flacso, Universidad Andina Simón Bolívar y el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).

    Flacso tiene, al momento, 833 estudiantes de maestrías y 68 de doctorados. En el período 2013-2015 ofrece 13 maestrías en Antropología, Ciencias Políticas, Comunicación, etc.

    Desde octubre, en la U. Andina iniciarán clases unos 2 000 estudiantes del Ecuador y otros 20 países. Este centro de estudios se concentra en áreas como Comunicación, Derecho, Educación, etc.

    La oferta académica del IAEN se enfoca, en especial, en formar al sector público, aunque un 20% de sus estudiantes es del segmento no estatal. Hoy, cuenta con 11 maestrías.

    Víctor Torres, decano académico de este centro, dice que el enfoque de los estudios son «profesionalizantes» (aplicación práctica), aunque están por abrir dos maestrías en investigación.

    Para elegir entre lo práctico y lo académico es fundamental definir antes de optar por una especialización, pues determinará el área de desempeño profesional a futuro, dice Torres. De 1 007 estudiantes con los que contó el IAEN entre el 2007 y el 2012, 276 se graduaron. El resto egresados que aún no hacen su tesis, que están en programas de graduación, que abandonaron su carrera, etc.

    Alfonso Espinosa, rector de la Escuela Politécnica Nacional, recomienda informarse de la malla curricular, la experiencia de los profesores y el lugar que ocupa el centro en el ranking local de universidades ante de optar por una especialización. De los 9 800 estudiantes de este centro, entre un 15 y 20% cursan estudios de cuarto nivel.

    Alejandro Ribadeneira, presidente de la Corporación Ecuatoriana de Universidades Particulares (Ceupa), dice que en el país un buen número de especializaciones que se cerraron por estar caducos y eso afectó la oferta. Por eso, cree que debe agilizarse el proceso gubernamental de aprobación de maestrías para ampliar la oferta en el país. La mayoría, dice, se concentra en Ciencias Políticas, Ingenierías, Negocios, entre otras.

    Más oferta

    La maestría y el PhD.  son especializaciones dirigidas a personas con conocimientos avanzados.

    La oferta.  Además de las tres  universidades de posgrado, varias instituciones de educación superior disponen de estudios de cuarto nivel en Administración en Salud, Administración de Empresas, Periodismo, Gerencia Empresarial, Talento Humano, etc.

    Especialidades.  Los temas ambientales han hecho necesarias especializaciones en Medicina de Emergencias y Desastres, Recursos Hídricos y otros.

    Los estudios ‘on line’. Son una opción para profesionales con horarios de oficina poco flexibles. En el país la oferta se relaciona con Abogacía, Educación, Gestión Empresarial, entre otras.

    397 posgrados (especializaciones y maestrías) están disponibles en el país.

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    Poco vínculo entre empresas y academia

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  • El cuerpo docente también es extranjero

    Redacción Guayaquil

    Cursar un postgrado en la actualidad significa, de cierto modo, vivir también otras realidades. Conocer experiencias de terceros, otros contextos y analizar casos que no necesariamente ocurren en el centro donde se estudia.

    En las aulas de posgrado del país la globalización es evidente. Existe influencia extranjera y aprendizaje que proviene de la academia no solo local, sino también internacional.

    El libro ‘El futuro de la educación en Management en Ecuador’, publicado entre el IDE Business School y la Espae Graduate School of Management, reafirma esto. En el documento se señala que «a nivel regional, las escuelas de negocios cuentan cada vez más con profesores internacionales -tanto latinoamericanos como de otras regiones».

    Artículo de:

    Logo posgrados

    En el IDE, por ejemplo, un alto porcentaje de los docentes son foráneos. A través de la red de competitividad de Harvard, Microeconomics of Competitiveness (MCO), los alumnos tienen la oportunidad de cursar los programas con profesores especializados que provienen de otros países. A su vez, los catedráticos nacionales se «exportan».

    Gabriel Rovayo, director general del IDE dice que esto genera que el ‘know-how’ se comparta y se contrasten realidades que son útiles para la práctica. Las pasantías o estudios de módulos específicos en otros países son también fundamentales en este aspecto. El IDE tiene convenios con el Ipade (México), el IESE (España), entre otros.

    En la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) de Guayaquil la situación es similar. Algunos contenidos son dictados por expertos internacionales que visitan el país específicamente para impartir esos módulos. Esta universidad tiene convenios con universidades como el Incae (Costa Rica) y The George Washington University (EE.UU.).

    La tecnología es esencial en este sistema. Joaquín Hernández, vicerrector de Posgrados de la UEES, explica que a través de software especializado, se pueden realizar videoconferencias entre profesores extranjeros y alumnos del Ecuador, sin necesidad salir del país.

    Es además indispensable para acceder a documentos investigativos como publicaciones científicas y revistas indexadas, que son material clave para quienes realizan un postgrado, tanto en el curso de los programas, como al momento de realizar sus tesis.

    En la Espae la tecnología juega también un papel clave. Allí, los estudiantes de maestrías empresariales como Master in Business Administration (MBA) pueden realizar simulaciones de negocios. Sonia Zurita, coordinadora académica de MBA de la Espae, indica que esto permite poner en práctica la teoría aprendida en las aulas. «Es una manera de afianzar conocimientos de manera realista».

  • Las preferencias van más allá de un MBA

    Redacción Guayaquil

    Tradicionalmente los posgrados enfocados en especialidades administrativas son los preferidos por los ejecutivos. Hombres y mujeres de negocios optan por un posgrado en áreas como finanzas, economía o marketing.

    Pero esa tendencia viene disminuyendo hace unos tres años. Hoy los profesionales, debido a la amplia oferta y los requerimientos en el campo laboral para ocupar cargos medios o altos han originado que la demanda se dinamice.

    Maestrías como las de Gestión de Proyectos (MGP) están entre las más requeridas en instituciones como Espae Graduate School of Management desplaza al MBA (Master in Business Administration). La MGP se oferta dos veces al año, en promedio, y admite a unos 45 estudiantes.

    Especial de:

    Sonia Zurita, coordinadora académica de la Espae, dice que los profesionales se inclinan por esa especialidad pues permite desarrollar proyectos con Organizaciones No Gubernamentales, proyectos sociales, públicos y de construcción.

    En los últimos cinco años, según la Espae, el 63% de los alumnos de esa carrera tienen títulos de pregrado de ingenierías; el 14% de economía; el 20% de administración; y el resto de ciencias como medicina. El 72% de estudiantes ocupaba un cargo de nivel medio o alto.

    En el 2003, la oferta de la Maestría en Gestión Hospitalaria provocó que los profesionales en medicina, que normalmente se inclinaban por un MAE para administrar entidades de salud, optaran por esta. El 88% de los profesionales de la Espae que estudiaron desde el 2008 tiene títulos relacionados a las ciencias médicas. El 83% tenía una experiencia gerencial superior a los dos años.

    Joaquín Hernández, vicerrector de posgrados de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, comenta que aunque la tendencia varió: el MBA sigue siendo el programa más solicitado. Pero aclara que despuntan las maestrías en Derecho Constitucional, debido a los cambios en las leyes del país.

    Esos cambios obligan a los centros de estudios a analizar e identificar las necesidades de los alumnos. La Espae, por ejemplo, ofrece un MBA que diferencia entre ejecutivos jóvenes; para estos últimos tiene una maestría ‘part time’ (a medio tiempo) y para los de mayor experiencia ofrece una maestría ejecutiva. El proyecto de cambio en la matriz productiva llevó a Espae a pensar en una Maestría en Agronegocios.

    La oferta en el país.

    Programas de posgrados. A inicios de los años 90 en el país se ofertaban unas 100 maestrías. En el año 2000 la cifra se incrementó a más de 1 000.

    Las modalidades. Hay semipresencial, presencial, a distancia y online.

    Los cambios. En el futuro, los jóvenes serán mayoría en los MBA.