Reds. Quito y Cuenca (I)
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Las tecnologías de la información y la comunicación han sido fundamentales para el desempeño de distintas actividades y servicios durante la pandemia.
El confinamiento, como medida para evitar la propagación del covid-19, masificó el trabajo remoto y la teleeducación, incentivó el uso de la telemedicina e impulsó el comercio electrónico y el uso de plataformas de ‘streaming’ para el entretenimiento. Para el experto en telecomunicaciones, Hugo Carrión, ahora hay un cambio en el perfil del consumidor.
Esto ha provocado una mayor demanda del servicio de Internet. De acuerdo con datos del Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (Mintel), tan pronto comenzó la cuarentena el tráfico en la red de las operadores subió un 40%. Además, hubo un crecimiento continuo en el uso de plataformas como Netflix, Youtube, Whatsapp, Zoom y Facebook.
“Las operadoras tuvieron que cambiar el enrutamiento de sus redes hacia las conexiones domiciliarias y contratar mayor tráfico internacional”, añade el Mintel. Al momento la demanda se ha estabilizado, señala la entidad.
La Asociación de Empresas de Telecomunicaciones explica que el incremento en la demanda ha requerido de nuevas inversiones en capacidad y redundancia de Internet, acompañado por las empresas con aumento de gigas y velocidades en sus ofertas.
En el caso de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), la velocidad de sus planes de Internet fijo de 10 megabytes por segundo (mbps) se incrementó a 20 mbps, sin costo adicional, indicó la operadora pública. Mientras tanto, en telefonía móvil pospago, el abonado está recibiendo mayor cantidad de gigas; y en prepago, tiene promociones de megas en las recargas.
“A nuestra industria le ha tocado hacer frente a esta pandemia en medio de una difícil condición de iliquidez, con reducciones en los niveles de recaudación que en algunas empresas se reflejan en caídas de hasta el 66%. Mientras a su vez hemos recibido fuertes presiones para el pago de impuestos y cargas regulatorias por facturas impagas”, advierte Jorge Cevallos, director ejecutivo de la Asetel.
Otro impacto de la pandemia para la industria es la pérdida de líneas y clientes. Según datos de la Arcotel, entre febrero y junio pasado se cancelaron 1 040 682 líneas de telefonía móvil e Internet.
Previo al contexto de la pandemia, en los últimos años el país ha crecido en conectividad. El acceso a Internet en los hogares, por ejemplo, subió 13,1 puntos porcentuales en los últimos cinco años, con un avance significativo de 8,3 puntos porcentuales en el último año. Hoy, el 45,5% de los hogares tiene acceso a la red, según la encuesta Multipropósito -TIC 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
No obstante, la brecha digital entre la población urbana y rural aún sigue siendo significativa. Mientras el 56,1% de los hogares urbanos tiene acceso al servicio, en el área rural solo el 21,6%.
Disminuir esa brecha continúa siendo una de las deudas del país, aún más en medio de una pandemia que exige estar conectados para cumplir con actividades laborales y educativas.
Recientemente, el Gobierno lanzó dos estrategias con enfoque en áreas rurales, urbano-marginales, fronterizas y amazónicas. Una de ellas es Internet de Barrio, que ofrece paquetes de Internet a bajo costo, que pueden ser recargados en tiendas de barrios y puntos de venta.
La otra estrategia es Conectamos Comunidades, en convenio con los Gobiernos Autónomos Descentralizados, para ofrecer soluciones de conexiones WiFi.
Para el vocero de Asetel es necesario un cambio de política pública, en el que se pase de un modelo recaudatorio hacia otro enfocado en el desarrollo tecnológico y cierre de la brecha digital. “Ecuador tiene las cargas fiscales y regulatorias específicas más altas de toda la región y el más bajo nivel de asignación de espectro debido a sus elevados costos”, detalló Cevallos.
Según un estudio de la GSMA del 2018, el pago recurrente por el uso del espectro representa el 6% de los ingresos de la industria.
El Gobierno reconoce que es necesario el cambio de política. Para ello se requiere, entre otras disposiciones, actualizar la normativa secundaria. La Ley de Telecomunicaciones fue expedida en 2015 y tuvo reformas en 2019, pero el actual Reglamento de Derechos por Concesión y Tarifas por uso de Frecuencias del Espectro Radioeléctrico es del 2003, con reforma del 2008.
El Mintel subraya que la actualización debe tomar en cuenta la expedición de la política pública para la administración y gestión del espectro, emitida por Acuerdo Ministerial este año y en la cual se determina que en el nuevo Reglamento se deberá atender la corrección de distorsiones a escala nacional y estandarización, según la realidad internacional. Al igual que debe considerar incentivos para fomentar la reducción de la brecha digital, el servicio y acceso universal y promoción de la competencia. Mientras eso sucede, la demanda de Internet sigue en aumento.

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