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  • El consumo será analítico, con más servicios y tecnología

    Redacción Quito

    El consumidor será más analítico. Priorizará la compra necesaria y confiará en que los precios no suban. Utilizará con frecuencia aplicaciones para hacer compras, así como transacciones bancarias electrónicas. Además recordará a las marcas y a las empresas que le acompañaron durante la emergencia sanitaria.

    Esos son algunos resultados de un estudio efectuado a finales de marzo por la ecuatoriana Advance Consultora y que dejan ver los cambios que se sentirán en el consumo de los ecuatorianos, luego de la crisis generada por el covid-19. “Será un consumidor que aún tendrá temor de salir a la calle por lo que se apoyará en la tecnología y en los servicios a domicilio”, dice Luis Pástor, representante de esta empresa de estudios de mercado.

    La investigación, que se efectuó con 12 grupos focales virtuales, detalla que el 62% de los consultados seguirá haciendo compras mediante plataformas digitales, pese a que durante la emergencia sanitaria los tiempos de espera se han extendido más de lo habitual. “Esto no le importará al comprador, que seguirá confiando en las ‘apps’”, añade Pástor.

    Otra tendencia en los hábitos de consumo será el ‘do it yourself’ o hacerlo uno mismo. Así un 52% seguirá cocinando en casa por ejemplo, aún después de la epidemia del covid-19. Los tutoriales que se encuentran en redes sociales serán una de las herramientas.
    El estudio añade que el 67% de las personas que estarán dentro de estos nuevos comportamientos tienen entre 40 y 55 años.

    Monitor Deloitte, una división española de la consultora empresarial Deloitte, también tiene algunas proyecciones respecto de los nuevos hábitos de consumo. Un estudio publicado el 27 de marzo en España señala que el nuevo consumidor, el del 2021, será más ahorrador y que los principales gastos estarán en alimentación, así como en ‘retail’ o compras al por menor. Además, los gastos serán menores en viajes y restaurantes.

    Esto ocurrirá porque luego de la emergencia sanitaria las personas perderán poder adquisitivo. El reporte añade que la reactivación será paulatina y empezará, al menos en España, a partir de junio, cuando actividades como restaurantes, hoteles y viajes empiecen a recobrar ritmo (ver gráfico). El sector alimentos se mantendrá como el menos afectado, añade el estudio titulado ‘Covid-19 – Impactos y Escenarios de recuperación en consumo y distribución’.

    Para Felipe Ramírez, chief Solution Officer para Latinoamérica de Kantar, otra firma de investigación de mercado, los cambios de hábitos de los consumidores son muy rápidos en la coyuntura del covid-19 y las empresas deben adecuarse a esas variaciones. “El reto para las firmas y sus marcas es entender muy bien a los públicos. Además, quedarse quieto no es una opción, porque los consumidores están esperando que las marcas cumplan un papel en medio de la crisis sanitaria mundial”.

    Así lo señaló Ramírez en el foro virtual ‘Covid-19 The New Normal’, el pasado 8 de abril.
    Allí se presentaron resultados de una investigación hecha por Kantar sobre cambios en el consumo en América Latina, donde se advierte una alta preocupación entre los consumidores. En Ecuador, por ejemplo, en marzo hubo un incremento de un 30% de compras en línea, cuando en América Latina la cifra estuvo en 26%. Además, según la encuesta de Kantar, se supo que un 70% de compradores ecuatorianos se fija hoy más en el precio.

    La emergencia sanitaria generada por el covid-19 traerá cambios importantes en la manera en que las personas comprarán bienes y servicios
    La emergencia sanitaria generada por el covid-19 traerá cambios importantes en la manera en que las personas comprarán bienes y servicios. Foto: Freepik.es
  • Bertha Romero: ‘El crédito, clave en la reactivación’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES. (I)

    Bertha Romero es especialista en análisis de datos de Aval detalla un estudio sobre la capacidad de resistencia de las empresas en medio de la emergencia sanitaria que atraviesa el Ecuador. Cree que la banca y posibles reformas tributarias ayudarán a las empresas.

    Aval y la Universidad de las Américas desarrollaron un estudio sobre la capacidad de resistencia de las empresas en medio de la emergencia sanitaria por el covid-19. ¿Cómo se trabajó la investigación?

    El estudio parte de otras investigaciones similares hechas a escala mundial, en las que se ha buscado identificar qué tanto resisten las empresas ante una parada imprevista de sus actividades. Allí se analiza su liquidez para poder cubrir los gastos operativos en medio de una crisis y cuando dejan de recibir ingresos. Dada la coyuntura de la emergencia sanitaria mundial, en la que se ve una parada en las actividades de las empresas, la intención es aterrizar a la realidad ecuatoriana.

    ¿Cuánto tiempo tomó elaborar el estudio?

    Fueron algunos días, cerca de una semana, hasta elaborar la metodología. Los datos ya los teníamos, provienen de la información financiera del 2018 que las empresas presentaron a la Superintendencia de Compañías. Con esto se aplicó la metodología y se trabajó con datos de 32 903 empresas.

    Uno de los datos analizados es la liquidez, que a la final es lo que brinda resistencia a las empresas. ¿Qué conclusiones se obtuvieron?

    Antes de llegar a la conclusión hay que mencionar algunos supuestos que se analizaron. Por ejemplo se asumió que las empresas dejan de generar ingresos y no perciben ventas. Mantienen su operación hasta el cierre, lo que significa que tienen egresos y los siguen cubriendo; entre los egresos están gastos operativos, gastos administrativos, sueldos. También se toman en cuenta cálculos de liquidez, ciclos de cobro. Otros supuestos son cuentas por cobrar directas y otras no tan líquidas. Hay ciclos de pago a proveedores, cuantas de efectivo y algo de inversiones temporales que se pueden traducir en liquidez inmediata, no al cien por ciento, pero sí en un 98%. Tomando en cuenta todo esto se identifica un indicador de liquidez de la empresa que lo tradujimos en días.

    ¿Y así se obtuvieron conclusiones?

    Primero se calcula un indicador de liquidez en función de los ingresos promedios del mes. Traduciéndole en días, se identifica que para la muestra tomada el 50% de las empresas pueden resistir hasta 37 días con sus reservas de liquidez y sin generar ingresos. Un 25% de compañías puede resistir más de 70 días. Además se pudo hacer un análisis según la actividad económica, con comportamientos diferentes y maneras distintas de manejar la liquidez.

    ¿Por ejemplo?

    Vimos que actividades como alojamiento y servicio de comidas pueden resistir menos días, con un promedio de 31 días. Los servicios administrativos pueden subsistir 32 días, la agricultura igual. Por otro lado están las actividades inmobiliarias con capacidad para resistir 61 días, seguros 47 días. Restaurantes y hoteles si se van a ver más afectados.

    ¿Estos datos que salen de la investigación en Ecuador son similares a los de otros países que también enfrentan la emergencia sanitaria?

    Sí. Si bien en Ecuador se modificó un poco la metodología, vemos que los resultados son bastante similares. JP Morgan, en EE.UU., ya hizo un estudio similar en el 2016, pero solo se tomaron en cuenta ingresos y salidas de las cuentas corrientes de empresas. Nosotros tuvimos acceso a estados financieros y analizamos un poco más las cuentas. A esto hay que sumar el contexto y la coyuntura del Ecuador, que muestran que las empresas del país sí son más frágiles y sin un incentivo fiscal y monetario va a ser mucho más difícil resistir.

    ¿Se puede decir que la situación económica en la que estaba el país antes de la emergencia fue un agravante?

    Sí, es peor aún. Todo el contexto por el que venía atravesando la economía del país agrava aún más la resistencia y la capacidad de sostener la operación con sus reservas de liquidez.

    ¿En la investigación se especificó que pasa con las pequeñas y medianas empresas, que son vitales en la generación de empleo y en dinamizar la economía?

    No se hizo una distinción por el tamaño de las empresas, pero considero que sin lugar a dudas, lo que son pymes y microempresas se verán mucho más impactadas. Son negocios que a la final tienen otro manejo de su liquidez, aguantan con lo justo para su ciclo de negocio que puede ser de un mes para hacer pagos. Pero para las pymes siempre resulta más difícil contar con reservas o fondos de largo plazo.

    Pensando ya en los próximos meses, en una reactivación de las actividades productivas, ¿qué perspectivas se pueden tener? ¿Cómo estará la resistencia de las empresas?

    Creo que cuando las empresas retomen sus actividades se verá realmente quién es más fuerte, quién puede resistir. Lastimosamente veo que habrá empresas que tendrán que cerrar sus operaciones. El impacto es grande, pero hay que ver herramientas y opciones y en este sentido muchas empresas van a respaldarse en el crédito como una fuente de reactivación económica. Por ese lado, el crédito va a ser una herramienta potente para incentivar a las empresas, el crédito va a ser un motor para continuar con las actividades productivas. En este proceso también se va a requerir incentivos de parte del gobierno para que las empresas puedan levantarse.

    A inicios de año, antes de la emergencia sanitaria, la banca privada hablaba de créditos para reactivar la economía. ¿Esa oferta se mantendrá dadas las condiciones actuales?

    La banca está analizando ciertos beneficios que han surgido en esta coyuntura, como por ejemplo el diferimiento de determinadas obligaciones. Eso es un incentivo para la banca y para quienes tienen créditos. La banca está haciendo su parte y hay que entender su negocio. Hay acciones que están ya beneficiando a empresas y a personas. Muchos se acogerán a refinanciamiento y otras opciones para aliviar el impacto. Estamos en un momento en que todos debemos apoyarnos.

    ¿Aparte del crédito de la banca usted ve otras alternativa para la reactivación?

    Es urgente revisar instrumentos fiscales y monetarios, de parte del Gobierno para salir de la crisis. No me quiero adelantar, pero si es de esperar beneficios tributarios, incentivos fiscales. No quiero hablar de algo que todavía no se ha dicho pero veo necesario contar con los instrumentos monetarios para aliviara la crisis que enfrenta el Ecuador.

    Bertha Romero tiene un masterado en Ciencias con mención en Gestión del Desarrollo en The London School of Economics and Political Science, Reino Unido.
    Bertha Romero tiene un masterado en Ciencias con mención en Gestión del Desarrollo en The London School of Economics and Political Science, Reino Unido. Foto: Cortesía
  • En crisis, no se olvide de comunicar

    Redacción Quito

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    Los momentos de incertidumbre social pueden llegar a repercutir en las organizaciones. Eso se está viviendo en la actualidad por la pandemia de covid19; el desconocimiento de las cosas aumenta la inseguridad, se crean rumores y aparecen falsos mensajes.

    En situaciones como esta, la comunicación resulta ser una herramienta muy efectiva para acompañar y acelerar la implementación de procesos y planes de acción urgentes en las firmas.

    La comunicación implica cultivar las relaciones institucionales, la publicidad, las relaciones públicas, la gestión de las redes sociales, la comunicación con los empleados, entre otros.

    Es importante recordar que la comunicación interna es una herramienta estratégica clave en las empresas, ya que a través del buen uso de la información corporativa se pueden transmitir correctamente las acciones que la organización tomará en las crisis.

    Para Carmen Sánchez, directora regional de Atrevia, es importante que las firmas sean proactivas. Esto permite tener el control de la situación y evitar generar inseguridades en los colaboradores.

    “Las compañías deben tener claros los objetivos para manejar bien la crisis: controlar y contener. Eso permitirá generar confianza en el personal y que este logre adaptarse a los cambios”, comenta.

    La comunicación bien administrada en una crisis puede incluso revertir la situación y construir la reputación de una empresa.

    Se puede diseñar un mensaje adaptado a las diferentes realidades internas. Entre las cualidades que debe tener este mensaje están: que sea informativo, simple y cercano.

    Para gestionar la comunicación de la crisis se debe considerar el establecer diálogos con los integrantes de la organización para conocer las diferentes opciones y analizar los mecanismos con los que se pueden tomar acciones estratégicas.

    Hoy, la comunicación en los equipos de trabajo de una compañía es fundamental, tomando en cuenta que gran cantidad de gente está en el teletrabajo.

    Oswaldo Paredes, gerente de HR&SS Consulting, explica que cuando las empresas realizan operaciones remotas, el mantenerse informados de todas las decisiones permitirá la continuidad de los procesos de la firma.

    “Hay que dar directrices claras, y dentro de eso está qué se va aprendiendo con el tiempo y con los cambios de las medidas que se van tomando”, expresa.

    Además, una empresa debe informar la agenda de trabajo que se tiene prevista para cada semana, cuáles son las previsiones, identificar los requerimientos qué se tiene de documentación, logística, economía, entre otros.

    Sánchez menciona que si una empresa tiene las posibilidades de laborar vía Internet, debe organizar bien a sus colaboradores y así tendrá mayor control en las actividades programadas.

    Por otro lado, si una institución no puede suspender sus operaciones, es importante que genere positivismo en el ambiente de trabajo, para que el personal se sienta motivado y siga productivo.

    Se debe dar tranquilidad al personal, indicarle las decisiones que se tomarán para que todo marche de la mejor forma.

    Paredes añade que los gerentes o líderes de grupos deben dar respuesta de todo a los empleados. La comunicación debe ser permanente a través de correos electrónicos o reuniones vía Internet.

    Roberto Estrada, socio Deloitte, señala que la falta de comunicación con el personal en una operación remota es como dejar “que se desbande todo”.

    “Hay formas de comunicarse de manera inmediata. Hemos sobreestimado la capacidad de las personas de trabajar en solitario. Subvaloramos eso. La comunicación hoy es fundamental”, manifiesta.

    En este sentido, tener una política de comunicación de crisis transparente y veraz es vital para cualquier organización.

    A través de ella se pueden compartir ideas, sentimientos, opiniones y pensamientos; y estos a su vez forman la imagen y cultura de la empresa.

    Después de una crisis, las compañías tendrán que hacer un plan para evaluar la gestión realizada. A su vez poner en marcha programas de reconstrucción o recuperación de clima laboral, normalizando los procesos de comunicación y buscando mejorías en las líneas de actuación por si existe una próxima eventualidad.

    Sobre el manejo de la información, Deloitte explica que es necesario formular planes de respuesta de emergencia en materia de seguridad de la misma y así garantizar la estabilidad de las operaciones. Deben existir protocolos para asegurar el funcionamiento de redes, sistemas y aplicaciones.

    Es fundamental proteger la privacidad personal y de los datos, tanto de clientes como de empleados. En el caso de los datos clínicos y médicos, se debe establecer un control de acceso.

    RR.HH. Es básico que los equipos de labor estén enterados de todas las decisiones que se toman al interior de una firma, más si esta se halla teletrabajando y en emergencia
    RR.HH. Es básico que los equipos de labor estén enterados de todas las decisiones que se toman al interior de una firma, más si esta se halla teletrabajando y en emergencia
  • Lechugas que crecen en el agua

    Patricia González

    redaccion@revitalideres.ec (I)

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    La relación de Alejandro Terneus con el campo proviene de su niñez, época en la que solía pasar los fines de semana y vacaciones en la hacienda de su padre en Perucho, población ubicada en el norte de Pichincha.

    En la plantación, su padre Andrés Terneus, comenzó a cultivar lechugas mediante hidroponía, un sistema en el que las raíces de las plantas se colocan en una solución acuosa, con nutrientes minerales, en lugar de tierra. El producto lo vendía a Corporación Favorita desde finales de los 90.

    Para entonces, Alejandro era un adolescente y fue aprendiendo sobre este método de cultivo. Al culminar el colegio, comenzó a estudiar agroindustria en la Universidad de Las Américas (UDLA), pero al poco tiempo dejó la carrera para dedicarse por completo a la agricultura.

    Su idea era seguir en el negocio de las lechugas, pero de manera independiente a su padre. Él le apoyó con un terreno de 2 500 metros cuadrados, en el que sembró sus primeras 3 360 plantas de lechuga en hidroponía. El capital para su primera plantación fue de USD 5 000, que solicitó como crédito a la Cooperativa Alianza Minas.

    Fue así como en 2005 fundó su empresa: La Comarca, que arrancó con una producción inicial de 280 lechugas a la semana. Luego de una primera negativa y mucha insistencia, le dieron la apertura para ingresar en las cadenas de supermercados de Corporación Favorita.

    En hidroponía, las raíces de las plantas están ubicadas dentro de una tubería (a 1,20 metros de separación del suelo), por donde circula agua con sales minerales –que contienen calcio, potasio y fósforo–. Terneus explica que una de las ventajas de este método es la capacidad del terreno, al poder colocar hasta 25 plantas por metro cuadrado, mientras que en un cultivo tradicional alcanza para nueve.

    Otro beneficio, añade, es que se pueden realizar hasta nueve cosechas por año, cinco más que en un cultivo de tierra. Gracias a la rotación de las cosechas en el terreno, La Comarca puede producir hasta 20 000 unidades de lechugas por día en 10 hectáreas, donde hoy tiene sembradas 1 millón de plantas. En 2015, la compañía se mudó a una hacienda en San José de Minas, en el norte de Pichincha, donde invirtió USD 2 millones.

    El 80% de la producción es lechuga crespa. Además, produce otras cuatro variedades: romana, roja, seda y salanova. Se venden con las marcas: La Comarca y La Campiña.
    La empresa agrícola trabaja con 10 proveedores nacionales. Uno de ellos es Agroveterinarios, que le provee de fungicidas, insecticidas y fertilizantes foliares, todos respaldados con certificaciones orgánicas internacionales, aclara Flavio Barreno, gerente técnico de Agroveterinarios. Añade que este tipo de productos fitosanitarios se utilizan de manera preventiva o curativa, en caso de existir algún problema de plagas u hongos.

    Terneus explica que cinco años después de haber ingresado a Corporación Favorita, logró vender su producto a Grupo El Rosado, que al momento es su principal cliente.

    Actualmente, tiene una cartera de 15 clientes, entre supermercados y cadenas de comida.
    En este último mercado entró en el 2015 con La Tablita del Tártaro. Elizabeth Santos, gerente de Producción de esta cadena señala que a la semana le compran entre 1 500 y 2000 kilos de lechuga. “El producto es de óptima calidad, valoran mucho la inocuidad alimentaria”.

    Comenta que se decidieron por este proveedor, luego de haber visitado sus plantaciones y corroborar que se manejan bajo “estrictos controles agrícolas y una tecnología avanzada” en cultivos hidropónicos.

    La Comarca también ha incursionado en la maquilación de marcas blancas. Primero, para El Rosado, y posteriormente con Corporación Favorita y Tía. “El 50% de la producción se destina a maquilación de marcas blancas”, señala Terneus.

    Para la entrega del producto a los supermercados tienen como proveedor de fundas plásticas individuales a Producempaque. El tipo de funda depende de la variedad de la lechuga. La firma les vende al mes cerca de 200 000 fundas, indica Fausto Jaramillo, propietario de este negocio.

    El crecimiento de la compañía, que en el 2019 facturó USD 1,6 millones, ha sido un desafío constante para Terneus. “Han sido 15 años de aprendizaje. Jugué a ser empresario y tener mi propio negocio. El autoeducarse es mucho más difícil que seguir una carrera. Para tener éxito hay que tener disciplina, orden, constancia y perseverancia. Me he caído varias veces, pero he encontrado una salida y he comenzado de nuevo”.

    En el 2010, la empresa quebró porque perdió por corto tiempo a su único proveedor (Corporación Favorita). “Empecé de cero. Ahí desperté y empecé a buscar más clientes. Demoré ocho meses en entrar a El Rosado. Era el proveedor más pequeño de lechuga y hoy soy el principal”.

    La reinvención también ha sido clave. Desde hace dos años tiene un proyecto de islas en 20 supermercados de Favorita, que simulan la cosecha en hidroponía, para que los clientes se lleven las lechugas lo más frescas.

    Más adelante comenzará a producir nuevos productos en hidroponía: acelgas, nabo chino, apio y albahaca. “Están por entrar a plantación, tengo 50 mil plantas por cada fruto”. El fin es también colocarlos en islas de hidroponía. También tiene planes de exportación. A finales de año, espera comenzar en Panamá y Chile.

    La Comarca produce al día 20 000 lechugas en una plantación de 10 hectáreas. A final de año, la firma tiene previsto importar.
    La Comarca produce al día 20 000 lechugas en una plantación de 10 hectáreas. A final de año, la firma tiene previsto importar. Foto: Cortesía La Comarca
  • Los planes de reestructuración son imperativos para las firmas

    Redacción Quito

    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    A tres semanas de haberse aplicado las medidas de distanciamiento social a causa de la emergencia sanitaria por covid-19, el negocio o empresa que no tenga un plan de reestructuración pospandemia está atrasado y podría enfrentar problemas. Así lo revelan consultoras y analistas.

    Según indicó el ministro de la Producción, Iván Ontaneda, el 70% del aparato productivo se ha paralizado y el 30% restante no ha operado al 100%. Los sectores prioritarios, como el de alimentación, salud, medicamentos, etc., han seguido trabajando para atender necesidades urgentes de la población.

    David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), calcula que entre las actividades más golpeadas por esto está la comercial. Se calculan pérdidas diarias de entre USD 100 millones y 120 millones en el país.

    Ante todo esto es clave que las firmas tengan un plan que incluya acciones para salir a flote y que determine cómo será, en adelante, la operación de las mismas.

    Andrés Cordero, docente de la maestría en Finanzas mención en Mercado de Valores y Banca de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA), explica que este plan debe tener cuatro puntos de enfoque: la estructura actual de la empresa, la estrategia que se aplicará, el riesgo corporativo y las finanzas.

    “Un punto crítico es definir qué tiempo podrán soportar sin ingresos. Además, se debe tomar en cuenta que luego del reinicio de actividades no se va a recuperar dicho capital al 100%. Es posible que en los tres primeros meses la proyección sea solo del 60% y para fin de año podría ser del total”.

    Una presentación de la firma de información empresarial Aval y UDLA calcula que el 75% de
    32 000 empresas nacionales resistirá menos de 70 días sin ventas; el 50%, menos de 37. Las que menos resistencia tienen son las de alojamiento y comidas, seguida por servicios administrativos, etc.

    Otro aspecto en el que deben pensar las compañías es que el virus no va a desaparecer de la noche a la mañana y el distanciamiento social, aunque en menor grado, seguirá existiendo. Eso implica, en el mundo, la necesidad de reinventarse ante la coyuntura.

    Cordero explica que el modelo con que el trabajaban las empresas hasta antes de la pandemia no puede sostenerse: “van a tener que cambiar su estructura”. Esto incluye adaptar nuevas tecnologías y hacer inversiones en ello porque así lo exigirá la operación; definir nuevas modalidades en las actividades de servicios: cines, restaurantes o sitios en los que antes había mucha gente tendrán que readaptar su infraestructura.

    Otros sectores deberán pensar en un cambio de giro de negocio o de oferta debido a que tras una conmoción social no son prioritarios. Uno de los que más podría impactarse el de la moda.
    Lauren Kressler, gerente General de la empresa de Investigación de Mercados Focus Research&Strategy, explica que esta es una situación inédita en la historia y que nunca se han hecho si quiera simulaciones dentro de las empresas, por lo que no existe un modelo de plan. Cada firma tendrá que desarrollar su propia estrategia para continuar.

    “Las compañías deben armar, al menos, dos o tres escenarios en los que se puedan ir modelando cuáles son las mejores decisiones. Esto para volver a operar con un poco de dinamismo”.

    La gestión debe empezar en el departamento que vaya a tener mayor impacto. Hay que prestar
    especial atención a las partes operativa, financiera y de personal.

    Dependiendo de las decisiones sobre periodos de distanciamiento y toques de queda deberá definirse, incluso, los turnos en los que deberá laborar el personal.

    Una vez que terminen las medidas, las firmas deberán definir si mantienen el teletrabajo,. Un estudio de Datus, Información y Opinión, muestra que al 15 de marzo, luego de aplicarse 1 491 encuestas en línea, 6,9% de los participantes tomó entre sus medidas teletrabajar. Para el 22 de marzo esa cifra creció al 27%.

    La Pasteurizadora Quito mantiene sus operaciones. En la imagen, un operario que labora en el turno nocturno.  Al pertenecer a un sector prioritario realiza sus actividades productivas
    La Pasteurizadora Quito mantiene sus operaciones. En la imagen, un operario que labora en el turno nocturno. Al pertenecer a un sector prioritario realiza sus actividades productivas. Foto: Cortesía Pasteurizadora Quito
  • Las dosis de liderazgo e inspiración que ayudan

    Foro Económico Mundial

    Enriquecer la mente, ampliar los horizontes, guiar a otras personas para obtener mejores resultados, así como añadir valores y congruencia a nuestras vidas, son acciones que impulsan el crecimiento y la mejora continua de cada individuo.

    Cuando escuchamos la palabra liderazgo, generalmente la asociamos a un conjunto de atributos que poseen ciertas personas, estos pueden ser virtudes, talentos o capacidades para sobresalir y dirigir o inspirar a otros, sin embargo no logramos percatarnos que el liderazgo implica mucho más, según la especialista Nancy Picazo Villaseñor.

    Liderazgo
    podemos entenderlo como el conjunto de habilidades que nos permiten dirigir e influir en el ser y en el hacer de un individuo para que realice su trabajo con entusiasmo y con calidad logrando las metas que se ha propuesto. Hay muchas otras definiciones de liderazgo, pero en este artículo queremos fundamentarnos en la convicción de que todos los individuos tenemos la capacidad de dirigir nuestra propia vida y si lo hacemos con una gran dosis de inspiración, talento y motivación, seguramente nuestros logros serán más y mejores.

    Todas las personas deberíamos saber que tenemos habilidades y actitudes en potencia, pero en muchas ocasiones no las liberamos, no las desarrollamos, no las aprovechamos, ¿por qué sucede esto? Una posible respuesta radica en nuestros rasgos de personalidad, en nuestro carácter, el cual en conjunto con nuestra educación y el contexto socio cultural que nos rodea, nos lleva a aprender convencionalismos, formas de ser y hacer que imitamos o reproducimos sin permitirnos la posibilidad de probar otras formas.

    La realidad es que sin importar cuáles son nuestras circunstancias, nuestra mayor limitación puede ser el espíritu dentro de nosotros mismos

    Todas las personas deberíamos saber que tenemos habilidades y actitudes en potencia.
    Todas las personas deberíamos saber que tenemos habilidades y actitudes en potencia. Foto: Freepik.es
  • María Cecilia Holguín: ‘Las madres sí pueden cumplir sus sueños profesionales’

    Carolina Enriquez

    redaccion@revistalideres.ec

    Luego de que María Cecilia Holguín volviera al trabajo, tras su periodo de maternidad, las cosas no pudieron seguir como antes. Así inició el camino para crear junto a su socia, Isabel Jácome, una empresa que impulsa el acceso al trabajo de mujeres madres.

    Esta profesional se graduó en marketing, comunicación organizacional y relaciones públicas en la Universidad San Francisco de Quito y tiene una maestría en periodismo de viajes y turismo en la Universidad Autónoma de Barcelona.

    Laboró en diferentes empresas en el área de marketing y turismo, en el sector privado y público. “Fui mamá, renuncié y fue ahí donde nació mi emprendimiento, que surgió de una necesidad propia. Siempre quise tener mi propio negocio, lo tenía pendiente”.

    Se trata de Lila, empresa que incentiva modalidades de flexibilidad laboral y medidas de conciliación familiar en compañías. La necesidad de que las madres sigan dentro del mercado laboral fue un impulso para su desarrollo.

    Negocio

    “La empresa está enfocada en el área de recursos humanos y ni mi socia ni yo éramos especialistas en eso. Nos tocó asesorarnos, tener mentores, hacer certificaciones, etc. Sin embargo, el sentido común y el sentir la problemática de ser madres y seguir trabajando a través de la flexibilidad nos ayudó mucho”.

    La actividad profesional

    “Nuestro objetivo como empresa es que más mujeres se incorporen en el mundo laboral con medidas más flexibles. Tenemos muchos roles que cumplir como madres, hermanas, profesionales, hijas, esposas, etc., y los cumplimos todos de la mejor manera. Sin embargo, creo que las empresas deben entender la realidad que vivimos. Podrían comprender y aplicar cosas mínimas como permitir a las madres entrar antes y salir antes, dar la libertad que se necesita. Eso nos podría ayudar a lograr un balance y sacar todo nuestro potencial.

    Como organización hicimos un estudio en el 2017 en el que hablábamos de la competencia de las mujeres, las madres y de los hombres. Allí se mostraba un comparativo que indicaba que las madres tenemos niveles más altos de compromiso, de enfoque de objetivos, liderazgo, orden, organización, etc.

    Hay la necesidad de como mujer seguir cumpliendo sueños a la par que se es madre. No es justo que luego de tener un hijo quede todo ahí. Hay que tratar que ambas cosas se cumplan.
    Eso se debe realizar con orden y organización. Sin embargo, existen algunos factores externos que hay que enfrentar: la modalidad tradicional de trabajo en las empresas, una falta de parentalidad y responsabilidad compartida, etc.

    Hay un tema de mentalidad en la cabeza de muchos jefes o gerentes que dicen que un determinado cargo debe ser solo para un hombre. Por otro lado, es importante que las mujeres nos hagamos ver, que contemos nuestros logros, decir aquí estamos. Es muy importante. Los hombres siempre lo hacen”.

    Empresas

    “Estamos trabajando con algunas compañías y ya tienen ese chip flexible. Ya están implementando teletrabajo, analizando los cargos para saber qué otras modalidades se pueden adaptar, etc. Falta mucho por analizar qué está detrás de cada trabajador, no solo de las mujeres o las madres.

    Hay que saber qué vidas hay detrás: si tienen un emprendimiento, si se hacen cargo de un adulto mayor, si tienen otra actividad luego del trabajo.

    Estamos incentivando que se vea eso a través de una certificación, que es de Empresas familiares responsables. Habla de lo importante de lograr un equilibrio entre lo familiar, lo personal y lo profesional. La idea es que haya calidad de vida.

    Si una empresa se enfoca en eso seguramente ese colaborador no se va a ir de la empresa, va a estar totalmente motivado, su compromiso será alto”.

    Colaboración

    “Lanzar un emprendimiento ha sido durísimo. Lila tiene un toque social. El objetivo fue tratar que más mamás no vivan lo mismo que nos tocó vivir.

    Tenemos registradas 6 000 madres en nuestra base de datos. No fuimos las únicas que vivimos eso. Debe haber muchas más que están en la misma situación. La mujer puede seguir cumpliendo sueños a la par que se es madre.

    Colocar a una madre en un trabajo y recibir una respuesta diciendo mil gracias genera un gran sentimiento. Sentimos que estamos aportando al país”.

    María Cecilia Holguín es cofundadora de Lila. Cuenta los desafíos que enfrentan las mujeres para equilibrar el trabajo con la maternidad.
    María Cecilia Holguín es cofundadora de Lila. Cuenta los desafíos que enfrentan las mujeres para equilibrar el trabajo con la maternidad. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Asesorar a empresas familiares es su gran pasión

    Patricia González

    redaccion@revistalideres.ec

    Sebastián López Proaño es un apasionado del fútbol, un deporte que ha practicado desde que tiene memoria. Formó parte de las divisiones menores de la Liga, jugó durante la época universitaria y actualmente como afición.

    Quiteño de nacimiento y el mayor de dos hermanos varones en una familia de clase media. Su padre, trabajador del sector público, y su madre, profesora de la Universidad Central del Ecuador por 35 años. Estudió en el Colegio Borja 2 Los Andes y, gracias al fútbol, a los 14 años ingresó al Colegio de Liga, con una beca del 75%, graduándose en la primera promoción de esta institución como bachiller en Sociales.

    “El Colegio de Liga (a diferencia del Borja) era mixto. El cambio fue difícil. No podía ni conversar con las chicas. Esto me ayudó a crecer”, cuenta este abogado experto en empresas familiares.

    No solo ha practicado fútbol. En octavo año de Básica participó en un sudamericano de básquet en Bolivia. Mide 1,85 metros.

    Al salir del colegio se fue por ocho meses a Nueva Jersey, Estados Unidos, a perfeccionar su inglés, en un preuniversitario de Idiomas. Estudiaba cuatro horas al día y trabajaba 12, como cajero en una cadena de donas. Fue su primer trabajo. Sebastián recuerda esa experiencia como uno de los hitos de su vida: “Me ayudó a madurar mucho y a entender el sacrificio que hacían mis padres”.

    Al volver ingresó a en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) para estudiar Derecho, materia que le costó entender en un comienzo, pero de la cual se terminó enamorando.

    Realizó ‘chasquis judiciales’ -como se denomina a las pasantías en la jerga judicial- en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (actual Servicio Nacional de Derechos Intelectuales), en el Servicio de Rentas Internas y en algunos estudios jurídicos.

    A poco de graduado se fue a Argentina a estudiar una maestría en Asesoría Jurídica de Empresas en la Universidad de Buenos Aires, por dos años. Aunque no se equivocó en su elección, hoy considera que es importante tomar experiencia antes de embarcarse en estudiar un postgrado.

    Retornó al país e ingresó a trabajar al Banco Pichincha, donde lideró el área de cobranza de la región norte del país. Luego pasó a la Superintendencia de Bancos y Seguros que le permitió aprender sobre legislación bancaria.

    A mediados del 2012 comenzó a trabajar para Banco Internacional, como asesor jurídico, conectándose desde el área legal con los distintos departamentos del banco. “Fue un salto importante que me permitió perfilarme. Fue una de mis escuelas; me ayudó a entender el sector financiero y vincularme a los lineamientos corporativos”.

    En esa experiencia de dos años, uno de sus logros fue la creación de la Secretaría del Banco, desde la cual se digitalizaron y agilizaron las respuestas a los diferentes documentos que recibía la entidad.

    Francisco Maldonado, abogado de Banco Internacional y amigo, destaca su excelente criterio jurídico y perfil ético. Enrique Beltrán, expresidente de la entidad financiera y actual socio, resalta su alta capacidad de relacionamiento y un nivel profesional por encima del promedio.

    “Sebastián es una persona íntegra, de convicciones morales fuertes; alguien en quien confío plenamente”, comenta su amigo Francisco Méndez.

    Sebastián tuvo una segunda escuela y fue ACE Seguros, donde era el abogado de la filial de la multinacional en Ecuador. El desafío más importante fue acompañar a la firma en la adquisición internacional de Chubb, lo que implicó un cambio de marca y de cultura organizacional.

    A pesar de que se sentía feliz con su trabajo, luego de casi tres años decidió dar un paso al costado para probarse a sí mismo en el libre ejercicio, como asesor de empresas. El expresidente del Banco Internacional le invitó a ser socio estratégico de la consultora EBM & Asociados, de la que hoy es socio. La firma se especializa en asesorar a empresas familiares, bajo el sistema de gobierno corporativo. “Con EBM entendí cuál es mi pasión. Es mi trabajo perfecto”, comenta Sebastián, quien disfruta cocinar en sus tiempos libres.

    El abogado corporativo también emprendió hace tres años con un proyecto de matriculación y asesoría vehicular, junto con dos socios, que se denomina Full Time. Además, está conformando un estudio jurídico.

    Considera que su esposa Carolina Andrade ha sido una “bendición” y un apoyo fundamental en el proceso de dejar de ser un trabajador bajo relación de dependencia para convertirse en empresario.

    Sebastián López es un especialista en derecho corporativo, con experiencia en los sectores de banca y seguros
    Sebastián López es un especialista en derecho corporativo, con experiencia en los sectores de banca y seguros. Foto: Cortesía
  • Bonos verdes mejoran la reputación de empresas

    Redacción Quito

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    Las finanzas sostenibles van ganando espacio en América Latina. Uno de sus instrumentos son los bonos verdes, tendencia a la que se sumó recientemente Ecuador con la primera emisión de este tipo en el mercado bursátil.  

    La Bolsa de Valores de Quito define a los bonos verdes como un instrumento de deuda de renta fija negociado en el mercado de valores, con dos particularidades: Los recursos deben estar destinados a actividades que contribuyan a la mitigación o adaptación al cambio climático y el destino de los mismos y su uso debe ser verificado por un tercer actor autorizado.

    Las emisiones de estos papeles, detalla la entidad en su Guía de bonos verdes y sociales para Ecuador, deben regirse por los Principios de Bonos Verdes, diseñados por el International Capital Markets Association (ICMA).

    Los recursos pueden destinarse a proyectos sobre energía renovable, transporte limpio, agricultura, manejo de desechos y aguas residuales, TICs, entre otras áreas con impacto en la sociedad.

    La primera emisión de bonos verdes en el país la realizó Banco Pichincha el pasado diciembre, por USD 150 millones. Los inversores fueron BID Invest (miembro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo), Corporación Financiera Internacional y Proparco (Institución financiera de la Agencia Francesa de Desarrollo).

    Los fondos se destinaron a los Biocréditos que la entidad otorga para proyectos con beneficios ambientales medibles. “Con la emisión del bono verde se estima que en cinco años el banco llegue a desembolsar créditos verdes por un monto total aproximado de USD 600 millones”, señala Gema Sacristán, directora general de Negocios del BID Invest, entidad que brindó asistencia técnica en la estructuración del bono.

    Sacristán explica que la rentabilidad de estos instrumentos financieros se mide, al igual que en otros bonos, con base en el nivel de riesgo. El papel emitido por el Banco Pichincha tiene un plazo de cinco años y una tasa de rendimiento del 3,9%.

    “Lo interesante es que es una inversión que garantiza el uso de fondos y por ende ofrece beneficios ambientales medibles, lo cual genera rentabilidad medioambiental e impacto en el desarrollo. Esto a su vez genera confianza a los inversores y al mercado”, añade la vocera de BID Invest.

    ¿Cuál es el valor agregado para una empresa emisora de bonos verdes?

    Mónica Torresano  Melo, profesora IDE Business School y presidenta de SostenIR – Fábrica de la Sostenibilidad, señala algunos beneficios: Contribuir al desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático, mejorar la reputación de la organización, generar fuentes novedosas de financiamiento, contar con inversores y socios con visiones compartidas, y fortalecer la cultura de la organización en temas de sostenibilidad.

    Los bonos verdes forman parte de los llamados bonos temáticos, que incluyen también sociales y sostenibles. La directora de Negocios del BID Invest adelantó que para este año esperan apoyar en la estructuración e inversión en un bono social de género y otro bono social de inclusión financiera con dos actores del sector financiero del país. El organismo ha invertido en 10 bonos temáticos en América Latina y el Caribe, por un valor de USD 800 millones.

    La primera emisión de bonos verdes en el país la realizó Banco Pichincha el pasado diciembre, por USD 150 millones. Foto: Cortesía
    La primera emisión de bonos verdes en el país la realizó Banco Pichincha el pasado diciembre, por USD 150 millones. Foto: Cortesía
  • ‘En Ecuador hay buenos ejemplos de sostenibilidad’

    Redacción Cuenca

    (I)

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    María José Ayala es Ingeniera Ambiental por la Universidad San Francisco de Quito. Tiene una maestría en Ciencias, Tecnología Ambiental por el Imperial College London. Además, una licenciatura en Ciencias Naturales que obtuvo en Saint Anselm College de Estados Unidos.

    Es oficial de Innovación y Sostenibilidad de la Universidad San Francisco de Quito. Antes laboró en la minera LundinGold, Municipio de Quito, Hidro Equinoccio, Ministerio del Ambiente, entre otras entitidades o empresas.

    ¿Cuáles son las nuevas tendencias globales sobre la sostenibilidad?

    Mirar a la sostenibilidad como un valor agregado que debe estar incorporado en la propuesta de las empresas. Mirarla como una herramienta para acceso a nuevos mercados, consumidores, innovación y resiliencia. Otra tendencia es usar herramientas como los reportes de sostenibilidad para transparentar prácticas y gestión. Además, el consumo responsable, cómo se diseñan productos y servicios más sostenibles y el poder que tienen los consumidores a través de sus decisiones de compra para generar una demanda en productos y servicios.

    ¿Cómo estas nuevas tendencias logran una sostenibilidad entre una empresa, la sociedad y el ambiente?

    Son efectivas porque la sostenibilidad pasa de ser un elemento ajeno a las operaciones de las empresas, las instituciones y la sociedad a ser un eje transversal que materializa el llamado “ganar-ganar”. Otra sinergia se da en relación con el ahorro financiero con la implementación de estrategias efectivas de sostenibilidad. Los recursos naturales cada vez son más escasos, intermitentes o costosos, lo que hace que las estrategias de sostenibilidad se traduzcan en mejoras en eficiencia en las operaciones de una industria e incluso de ciudades, llegando a la triple línea de base: beneficio social, ambiental y económico.

    ¿Cuáles son los países más avanzados en este ámbito?

    La Unión Europea e Inglaterra tienen legislación y mercados innovadores en el área. Estos países tienen un balance interesante entre legislación que impulsa la sostenibilidad a través de una mezcla de incentivos y tasas/multas. Los sistemas judiciales toman casos interesantes de cómo aplicar estas normas en la gestión de ciudades, desde decisiones como la del aeropuerto de Heathrow en Londres, en el cual la construcción de una pista adicional fue prevenida por elementos de cambio climático y emisiones. Al mismo tiempo tienen mercados interesantes para impulsar energías alternativas, gestión de residuos, economía circular y en general el desarrollo de productos y servicios sostenibles.

    ¿Qué avances se ha logrado en Ecuador?

    Sin duda ha tenido avances, se ve el efecto de muchas multinacionales que ya cuentan con estrategias y que requieren que sus filiales en el país implementen estas estrategias. Hay ejemplos interesantes de empresas y gremios industriales que están incorporando la sostenibilidad en sus gobiernos corporativos, en campañas de gestión y en comunicación con los clientes. La Asamblea aprobó la Ley de Emprendimiento e Innovación que reconoce a las Sociedades BIC (Beneficio e Interés Colectivo), una legislación que promueve crear empresas que desde su concepción tengan incorporado el chip de sostenibilidad en sus estatutos. El movimiento de empresas B ha crecido en Ecuador con firmas reconocidas por sus prácticas de sostenibilidad en el mercado nacional e internacional, y más empresas y gremios se suman a esta iniciativa con un compromiso por mejorar su desempeño en sostenibilidad.

    La oficial de Innovación y Sostenibilidad de la U. San Francisco de Quito da su opinión. Foto: Cortesía María José Ayala
    La oficial de Innovación y Sostenibilidad de la U. San Francisco de Quito da su opinión. Foto: Cortesía María José Ayala