Cada día cientos de personas acuden a citas de trabajo con el objetivo de ser parte de una empresa o institución donde puedan desarrollar sus aptitudes y capacidades.
En Ecuador, la tasa de desempleo se ha mantenido entre el 4% y 5% en el último lustro y el subempleo pasó del 14% en el 2015 al 19,9% el año pasado, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Las personas que buscan empleo se enfrentan a un reto que es destacar entre otros postulantes y lograr conseguir el trabajo.
María Cristina Crespo, profesora de la cátedra de Psicología de la Universidad San Francisco de Quito, señala que es necesario acudir a la entrevista de trabajo con un conocimiento previo de la empresa, saber las características del cargo al que se postula, decir la verdad y cuidar la presentación personal.
Por otro lado, Sergio Vera director comercial de multitrabajos.com explica que se debe demostrar que es la persona indicada para el puesto. Conocer las capacidades para realizar el trabajo, pero siempre estar dispuesto a mejorar y aprender y no demostrar arrogancia.
Los especialistas coinciden en la necesidad de acudir a la cita laboral con ropa adecuada, no exageradamente elegante, pero sí que de una imagen profesional. Las personas deben vestir de acuerdo al trabajo que aspiran conseguir, indica Crespo. Los principales puntos que debe tomar en cuenta son:
–Conocer la empresa (buscar información en internet) –Saber el perfil del puesto al que aplica –Llevar una hoja de vida –Acudir con puntualidad –Vestir de forma adecuada –Responder con la verdad –Estar listo para responder preguntas poco frecuentes –Estar al tanto cual es la remuneración en ese cargo por si acaso le preguntan su aspiración salarial –Las mujeres usar maquillaje natural y ropa no demasiado apretada –No hablar más de jefes o empresas donde anteriormente laboro
Los especialistas coinciden en la necesidad de acudir a la cita laboral con ropa adecuada, no exageradamente elegante, pero sí que de una imagen profesional. Foto: Flickr
Roberto Estrada es el socio de Deloitte Consulting y catedrático analiza los procesos de fijación del salario básico unificado en el país. Considera que es necesario tener en cuenta la situación de la empresa, la eficiencia del equipo de trabajo y la coyuntura económica.
Cada diciembre se da la discusión sobre el incremento salarial del año que está por empezar. Hay posiciones encontradas entre empresa, trabajadores y autoridades. ¿Por qué ocurre esto? Esto se origina porque cada una de las partes tiene una visión parcial de la problemática. Hay tres factores para que una empresa eleve el salario. El más importante es el resultado que la compañía ha tenido en un período determinado: una empresa rentable, que crece, sin duda puede destinar una parte de sus ingresos para un incremento salarial. Otro elemento fundamental es la inflación y el poder adquisitivo de las personas. El tercer parámetro es el desempeño de los colaboradores, que puede ser excelente, regular o insuficiente. Hay que combinar estos tres factores para determinar el indicador sobre el cual se van a revisar los salarios.
¿Cuál sería la visión parcial?
Me refiero a que, por un lado, los trabajadores proponen una cifra sin considerar si la empresa, el mercado o la economía del país están creciendo. No lo analizan en profundidad y por eso piden elevaciones que no tienen lógica dentro del momento económico del Ecuador. ¿Qué preferimos: subir salarios y crear más inestabilidad o promover el empleo?
¿Los trabajadores deben tener mayor conciencia de la situación económica? Así es. Las cifras y los datos de la economía cada vez están a mayor disposición de las personas. No hay mucho que ocultar o no conocer sobre el tema. En los últimos años vemos que hay una curva descendente marcada en la elevación salarial. Los primeros años de este gobierno el incremento al salario básico fue muy importante y se lo mencionaba como un logro. Pero desde hace tres años vemos una caída en el aumento. Para el 2016, por ejemplo, el incremento fue de algo más del 3%, cuando antes era mayor. Eso se da porque las autoridades reconocen que las condiciones económicas son distintas a las de hace cuatro o cinco años. Hemos llegado a un punto en el que no pueden crecer los salarios si el tamaño de la economía no se desarrolla en igual proporción. El año pasado el PIB creció 0,5% y este año se calcula un decrecimiento de un -2%.
El país registra inflación negativa en los últimos meses. ¿Qué efectos se pueden esperar en los salarios del próximo año? Esto ha sido algo no esperado. Aparentemente la inflación cerraría este año cerca del 1%. Esto nos lleva a preguntarnos cómo incrementar salarios en proporciones muy distantes de una inflación del 1%. Las empresas están siendo muy analíticas para ver si van a hacer incrementos en qué porcentajes y a quiénes elevar. Hay colaboradores que contribuyen de manera más significativa que otros. En esa situación se tiene que ser selectivos porque existe una fuerza laboral que va a contribuir con el negocio, mientras que otros no tienen ese mismo impacto en una organización. Esta nueva realidad obliga a las compañías a ser extremadamente cuidadosas porque el incremento que determine el gobierno ya no lo pueden modificar.
¿Se sabe cuántos trabajadores del país reciben el salario básico unificado (SBU)? Un estudio hecho entre 300 empresas señala que en ese grupo, la proporción de personas que ganan el SBU es baja. Esas 300 empresas agrupan a cerca de 100 000 personas. Es una muestra que permite tener un parámetro de que las empresas líderes pagan más allá del salario básico. Este salario está dirigido a personas que trabajan en pymes, negocios en desarrollo o con mano de obra no calificada. Para estas empresas el asunto salarial es un esfuerzo importante.
Usted también sugiere analizar cómo le fue a una empresa en el año. A una compañía con resultados que arrojan un estancamiento o un decrecimiento se le va a hacer muy complicado hacer una revisión de salarios. Ningún accionista está dispuesto a arriesgar para que su resultado neto vaya cayendo. Si le obligan a elevar salarios, pero la empresa no creció en ventas y se afectó la utilidad por gastos de personal la vía para alcanzar el equilibrio es reducir personal. Alguien puede decir que hay otras opciones como optimización de procesos o inversión en tecnología. Se puede hacer eso, pero los resultados no son inmediatos, y menos con una perspectiva de un año 2017 que parece no ser tan distinta a la del 2016. En este momento los representantes de trabajadores en especial deben proteger el empleo.
¿Privilegiar el empleo ante un escenario económico aún complicado? Un estudio que hicimos señala que la tercera parte de las empresas del sector privado tuvo esa política cuando empezaba este año. Anunciaron que no se iba a elevar los salarios, pero que harían el esfuerzo para mantener la estabilidad laboral. Un colaborador con visión prefiere tener un empleo e ingreso fijo, en lugar de arriesgar eso por un incremento de 3%.
¿En este tema cuánto pesa la eficiencia del trabajador? Cada vez las empresas trabajan más en modelos de evaluación para establecer el segmento del equipo que tiene un desempeño superior, a medias y quienes no llegan a los niveles esperados. Si hablamos de un momento económico difícil, la empresa no puede darse el lujo de mantener personas, que por alguna razón, no cumplen los objetivos. Para eso hay indicadores de gestión para establecer quién es necesario y quién no lo es. Esto es muy estructurado y las compañías saben que es necesario.
Esos conceptos chocan con lo que piensan los sindicatos o asociaciones de empleados Seguro que sí, pero en el fondo hay que reconocer que así se premia y distingue a las personas que dan su mejor esfuerzo. De lo contrario se desincentiva al equipo; si al final del día todos reciben lo mismo, qué incentivo tiene un colaborador que va más allá de las metas y objetivos. Son conceptos que tienen que cambiar, son modelos que debemos desarrollar como país para que las empresas crezcan, se internacionalicen.
Deloitte proyectaba un incremento salarial de 2,9% para el próximo año. ¿Se mantiene esa proyección? El estudio se hizo sin contar con la inflación de noviembre (NDLR: ese mes la inflación fue de -0,15%). Es muy probable que el año termine con una inflación de un 1%. Si nos acogemos a la tendencia de los dos años anteriores, en los que el gobierno fijó incrementos cercanos a la inflación, no debería ser distinto para el 2017, dada la situación económica. El básico pasaría de 366 a unos 370 o 371 dólares. Ir más allá de eso sería complicado y la repercusión se vería en dos o tres meses con una tasa de desempleo incrementándose.
¿En este panorama cómo encarar el 2017? Algunas empresas han fomentado planes de comunicación haciéndoles saber a los empleados de manera transparente cómo va el negocio, incentivando y reconociendo las nuevas ideas y explicando las decisiones tomadas.
Roberto Estrada es el socio de Deloitte Consulting. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
Santiago León, ministro de Industrias, habla sobre la nueva política industrial y las inversiones extranjeras que se esperan atraer hasta el 2025. También analiza las inversiones en la actual coyuntura económica y los resultados del país en el índice de competitividad.
El Gobierno presentó la nueva política industrial hace algo más de un mes ¿Qué tan factible o qué tan complicado será lograr los objetivos planteados?
Este tipo de políticas hacia la industrialización son complejas. Es un proceso que necesita la colaboración de todos, tanto del sector público como del privado. El sector público tiene que generar la condiciones y el privado aprovecharlas, pero a pesar de ser un tema complejo, las metas son alcanzables. En este mes hemos tenido reuniones y eventos, pensando no solo en grandes industrias de Quito y Guayaquil sino de todo el territorio. Además tuvimos reuniones no solo con el sector empresarial, sino también con bancos multilaterales.
¿Cuándo y para qué fueron estas reuniones?
El 12 y 13 de septiembre. Allí expusimos la política industrial y sus metas; recordemos que uno de los grandes ejes de acción es atraer 13 600 millones de dólares hasta el 2025. Hay proyectos, potencialidades y oportunidades, pero estos proyectos requieren grandes financiamientos como, por ejemplo, en acero plano donde se necesita una inversión de 500 millones. Además organismos multilaterales presentaron productos financieros para ayudar a este proceso. Tras esas reuniones hubo sugerencias y la CAF, por ejemplo, nos comentó de proyectos similares en España. Así se abren oportunidades.
¿Qué otras reacciones se han dado de parte de los organismos multilaterales ante la nueva política industrial?
En general manifestaron que están dispuestos a financiar con tasas convenientes. De su lado empresarios contaron experiencias; así se va construyendo un entorno favorable para las inversiones.
¿Entonces las inversiones son alcanzables a pesar de la contracción económica?
Por supuesto. A pesar de la situación económica complicada, de la que estamos plenamente conscientes, hemos logrado concretar inversiones interesantes. Un ejemplo es la Ley de alianzas público-privadas, con la cual en estos meses de vigencia se han concretado tres proyectos grandes: el puerto de aguas profundas de Posorja con 1 200 millones, el de Puerto Bolívar con 750 millones y la carretera Río Siete Huaquillas con 665 millones. Y vienen más proyectos en camino como el Puerto de Manta, con un retraso que ya se está corrigiendo, o la vía Santo Domingo-Quevedo-Jujan. Además están los contratos de inversión firmados en varios sectores. Y como gobierno tenemos que hacer nuestra parte, por eso el 14 y 16 de septiembre estuvimos en Chicago y Washington en foros de inversiones y vimos que hay interesados; está por venir una misión de EE.UU. en noviembre. Allá dicen que el país ofrece oportunidades en agroindustria, turismo, minería y energía.
Usted habla de la infraestructura. ¿Pero qué se puede esperar en el desarrollo industrial como tal con las inversiones que señala?
Allí está el reto, en ser capaces de atraer los 13 600 millones de dólares, que nos hemos puesto como meta. Agroindustria es un alto generador de empleo, tiene alto componente nacional, es un sector desde donde se empuja fuertemente la economía del país. Somos muy competitivos en cacao, estamos mejorando en café o en maíz. Tenemos una gran cantidad de productos interesantes y biodiversidad.
¿Entonces ese sector es la gran apuesta?
La gran apuesta en el corto plazo es la agroindustria, definitivamente. Es un sector que nos puede ayudar con generación de empleo inmediato, mayor valor agregado. Basta ver un supermercado hoy en día en donde el 95% de los productos son ecuatorianos, con calidad e innovación. Hay bebidas de guayusa, de soya o de horchata con alto valor agregado y que pueden competir a nivel mundial. Allí existe mucha investigación.
Muchos de esos productos que menciona son resultado del esfuerzo privado y de investigación con universidades. ¿Cómo aporta el sector público?
Justamente generando condiciones y ambiente. Los emprendimientos se basan en investigación y eso se mejora, por ejemplo, con laboratorios para investigar. Allí hemos aportado con equipos en Azuay, Loja o Tungurahua. Una gran empresa puede invertir en su propio laboratorio, pero un pequeño emprendedor difícilmente puede, pero ahora va a tener un laboratorio. Además el Estado trabaja en reducir tramitología para que los emprendedores puedan desarrollar productos con orientación exportadora, que es donde veo una enorme oportunidad.
En este proceso la inversión es clave. ¿Qué tan factible es que el sector privado invierta en el actual momento de la economía?
Estamos en una situación compleja, algunas empresas sienten la falta de liquidez y eso limita la inversión, pero allí vienen las sociedades estratégicas. No necesariamente toda la inversión tiene que venir del mismo país. En los contratos de inversión firmados, por ejemplo, el 80% es capital extranjero, esto es positivo por ser dinero fresco y porque con inversión extranjera vienen conocimientos y tecnologías. No tenemos por qué asustarnos de la inversión extranjera. Por otro lado hay empresas nacionales con liquidez suficiente, esto se ve si comparamos las utilidades: hace 10 años estaban en un promedio de 2 600 millones y el año anterior fueron por 9 000 millones. Allí nos damos cuenta de que existen recursos en la economía. Además hay varios miles de millones en el exterior, por eso insisto en que el desarrollo se va a lograr entre el sector público y privado.
La semana pasada se presentó el reporte global de competitividad en el que Ecuador cayó 15 puestos. ¿Qué lectura se puede dar a ese resultado?
El índice tiene 12 pilares y la caída principal del país está en tres pilares: uno es el desarrollo de mercado financiero, pero allí yo pregunto a quién le corresponde el desarrollo financiero ¿al Gobierno o a la banca? También caemos en innovación y al respecto el mismo sector empresarial reconoce que no ha invertido lo suficiente. Y el tercer pilar en el que caemos es eficiencia del mercado laboral, que se basa en qué tan rápido se puede contratar o despedir personal. Es un índice de percepción, pero lo tomamos en cuenta para tomar decisiones.
La banca y el sector productivo alegan que hay regulaciones que les han afectado.
En eficiencia laboral mañana puedo pasar una ley para despedir gente y así mejoro la eficiencia laboral del reporte, pero eso no es lo que quiero para el Ecuador. En el sector financiero, por su parte, habría que ver qué pasa, a lo mejor hay algo que el Gobierno no ha cumplido, pero hay una corresponsabilidad. A la banca le ha ido bien y no puede ser que un mercado no se desarrolle porque el Gobierno no hace algo. Hoja de vida Formación. Tiene un título de economista en la Escuela Politécnica del Litoral, un Máster en Administración Pública y un MBA de la Universidad de Nueva Orleans, en Estados Unidos.
Además cursó el programa de Gobernanza y Liderazgo Político en el IDE Business School. Cargos en el gobierno. Fue director del Servicio Nacional de Aduana, ministro Coordinador de la Producción y desde julio de este año está al frente del Ministerio de Industrias y Productividad.
Docencia. Fue profesor de la Universidad Santa María, en la Escuela de Negocios Universidad del Pacífico, en la Espol.
Santiago León, ministro de Industrias. Foto: Cortesía Mipro
Sebastián Salinas, cofundador de Balloon Chile, un proyecto que busca fomentar y desarrollar el emprendimiento en comunidades a través del traspaso de herramientas y metodologías de innovación, explica los alcances y beneficios del programa.
¿Qué significa ser un emprendedor social? Es -ojalá- poder vivir de algo que tú harías gratis. Poder vivir realmente de tu pasión. Hacer algo que realmente te dé sentido y que no sea trabajar para alguien que ya tiene prácticamente todo, sino trabajar para mejorar el mundo. Los emprendedores sociales son muy poco indiferentes. Vemos todas las catástrofes que suceden y no podemos andar por el mundo diciendo no me compete. El emprendedor social se quiere hacer cargo de una parte del problema.
¿Cómo nació su proyecto?
En el 2011 tuve la oportunidad de ir a África. Conocí a unos ingleses por un blog de negocios, quienes tenían un orfanato en Kenia y daban soluciones asistencialistas. Yo les conté que había trabajado con comunidades indígenas en Chile -con los mapuches- y me dijeron cómo lo hiciste. Me invitaron: “queremos que vengas a generar trabajo en Kenia”. Yo me fui a trabajar con 100 jóvenes keniatas en el desarrollo de negocios. Antes ya había hecho voluntariado, había trabajado fabricando casas con techo, pero nunca había visto un impacto tan grande de desarrollar negocios con los emprendedores. Hicimos un experimento: pusimos USD 500 en el mejor proyecto y a los ocho meses el proyecto estaba dando trabajo. Eso me cambió la vida, hubo un impacto social muy fuerte y dije ¿por qué no vendemos esto? ¿Por qué no vendemos la experiencia de generar líderes sociales a través del desarrollo de negocios en una comunidad? Que los jóvenes paguen para vivir esta experiencia que yo viví .
¿Cómo tomaron en Chile su propuesta? Un país más pragmático en temas de negocios.
Uno nunca es profeta en su propia tierra. Al volver de Kenia pensé que el proyecto iba a funcionar muy bien porque Chile tiene un ecosistema de emprendimiento muy robusto. Durante dos años postulé para 14 fondos públicos y privados y las 14 veces me dijeron que no. Nadie te va a pagar por trabajar, por hacer voluntariado. Tu idea no sirve. Corfo -que es la institución más importante- me mandó una carta diciendo que mi propuesta no era rentable. Ahora somos caso de éxito de Corfo. En principio no hubo apoyo en Chile por un tema cultural.
¿Qué casos emblemáticos se han desarrollado a través de Balloon?
La última iniciativa que ganó es de una señora que habitaba una vivienda social, donde las casas en su mayoría usaban bolsas de basura para cubrirse de la lluvia. Ella se dio cuenta de que las carpas para camión podrían funcionar para la vivienda social. Hicimos dos viviendas y las cubrimos con estas lonas y no se mojaban. Con USD 65 podíamos cubrir toda una vivienda social. Es un proyecto de alto impacto social. Otro caso: Jonathan Maturana, un orfebre, creó una joyería para hombres. Como el hombre no sabe comprar joyas, que casi siempre son regalos para sus esposas, creó productos para diferentes ocasiones.
¿Con cuántos emprendedores han trabajado?
Hemos trabajado con 1 650 emprendedores a lo largo de Latinoamérica. Alrededor de 1 200 son de Chile, los otros son de México, Argentina y Venezuela. ¿Han pensado trabajar en Ecuador?
Hemos tenido una serie de reuniones para ver si podemos hacer el programa Balloon en las comunidades de la Costa, por el tema del terremoto del 16 de abril pasado. Ahora estamos viendo el financiamiento y el entorno social y logístico.
¿Cuáles son las necesidades más comunes en las comunidades de la región?
Primero las comunidades no tienen a quién vender sus productos y nosotros tenemos proyectos que le dan esa salida. Segundo, la diferenciación, vamos a una comunidad y todos venden exactamente lo mismo. En temas de turismo, hay comunidades que no están preparadas para las normas de turismo comunitario. No saben calcular costos; cuando ellos calculan los precios pueden ser muy baratos y generan pérdidas, etc.
¿Cómo conseguir que las empresas y autoridades apoyen a las iniciativas sociales en un entorno donde prima la rentabilidad?
Nosotros cuando valorizamos un emprendimiento o una empresa lo hacemos por el ahorro fiscal. Por cuánta plata le ahorramos al Estado por trabajar con cada uno de los emprendedores. Si tú les muestras números concretos de ahorro apuestan por la idea. Esa es una tendencia muy fuerte, los bonos de impacto social. Nuestro trabajo siempre es público-privado: la empresa con los gobiernos regionales.
¿La empresa privada busca involucrarse con estos proyectos como parte de su plan de responsabilidad social empresarial (RSE)?
Ahora la RSE es casi una licencia para operar. Es cómo yo pago esto para que las comunidades no me molesten mientras yo sigo extrayendo los minerales. No hacemos eso. Hablamos de la RSI: una responsabilidad social de impacto, que es que las empresas se involucran directamente con las comunidades y más que nada queremos que sean empresas responsables.
¿Cuál es la importancia de la innovación social en el actual contexto regional?
Nos estamos dando cuenta de que la fuerza del mercado sí permite resolver los problemas sociales o medioambientales. Nos estamos dando cuenta que sí se puede ganar dinero y vivir bien, pero teniendo un impacto social muy importante. Así nacen estas nuevas formas de hacer negocios que son las empresas b, que son empresas sustentables en sí mismo, pero las utilidades están por debajo de los impactos sociales o medioambientales. A través de la fuerza del mercado tu puedes hacer un cambio real, no solo a nivel local sino mundial.
¿A quién le ha costado más entender sobre emprendimiento social?
Yo creo que la empresa. El gobierno lo entiende más. Cuando tú le muestras un programa que funciona lo entiende. La empresa es más complicado, como te decía deber ver como un valor y no como filantropía o campaña de marketing.
Hoja de vida
Reconocimientos. Considerado uno de los 100 líderes jóvenes de Chile, en el 2015, por la revista Sábado de diario El Mercurio.
Estudios. Licenciado, Ciencias Sociales con mención en Administración de Empresas por la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile. Tiene una maestría en innovación y emprendimiento de la misma universidad.
Otros proyectos. Director de Emprediem, una empresa B dedicada a democratizar el emprendimiento y la innovación.
Trabajo en Kenia. En el 2011 fundó con otros colegas Balloon Kenia, con el objetivo de derrotar a la pobreza a través de la creación de empleo. Esta iniciativa sirvió para fundar Balloon Chile en el 2013.
Sebastián Salinas, cofundador de Balloon Chile. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Octavio Doerr es investigador especialista en puertos y logística de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), habla sobre la situación portuaria en la región y analiza los recientes contratos de concesión que se firmaron en esta materia en Ecuador.
En el 2015, la actividad portuaria en la región creció 1,7%, según cifras de la Cepal. ¿Cuál es la situación del sector en la región? Es una tasa de crecimiento levemente superior de lo que habíamos observado en el 2013 y 2014, que fue menor al 1%. Sin embargo, la cifra es muy baja en comparación con el promedio histórico de los últimos 10 años que está por sobre el 6%. En esos años, la región tuvo un crecimiento económico importante, impulsado por la época dorada de los ‘commodities’ y eso impulsó el consumo, las importaciones y exportaciones. En la actividad portuaria, la logística en general se ha visto ralentizada en los últimos años. Vemos un 2016 igual de malo, las importaciones y exportaciones a EE.UU. se han detenido.
En ese contexto, ¿cuál es la estimación para este año de la actividad portuaria regional? Siendo optimista podría ser más allá del 2%. Cuando hablamos del 1 o 2%, un país que muestre un comportamiento mejor o peor nos puede hacer caer entre 0,5 o 2,5%. Es muy sensible lo que pasa en Panamá, México o Brasil, en relación a ese valor promedio de la región por la importancia que tienen esos países. Yo estimaría que 2%, siendo optimistas o un 1% más conservador. No es posible dar un número exacto.
Hace pocas semanas se inauguró la ampliación del Canal de Panamá. ¿Eso puede influir para una mayor actividad portuaria en este año? No influye en nada. El crecimiento económico del mundo y de la región no pasa por lo que suceda en el Canal de Panamá. Lo que ocurre en el Canal es que cambian las condiciones de paso en esa vía y eso genera, en primera instancia, una reestructuración en los servicios navieros. En general, están posicionando buques de mayores dimensiones en la región. Ocho puertos de la región han hecho anuncios de mejoras por las nuevas demandas de los servicios navieros, producto del Canal de Panamá y otros factores.
¿El actual contexto económico, de la caída de los precios de las materias primas, se ha sentido más en algunos puertos de ciertos países? Yo diría que no. Los volúmenes se han mantenido, los precios han sido los que han bajado. Los retornos al país son los que disminuyen y ahí está el perjuicio. Los volúmenes se han mantenido, incluso, han crecido en algunos casos. En general, en la actividad portuaria de recursos naturales, no ha habido una caída.
El puerto de Guayaquil, según el ranking de la Cepal, aparece en el puesto siete. ¿Cuál es su situación? En general, Ecuador ha tenido un crecimiento razonable, bastante bueno de la actividad portuaria en los últimos 10 años. Me tocó estar en Guayaquil en el 2006, durante el proceso de concesión de ese puerto, y la verdad que no esperábamos un crecimiento tan alto. Las cifras nos sorprendieron. El concesionario se benefició, logró posicionar a Guayaquil y aumentar su tráfico de forma sostenida, obviamente, impulsado por el crecimiento de la economía.
Guayaquil ha respondido adecuadamente a las necesidades del comercio de Ecuador. Me parece fantástico que se esté reimpulsando el desarrollo de los puertos de Ecuador, que ya necesitaban una segunda etapa. Queda por verse qué va a pasar en Manta y parece que hay uno o dos interesados en esa concesión.
Hace dos semanas, la firma turca Yilport firmó la concesión para ampliar la terminal marítima de puerto Bolívar. Con ello, se espera movilizar 2,5 millones de contenedores para el 2020. ¿Esa cifra es alcanzable? La pregunta es de dónde lo va a sacar. Se ve un número fantástico. Ellos son los que tienen que responder. No conocemos los detalles del proyecto, solo lo que está en forma pública. Tampoco sabemos el contenido del contrato de concesión. Nos alegramos que exista esa posibilidad y un operador que quiera modernizar ese puerto, porque se había quedado como en el siglo pasado en lo que era desarrollo y participación privada y esto le da impulso.
Yilport también busca otros contratos en Ecuador, ¿cómo están las operaciones de la firma en la región? Hay una gran cantidad de empresas operadoras globales. Yilport, me parece, que recién está entrando en la región. No tengo conocimiento de que tenga actividad en la región en alguna otra parte. Tal vez la tengan, pero no sería importante por ahora. Me parece que este sería el primer proyecto emblemático , insigne en la región. Hay muchos operadores en la región y están creciendo bien a través del desarrollo de sus proyectos, de sus inversiones, pero también a través de asociarse o comprar otras operaciones.
Yilport ha dicho que busca convertirse en un puerto especializado en la movilización de carga minera. ¿Qué debe hacer para lograrlo? Eso depende del proyecto minero. Si el proyecto minero es pequeño, de bajos volúmenes anuales, vas a usar un muelle normal. No justifica hacer una instalación especializada. Lo único que empuja a hacer una instalación especializada o de mejores calidades de servicio es el aspecto ambiental. Las normas ambientales te llevan a tomar formas de operación y construir facilidades que protejan el medioambiente. Cuando el proyecto minero es de embarques de grandes volúmenes, hablando de millones de toneladas anuales, ahí ya no estamos hablando de un puerto general, sino de un puerto dedicado para ese producto.
Yilport busca otra concesión, la del nuevo puerto de Posorja, cerca de Guayaquil, a través de un canal más profundo, de 16 metros de calado. ¿Eso es suficiente para atraer buques de mayores dimensiones y más carga? Sí, 16 metros es un calado apropiado para las demandas actuales. Son las dimensiones que hay en Callao, San Antonio, en los puertos de la zona sur de Chile, que atienden los grupos de grandes dimensiones. Nuestros puertos son puertos terminales, con ese calado es suficiente.
Ecuador diseñó en el 2012 un plan maestro de movilidad que apuntó a la especialización de sus puertos, ¿esa es la actual tendencia en el negocio naviero, o por el contrario, puertos multipropósito? En Europa están pensando en puertos multipropósitos y en el fondo es porque la alta ocupación, el aumento del tamaño de los buques va a llevar a un uso de menos puertos. Por lo tanto, la estrategia que deben adoptar, en general, los puertos es la diversificación para asegurar su rentabilidad. Eso no significa que no se necesiten los puertos especializados. Pero es una estrategia razonable. Este año también entró DP World al puerto de Posorja. ¿Cómo mira la actividad portuaria nacional con las nuevas concesiones? Es bueno que tengan dos nuevos operadores por importantes proyectos y contratos firmados. Eso ya es un gran éxito y un logro para Ecuador. Lo segundo es que les vaya bien, es decir, que esos planes se vayan concretando y me parece que lo primero que se tiene que ver que esas inversiones se realicen y esas inversiones son a largo plazo y se realizarán por etapas, seguramente con la construcción de muelles, el equipamiento, etc. Con ese crecimiento en materia portuaria debiera haber crecimiento económico en Ecuador, de comercio exterior.
Desde el 2004, es consultor oficial de asuntos económicos e investigador especialista en puertos y logística, en la Unidad de Servicios de Infraestructura, de la Cepal. Foto: Cortesía Octavio Doerr
Jorge Ojeda, investigador de la Universidad de las Fuerzas Armadas-Espe, especializado en comercio exterior, hace un análisis de la balanza comercial del Ecuador en el primer semestre, cuáles son sus previsiones para el cierre del 2016 y proyecciones para el siguiente 2017.
¿Cuál es su balance del primer semestre del comercio exterior ecuatoriano? Todo el contexto mundial ha tenido una reducción en importaciones y exportaciones. En los últimos cinco años el promedio de las operaciones comerciales mundiales estaba en USD 18 billones. Sin embargo, en el 2015, vemos que hubo una reducción de aproximadamente USD 2 billones, lo que significa que hubo una contracción en todos los países. Si se hace un estudio más a detalle por naciones se puede notar que todos aquellos ítems que están relacionados con el petróleo se contrajeron.
¿Qué sucedió en el contexto global para que ello ocurra? China sigue siendo el primer país exportador e importador, seguido por EE.UU. Esos dos países tienen hegemonía en las negociaciones internacionales. La caída de las exportaciones en valor refleja el derrumbe de los precios del crudo. Los volúmenes se han mantenido, solo los costos cayeron. También hay una nueva configuración geopolítica: una mayor demanda de petróleo de India, EE.UU. y, al mismo tiempo, oferta hidrocarburos de este último. Lo mismo ocurre con Rusia.
En el primer semestre del año, la balanza comercial fue positiva. Lo mismo sucedió con la petrolera, pese a la caída de los precios. ¿A qué se debe esto? En el petróleo pasa lo siguiente: así como exportamos combustibles también importamos. Puede ser que hoy por hoy tengamos cifras positivas debido a la relación que tenemos con Venezuela: enviamos crudo, pero recibimos derivados con un precio más barato. Por ahí pueden venir parte de los resultados. Además, en la balanza también pueden influir las preventas petroleras que Ecuador mantiene con China y Tailandia.
¿La repotenciación de la Refinería de Esmeraldas tiene que ver en estas cifras? No creo honestamente que bajo el concepto de refinería que tenemos hoy por hoy manejemos un buen sistema de combustibles. Un nuevo volumen de ingresos en este rubro se registraría si ya estaría inaugurada la Refinería del Pacífico. La capacidad de producción en Esmeraldas sigue siendo la misma, no existe un incremento de su producción, solo se llegó al tope de la misma. En el sector no petrolero hay cifras negativas en el primer semestre, ¿Cuáles son los sectores más golpeados y los que han tenido un buen año? En pescados, crustáceos, moluscos, las exportaciones cayeron en torno a USD 300 millones. En preparaciones de carne pasó algo similar. Frutas y maderas también subieron. Hay ciertos sectores que sí han reputando, pero otros se han quedado. ¿Cuál es su evaluación respecto a los aranceles? En cuestiones de tarifas arancelarias creo que han generado ingresos para el Estado. Sin embargo, no sabemos si ese ingreso represente un monto importante para compensar la contracción del comercio local. El consumo ha decaído y ha disminuido la recaudación de tributos como el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
En el primer semestre del año, las importaciones cayeron en todos los sectores. ¿Eso se debe solo a las salvaguardias o hay otros factores? Hay tarifa arancelaria y aparte de esta, las salvaguardias para ciertos ítems. Hay un doble impacto para traer mercancías. Aparte de eso hay un cupo para ciertos productos. Todo eso se denomina política comercial, que está aplicando el Gobierno y eso impacta en las importaciones.
¿La caída del consumo y la situación económica no han influido también en la reducción de las importaciones? El consumo de alguna manera se mantiene. Las personas han buscado comprar sus productos, a precios más bajos, en Colombia o Perú, por ejemplo. Los artículos en el mercado local se han encarecido. O no existe producto en el mercado nacional de ciertos rubros por los cupos o se ha encarecido demasiado. Las personas han tratado de conseguir lo que necesitan en otros mercados.
¿Se deben mantener las salvaguardias? Las salvaguardias deben eliminarse. Estas representan una carga impositiva tremendamente grande para el consumidor final. Podría subirse más el IVA. Pero esto debería producirse con la condición de que ingresen productos al país a precios reales. Se deben sincerar los precios de los productos importados. La ganancia del importador es grande y la recaudación del Fisco también.
¿Con una balanza comercial positiva se puede decir que las salvaguardias han dado resultados? Una cosa son los indicadores macroeconómicos y otra la parte real. Los precios de los bienes se han incrementado. Puede ser que los datos sean positivos, pero no sé hasta qué punto favorable. Es bueno para el Gobierno, no es bueno para el consumidor local y para los importadores. Pero el Gobierno ha dicho que esta medida es para precautelar la dolarización… Los discursos son esos, para precautelar la balanza de pagos, la balanza comercial, etc. ¿Cómo se consiguen dólares si no se fomentan las exportaciones? Los dólares llegan de entes privados ¿Qué hago con esos dólares en el mercado nacional? Tengo que moverlos y para que se muevan debo tener productos sin salvaguardias. Los precios de los productos en estos momentos no son los reales. ¿Cuáles son sus expectativas para el cierre de año respecto a la balanza comercial? Puede ser que al final del año se tenga una balanza comercial positiva. Sin embargo, hay que decir que en los hechos, todavía no se ha trabajado lo suficiente para diversificar las exportaciones. Si todavía se sigue pensando en exportaciones petroleras y no en otras alternativas de productos, seguiremos siendo vulnerables.
¿Mejorará esta cifra el próximo año? Todo dependerá del nuevo Gobierno. Si se maneja el mismo concepto, sin apertura comercial, tal vez la tendencia sea la misma. Pero si llega un gobierno con una nueva línea, como Perú o Argentina, los inversionistas extranjeros tendrían una manera diferente de ver al país y lo que nosotros necesitamos es inversiones, para que nuestra economía repunte.
¿Se llegará a concretar el acuerdo con la Unión Europea este año? Deberíamos concretar. Ese es un anhelo que debemos tener como país porque los acuerdos comerciales nos abren mercados. Lo interesante sería que al firmar este acuerdo se realice una ronda comercial impulsando la imagen de nuestros productos. Se debería impulsar la marca país e impulsar asociaciones. Qué bueno que se nos abra el mercado, pero debemos estar preparados para tener una mayor producción para poder abastecer a una mayor demanda de dicho destino.
Caroline Gibu. La Directora Ejecutiva de la organización Ciudadanos al Día explica cómo surgió una iniciativa para reconocer al empleado público en Perú. Detalla que la ciudadanía valora la información clara, procesos limpios, etc. En Ecuador se analiza esta iniciativa.
¿Cómo surgió Ciudadanos al Día? ¿Qué motivos tuvieron para crear esta organización ciudadana? Ciudadanos al Día es una organización privada peruana sin fines de lucro, no partidaria ni gremial, creada en el 2002 para aportar herramientas para el ejercicio de la ciudadanía y la mejora de la gestión pública, así como fuente de información confiable sobre temas de interés ciudadano. Ciudadanos al Día aspira a una relación de confianza entre el ciudadano y el Estado, en donde el ciudadano perciba al Estado como un aliado y servidor y donde el Estado tenga como prioridad el servicio al ciudadano. Queremos forjar un Estado honesto, eficiente e inclusivo pero a la vez una ciudadanía informada, exigente y participativa.
¿Qué reacción se tuvo en el Perú cuando surgió esta iniciativa? Desde el 2005, Ciudadanos al Día organiza en Perú el premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública, que se ha constituido como la plataforma para, desde la sociedad civil, reconocer, difundir y promover las actividades y proyectos eficientes, exitosos e innovadores desarrollados en las entidades públicas con la finalidad de servir cada vez mejor al ciudadano. Hoy vemos una gestión pública distinta, orientada cada vez más al ciudadano. Cuando iniciamos este esfuerzo, muchos líderes de opinión y medios de comunicación eran incrédulos y no concebían que la gestión pública podía gestionarse con mejores estándares de calidad en los bienes y servicios que otorga a la sociedad. En muchos casos, nos dijeron que mejor creáramos un premio a “las malas prácticas” para “castigar” a quienes no realizan su trabajo.
¿Cómo respondieron las entidades del sector público? ¿A quién no le gusta recibir premios? ¿A quién no le gusta recibir felicitaciones por hacer mucho mejor su trabajo? En el primer año del premio recibimos muchas postulaciones de diversas entidades públicas, cuyo trabajo no se conocía. Los servidores públicos, que usualmente tienen en general una imagen negativa por parte de la sociedad, vieron por primera vez un incentivo desde la sociedad civil. Existen muchos servidores públicos que tienen vocación de servicio, profesionales honestos y eficientes, que dan lo mejor de sí por servir al ciudadano. A ellos queríamos llegar y a ellos queríamos reconocer. Porque sería injusto decir que todos los servidores públicos son deshonestos e ineficientes.
¿Cuáles eran las principales inquietudes ciudadanas al poder aportar y calificar a las entidades públicas? Lo que al ciudadano le importa más es: información completa del bien o servicio que recibe; procesos y procedimientos claros y predecibles y que sean efectivos en el resultado; que exista integridad y honestidad en el servidor público; y que se le trate con respeto y se reconozcan sus derechos por igual frente a otros. Estudios en la región indican que las inquietudes ciudadanas son similares, por tanto, calificar a la gestión pública debe contener por lo menos esos cuatro indicadores.
¿Qué resultados se han logrado? ¿Se mejoró la atención de entidades públicas? Ahora la Política de Modernización del Estado, aprobada en el 2012, incluye como pilar una atención de calidad al ciudadano. Existen directivas de carácter obligatorio que se han construido sobre la base de las mejores prácticas. Según una encuesta de satisfacción ciudadana en 123 instituciones públicas en el Perú, en el año 2008, la satisfacción ciudadana llegaba a 41%; para el año 2013, la satisfacción ciudadana en dichas instituciones llegaba a 51%, es decir que se logró elevar la satisfacción. Además, el ciudadano peruano en este milenio se ha vuelto más exigente respecto a las entidades públicas porque se han promovido cambios normativos para reconocer derechos y activarlos frente a las entidades públicas. Los ciudadanos son cada vez más conscientes que tienen derecho a la información pública, a no ser discriminados por raza, idioma o condición económica y social, a exigir un buen servicio y a reclamarlo en caso no recibirlo.
¿Por qué premiar la buena gestión pública? Podríamos haber decidido premiar iniciativas ciudadanas o a individuos cuyos esfuerzos mejoraran la sociedad. Sin embargo, creemos firmemente que el Estado es un monopolio por las funciones que realiza, no compite con nadie, por tanto, a diferencia del sector privado en donde las empresas compiten por los consumidores, y tratan de mejorar sus servicios justamente para fidelizar a sus clientes, en el sector público no hay esos incentivos y podrían seguir haciendo lo mismo sin cambiar. Premiar la gestión pública es una forma de romper ese monopolio, haciendo que los servidores públicos compitan por atender mejor a los ciudadanos.
¿Cómo se puede replicar ese modelo en otros países? En nuestra región, el Estado y las entidades públicas tienen similar composición y tienen los mismos desafíos y las mismas carencias. Las instituciones públicas están conformadas por personas y es allí donde el modelo del premio se puede replicar: porque identifica y reconoce a esa persona en el sector público que se atreve a hacer la diferencia.
¿Cómo se califica en Perú a las empresas públicas, a las entidades del Estado? El sector público ha mejorado considerablemente en este siglo. La formación de nuevos servidores públicos, las escuelas de gestión pública en las universidades, así como la utilización de nuevas tecnologías han roto con los paradigmas del servidor público. Sin embargo, debemos reconocer que existe aún mucho por hacer, sobre todo a nivel de gobiernos regionales y municipios al interior de nuestro país que no han avanzado de la misma forma.
¿En Perú hay más conciencia de la tarea de la empresa pública? Lo bueno es que en el Perú en los últimos años tanto el sector público como el sector privado y la sociedad civil, así como los partidos políticos, coinciden en que las reformas en las mejoras en las entidades públicas por servir mejor al ciudadano no pueden parar. Hoja de vida Su cargo. Desde el 2002 trabaja en Ciudadanos al Día promoviendo mejoras en la gestión pública y en la relación Estado-Ciudadano. Hoy es la directora ejecutiva.
Experiencia. Fue encargada de los programas y proyectos de Cooperación Técnica de la Gerencia de Recursos Humanos y Cooperación Técnica de Indecopi; además fue consultora para el Banco Interamericano de Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en temas de transparencia y nuevas tecnologías de la información.
Sus intereses. Derechos civiles, acción social, educación, medioambiente, derechos humanos, reducción de la pobreza, ciencia y tecnología.
Caroline Gibu, directora Ejecutiva de la organización Ciudadanos al Día.Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
Yohanna Piedra es la Coordinadora de Comunicación Institucional de la PUCE . En esta entrevista revisa los desafíos de comunicar.
¿Cómo está el desarrollo de la comunicación organizacional en el país? ¿Qué tanta importancia le dan las empresas? En los últimos cinco años se le ha dado más importancia. Antes los comunicadores éramos la cenicienta de la institución, pero al ver que somos quienes difundimos la información de las organizaciones las empresas nos han dado mayor espacio y se ven en la necesidad de contratar a estos profesionales.
Con esta relevancia que ahora tiene la comunicación organizacional, ¿qué tendencias existen? ¿Cómo se aprovechan las TIC? Una tendencia nueva es el Director de Comunicación de una empresa o Dircom. Es el estratega, es el holístico, que investiga todos los campos y se empapa de toda la comunicación de una organización. Pero no olvidemos que la comunicación ante todo es humana, las organizaciones están formadas por seres humanos. Entonces el mensaje tiene que ser eficaz, no pensar en el yo, sino en el otro. Pensar siempre según la audiencia a la que nos dirigimos. Por eso se recomienda hacer un mapa de públicos para ver cómo llegamos a cada uno de ellos.
¿Qué tarea tiene el Dircom? Es parte de la alta dirección de una empresa. Tiene que estar enterado de todo lo que hacen los gerentes y estar en contacto con mandos medios y en general con la organización, para que informe con claridad. Tiene una visión integral de lo que ocurre en una organización.
¿Qué herramientas tecnológicas se están utilizando en el manejo comunicacional? Ante todo la herramienta humana, lo más importante es la parte humana. Las herramientas son secundarias. Las tecnologías de la información son muy importantes y nos ayudan a vincularnos, permiten los comunicadores a transmitir mensajes y obtener retroalimentación. Pero no hay que dejar las herramientas tradicionales. El contacto directo con el ser humano no tiene precio, ese contacto genera confianza en la empresa.
¿Cómo generar ese contacto personal? Una llamada o una visita llevan un mensaje eficaz. Los seres humanos estamos llenos de emociones y no podemos desperdiciar el capital emocional para transmitir un mensaje a los ‘stakeholders’.
Existen entidades públicas y privadas que exaltan al principal directivo, con fotos, citas textuales, pero sin un mensaje relevante con información. ¿Hay mucho ego? El CEO o la máxima autoridad es el portavoz, pero hay otros. El portavoz puede delegar porque la institución tiene varios campos que comunicar. Allí depende del comunicador para equilibrar la información y dar a conocer los distintos campos de las empresas, universidades, ministerios, etc.
¿El comunicador puede sentir presión de quedar bien con el superior y olvidar transmitir información importante? Yo no he sentido esa presión. El CEO o la principal autoridad tienen una imagen que se puede desgastar; lo importante es mostrar la obra de la empresa o la institución. Es un tema de integración, de trabajar en equipo. Es necesario vincular a los públicos interno y externo para visualizar la organización.
¿Hacia dónde camina la comunicación organizacional? Cada semestre se gradúan 370 comunicadores organizacionales en la PUCE. Muchos desarrollan carreras con éxito; además es una posibilidad de emprender.
Entrevista a Yohanna Piedra, sobre el tema de las tendencias en comunicacion organizacional. Foto. Julio Estrella / LÍDERES
Christian Cruz, superintendente de Bancos, se refiere a las reservas de la banca privada y el dinero de los depositantes, y el uso del dinero electrónico. También, analiza la configuración del sistema financiero una vez que se cumplan las disposiciones de las autoridades.
¿A cuánto ascienden las reservas de la banca privada? ¿Hay alguna cifra? El dato exacto lo maneja el Banco Central (BCE). Puedo decir que en las conversaciones que tenemos con los bancos, tanto en el monitoreo del saldo de reserva como en los depósitos de la banca privada en el BCE, les hemos informado que hay una completa cobertura de todos los depósitos exigibles que tiene la banca privada en el Central. Como Superintendencia de Bancos podemos darle la seguridad a la ciudadanía que todos los depósitos exigibles que tiene la banca privada en el BCE están cubiertos.
Las cifras de las reservas internacionales registran un descenso de más de USD 900 millones entre febrero y mediados de abril. Y la banca privada está preocupada. ¿Por qué ese descenso en las reservas internacionales?
Hay que separar el manejo de la liquidez de la banca privada de lo que son los saldos de reserva que maneja el BCE. La reserva del Central se mueve en función de los dólares que entran y salen de la economía. Así la economía ecuatoriana ha tenido que enfrentar en las últimas semanas algunos pagos al exterior. Se dio el pago a la Oxy, amortización de deudas y otros pagos al exterior que han causado esa disminución en la reserva. Pero insisto que los saldos de la reserva cubren los depósitos exigibles de la banca privada.
¿El depositante puede estar tranquilo?
El depositante no puede dejarse llevar por mala información al respecto y puede estar con la tranquilidad de que sus depósitos están confiables tanto en el banco privado, como los que el banco privado tiene en el Banco Central.
Hablemos del dinero electrónico. ¿Qué futuro le ve usted a este sistema?
Es un medio alternativo de pago más, como las tarjetas de crédito o de débito. Es una opción para que la ciudadanía lo maneje de forma voluntaria. Lo que buscamos no es impulsar el dinero electrónico, sino el uso de medios alternativos de pago. A tal punto que como Superintendencia estamos planteando reformas para las próximas semanas, para trabajar en lo que se refiere a transferencias interbancarias, transferencias electrónicas, por Internet, la red de tarjetas de crédito y débito. La ventaja del dinero electrónico es que tiene una red construida, porque la mayoría de la población tiene un celular y eso permite transaccionar. Pero es el ciudadano quien decide el medio de pago.
¿Qué tipo de reformas se plantean?
Todo lo que es la normativa conexa con la que trabajan las operadoras de tarjeta de crédito, bancos y usuarios. Por ejemplo, cuando una tarjeta no es aceptada en un local comercial, la persona está obligada a llevar efectivo y eso implica un costo adicional transaccional de retirar el dinero, de llevar, con exposición y riesgos en la seguridad. También, trabajamos en que usted pueda realizar transferencias para pagar todas sus tarjetas sin importar el banco en que usted tenga su cuenta. Usted actualmente tiene una cuenta en el banco A y no necesariamente puede pagar la tarjeta del banco B. Entonces, se le exige girar cheques, retirar, trasladar a otro y depositar. Eso genera que el ciudadano no utilice esos medios. El Gobierno y la banca privada ahora están dialogando sobre el manejo del dinero electrónico.
¿Qué implica que los bancos privados participen en el sistema?
Hemos trabajado como Superintendencia en que los bancos privados trabajen como administradores de la plataforma o como ‘brindadores’ de servicio. Esto, porque el dinero electrónico puede operar en redes ya instaladas y algunos bancos ya están en esa red. Ahora las inquietudes surgen en la administración de la plataforma. Eso es una conversación que se debe hacer con el BCE para ver si se llega a definir. Vemos que hay completa seguridad indistintamente de quien lo administre. Si hay un mito a romper, es que no hay emisión de dinero. Cuando usted ocupa su tarjeta de débito, el banco no le emite un saldo para ocupar, únicamente usted cuenta con el saldo que ya tiene en su cuenta, que se logró con un depósito o una transferencia. Lo mismo pasa con el dinero electrónico.
¿Por qué antes el Gobierno y el BCE se oponían a que la banca intervenga y ahora cambiaron de parecer?
Lo principal siempre ha sido garantizar que no existan barreras competitivas en cualquier alternativa de pago.
¿Qué cree que falta para que la gente confíe en el sistema? Primero usarlo, darse cuenta de que es fácil, accesible y amigable.
¿Por qué la persona que tiene una cuenta en un banco debería abrir una cuenta en el Banco Central del Ecuador?
Usted no debe ni cerrar la una ni la otra cuenta. Es solo un mecanismo alternativo de pago. Tampoco es que en la cuenta de dinero electrónico podrá ahorrar como lo hace en el banco. Usted ahorra en un banco, esto es solo un medio alternativo de pago y usted seguirá con su cuenta en el banco de su elección. De allí puede destinar una parte para dinero electrónico, tal como lo hace con los dólares que desea llevar en su billetera (…) Lo que buscamos es usar medios alternativos, porque una economía dolarizada necesita incrementar el uso de esos medios porque se reducen costos, se mantienen los niveles de liquidez en la economía y nos ayuda en la condición en la que estamos.
Hasta el 15 de abril, las entidades del sistema financiero debían solicitar a la Superintendencia de Bancos, el canje de certificados de autorización, tal como lo establece el Código Monetario. ¿Cómo avanza ese proceso?
Nos hemos reunido con diferentes instituciones y las temáticas son distintas en cada banco. La normativa nos faculta a que, analizando caso por caso, se puede ampliar el período para la emisión de certificados hasta por 18 meses. Hay bancos que ya han enviado solicitudes; algunos han pedido prórroga de tres o cuatro meses, cuando el tope es 18. Vemos que no será necesario ese plazo.
Hay bancos universales y especializados. ¿Estos certificados cambiarán el enfoque o los modelos de los bancos?
En sí, lo que va a hacer (la calificación) es que un banco defina claramente si va a ser múltiple o especializado. Pero no va a cambiar la manera en la que viene trabajando. La normativa no cambia para nada las reglas del juego en el sistema financiero, solo se busca una determinación. Quien define cómo determinarse es la propia entidad financiera.
¿Cómo va el proceso para que las sociedades financieras se conviertan en bancos, se fusionen o cierren sus operaciones?
Hay las que se transforman en banco, pero esa información aún no es pública. Todas, de manera voluntaria, tomaron sus posiciones. Unas en conversión, otras en fusión y otras que al darse cuenta de su tamaño vienen cerrando sus operaciones, garantizando siempre que ningún ciudadano quede afectado. Es un proceso ordenado. ¿Entonces se configura un nuevo mapa financiero?
Lo que vamos a ver es una consolidación del sistema financiero. Solo vamos a tener bancos y el usuario sabrá que todas las entidades tienen la misma normativa.
Hoja de vida
Formación. Tiene un BA en Economía y Finanzas de la Universidad San Francisco de Quito. Además, una maestría en Economía en la Flacso.
Cargos. En la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, Ministerio de Agricultura, INEC y asesor en la Asamblea.
Christian Cruz, superintendente de Bancos. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
¿Cómo le fue a Directv en el 2015? ¿Qué datos son los más relevantes?
Fue un año de crecimiento, fue un año en el que desarrollamos y potenciamos nueva programación. Somos una empresa de entretenimiento y lo que busca el usuario en este tipo de empresas es contenidos diferenciadores frente a la competencia. ¿A qué me refiero con diferenciadores?, básicamente los deportes y programación regular.
¿La propuesta deportiva se afianzó el año pasado?
La programación deportiva ha sido parte de Directv desde su ingreso a Ecuador desde el 2008. Estamos enfocados en desarrollar tanto el fútbol como el básquet. Somos los dueños del Campeonato Nacional de Fútbol para la televisión paga, y tenemos la copa Directv en básquet.
¿Cómo está el mercado para Directv en Ecuador? Directv está posicionado en Ecuador como el líder de la televisión paga y así lo demuestran los datos de Arcotel. El mercado ecuatoriano es un mercado difícil, es un mercado que tiene muchísima competencia. Tenemos seis empresas de VTH, en donde estamos nosotros. Adicionalmente hay 250 empresas de cable en el país. Estamos hablando de un mercado de más de 250 actores y lo que nos hace líder es su programación, tecnología, calidad, servicio al cliente, etc.
¿Qué cifras muestran ese crecimiento de la empresa? Estamos hablando de un 15% de crecimiento. El año pasado, nuestra mayor parte de crecimiento se dio en el mercado prepago. En el modelo que tenemos, el usuario compra el kit en cualquier tienda y una vez que lo ha hecho, adquiere nuestra programación, porque no vivimos de la venta de los kits, vivimos de la programación. El año pasado, si bien hubo en crecimiento en los ingresos, fue un crecimiento caro, en función que tuvimos otros factores externos. ¿Cuáles factores pesaron? Por ejemplo, el tema de las salvaguardias, que nos incrementaron un 45% adicional en la importación de los kits. Ahora bajaron al 27,5% y eso es adicional al 22% que tenemos de aranceles regulares. Entonces, el crecimiento del año pasado fue un crecimiento caro.
Con este balance y transcurrido el primer trimestre, ¿cuál es la estrategia para ganar mercado en este año?
La programación es lo que nos diferencia y ese es uno de nuestros pilares. El segundo aspecto es la fidelización del cliente. Como empresa, cada vez vamos creciendo en número de usuarios. Lo importante para nuestra empresa es cómo fidelizar más a los usuarios, ya sea de prepago y de pospago.
¿En dónde están las oportunidades para crecer?
En nuestro segmento, existe un 30% de penetración del servicio de televisión paga, el promedio en América Latina es 55%. Países como Argentina tienen un 70% de penetración. En el caso del Ecuador, para este 2016 ofrece crecimiento en un mercado fresco y estamos atacando ese mercado. ¿Cuál es el ‘mercado fresco’? Obviamente, si vas por target, el segmento A (nivel socioeconómico alto) tiene una penetración súper alta en televisión paga. El segmento B también tiene una penetración alta, pero hay opciones de crecer. En los segmentos C y D, que es en donde se enfoca el servicio prepago, es donde tenemos la oportunidad de crecer.
Este es un año económicamente complejo, ¿cómo impulsar esa estrategia de crecimiento en el país? Hacer lo que nos ha dado éxito: diferenciarnos en programación, apostar por el deporte. Tú quieres inmediatez en cuanto a contenido; no quieres ver un partido un día o semanas más tarde. En un país que tienes piratería debes enfocarte en el deporte. Segundo, si es un año complicado, tengo que cuidar a mis usuarios; si nos diferenciamos por servicios al cliente, quiero que la empresa ofrezca el mejor servicio al cliente. La programación y la fidelización del cliente es lo fundamental. Además, tengo que diferenciarme por temas tecnológicos.
¿Qué implica esa diferenciación tecnológica? Una de las cosas más interesantes para este año es que teníamos una meta de un 48% de usuarios que iban a comprar nuestros servicios en HD. Gratamente este año, estamos con un índice del 72% de los usuarios de las nuevas ventas que están comprando en HD. Nos están diferenciando por tecnología y eso es fácil de darse cuenta. Ahora todas las televisiones son HD, ultra HD, son de alta tecnología y si compras HD buscas tecnología HD. Eso es lo que ofrecemos a los clientes. ¿Cuánto esperan crecer en los segmentos en donde apuntan (C y D)? Esperamos este año crecer en un 14% en cuanto a ingresos. Es una meta posible. Aquí el tema es que ante las dificultades hay dos formas de enfrentarlas: o nos vamos a llorar todos o vemos formas de crecer. Esta empresa sigue apostando al Ecuador. Actualmente trabajan 420 personas y vamos a crecer en 50 nuevos empleos de forma directa. El mayor crecimiento de nuestro servicio está dado en la Costa ecuatoriana.
¿Qué inversiones tiene previsto realizar la compañía? Las inversiones más grandes que se realizan son en programación. Ahí está el Campeonato Nacional de Fútbol; también, tenemos programación propia. Esa es una parte de la inversión. Pero la competencia más grande que tenemos no son los operadores legales, son los ilegales, es la piratería que no paga derechos. Toda empresa que venga y que invierta en Ecuador y que genere competencia justa, es bienvenida.
Fernando Ferro El Presidente ejecutivo de Directv explica los planes de expansión de la firma. Formación. Abogado (U. Central del Ecuador) y Bachelor en Administración de Empresas y Finanzas de la USFQ. Cargo. Presidente Ejecutivo de Directv en Ecuador, desde enero.