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  • Con trámites más simples se busca impulsar al emprendedor

    Carolina Enriquez

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    En ocho capítulos se concentra la Ley de Emprendimiento e Innovación, aprobada el 7 de enero del 2020 por unanimidad en la Asamblea. El documento contiene 57 artículos, 11 disposiciones reformatorias, tres generales y 14 transitorias.

    Definir conceptos, generar institucionalidad, delinear políticas para el fomento del sector emprendedor y la creación de nuevos negocios, impulsar la cultura emprendedora, establecer fuentes de financiamiento alternativas, regular el ‘crowfunding’, definir condiciones laborales y establecer los parámetros para reestructuración de los emprendimientos son los puntos claves.

    Andrés Zurita, director de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), rescata este último elemento porque establece con claridad el proceso de cierre de negocios y ofrece a la persona la posibilidad de generar otro que sí pueda funcionar.

    Asimismo, destaca la creación de la llamada Sociedad por Acción Simplificada (SAS). “La empresa simplificada permite que se la desarrolle de manera unipersonal y ya no es necesario contar con un socio para que funcione. Es más fácil la creación”.

    Entre sus observaciones al texto está el hecho que no se hayan incluido incentivos tributarios. Sin embargo, estos ya se han introducido en otras normativas como la Ley de Fomento y la Ley de Simplificación y Progresividad Tributaria. Por ejemplo, en esta última se incluyó el régimen tributario especial para microempresas; entre los beneficios está el pago del 2% del impuesto a la renta sobre los ingresos brutos y no el 25% sobre la utilidad, así como también el hecho que este tipo de negocios en el país ya no están obligados a llevar contabilidad.

    Wilson Araque, director del Observatorio de la Pequeña y Mediana Empresa y participante en los debates de la Ley, Cree que el texto se concentra más en crear instituciones vinculadas al sector y no en “acciones”concretas y de aplicación inmediata.

    En el capítulo II se crea el Consejo Nacional para el Emprendimiento y la Innovación, la Secretaría Técnica para esta institución y el Consejo Consultivo para el Emprendimiento y la Innovación. El primero tiene como fin fomentar el emprendimiento a través de diferentes estrategias; el segundo, dar seguimiento a las resoluciones del Conein y coordinar acciones; y el tercero, dar asesoría.

    Una de las funciones del Conein es formular políticas y lineamientos vinculantes para el acceso al crédito a los emprendedores en el sistema financiero nacional (SFN). Asimismo, dentro de la norma se establece que el SFN, público y privado, deberá desarrollar productos específicos para los emprendedores.

    Para Araque los enunciados no son suficientes, sino que la creación de fuentes de financiamiento debe ser inmediatas, pues también lo son las necesidades de los dueños de negocios.

    En su capítulo V, la Ley define cuáles son las formas alternativas de financiamiento entre las que están el capital semilla, de riesgo y la inversión ángel. Establece que en el caso que el inversor sea el Estado debe remitirse a los lineamientos establecidos en el Código orgánico de la economía social de los conocimientos, creatividad e innovación, vigente desde el 2016.
    Allí se establece que el Estado creará programas de financiamiento de capital semilla y de riesgo o podrá aportar fondos ya existentes con el mismo fin.

    Para Patricio Alarcón, presidente de la Federación de Cámaras de la Producción, son importantes las regulaciones propuestas, pero también se requieren acciones en la parte laboral. La nueva Ley determina que se creará un contrato de emprendimiento y para ello es necesario un acuerdo ministerial.

    Ahora el documento está en manos del Ejecutivo, que tiene 30 días para vetarlo o allanarse. Luego vendrán los reglamentos y Zurita espera que la ley esté aplicable a mediados de año.

    ‘Hay que ver lo que pasa en mercados que nos aventajan’

    Rafael Luque, cofundador de Tipti

    La ley ayudará tremendamente porque los emprendimientos bien canalizados y financiados pueden impactar de manera importante a la economía de un país. No todos los emprendimientos triunfan, pero generan dinamismo en el mercado, ofrecen trabajo y ayudan a desarrollar y cazar talentos.

    Por otro lado, los emprendimientos que triunfan pueden captar mucho capital que se invierte en el país y contribuye con financiamiento externo aplicado.

    Rafael Luque maneja Tipti, una start up ecuatoriana que se enfoca en facilitar las compras en el supermercado con una ‘app’. Opera desde fines del 2017. Foto: archivo / LÍDERES
    Rafael Luque maneja Tipti, una start up ecuatoriana que se enfoca en facilitar las compras en el supermercado con una ‘app’. Opera desde fines del 2017. Foto: archivo / LÍDERES

    Como beneficios esperamos flexibilidad tributaria. Todos debemos pagar impuestos, pero los emprendimientos, principalmente los de comercio electrónico, se programan para perder dinero durante varios años hasta alcanzar el punto de equilibrio. No puede ser que en este país una empresa que tiene inversiones, fondeos por goteo o por financiamientos, si tiene pérdidas por tres años, tenga riesgo de intervención y liquidación, cuando los planes para llegar a un punto de equilibrio sean a partir del quinto año.

    También esperamos mayor flexibilidad en los costos de transacciones bancarias. Para el caso específico del comercio electrónico, los costos del Ecuador para transacciones electrónicas son muy altos; los negocios exponenciales se basan en poder generar el punto de equilibrio por el número de usuarios que se alcance y no por el margen en cada transacción.

    Otro tema que debe tenerse en cuenta es el laboral. En el país, los requisitos legales para contratación terminan afectando al emprendimiento. Por eso ciertos emprendimientos no contratan, sino que subcontratan o llegan a acuerdos para los pagos, lo que genera menor estabilidad y capacidad de planificación.

    Las decisiones que se tomen en adelante deben incorporar leyes internacionales y reglas del juegos que están guiados por mercados y experiencias de países que nos llevan ventaja.

    ‘La resiliencia es la fortaleza del emprendedor ecuatoriano’

    Daniela Peralvo, cofundadora de Impaqto

    Una ley en conjunto con iniciativas que apoyen a impulsar el ecosistema de emprendimiento en el Ecuador puede facilitar el desarrollo de emprendimientos que dejen un impacto positivo y una huella en la economía del Ecuador.

    La ley para los emprendedores e innovadores tiene que ser de naturaleza sistemática, es decir que no solo tiene que considerar las normas en sí mismas, sino sus relaciones con las entidades del Estado y los sujetos de la ley.

    Daniela Peralvo es una experta en temas de emprendimiento e innovación social. Al frente de Impaqto, capacita a nuevos emprendedores. Foto: archivo / LÍDERES
    Daniela Peralvo es una experta en temas de emprendimiento e innovación social. Al frente de Impaqto, capacita a nuevos emprendedores. Foto: archivo / LÍDERES

    Se requiere brindar oportunidades para los emprendedores e inversionistas a través de regulaciones que faciliten la creación de fondos de capital con diversos mecanismos de inversión para etapa temprana, los cuales toleren el riesgo y puedan invertir en emprendimientos que están empezando, pero que tienen potencial para crecer.

    La simplificación de trámites para que los emprendedores puedan enfocarse en el crecimiento de sus empresas, tal como se plantea en el documento aprobado por la Asamblea, es algo que puede ofrecer un gran beneficio a los emprendedores en el corto y en el mediano plazo.

    Existen fortalezas y debilidades. El ecosistema emprendedor ecuatoriano tiene la fortaleza de ser resiliente lo que obliga a los emprendedores a buscar soluciones a los diversos problemas que se enfrentan en su camino.

    Una de las debilidades del ecosistema es pensar en pequeño. Tenemos que cambiar eso, se necesita pensar globalmente con un enfoque en escalar para tener un mayor impacto.

    Los inversionistas buscan emprendimientos robustos en términos de ‘escalabilidad’ y a menudo los emprendimientos en el Ecuador están en etapas tempranas y no están listos para recibir inversión. Ese es otro punto importante que tiene que mejorar el ecosistema emprendedor.

    ‘Esperamos que existan facilidades para equivocarse’

    Ernesto Kruger, CEO de Kruger Labs

    Una ley, per se, no ayuda en nada si es que no se norma y se reglamenta de acuerdo con la realidad que viven los emprendedores. Si ahora hay algo como la nueva ley es bueno y bienvenido, lo importante es que realmente sirva de apoyo, en especial en los temas como el de fondos de inversión, pues en Ecuador es difícil invertir y peor atraer inversión extranjera directa.

    Veo algunas falencias que pueden mejorarse: no hay estímulos, ni deducciones de impuestos a los inversionistas. Eso no es bueno ni sirve para darle velocidad al dinero de inversión.

    Ernesto Kruger es emprendedor e inversionista. Conoce de cerca el mundo de las start ups. Se interesa en nuevas tecnologías. Foto: archivo / LÍDERES
    Ernesto Kruger es emprendedor e inversionista. Conoce de cerca el mundo de las start ups. Se interesa en nuevas tecnologías. Foto: archivo / LÍDERES

    En lo laboral no se entienden ciertos puntos. Un emprendedor no tiene para pagar la seguridad social en sus etapas tempranas y al crear un contrato laboral debe ser cuidadoso a partir de un número determinado de empleados, de lo contrario no habrá emprendedores, porque el riesgo de liquidar personal es muy alto.

    Creo que la seguridad social debe ser para empresas consolidadas y superando un número de empleados. Lo laboral debe crear un cambio más profundo a todo nivel, eso moverá el Emprendimiento.

    Esperamos que existan facilidades para equivocarse, es decir contar con fondos, probar hipótesis y quebrar rápido y fácilmente; eso ayuda al dinamismo de lo que es el emprendimiento e innovación.

    En la nueva ley se aborda la reestructuración de emprendimientos, pero creo que se debe reglamentar muy bien y habrá que establecer un mecanismo fácil de implementar.

    Entre los puntos buenos de la nueva ley está el crédito del sector público en condiciones preferenciales. Aparecen también las opciones de capital de riesgo y la modalidad de ‘crowdfunding’, que ayudará al financiamiento colaborativo. También se espera que en el futuro se simplifiquen los tramites de propiedad intelectual o la obtención rápida de registros sanitarios.

    ‘Ecuador permite una rápida retroalimentación de ideas’

    Yoder Macas, CEO de Sspot

    La idea principal de un emprendimiento innovador es probar y validar las ideas y productos en el mercado lo más rápido posible. En este contexto, la ley de emprendimiento e innovación ayudará a delimitar un panorama apto para poder hacerlo.

    Sin embargo, creo que aún veremos fracasos y el camino para emprender todavía será duro.
    La ley es completamente necesaria. La creación de un emprendimiento innovador radica en probar ideas y convertirlas en productos o servicios comercializables y rentables, no en gastar recursos económicos y de gestión en procesos burocráticos que no aportan en nada al fin de mi emprendimiento: probar y crecer.

    Yoder Macas es el CEO y fundador de Sspot, una start up enfocada en la movilidad. La iniciativa gana mercado y suma reconocimientos. Foto: archivo / LÍDERES
    Yoder Macas es el CEO y fundador de Sspot, una start up enfocada en la movilidad. La iniciativa gana mercado y suma reconocimientos. Foto: archivo / LÍDERES

    Si bien la política de gestión de capitales para el emprendimiento tiene un nuevo horizonte con la ley, eso no garantiza el acceso a ellos. Ya que en el momento de levantar capital hay que tratar de reducir los riesgos principales para los inversionistas como el tamaño de mercado al que un emprendimiento apunta así como el equipo que va hacer que las cosas pasen. Y estos temas se relacionan más al fortalecimiento de una cultura emprendedora especializada.

    Ahora esperamos acceso a más mercados. Ecuador es un país para probar ideas, no para comercializarlas. No podemos competir con un músculo financiero grande, pero sí con ideas y emprendimientos con una visión de mercado global. Así como la simplificación de la tramitología que conlleva tener y manejar una empresa.

    Ecuador es un mercado que permite tener una retroalimentación rápida de nuestras ideas para saber redireccionar nuestras empresas.

    Una debilidad que tiene el ecosistema emprendedor es la falta de visión y especialización que se tiene en el emprendimiento. De nada sirve tener emprendimiento sin innovación.

    Las ferias son un espacio para visibilizar los emprendimientos. Sin embargo, la Ley establece que debe generarse una estrategia y programas específicos con esta finalidad. Foto: archivo / LÍDERES
    Las ferias son un espacio para visibilizar los emprendimientos. Sin embargo, la Ley establece que debe generarse una estrategia y programas específicos con esta finalidad. Foto: archivo / LÍDERES
  • Vinicio Carrión: ‘Los negocios se virtualizarán más’

    Pedro Maldonado

    (I)
    Editor del semanario LÍDERES

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    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías, pronostica cuáles serán los nuevos desarrollos que impactarán en las actividades productivas y personales en la década que está por empezar. Dice que Ecuador sigue las tendencias globales, aunque rezagado.

    ¿Qué se puede esperar de la tecnología en el año que está por empezar?

    Es muy interesante el punto de inflexión que viene. No solo será un año, sino una década marcada por la tecnología. Una de las tendencias será que la digitalización, que puede llamarse transformación digital, industria 4.0 o de cualquier otra manera, es inevitable. Su uso intensivo será inevitable y los ejemplos estarán en la red 5G y otros desarrollos. Esto no depende ni de los gobiernos, ni de las personas. Nadie podrá no usar un móvil o whatsapp. La tecnología digital vino para quedarse con los dispositivos como con las aplicaciones.

    ¿Las aplicaciones tendrán en el día a día un rol mayor al que tienen ahora?

    A veces hay una brecha entre los equipos que usamos y las aplicaciones. Se habla del hardware, pero no tanto de las aplicaciones, que son las herramientas. Cada vez hay equipos más sofisticados y muchas veces la gente no en­tiende el alcance de un teléfono con memoria de 32 gigabites o con una cámara con 64 megapí­xeles, por ejemplo.

    ¿Se cae en el marketing de las empresas de tecnología?

    Allí vamos a lo que algunos llaman la obesidad digital, es decir el deseo de ‘comer’ más digital aunque no sea necesario. La gente quiere el equipo más nuevo y sofisticado.

    ¿Y las aplicaciones?

    Hay una deuda pendiente con lo que se puede llamar aplicaciones de productividad. Y no necesariamente es de aplicaciones para negociar en la bolsa u otros temas sofisticados. Me refiero a ser productivo en lo personal: optimizar el tiempo, organizar el día, en temas de educación financiera, etc.

    ¿Hay un déficit de ‘apps’ productivas?

    Hay oferta, pero no lo suficiente y la gente no utiliza ese tipo de aplicaciones. No se descargan ‘apps’ para evaluar seguros o controlar gastos. En general a la persona no les interesa mucho y eso deja ver un déficit de educación. Un teléfono que cuesta USD 1 500 no es aprovechado mejor.

    ¿Puede ser que la tecnología sirve más para el entretenimiento, en lugar de ser una persona más productiva?

    Sin duda y entretenerse no tiene nada de malo. Creo que la tendencia va hacia lo audiovisual y la velocidad de los datos. Pienso que se nos viene una década eminentemente audiovisual, las plataformas de streaming se multiplican, el contenido audiovisual va a mandar. La lectura se va a modificar, será distinta a la que se conoce tradicionalmente. Habrá más videos tutoriales en distintas materias. La gente quiere ser youtuber y como la tecnología es cada vez más asequible basta una cámara de los teléfonos móviles, que cada vez ofrecen más.

    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado / LÍDERES

    ¿Qué otros cambios podemos esperar en la década que arranca?

    Siguiendo con lo audiovisual un cambio que llegará será el de la resolución. Vendrán pantallas 8K y se popularizarán. Otra tendencia que vendrá: al estar las personas conectadas las 24 horas del día y dejando cada vez más huellas digitales, sin duda un tema fundamental es el del big data, el manejo de la gran cantidad de datos del que disponen empresas y gobiernos. Y con esto viene de la mano la inteligencia artificial. También jugará el tema de la minería de textos, ya no solo de datos. En Internet hay muchos datos, pero sin estructurar. Hay comentarios en redes sociales y correos electrónicos y habrá mucha demanda del análisis de datos no estructurados y esto es la minería de textos. Así se pueden sacar estadísticas sobre palabras, frases y expresiones más usadas, así como la semántica de textos, con lo que se puede mejorar la atención al consumidor. Esto unido a la inteligencia artificial permite anticiparse al cliente, evitar fugas de información, etc. Además en esta década el tema de privacidad va a ser más laxo, las personas renunciarán de alguna manera a la privacidad para evitar quedarse aislada.

    ¿Ecuador está conectado con estos cambios?

    Se dice que Ecuador está muy bien en temas como penetración de Internet. Hemos crecido 10 veces, pero la región ha crecido 15 veces. Con o sin gobierno, con o sin políticas públicas ese crecimiento hacia lo digital era inevitable. Al revisar datos regionales, Ecuador está en el pelotón rezagado junto con países como Bolivia o Venezuela. Al Ecuador le falta tomar una decisión de entrar en serio a la economía digital. El problema es que las políticas públicas no son muy claras.

    Ahora hay un plan del Gobierno llamado Ecuador digital…

    Pero es uno más de una lista de planes. ¿Alguien ha hecho una evaluación de esos planes? Hace años se habló de instalar infocentros, pero ¿se ha evaluado eso? ¿sirvieron para algo? ¿Este gobierno esta viendo si se sigue o no con estos infocentros? Yo pienso que ya no tienen sentido.

    ¿Qué tan efectivas son las políticas públicas en temas digitales?

    Todo lo que pueda contribuir a que la economía digital sea asequible está bien, pero a veces hay políticas insuficientes. Por ejemplo, ahora se bajan aranceles de equipos, pero incrementar valores en telefonía celular lo que contradice lo anterior. Es una forma fácil de recaudar porque hay más penetración de telefonía móvil.

    ¿Y la gente no va a reclamar?

    No es lo mismo subir un centavo al diésel que elevar las tarifas celulares. Pero esto desacelerará un crecimiento más intensivo e inteligente de las nuevas tecnologías. Ya tenemos Internet de las cosas, 5G y más, pero el problema está en la masificación. Cuando hablamos de ‘e-commerce’, por ejemplo, vemos que la virtualización de los negocios, de la relación comercial, está acelerándose.

    En el país hay algunas iniciativas al respecto. ¿Estamos en la tendencia?

    Sí y va a continuar. En esto juega el tiempo de las personas, con la movilización e incluso con los costos. La gente usa la tecnología y las aplicaciones para ahorrar tiempo y dinero. Pasa en el mundo y pasa en Ecuador.

    Hoja de vida

    Cargos. Director de proyectos en Imaginar, el Centro de Investigación para el Desarrollo de la Sociedad de la Información, el Conocimiento y la Innovación. Investigador, consultor y facilitador en tecnologías de información y comunicación aplicadas al desarrollo y productividad.

    Formación. Ingeniero Electrónico y de Telecomunicaciones de la Escuela Politécnica Nacional.

    Intereses. Su crecimiento pro­­­­­fesional se ha desarrollado alrededor de las nuevas tecnologías de información y la gestión del conocimiento. Al respecto ha generado trabajos de investigación y ha dictado cursos de capacitación. Su experiencia incluye consultoría, estudios de ingeniería, generación de planes tecnológicos.

    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado  / LÍDERES
    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado / LÍDERES
  • Erik Johnson: ‘El dólar es una ventaja de Ecuador’

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Hy Cite Enterprises y su marca Royal Prestige celebran 16 años en el Ecuador. Con este motivo presentaron la semana pasada su nueva línea de sistemas de cocina. LÍDERES conversó con Erik Johnson, CEO de Hy Cite Enterprises, sobre la evolución de la marca y sus productos en Ecuador. También habló sobre la región y las oportunidades.

    ¿Cómo evalúa estos 16 años de presencia en Ecuador?

    Estos han sido años muy buenos, hemos crecido mucho en Ecuador, que fue el primer país de Sudamérica al que llegamos. Este mercado nos ha enseñado las habilidades que tiene la gente. Además nos ha dado oportunidades de crecer y pensar en otros países.

    ¿Cuánto les sirvió arrancar por Ecuador para luego ir a otros mercados de la región?

    A los clientes les encanta el producto. Cuando ellos lo compran quieren más y eso es una señal de que es un buen mercado. Además es una manera de fomentar el emprendimiento. La gente de Ecuador tiene muchas ganas de tener un negocio propio.

    ¿Luego de Ecuador a qué país fueron?

    De Ecuador fuimos a Brasil y a Argentina, en el 2009. Luego, en 2015 llegamos a Perú y a Colombia. Hoy, Hy Cite es una compañía global con presencia directa en 10 mercados y su marca Royal Prestige se vende en países como Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia, entre otros.

    ¿Qué similitudes y diferencias han detectado en los distintos mercados de la región?

    En Brasil es complicado ingresar por el idioma, hay que formar equipos muy capaces para dar el mejor servicio posible. En Argentina, en cambio, la volatilidad de la economía y los cambios en la cotización del peso frente al dólar es muy malo para nosotros. En Ecuador el dólar es una gran ventaja, los problemas que enfrentamos fueron cuando se aplicaron las salvaguardas en años pasados. Esa medida adoptada por el anterior gobierno fue un tiempo muy difícil para los distribuidores en Ecuador. No podíamos ayudar mucho a los vendedores. Pero cuando terminaron las salvaguardas apostamos por ofrecer más y nuevos productos, más los servicios de siempre.

    Usted acaba de mencionar al dólar como fortaleza de Ecuador. ¿Ese fue el principal motivo para ingresar a la región a través del país?

    Sí, porque hay menos riesgo. En Argentina, en cambio, con cada cambio de la cotización del peso se pierde mucho dinero. Una moneda estable es beneficiosa para nuestro tipo de negocio.

    ¿Como miran en Hy Cite a América Latina, con las protestas en varios países en los últimos meses, los cambios de tendencia política en ciertos países y otros factores?

    Es difícil la inestabilidad que se ha visto. Es una razón por la que muchas compañías de Estados Unidos no quieren invertir en la región. Pero para nosotros es un negocio de gente, de personas. Estos países han sido muy buenos para nosotros, porque en medio de problemas damos oportunidad a la gente para que crezca, para que la clase media se expanda. En México, por ejemplo, cuando creció la clase media tuvimos grandes oportunidades. Ojalá algo parecido ocurra en los países andinos, porque así nosotros vemos oportunidades para
    el negocio.

    Hablemos de Ecuador. ¿Cómo crecen las ventas año tras año?

    El mejor año fue en el 2006. Este año que está por terminar alcanzó los mismos niveles y estamos con ventas por USD 12 millones. En tiempos difíciles los distribuidores pasan otros países, pero ya han regresado a Ecuador y están trabajado fuerte aquí. Este año hemos crecido 200% frente al 2018.

    ¿Qué razones impulsan este crecimiento?

    Los nuevos productos que tenemos, el financiamiento y más gente vendiendo nuestros productos.

    ¿La falta de empleo en el país es una oportunidad de trabajo para quienes deciden vender sus productos?

    Para nuestro negocio hay oportunidades tanto cuando la economía se contrae como cuando crece. En la primera opción hay más oportunidad para reclutar vendedores, en la segunda hay más dinero para comprar. Con más vendedores las ventas suben.

    ¿Donde se fabrican sus productos?

    El producto es hecho en Perú desde hace tres años, antes era hecho en Italia. Al estar en Perú hay ventajas como la cercanía para distribuir a países como Ecuador o Brasil, aprovechando acuerdos comerciales y el pacto andino.

    Erik Johnson estuvo en Quito la semana pasada, para presentar los nuevos productos de Royal Prestige. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Erik Johnson estuvo en Quito la semana pasada, para presentar los nuevos productos de Royal Prestige. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • ¿La familia y los amigos son los mejores socios?

    Diana Asimbaya, AEI (I)
    Para LÍDERES

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    Asociarse con amigos o familiares para emprender es una opción que se debe considerar, ya que existe la empatía y confianza que beneficia al proyecto de negocio. Sin embargo, la clave del éxito en un emprendimiento que involucre lazos sentimentales es tener claras las reglas del juego.

    Noam Wasserman, profesor e investigador de Harvard, plantea en su libro ‘Los dilemas del fundador’ que las posibilidades de fracaso de un emprendimiento aumentan a medida que se incorporan conocidos a la empresa. No obstante, reconoce que los equipos de emprendedores más estables suelen estar integrados por excompañeros de trabajo.

    Llevar adelante un proyecto con alguien de confianza y a quien estimamos puede resultar motivador y atractivo. Wasserman propone responder cuatro preguntas: ¿compartimos los mismos valores?, ¿tenemos maneras de trabajo compatibles?, ¿cuáles son nuestras fortalezas y debilidades individuales?, ¿de qué manera resolveremos los conflictos?

    Hay que adelantarse a lo que pueda pasar. Por ello, fuera del trabajo debe ser todo como siempre; y dentro del mismo se debe tratar a todos como cualquier socio.

    Los pros

    ¡El equipo ya está acoplado! Los familiares y amigos que trabajan juntos comparten más tiempo diario, tienen intereses comunes, cuentan con una dinámica propia para entenderse, tomar decisiones y actuar para conseguir objetivos. Es decir, todos están puestos la camiseta porque el sentimiento de propiedad es compartido.

    Hacer negocios con conocidos te permite identificar sus áreas de especialización y aquellas en las que tienen falencias y es prudente buscar a un profesional para que asista al equipo. Parte de separar los negocios de los vínculos emocionales es comprender que no todos son buenos en todo y se debe buscar el bien común.

    Para Natalia Almeida, subdirectora de la Alianza de Emprendimiento e Innovación (AEI), “el tener el mismo nivel de compromiso hace que la resolución de conflictos sea inmediata entre los socios. A su vez, no tener jerarquías hace que la comunicación fluya de manera eficiente”.

    Esto es factible, porque todos son dueños y la cuota de responsabilidad y dedicación son aún mayores.

    Almeida añade que es importante generar cultura de emprendimiento, porque se puede transmitir cómo se realizan operaciones sólidas, manejo eficiente y logro de crecimiento progresivo. Esta cultura de emprendimiento se contagia en el primer círculo de una persona que es la comunidad propia, que luego es replicable en círculos externos.

    Los contras

    Hay puestos dentro del emprendimiento que es mejor delegar a una persona con formación específica y experiencia, de quien el resto del equipo puede aprender. Es recomendable contratar gerentes profesionales y mantener al equipo en el rol de accionistas o propietarios.

    Además, todos los socios del negocio deben ponerse el sombrero de propietarios de su economía personal y evaluar a su empresa como un elemento más dentro de su cartera de inversiones.

    El trabajo y las responsabilidades son específicas. Por eso se sugiere armar un organigrama claro, con responsabilidades asignadas por calificación, horarios de trabajo formales y remuneraciones adecuadas a la tarea, ayudar a poner las cosas en orden para evitar malentendidos y ser un verdadero aporte. Como menciona Almeida: “el rol de cada miembro debe ser acorde a sus habilidades, tiempo y necesidades claves basadas en el ciclo en el que se encuentre el emprendimiento”.

    La caja chica no es un colchón. Utilizar la caja chica o tarjeta corporativa para sustentar temas económicos personales puede poner en peligro la supervivencia de la empresa y, por lo tanto, es extremadamente importante llevar un orden financiero. “Las políticas de gastos y pagos deben ser muy claras, para que no exista confusión. Es recomendable contar con un especialista en finanzas”.

    Llevar adelante un proyecto con alguien de confianza puede resultar motivador. Foto: Pxhere
    Llevar adelante un proyecto con alguien de confianza puede resultar motivador. Foto: Pxhere
  • Las cervecerías artesanales crecen en medio de los desafíos

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La lluvia no espanta a los clientes. Son las 18:00 del martes 3 de diciembre del 2019 y el local de la cervecería artesanal Abysmo, en el norte de Quito, suma clientes que prueban las bebidas que elabora este negocio, que arrancó en el 2012.

    En la barra, uno de los trabajadores del negocio abre y cierra llaves de los tanques de cerveza elaborada de manera artesanal. Allí también está Nelson Calle, fundador de Abysmo y miembro de la Asociación de Cervecerías Artesanales.

    Este emprendedor cuenta que cuando empezó su negocio había menos competencia en este rubro, pero era más complicado encontrar equipos de fabricación local. “Los insumos había que importarlos; además, la cultura cervecera era distinta”, añade.

    Hoy, en el país hay cerca de 150 cervecerías de este tipo, señala la Asociación de Cervecerías Artesanales, gremio que agrupa a 55 cervecerías.

    Según los últimos datos de la Asociación, en el 2017 la actividad generó unos USD 13 millones en ventas, y en el 2018 se registró un crecimiento del 10%.

    El sector artesanal ha crecido, pero aún hay obstáculos que impiden que la producción de estos negocios sea mayor.

    Para Carlos Pinos, fundador de la Cervecería Santa Rosa, una de esas trabas es la estampilla fiscal que exige el Servicio de Rentas Internas (SRI) a las bebidas alcohólicas como la cerveza artesanal. Se conoce como Sistema de Identificación, Marcación, Autentificación y Rastreo (Simar). Las autoridades alegan que el uso de la estampilla fiscal es una manera de frenar el contrabando.

    José Pinos, presidente de la Asociación, dice que este requisito encarece hasta en un 8% los costos de producción.

    En el proyecto de Ley Orgánica de Simplicidad y Progresividad Tributaria; que irá a segundo debate este 9 de diciembre en la Asamblea, el Ejecutivo proponía eliminar este requisito, pero el viernes pasado, en el informe para segundo debate, que aprobó la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea, se eliminó la propuesta.

    Si la Asamblea en Pleno apoya esa decisión hoy, estos negocios artesanales tendrían que seguir usando este mecanismo.

    Las estampillas provienen de Suiza y demoran en llegar unos 45 días, luego deber ser aprobada por una empresa privada y por el SRI. La entidad aprueba un número determinado de etiquetas para cada negocio, de acuerdo con su historial de ventas.

    Esto genera dificultades cuando las cervecerías tienen oportunidad de incrementar ventas, por ejemplo, con pedidos de supermercados, dice Pinos. “Si el SRI ve en el historial que vendo 1 000 litros, me da solo etiquetas para ese monto, ¿pero qué pasa si una cadena me pide 10 000 litros? Pierdo el negocio si no me dan las estampillas que necesito”, acota.

    La mayoría de cervecerías artesanales coloca los sellos manualmente, lo que implica que tengan que invertir en mano de obra para este proceso.

    De acuerdo con el SRI, Simar permitió un aumento del 528% en la recaudación ICE en el sector de la cerveza artesanal y un incremento del 753% en el registro de contribuyentes desde el inicio de las operaciones en el 2017, pasando de 19 contribuyentes registrados a 162 en la actualidad.

    Los cerveceros insisten en que si se retira la estampilla, planificar las ventas en mayores volúmenes será más fácil para los negocios. La Asociación dijo que pidió que sus voceros sean recibidos por la Comisión, antes de que se apruebe el informe para segundo debate, pero no los recibieron.

    La asambleísta Gabriela Larreátegui, miembro de la Comisión, dijo que se debería mantener la etiqueta para las cervezas artesanales, pero instó en que se implemente el requisito también para las cervezas importadas, que actualmente no lo requieren.

    La Asociación de Cerveceros cree que si la cerveza importada lo mantiene, la competencia sería un poco más justa.

    La mayoría de negocios de cerveza artesanal está en Quito y en Guayaquil; el sector genera 1 200 empleos directos y casi 2 200 indirectos. Foto: archivo / LÍDERES
    La mayoría de negocios de cerveza artesanal está en Quito y en Guayaquil; el sector genera 1 200 empleos directos y casi 2 200 indirectos. Foto: archivo / LÍDERES

    Productores innovan para ganar mercado

    Redacción Quito (I)

    El sector de la cerveza en el país está clasificado en cuatro grupos: la cervecería artesanal, la industrial de pequeña escala, la industrial de mediana escala y la de gran escala. Esta última es la que tiene el 95% de la participación de mercado concentrada en una sola empresa, Cervecería Nacional, que produce cerca de 5 millones de hectolitros (100 litros).

    En este escenario, los artesanos, que pueden producir entre 250 y 8 000 litros al mes, en cambio, tienen el 0,59% de la participación del mercado, según datos que maneja la Asociación de Cervecerías del Ecuador.

    El gremio estima que hay unos 150 negocios de cervecería artesanal, pero la Superintendencia de Compañías registra 117 y el Directorio de Empresas 2018, elaborado por el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), registra 57. Esto ocurre porque no todos los negocios están registrados y algunos trabajan en informalidad.

    Carlos Pinos, fundador de Cervecería Santa Rosa, que produce 8 000 litros al mes, dice que uno de los principales factores que ha permitido que los negocios sobrevivan y se posicionen es la innovación. “Las cervecerías artesanales están creando constantemente productos con nuevos sabores y texturas y el cliente valora esa experiencia”, dice.

    Santa Rosa, por ejemplo, hace cuatro años ofrecía tres variedades de cervezas y ahora producen unos 15 tipos.

    Para que el sector sea más competitivo, el Ejecutivo propuso en el proyecto de Ley de Simplicidad y Progresividad Tributaria una reducción del impuesto a los consumos especiales (ICE) para la cerveza artesanal, de USD 2 por litro de alcohol a USD 1,50. Para las otras tres categorías se proponen alzas.

    José Pinos, presidente de la Asociación, dice que el incentivo de la reducción es bueno, pero añade que el sector enfrenta otros retos más allá de la carga tributaria. Uno de ellos es la reducción de la tramitología.

    Según Pinos, sacar registro sanitario para cada una de las recetas es costoso para negocios pequeños, puede costar USD 500, además, puede ser tedioso.

    El gremio planteó al Ejecutivo que se puedan incluir varias recetas en un mismo registro sanitario.

    Nelson Calle, fundador de Abysmo, destaca que los primeros negocios que aparecieron en el mercado artesanal han ido consolidándose y, a la par, hay nuevos negocios que entran a competir con más capacidades y conocimiento, para hacerse espacio.

    Una de las marcas más recientes en llegar al mercado es Cruz del Sur, que tiene su planta de producción en el sector de Conocoto, en el este de Quito.

    Armando Tello es uno de los impulsores de esta marca. Él cuenta que la iniciativa nació entre amigos. El sabor gustó entre conocidos y ahora acaba de inaugurar un local en Los Chillos.

    Tello y sus socios invirtieron cerca de USD 15 000 en levantar una planta que puede producir hasta 250 litros diarios. Están enfocados en asistir a ferias, pero quieren crecer como otras marcas, como lo hace Abysmo, que ya está en cadenas como Supermaxi.

    Esta cadena da testimonio del desarrollo de cervezas artesanales. Hoy ofrece 13 marcas y cada una tiene al menos unas tres variedades. “Hay marcas consolidadas y otras tienen picos de crecimiento más esporádicos”, dice un ejecutivo de la cadena.

    Uno de los actores del negocio de las cervezas artesanales es Abysmo, que en la actualidad tiene dos locales y coloca sus productos en supermercados y otros espacios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Uno de los actores del negocio de las cervezas artesanales es Abysmo, que en la actualidad tiene dos locales y coloca sus productos en supermercados y otros espacios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • ‘Queremos cambiar la manera de ver el crédito para mujeres’

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Las ecuatorianas emprendedoras y empresarias tienen la posibilidad de acceder a un nuevo fondo para financiar sus negocios. El pasado 12 de noviembre del 2019 se oficializó un convenio entre la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (OPIC por sus siglas en ingles), Wells Fargo y Banco Pichincha.

    La entidad financiera ecuatoriana firmó un acuerdo con la OPIC, para un préstamo de USD 100 millones junto con una financiación adicional de USD 8,5 millones del Banco Wells Fargo. La “alianza respaldará los préstamos a micro, pequeñas y medianas empresas mipymes) en Ecuador que son propiedad de, lideradas por, o que apoyan a mujeres”, según Banco Pichicha.

    “Cuando las mujeres tienen acceso al capital, hacen crecer negocios prósperos que mantienen a sus familias y pueden transformar sus comunidades”, explica Kristie Pellechia, asesora principal de OPIC, una agencia autosustentable del Gobierno de EE.UU. que ayuda a las empresas estadounidenses a invertir en mercados emergentes.

    OPIC tiene un objetivo: apoyar a mujeres. La agencia lanzó en marzo de este año el programa llamado 2x Women’s Initiative. La meta fue levantar USD 1 000 millones para mujeres en todo el mundo. Este mismo año el programa se replicó en América Latina, bajo el nombre 2X Americas y según Pellechia, ya se colocaron USD 500 millones para iniciativas lideradas por mujeres en América Latina. “Queremos cambiar la manera en que se ven los créditos para mujeres, no solo queremos prestar a empresas, queremos que las empresas mejoren su cuota femenina”.

    Este programa busca negocios que cumplan tres condiciones: Una es que la empresa sea fundada por mujeres; otra es que la gerencia esté comandada por mujeres y el tercer requerimiento para acceder a los fondos de OPIC es que la empresa oferte productos o servicios para mujeres.

    Santiago Bayas, gerente de Banco Pichincha, aporta con más detalles de este convenio. El ejecutivo explica que el banco trabaja en microfinanzas desde 1999 y que el tema de género tiene mucha importancia. “Dentro de nuestros pilares está ser inclusivos y sostenibles. Por eso hemos suscrito el convenio con ONU Mujeres y trabajamos con organismos multilaterales en temas de desarrollo”.

    El acercamiento entre Banco Pichincha y OPIC se dio gracias a las nuevas relaciones entre el Ecuador y Estados Unidos, añade Bayas. “Así se dio la oportunidad de contactarnos con OPIC”. Ahora el banco ecuatoriano apunta a profundizar el financiamiento a mujeres, que además generan menor riesgo, según Bayas.

    ¿Cómo se van canalizar estos recursos? Con la metodología de microfinanzas en la que cada asesor visita al cliente, le ayuda en la elaboración de balances y le asesora para hacer crecer el negocio”.

    Hoy en día, Banco Pichincha tiene una cartera de cerca de USD 7 000 millones, de los cuales USD 1 000 millones están en microfinanzas. “Y prácticamente el 50% de nuestra exposición en microfinanzas está en mujeres”.

    Santiago Bayas, gerente de Banco Pichincha, y Kristie Pellechia, vocera de OPIC, detallaron el convenio. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Santiago Bayas, gerente de Banco Pichincha, y Kristie Pellechia, vocera de OPIC, detallaron el convenio. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • El precio no debe variar al usar la tarjeta

    Mayra Pacheco

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Aplicar un porcentaje adicional al precio de los productos o servicios cuando se cancela con tarjeta de crédito es una práctica común en algunos establecimientos que admiten este mecanismo de pago. En ciertos sitios es usual que cuando un cliente usa ‘dinero plástico’ en sus transacciones, se le advierte que se le cobrará un monto extra.

    Según el negocio, al precio fijado se le suma un 4% o un 6%. Pero esto no tiene relación con los intereses que aplican, en ciertas ocasiones, las entidades financieras que emiten las tarjetas de crédito. Por eso, este recargo es considerado una práctica inapropiada.

    El artículo 50 de la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor establece que el precio para cancelar con tarjeta de crédito será el mismo que al contado. Es decir, los establecimientos que aceptan este mecanismo de pago no deben aplicar recargos. Pero esto no siempre se cumple y algunos clientes optan por aceptar las condiciones.

    Pablo Pérez Narváez, consultor financiero y profesor de la Universidad San Francisco de Quito, explica que ciertos consumidores asumen este recargo, porque desconocen la norma.“Las personas tienen derecho a comprar al mismo precio con efectivo o tarjeta de crédito”.

    Para respaldar esta transacción, la entidad financiera que emite la tarjeta cubre lo consumido por su cliente en determinado negocio, y a la vez cobra al local una comisión por aceptar pagos con ‘dinero plástico’. En promedio, este monto es del 6% del precio facturado, aunque este porcentaje varía. Las empresas grandes pagan una comisión menor, mientras tanto los pequeños cancelan un valor mayor.

    Este esquema a veces no convence a los propietarios de los negocios, por lo que deciden trasladar esta comisión del banco, que ellos deberían cubrir, al cliente.

    Esto causa que el precio difiera del que tendría si se cancela en efectivo. Por ejemplo, si cierto producto cuesta USD 100 y se paga con tarjeta de crédito más la comisión que el banco cobra a los negocios, el valor sube a USD 106.

    Cuando se presentan estos casos, los tarjetahabientes deben reportar al banco emisor de la tarjeta esta situación. Otras opciones son poner una queja en la Superin­tendencia de Bancos o recurrir a la Defensoría del Pueblo.

    En ciertos casos, por este tipo de reclamos los bancos emisores de las tarjetas de crédito podrían incluso retirar de los negocios los equipos que se usan para hacer estas transacciones con ‘dinero plástico’, por su uso inadecuado.

    Para evitar esto, Pérez Narváez dice que los establecimientos comerciales deben considerar que aceptar pagos con tarjetas tiene también beneficios. Los dueños de negocios que admiten este mecanismo de pago reciben el dinero pocos días después de que se hizo la venta. Esto difiere si el local comercial entrega un crédito directo al cliente, porque en este segundo caso se debe esperar 15 días, un mes o más tiempo para que el consumidor liquide esa cuenta.

    Según Pérez Narváez, al aceptar dinero plástico se reduce el riesgo de crédito, que implicaría pérdidas económicas. Y al recibir los recursos de manera ágil se puede contar con ese dinero para pagar a empleados, proveedores, etc.

    Las promociones

    Según la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor, toda oferta, promoción, rebaja o descuento exigible respecto de la modalidad de pago al contado, será también exigible por el consumidor que efectúa pagos mediante el uso de tarjetas de crédito. Se puede aplicar una excepción solo cuando el establecimiento comercial manifieste al cliente oportuna y adecuadamente, en una publicidad o información respectiva y de manera expresa, lo contrario.

    Según el artículo 50 de la Ley del Consumidor, el costo del producto o servicio que se paga con tarjeta de crédito debe ser el mismo que de contado. Foto: Pixnio
    Según el artículo 50 de la Ley del Consumidor, el costo del producto o servicio que se paga con tarjeta de crédito debe ser el mismo que de contado. Foto: Pixnio
  • Los jóvenes de hoy emprenden más que los de hace 10 años

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Eduardo Raad es un emprendedor guayaquileño enfocado en el mundo del software y en la tecnología. Tiene 37 años, ha dirigido tres empresas y es el fundador de Dátil, un emprendimiento que facilita los procesos de facturación, cobranzas, finanzas y pago de impuestos de empresas. Su propuesta de valor se centra en la simplicidad y la facilidad de uso de esta herramienta digital.

    Para Raad emprender significa mantenerse curioso siempre “y alimentar esa capacidad de crear que tenemos, sea dentro de una compañía o fuera de ella”.

    Este emprendedor forma parte del grupo de jóvenes ecuatorianos que hoy en día emprende, en medio de retos y oportunidades. El reporte Jóvenes Emprendedores en Ecuador, elaborado por la Escuela de Negocios Espae, revela que en Ecuador, cada año, el 32% de los jóvenes con edades entre 18 y 34 años están involucrados en la puesta en marcha de un negocio, o posee uno que ha estado en funcionamiento por 42 meses o menos tiempo.

    Además, dice el estudio, se observan diferencias significativas entre los grupos de 18 a 24, y 25 a 34 años, siendo este último segmento el que registra la mayor actividad emprendedora.

    La tasa de emprendimiento (TEA) de los jóvenes muestra una tendencia decreciente, luego de un repunte en el 2013. Pese a ello, las cifras del país son las más altas entre las naciones participantes de América Latina y Caribe.

    El informe de la Espae, que utiliza datos del Global Entrepreneur­ship Monitor (GEM), añade que existen brechas de género entre la población de jóvenes; las mujeres confían menos en sus capacidades para emprender y muestran mayor temor al fracaso. Aunque la tasa de emprendimiento es similar para jóvenes de ambos sexos, una mayor proporción de mujeres está motivada por la necesidad, produciendo negocios que podrían tener dificultades para superar los 42 meses de vida.

    En contraste con los emprendedores de 35 a 64 años, los jóvenes están más motivados por mejorar sus ingresos u obtener más independencia, y menos por la falta de alternativas de trabajo.

    Franco Lara, de 22 años, emprendió un negocio con berenjenas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Franco Lara, de 22 años, emprendió un negocio con berenjenas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    Según Raad, los emprendedores deben estar dispuestos a aprender de manera permanente. “Si estás en cero y quieres crear algo, lo primero que tienes que hacer es aprender cómo, y eso requiere tiempo. Adquirir conocimiento rápido es lo más valioso.”

    Virginia Lasio, profesora de la Espae y una de los autores del estudio, junto con Jack Zambrano, cuenta que los jóvenes de hoy emprenden más. En el 2008 la actividad emprendedora temprana de los jóvenes fue de 17,6%, mientras que en 2017 fue de 29,7%.

    Otro dato dice que alrededor del 70% de la actividad emprendedora de jóvenes se concentra en el sector de servicios a consumidores. “Dentro de este grupo, dominan la venta al detalle y los servicios de alimentos y bebidas”.

    Lasio explica que al comparar con otros países latinoamericanos, se observa que en Ecuador suele haber la mayor proporción de jóvenes emprendedores, y que sus negocios, en general, no son de alto impacto. “No está claro si se debería fomentar la creación de más empresas. Sin embargo, sí se debería potenciarse la capacidad de generar negocios de mayor impacto”.

    Una vía para lograrlo es a través de la educación en emprendimiento, que está empezando a desarrollarse, incluso en los niveles de formación básica. Otro punto importante, añade Lasio, es el fortalecimiento de las redes empresariales de los jóvenes, que se ha identificado como punto débil, en comparación con otros países de América Latina.

    Raad está consciente de los desafíos que tiene como emprendedor y por eso tiene una estrategia clara y sencilla: “Hemos optado por una vía un poco más tradicional: simplemente hacer un buen producto, venderlo y crecer al ritmo que crece el mercado”. Además, enfatiza en la necesidad de ser transparente con el cliente y generar retroalimentación.

    Financiamiento, el reto para emprender

    Redacción Quito (I)

    Las horas del día se hacen cortas. Entre las actividades de la universidad hay que hacer espacio para las que demanda la agenda de un emprendedor. Nicolás Serrano, de 23 años, y Franco Lara, de 22, viven esta rutina a diario.

    Serrano, que estudia en Yachay Tech, es el creador de Innomaps, una plataforma que recopila data para que micro, pequeñas y medianas empresas obtengan un análisis sobre las mejores opciones para abrir un negocio; es decir, vende estudios de mercado usando georeferenciación.

    “Mi mamá emprendió tres veces y fracasó, a pesar de las ganas y sus capacidades para la cocina. Me di cuenta que, como ella, muchos emprendedores fallan porque no tienen las herramientas necesarias para poner un negocio sabiendo en dónde funcionará mejor”, cuenta.
    Serrano cree que los negocios relacionados a tecnología y data son los que tienen más potencial.

    Uno de los beneficios de emprender en tecnología, añade este estudiante de ciencias computacionales, es que se requiere poco capital para arrancar. Actualmente, para ahorrar costos, la empresa no paga sueldos a sus colaboradores, sino que les otorga un porcentaje de participación del negocio.

    Lara, en cambio, estudia ingeniería industrial en Quito y decidió que no quiere tener jefes. “Por eso emprendo desde ahora que estoy joven, para equivocarme, aprender y seguir intentando si es necesario”, dice.

    Hace 10 meses, Lara usó una receta de la familia para crear, junto con su mamá, Nora Moscoloni, la marca Conservas Moscoloni, que ofrece berenjenas y pimientos rojos en conservas.

    Hay varios obstáculos que el joven ha sorteado. El primero es que en el país, la berenjena no es un producto de alto consumo. Desde que comenzó, el joven cuenta que ha escuchado comentarios como ‘nunca he comido berenjena’, ‘¿a qué sabe?’ . Por eso, la labor de posicionar el producto ha sido en lo que más se ha concentrado.

    Alexandra Aguirre, de 32 años, crea sales de baño para tinas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Alexandra Aguirre, de 32 años, crea sales de baño para tinas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    Otro reto ha sido la tramitología. Los permisos que debe sacar en varias entidades demandan USD 3 000. “Arranqué con una inversión de USD 500 y hasta ahora no hay ganancia porque todo se reinvierte, pero es un proceso y como emprendedor, uno se vuelve soñador, y lo intenta todo”, dice.

    Alexandra Aguirre, de 32 años, en cambio, divide su agenda entre la tarea de ser mamá de una niña de 3 años y la de crear sales de baño para tinas. Con su negocio Nua Bath Bombs, Aguirre da empleo a madres solteras. “A veces hay mamás que quieren trabajar conmigo pero no tienen con quién dejar a los niños, yo les permito que vengan con ellos”, cuenta.

    El negocio comenzó con una inversión de USD 3 000. Aguirre cuenta que conseguir financiamiento fue complejo, por los requisitos que piden los bancos y por el temor a endeudarse en su primera experiencia como emprendedora, pero un familiar aportó con los recursos.

    Aguirre sabe que su idea es arriesgada, porque en Ecuador no hay una cultura generalizada de usar tina de baño, pero apostó por algo innovador que tiene menos competencia en el mercado.

    Gary Flor, presidente de Ceforcom, explica que es común que los emprendedores busquen los ahorros y a la familia para conseguir recursos. De ahí que las instituciones financieras tienen el reto de desarrollar productos que no exijan garantías muy altas y tengan plazos más largos para que más jóvenes accedan.

    Dátil es un emprendimiento que facilita los procesos de facturación, cobranzas, finanzas y pago de impuestos de empresas. Sus oficinas se encuentran en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Dátil es un emprendimiento que facilita los procesos de facturación, cobranzas, finanzas y pago de impuestos de empresas. Sus oficinas se encuentran en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • La industria panificadora se halla en crecimiento

    Redacción Quito

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Las labores se inician a las 06:00. Xavier Aguilar selecciona la harina, los huevos, la levadura y otros productos para preparar el pan. Estos ingredientes se convierten en la masa que sus manos dan forma, dividen en porciones individuales y que, luego de pasar por el horno, será el alimento para miles de hogares.

    Esta es la primera hornada de pan corriente o ‘popular’ que se prepara en las mañanas y se vende para el desayuno; en la tarde se preparan otras variedades.

    Así es el día a día de la panadería Sweet Isabella, propiedad de Aguilar. En este negocio, que tiene seis meses en el mercado, se vende un promedio de 100 panes diarios al consumidor; además se entregan 400 bajo pedido a pequeñas tiendas.

    Como esta panadería, son muchos los negocios en Quito y otras ciudades de Ecuador, que cubren la demanda diaria de pan.

    Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) del año 2017, en el país funcionan 5 670 empresas y negocios dedicados a la elaboración de pan y otros productos de panadería secos.

    Las cifras del INEC indican que estos negocios tienen unas ventas anuales de USD 306 millones y dan empleo de manera directa a 13 407 personas.

    Otras empresas afines, de pastelería y alimentos similares, tienen ventas anuales de USD 35 millones.

    Cifras similares maneja la Federación Nacional de Panificadores (Fenapan). Pedro Miranda, representante de la organización, comenta que tienen registros de 6 500 panaderías y pastelerías artesanales funcionando en el territorio nacional. Además, Miranda asegura que se genera empleo, directo e indirecto, para 20 000 personas y el dinero que mueve el sector sobrepasa los USD 300 millones al año.

    Xavier Aguilar produce pan para su panadería Sweet Isabella. Al día puede vender hasta 500 unidades. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Xavier Aguilar produce pan para su panadería Sweet Isabella. Al día puede vender hasta 500 unidades. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

    Los actores de este importante sector productivo identifican una serie de fortalezas y oportunidades para que la industria crezca en el país, pero también ven debilidades y amenazas que la ponen en riesgo.

    Daniel Romero, gerente de mercadeo de Grupo Superior, comenta que la industria panadera y pastelera es fuerte en el país y se encuentra en constante crecimiento, lo que representa una gran oportunidad. “Actualmente en Ecuador existe un consumo de 27 kilos de pan al año por habitante. Uno de nuestros retos es promover su crecimiento, ya que en la región el consumo promedio es mayor”.

    Otro indicador que muestra la fortaleza del sector es que los negocios panaderos tienen un promedio de vida de 13 años, casi no fracasan, señala el directivo.

    Romero indica que las amenazas que ven para la industria pueden ser las nuevas tendencias de consumo. Además, una debilidad que identifica en el sector es que históricamente ha sido una actividad empírica. “Nosotros brindamos actividades de capacitación y asesoría para los artesanos panaderos. El objetivo es tecnificar la producción y profesionalizar a los trabajadores, para lograr un pan de mayor calidad y sabor”.

    Otra empresa que ve oportunidades en el sector es Grupo La Fabril. “La industria está creciendo y cambiando. Las necesidades actuales son producir más rápido, pero manteniendo la calidad, y profesionalizar a los productores”, señala Magaly Layton, coordinadora de marketing de Linea Maestro, la linea especializada para panaderos que ofrece la firma.
    El potencial de crecimiento es la principal oportunidad del sector.

    De acuerdo al estudio Tendencia Mundial en Panadería, de la organización U.S. Wheat Associates, Ecuador tiene uno de los consumos de pan más bajos en la región. El informe lo encabezan Chile y Argentina, en donde sus habitantes consumen entre 80 y 90 kilos al año.

    Por otra parte, un problema que aqueja al sector es el precio del pan. Esta es la opinión del vocero de la Fenapan. Hoy el precio por unidad del pan corriente se encuentra en USD 0,12, valor que se fijó en el 2011 y se ha mantenido hasta la fecha.

    El precio debería subir a USD 0,15, para que el productor cubra los costos y pueda obtener ganancias, señala Miranda.

    Los indicadores

    El sector panadero y pastelero tiene unas ventas anuales de USD 306 millones. A esta actividad se dedican 5 679 negocios.

    El consumo de pan en Ecuador es cercano a 20 kilos por habitante al año. En la región, lideran Argentina y Chile con alrededor de 80 kilos.

    Se genera empleo para 13 407 personas. Otros datos elevan esta cifra a 20 000, directa e indirectamente.

    Esta industria genera empleo de manera directa para 13 407 personas, según datos del INEC. Foto: archivo / LÍDERES
    Esta industria genera empleo de manera directa para 13 407 personas, según datos del INEC. Foto: archivo / LÍDERES
  • El 32% de los jóvenes participa en la puesta en marcha de un negocio en Ecuador

    Redacción Quito

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    La tasa de emprendimiento de los jóvenes muestra una tendencia decreciente en Ecuador, luego de un repunte en 2013. A pesar de esto, las cifras del país son las más altas entre los países participantes de América Latina y El Caribe. Así lo señala un estudio elaborado por la Espae, la escuela de Negocios de la Espol.

    En Ecuador, cada año, el 32% de los jóvenes con edades entre 18 y 34 años esta involucrada en la puesta en marcha de un negocio, o posee uno que ha estado en funcionamiento por 42 meses o menos. Además, dice el estudio, se observan diferencias significativas entre los grupos de 18 a 24, y 25 a 34 años, siendo este último el que registra la mayor actividad emprendedora.

    El informe de la Espae, que utiliza datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), añade que existen brechas de género entre la población de jóvenes; las mujeres confían menos en sus capacidades para emprender y muestran mayor temor al fracaso.

    Aunque la tasa de TEA es similar para jóvenes de ambos sexos, una mayor proporción de mujeres está motivada por la necesidad, produciendo negocios que podrían tener dificultades para superar los 42 meses de vida. Contrastando con los emprendedores de mayor edad (35 a 64 años), los jóvenes están más motivados por mejorar sus ingresos u obtener más independencia, y menos por la falta de alternativas de trabajo.

    Uno de los principales desafíos que enfrenta la mayoría de los países del mundo es el desempleo juvenil. Ecuador no es la excepción: alrededor de 200 000 personas de entre 18 y 34 años estarían desempleadas, con otras 500 000 en el subempleo (INEC, 2018).

    Según la Espae, el fomento del emprendimiento de jóvenes es una estrategia crítica para poder integrarlos en el mercado laboral, aprovechando al máximo su potencial de contribuir significativamente al desarrollo económico.

    En Ecuador, cada año, el 32% de los jóvenes con edades entre 18 y 34 años esta involucrada en la puesta en marcha de un negocio. Foto: Archivo / LÍDERES
    En Ecuador, cada año, el 32% de los jóvenes con edades entre 18 y 34 años esta involucrada en la puesta en marcha de un negocio. Foto: Archivo / LÍDERES